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Medio ambiente
El Bosque Ridimoas, un río que nace entre grandes piedras
El bosque Ridimoas es un espacio forestal del Sur de Galicia, existente en la comarca ourensana del Ribeiro de Avia, en tierras de los ayuntamientos de Beade y Leiro, entre los cuales fluye el regato de Caldelas, afluente del río Avia. Se alza sobre un terreno irregular de base granítica, comprendido entre 90 y 400 metros de altitud. Aquí el suelo está repartido en pequeñas parcelas de propiedad privada, con escasos fragmentos comunales, siendo el uso del mismo, básicamente agrario con predominio del viñedo acogido en la Denominación de Origen Ribeiro.
Desde la Edad Media, el bosque autóctono había sufrido un retroceso considerable por desmontes para viñas, hasta la mitad del siglo XX, cuando muchos agricultores emigraron a otros países, lo que facilitó un principio de recuperación de la cobertura vegetal, debido al abandono de muchas viñas y al descenso significativo en la tala de árboles, al ser sustituídas leña y madera por otros productos. Pero lo que debería haber sido ser una recuperación natural del bosque no se produjo: la implantación de nuevas técnicas vitícolas favoreció a las mimosas (Acacia dealbata) - introducidas para la obtención de tutores destinados a las vides y que cayeron en desuso en favor de las espalderas de alambre- y ahora, descontroladas, son una plaga difícil de erradicar; a lo que hay que sumar algunas repoblaciones con eucaliptos.
Síntesis histórica
En 1988 varios profesores y alumnos de la Universidad Laboral de Ourense, fundaron la Asociación Cultural-Ecolóxica Ridimoas para la defensa y estudio de los bosques autóctonos, sobre la base de una actividad extraescolar anterior que ya había inculcado al alumnado el interés por los árboles e iniciado trabajos de silvicultura (1976-1987) en parcelas rústicas de propiedad privada del municipio de Beade, previamente afectadas por incendios forestales. Su primera parcela reforestada fue una del paraje catastral denominado Ridimoas, del cual toma nombre nuestra asociación. El topónimo Ridimoas, contracción de Río de Moas, significa río que nace entre grandes piedras.
El primer objetivo de la nueva asociación fue el de adquirir las parcelas reforestadas por la actividad extraescolar ya desaparecida, haciendo constar en el artículo 9 de los estatutos, la condición de copropietaria/o de toda persona afiliada a ella. A día de hoy son 1.200 las personas socias y su apoyo ha permitido cumplir los objetivos iniciales y superar muchas dificultades, ampliando el bosque año tras año.
Desde su inicio, Ridimoas recibió diversos premios y, recientemente, ha sido declarada de Utilidad Pública por la Xunta de Galicia.
Secretaría de Ridimoas
Cuando en 2016 acepté el cargo de secretaria de la Asociación, ésta ya llevaba 28 años de funcionamiento y su estrategia de protección, basada en la compra de parcelas, estaba bien asentada. Las aportaciones económicas de las cuotas anuales de las socias y socios (la cuota mínima anual es de 20 €), más los donativos e ingresos por visitas guiadas, constituyen la totalidad de nuestros recursos económicos para adquirir nuevas parcelas y ayudar al mantenimiento de la biodiversidad, incluyendo la de las riberas del curso bajo del río Avia con el fin de proteger el hábitat del galápago europeo.
Desde el principio comprendí que el conocimiento de la realidad física, basada en el dominio del catastro, nos permitía anticiparnos, dentro de nuestras posibilidades económicas, a acciones destructivas y elegir la figura de protección más eficaz en cada momento, tal como la Categoría de Refugio de Fauna por segregación de los terrenos cinegéticos, principalmente en el ayuntamiento de Beade, por estar bien catastrado, o como Zona de Exclusión de Caza en el de Leiro, por estar mal e incompleto. Esto no fue fácil pues la Consellería de Medio Ambiente de la Xunta de Galicia, consideraba que todo era territorio de caza. Ahora ya saben que no, aunque el control sobre los cazadores es prácticamente inexistente.
Valores biológicos
En lo referente a la flora, Ridimoas es un bosque mixto de robles y pinos: Quercus robur en las vaguadas, Quercus pyrenaica en las laderas y Pinus pinaster en lo alto. El sotobosque lo conforman arbustos como: la hiedra, el rusco, la zarzamoras, la escoba blanca, el peral silvestre atlántico, espino albar o distintas especies de brezo, con abundancia de madroño en los claros. En las riberas del regato de Caldelas, que atraviesa el bosque, hay avellanos, alisos, sauces, laurel, cerezo aliso y helechos.
En cuanto a la fauna destacamos: la mariposa Charaxes jasius, el escarabajo Lucanus cervus (escarabajo ciervo), la trucha, la salamandra, el lagarto verdinegro, mamíferos como la marta, la gineta, el zorro, el tejón el jabalí y el corzo. Entre las aves, el cuervo grande, el arrendajo, el pito ibérico, el arrendajo, el busardo ratonero, el gavilán, el alcotán, el chotacabras gris, el cárabo, el mochuelo y la lechuza común son de frecuente observación.
Trabajos de campo, mantenimiento y futuro
Nuestras acciones diarias se centran en la eliminación de flora alóctona, mejora de hábitats y vigilancia contra la caza furtiva. En labores de mantenimiento y vigilancia intervienen algunos voluntarios, siendo muy útil nuestra querida yegua “Mancha” en diversos cometidos; realizándose el grueso de los trabajos forestales por personal remunerado. Diariamente se toman datos meteorológicos: a nuestro bosque le corresponde una precipitación anual de algo más de 1000 l/m2 repartidos en 100 días de lluvia, siendo la temperatura media, ligeramente superior a 14ºC, con tendencia al alza, mientras la lluvia va a menos en primavera. También mantenemos diálogo con los agricultores sobre herbicidas y biocidas, tratando de reducir su impacto negativo en el medio ambiente y en su propia salud.
Actuamos en una superficie de 500 hectáreas, integradas en una masa forestal continua de más de 1.000, donde las 100 más importantes ya son propiedad nuestra, tras comprar 186 parcelas a 113 transmitentes. Con el tiempo esperamos adquirir la totalidad del conjunto, ampliando el área de protección o mejora, para que este espacio forestal, bien gestionado, constituya en el futuro, un ecosistema de transición entre la Región Floral Eurosiberiana y la Mediterránea. Con este objetivo continuamos trabajando; pero todo esto sería imposible sin el apoyo de las socias y socios, a los que estamos profundamente agradecidos. Gracias a todas estas personas que conforman la asociación, el bosque autóctono puede seguir existiendo y tener una oportunidad.