Sidecar
Anegados en liquidez

El colapso de Silicon Valley Bank es una hermosa demostración, casi paradigmática, del problema estructural fundamental del capitalismo contemporáneo: un sistema hipercompetitivo, obstruido por el exceso de capacidad y ahorro y carente de salidas obvias para absorberlos.
Caja Registradora
Fotografía: Viktor Kharlashkin, en Unsplash.
13 abr 2023 05:20

La quiebra del Silicon Valley Bank (SVB) y sus inevitables efectos, como el rescate de Credit Suisse, han suscitado la habitual panoplia de análisis en términos de psicología social en la denominada «prensa de calidad». En un podcast reciente de The New York Times, el exfuncionario del Departamento del Tesoro Morgan Ricks alcanzó nuevas cotas de pseudoprofundidad al afirmar que el problema era «el propio pánico» y que este podría resolverse simplemente extendiendo la garantía general a todos los depositantes.

Tal análisis de la crisis no ofrece ninguna explicación concreta de lo sucedido. Las causas precisas del colapso del banco son, por supuesto, discutibles; sin embargo, el contexto estructural básico y sus principales lecciones parecen claros. El SVB, supuestamente al servicio de lo que en general se considera el sector más dinámico e innovador de la economía mundial, el «tecnológico», había aparcado una enorme cantidad de sus recursos de tesorería en títulos respaldados por el Estado y en bonos de baja rentabilidad, pero supuestamente seguros. Cuando la Reserva Federal empezó a subir los tipos de interés, el valor de estos bonos bajó, desencadenando un clásico pánico bancario en el que los depositantes se apresuraron a retirar su dinero. ¿Facilitaron el pánico las redes sociales u otros medios de comunicación digital que fomentaron el comportamiento gregario? ¿Quién sabe y a quién le importa? La cuestión crucial es que el banco se vio desbordado por el crecimiento masivo de los depósitos de sus clientes tecnológicos y que ni uno ni los otros fueron capaces de encontrar nada en lo que mereciera la pena invertir sus copiosos recursos.

En resumen, el colapso de SVB es una hermosa demostración, casi paradigmática, del problema estructural fundamental del capitalismo contemporáneo: un sistema hipercompetitivo, obstruido por el exceso de capacidad y ahorro y carente de salidas obvias para absorberlos. Hay que subrayar que la actual moda de la «política industrial» –realmente pronunciada tanto en el gobierno de Biden como en el de Macron, entre otros– no hará nada para lidiar con este problema subyacente. El problema práctico inmediato de una nueva ronda de inversión en la que el Estado trataría de incentivar al capital está meridianamente claro. Los inversores querrán percibir sus flujos de ingresos trimestrales en concepto de intereses o dividendos. ¿Por qué iban a inmovilizar capital en proyectos enormemente ambiciosos para promover la transición ecológica o aumentar la inversión en sanidad y educación, que tendrán horizontes temporales largos y rendimientos inciertos? Y lo que es más importante, incluso si tal estrategia fuera viable, ¿sería deseable?

Lo que el planeta y la humanidad necesitan es una inversión masiva en actividades de baja rentabilidad y baja productividad: cuidados, educación y restauración medioambiental

Aquí debemos hablar claramente al sector de la izquierda que podría describirse como «neokautskista». A estas alturas está claro que el gobierno de Biden no es en absoluto una reedición de los años de Clinton-Obama. Tiene un ala antineoliberal que está más que dispuesta a desplegar el poder del Estado para moldear el «sector privado» (ese peculiar neologismo que los «responsables de las políticas públicas» utilizan para referirse al capital). A algunos de sus miembros les gustaría ir más allá y participar en la inversión publica directa. Su sincero deseo es crear puestos de trabajo bien remunerados y ecologizar la economía. En respuesta a este planteamientos, muchos en la izquierda estadounidense critican el programa de Biden por sus compromisos políticos y su timidez. Pero, ¿en qué se diferencia, realmente, de las diversas nociones de «transición intersticial» tan comunes entre quienes conciben el establecimiento del socialismo como un New Deal actualizado? No mucho, marcas aparte.

El problema es que ni el gobierno de Biden ni los neokautskistas tienen una respuesta creíble a la lógica estructural del capital. Imaginemos, a modo de experimento mental, que la bidenomics en su forma más ambiciosa tuviera éxito. ¿Qué significaría esto exactamente? Por encima de todo, conduciría a la relocalización doméstica de la capacidad industrial tanto en la fabricación de chips como en la tecnología verde. Pero ese proceso se desarrollaría en un contexto global en el que todas las demás potencias capitalistas estarían intentando vigorosamente hacer más o menos lo mismo. La consecuencia de este impulso simultáneo de la industrialización sería la exacerbación masiva de los problemas de exceso de capacidad a escala mundial, lo cual ejercería una fuerte presión sobre la rentabilidad del mismo capital privado que se vio «atraídos al proceso de inversión» por las políticas de industrialización «creadoras de mercado».

¿Cómo podría reaccionar el gobierno estadounidense ante esta coyuntura? Probablemente, la respuesta sería un mayor apoyo estatal, que podría adoptar la forma de una inyección monetaria que provocara burbujas del precios de los activos (lo que Robert Brenner ha descrito como «bubblenomics») o garantías directas de rentabilidad. Pero esto no haría sino exacerbar el fenómeno del capitalismo político. Es decir, los mecanismos directamente políticos se harían cada vez más necesarios para generar rentabilidad.

¿Cuál sería la respuesta adecuada a este dilema desde el punto de vista de una sociedad humanizada? El punto principal es que ningún socialista debería abogar por una «política industrial» de ningún tipo, ni tener nada que ver con los autodestructivos New Deals, verdes o no. Lo que el planeta y la humanidad necesitan es una inversión masiva en actividades de baja rentabilidad y baja productividad: cuidados, educación y restauración medioambiental. El capital es incapaz de hacerlo, porque busca un «valor» que estos sectores tienen dificultades para producir. La razón subyacente es obvia: ni la salud, ni la cultura, ni el medioambiente funcionan muy bien como mercancías. Así pues, como ya había intuido Oskar Lange en la década de 1930, el gradualismo no puede funcionar. Tenemos que apoderarnos de inmediato de las cúspides de la economía, en este caso del sector financiero. Cualquier otra estrategia conducirá al callejón sin salida descrito anteriormente o a una fuga masiva de capitales. En las condiciones actuales, las medidas a medias son absurdas y contradictorias. La cháchara sobre los New Deals y la «rooseveltología» de tono sepia debe ser expuesta como lo que es: un obstáculo retrógrado para el establecimiento del socialismo.

Sidecar
Artículo original: Drowning in deposits, publicado por Sidecar, blog de la New Left Review y traducido con permiso expreso por El Salto. Véase Dylan Riley y Robert Brenner, «Siete tesis sobre la política estadounidense», NLR 138.
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Sidecar
Sidecar El mismo filo de la navaja: Starmer contra la izquierda
Desde el principio de su liderazgo, Starmer y su equipo decidieron confundir el apoyo acrítico a Israel con una postura ecuánime contra el antisemitismo para poder utilizar esta confusión como un arma con la que matar a la izquierda.
Sidecar
Sidecar Control de daños en la República Islámica de Irán
El Estado iraní se enfrenta a una plétora de contradicciones estructurales. La elección de Masoud Pezeshkian, un reformista, representa el modo elegido para intentar superar esta crisis múltiple.
Sidecar
Sidecar Victoria aplazada de la izquierda francesa
Al disolver la Asamblea Nacional, Macron, el 'enfant roi' del Elíseo ha roto sus juguetes y ha pedido a otros que los arreglen.
Industria armamentística
Genocidio Las relaciones armamentísticas de España e Israel han sido “más lucrativas que nunca” desde octubre de 2023
Un informe del Centre Delàs señala diferencias significativas en las armas que España dice que ha vendido a Israel y las que Israel registra. Las empresas israelíes han firmado 46 contratos con las administraciones por más de mil millones.
Congreso de los Diputados
Aranceles El Congreso aprueba el decreto de aranceles por la mínima
La mayoría parlamentaria que invistió al ejecutivo, con la abstención de Podemos, se impone al voto en contra de PP y Vox.
Pensamiento
Lola Olufemi “No me atraen las utopías lejanas, estoy más interesada en el ahora”
La escritora e investigadora británica Lola Olufemi trabaja desde la certeza de que el presente no es una jaula, desde la confianza en que viviremos cosas diferentes aunque no se sepa exactamente de qué tipo van a ser.
Estados Unidos
Libertad de expresión Canadá recomienda al profesorado LGTBQ+ o crítico con Trump no viajar a Estados Unidos
Una circular de la Asociación Canadiense de Profesores Universitarios (CAUT) recomienda “encarecidamente” que el personal académico viaje a los EEUU “solo si es esencial y necesario”.

Últimas

O Teleclube
O Teleclube 'Os Pecadores' loitan contra montruos reais e mitolóxicos no novo episodio de 'O Teleclube'
O dúo do director Ryan Coogler e o actor Michael B. Jordan estrean unha película sobre a experiencia afroamericana cunha ameaza sobrenatural engadida.
Madrid
Madrid El grito de ‘Altri Non!’ llega al Congreso de los Diputados
La Plataforma Ulloa Viva y organizaciones ecologistas exigen directamente al Gobierno español que rechace subvencionar el proyecto de la macrofábrica de celulosa y que respete la voluntad del pueblo gallego.
Libertad de expresión
Libertad de expresión La Justicia da la razón al humorista Héctor de Miguel, Quequé, frente a la denuncia de Abogados Cristianos
La Audiencia Provincial de Madrid estima el recurso de apelación presentado por Héctor de Miguel, imputado por unas declaraciones tras una denuncia de Abogados Cristianos.
Ayuntamiento de Madrid
Fórmula 1 en Madrid Madring: el gran evento de la “marca Madrid” que no respeta trámites ni esperas
El Ayuntamiento ha aprobado la licencia de obras del futuro circuito de Fórmula 1 mientras el plan urbanístico del mismo está recurrido en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid y sin resolver a las alegaciones de la oposición ni vecinales.
Capitalismo
Opinión Araba frente a la nueva fiebre verde: cuando la transición energética amenaza a la tierra común
Más de 80 macroproyectos energéticos y una red de alta tensión planean atravesar Araba, vendiéndonos la transición verde mientras arrasan bosques, pastos y comunidades rurales. Pero este territorio ya conoce otra forma de gestionar la energía.
Más noticias
There Is Alternative
There Is Alternative There Is Alternative #3: de bancos que financian genocidios, finanzas éticas y todo lo que no sea Netanyahu
Tercer episodio del podcast There Is Alternative de El Salto Radio sobre empresas que ganan dinero con la masacre al pueblo palestino, de la banca armada que les ayuda y de las alternativas de las finanzas éticas.
República Dominicana
República Dominicana El Gobierno de Abinader desafía a la ONU expulsando mujeres embarazadas y recién paridas desde los hospitales
La campaña contra las migrantes haitianas del Gobierno de República Dominicana ha llegado a las maternidades. Decenas de mujeres embarazadas o con sus bebés en brazos han sufrido esta política.
Violencia machista
Violencia machista Estadística del INE sobre violencia de género: disminuye un 5% en 2024 tras aumento histórico del 12% en 2023
En 2024 se registraron 34.684 mujeres víctimas de violencia de género correspondientes a los asuntos en los que se habían dictado medidas cautelares u órdenes de protección.
Alemania
Alemania Friedrich Merz es elegido canciller alemán por la gran coalición tras una jornada de suspense
El nuevo canciller alemán supera una votación extraordinaria tras un sonoro fracaso en su primer intento. Los conservadores gobernarán con el partido socialdemócrata.

Recomendadas

Laboral
Laboral Coidar sen dereitos: a loita das traballadoras nas residencias privadas de Galiza
Sen tempo nin medios para ofrecer uns coidados axeitados, alertan dunha situación insostible nos centros e denuncian a privatización dun servizo a costa do benestar das persoas maiores e dependentes.
Catalunya
Acción directa Las Sublevaciones de la Tierra francesas llegan a Catalunya: “Necesitamos una forma nueva de luchar”
Una acampada de tres días y una acción simbólica han sido el pistoletazo de salida de Revoltes de la Terra. La organización ha sido capaz de unir a ecologistas de campo, de ciudad y campesinado en una dinámica de lucha “nueva”.