Sumar
El feminismo de Sumar es para todo el mundo (incluidos los amigos de Pedro Sánchez)

Economía, trabajo y sanidad feministas. Un sistema público de cuidados y menos horas de trabajo. Son las propuestas de Sumar, que desglosó este martes su idea sobre qué es el feminismo en un acto que dejó muchas respuestas y algunas preguntas.
Acto feminismos Sumar
Jhana Beat, Carolina Elías, Clara Serra, Yolanda Díaz, Elizabeth Duval, Mafe Carrascal, Anabel Alonso y La Otra, en una foro grupal tras el acto.

En el Teatro Pavón a las siete y cuarto hay siete cámaras de vídeo, ocho fotógrafos, dos hombres con bebés en brazos, una mujer empujando un carrito, una niña y 634 butacas, todas ocupadas por gente con ganas de corear Yolanda Díaz presidenta, y varias filas de periodistas preguntándose cuál es el feminismo de Sumar.

La actriz Anabel Alonso modera un acto con Yolanda Díaz, Elizabeth Duval, Carolina Elías, Mafe Carrascal y Clara Serra, y en su primera intervención fija el eje del debate: los ataques de Vox a la cultura con la censura de varias representaciones en los últimos días y el negacionismo de la violencia machista, también de Vox. “Les va a costar mucho callarnos la boca, nadie tiene que decirte qué debo hacer con mi cuerpo, a quien puedo amar o en qué obra de teatro puedo actuar”, dice la actriz.

Es una de las cosas que tiene esta campaña. La cita electoral nos pilla cansadas y mentar las barbaridades de la extrema derecha parece una fórmula efectiva para revertir el previsible abstencionismo el domingo 23 de julio.

Pero el acto de este martes es también un momento de tomar las medidas al feminismo que propone Sumar. Un feminismo del 99%, dicen. Un feminismo para todo el mundo, dicen. Un feminismo que rotula parte del programa electoral de Sumar, cuyas propuestas concreta Yolanda Díaz en su última intervención, pasadas las ocho y media de la tarde de un martes con ola de calor.

El feminismo de Yolanda Díaz es laboralista: la mejor política feminista es subir el Salario Mínimo Interprofesional o aprobar una ley para las trabajadoras de hogar, como ha hecho en esta legislatura

El feminismo de Yolanda Díaz, es, como no podía ser de otra manera, laboralista: para la ministra de Trabajo y candidata de Sumar a presidir el Gobierno, la mejor política feminista es subir el Salario Mínimo Interprofesional, como ha hecho en esta legislatura, o aprobar una ley para las trabajadoras de hogar, como también ha hecho —“es la norma de la que más orgullosa me siento”—.

También es feminista reducir la jornada laboral para poder salir antes del trabajo —“trabajar para vivir, no vivir para trabajar”— o revolucionar los cuidados haciendo corresponsable al Estado y a las empresas, sigue Díaz en el escenario del Pavón.

Mejorar la Sanidad Pública o un plan de choque por la salud mental también son políticas feministas que contempla el programa de Sumar, dice Díaz mirando a Mónica García, sentada en las primeras filas. Díaz sigue hablando de cuidados y sorprende con una pregunta: “¿Por qué las escuelas infantiles no están abiertas por la noche? ¿Acaso acaban los cuidados por la noche?”. Una pregunta que, menos mal, no se materializa en ninguna propuesta de su programa.

Hombres feministas y feminismo para hombres

Pero esa no es la primera intervención de la candidata. En su primera intervención, Yolanda Díaz llama la atención sobre otra cosa. “Aquí estamos mujeres de todo tipo y muchos hombres”, dice. Y es verdad. En ninguno de los actos feministas que he cubierto como redactora de El Salto en los últimos seis años he visto tantos hombres. Y, en el marco del discurso feminista de Sumar, este dato importa: los hombres también se suman a la batalla contra el machismo y la homofobia, los hombres también ganan derechos y libertades con las políticas feministas, dice. “El feminismo pierde cuando se coloca en un rincón en las trincheras, y gana cuando vamos a por todas: no caigamos en la trampa de la derecha”, dice. Y parece convencida cuando dice: “Yo me lo creo”

La filósofa feminista Clara Serra toma el relevo de esta línea discursiva. Serra, que entre otras cosas destaca por un trabajo teórico sobre las masculinidades desde el feminismo, precisa: “Lo más revolucionario del feminismo es que es para todo el mundo, como dice bell hooks”. Y ese feminismo que no es solo de las mujeres “está en condiciones de plantar cara a la extrema derecha”.

Serra lleva la conversación a un lugar controvertido y necesario porque, claro que sí, el feminismo debe preguntarse cómo hablar con un machista y cómo hablar con un fascista. “Creer en el feminismo es no dar por perdida a esa gente que es homófoba o machista, necesitamos hablar a esos chicos que escuchan a youtubers machistas y están convencidos de que su partido es Vox”. Porque “a los amigos de Pedro Sánchez no los ha puesto en crisis el feminismo, sino una cultura que impone determinadas formas de comportarse a los hombres, y esa cultura es la que combatimos”.

“A los amigos de Pedro Sánchez no los ha puesto en crisis el feminismo, sino una cultura que impone determinadas formas de comportarse a los hombres, y esa cultura es la que combatimos”, dice Clara Serra

Y enlaza con otro tema muy presente en el acto: en el feminismo tiene que caber el disenso, la diferencia, algo que señala también Elizabeth Duval, pero sin divisiones. “Se ha intentado construir una imagen del feminismo que lo empequeñezca: el feminismo no es una batalla cultural ni una batalla identitaria”, dice la portavoz de feminismos de Sumar, pidiendo también respetar y escuchar al movimiento feminista y defendiendo un feminismo que incluya “un componente de clase y que sea reconocido como un movimiento transformador de base”.

Carolina Elías, activista por los derechos de las trabajadoras del hogar y desde el 28M concejala de Más Madrid, suma entusiasmo —se levanta de la silla, el público corea sus consignas, una asistente la nombra Ministra de Trabajo del Gobierno de Yolanda Díaz que se dibuja en la sala— y una mirada antirracista al acto. Mafe Carrascal, diputada de la Colombia del histórico gobierno de Gustavo Petro, pone a Díaz como ejemplo en el que mirarse para acometer las reformas en curso en Colombia y subraya —gracias de corazón— el papel crucial de los medios independientes y comunitarios en un contexto internacional de ascenso de la extrema derecha.

Feminismo acompañada

A las nueve llega a su fin el acto con la actuación de La Otra junto a Jhana Beat, que interpretan un tema inspirado en la novela juvenil Momo, de Michael Ende, donde una niña se enfrenta a los malvados hombres grises que llegan a la ciudad a robar el tiempo a la gente. Los cámaras y los fotógrafos se desplazaban al escenario a hacer los últimos vídeos y las últimas fotos, los bebés están cansandos, no veo a la mujer del carrito y casi todas las personas sentadas en las 634 butacas se ponen en pie para aplaudir antes de salir ordenadamente mientras yo dejo anotadas tres preguntas en mi cuaderno.

La primera, por qué defender un feminismo cómodo para los amigos de Pedro Sánchez y desde cuándo el feminismo ha de ser cómodo. Los hombres a quienes Yolanda Díaz espera para plantar cara a la extrema derecha no se han movilizado de forma significativa ni por el derecho al aborto, ni contra la violencia de género, ni por ampliar los permisos de cuidados y han tenido un inusitado protagonismo en el acto.

La segunda pregunta empieza en la calle Embajadores y termina en Alcalá 37. Porque aunque Díaz se dirija a Vox y a Abascal cuando desarrolla su argumento a favor de un feminismo amplio y no atrincherado es difícil no interpretarlo en términos de oposición al feminismo del Ministerio de Igualdad. Y porque se hace también raro que cuando se proponen políticas de cuidados se haga sin remitirse al ministerio que ha recogido propuestas de la economía feminista y ha puesto en el vocabulario institucional el “derecho al cuidado”.

La propuesta más feminista de Sumar es la de ir juntas. Con matices, con disensos, juntas. Sin transfobia, sin odio, juntas

La tercera pregunta es sobre la niña. ¿Pueden las propuestas de Sumar hacer una vida mejor para ella? ¿Van a facilitar que esa niña sea cuidada y que viva una vida sin violencias? Y esa, en un momento como este, es la más importante.

Yolanda Díaz contó “una intimidad” en el acto de este martes. Hace un año, en la presentación de su proyecto político, donde la acompañaron también Mónica García y Carolina Elías, le pidió a García que “le agarrara mucho”. Y no fueron agarradas, pero sí juntas, una palabra clave del acto de ayer.

Es la propuesta más feminista de Sumar: ir juntas. Con matices, con disensos, juntas. Sin transfobia, sin odio, juntas. Ojalá también juntas en la escucha, juntas y aprendiendo de tantas feministas —en las instituciones y, sobre todo, fuera de ellas— que están decididas a sumar aunque no puedan obviar algunas restas. Por esa niña y por todas.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Ocupación israelí
Palestina El Congreso abre la puerta a un futuro embargo integral de armas a Israel
La mayoría de la investidura respalda la toma en consideración de la propuesta de reforma de la Ley 53/2007, que permitiría un embargo total de armas a Estados investigados por genocidio o crímenes de guerra.
Gobierno de coalición
Reducción de jornada Yolanda Díaz apuesta todo a quebrar el ‘no’ de Junts mientras el PSOE mira de lejos
Desde el PSOE y también en Sumar aseguran que el sprint final de la negociación con Junts está a cargo de la vicepresidenta, que se muestra optimista. Los socialistas, entre la equidistancia y el interés electoral.
Análisis
Análisis Después del apagón, la normalidad: crisis a la izquierda, Gobierno a la derecha
El Gobierno de coalición está cada vez más exhausto, el PP vence pero no convence, Vox permanece estático y en la izquierda ‘alternativa’ prevalece el estado de descomposición, según los datos del último CIS.
chascarraschas
chascarraschas
16/7/2023 17:04

Me siento mas interpelado por un feminismo combativo como el de las “brujas de Igualdad” que por este discurso de feminismo burgués y cuqui

0
0
chascarraschas
chascarraschas
16/7/2023 17:11

Cuando se va demasiado despacio se corre el peligro de volverse atrás o no llegar a ningún lado

0
0
Paco Caro
12/7/2023 23:34

Dos cosas muy sencillas. Una: para derrotar al fascismo en estas elecciones, las feministas deben unirse en lo que las une, ahora, y deben debatir racionalmente lo que las separa, después de las elecciones. Dos: el movimiento feminista y el movimiento LGTBI+ son cosas diferentes. Pueden luchar juntos en lo que coincidan, y reconocer que, en otras cosas, no coinciden, o son antagónicos. No pasa nada.

1
4
Xunta de Galicia
Política A Xunta recibe ao embaixador de Israel en funcións mentres Gaza agoniza ao bordo da fame
O Goberno de Alfonso Rueda escenifica a súa boa sintonía coa Administración de Benjamín Netanyahu apenas unhas horas despois de que Israel bombardease unha escola que servía de refuxio e ordenase unha evacuación masiva en Gaza.
Palestina
Genocidio La ONG anti-UNRWA lanzada por exespías y marines de EEUU siembra el caos en el reparto de alimentos en Gaza
La Fundación Humanitaria de Gaza (GHF) creada a comienzos de este año y vinculada a agentes del ejército y la inteligencia estadounidense ha sido acusada de desaparecer a una persona y disparar a quienes estaban esperando ayuda.
Alemania
Litigio climático Un tribunal alemán abre la puerta a que grandes emisores puedan ser responsabilizados de daños climáticos
El jurado descarta la demanda del agricultor peruano Saúl Luciano Lliuya por entender que el riesgo a su propiedad es demasiado bajo, pero esta misma argumentación podría llevar a condenas en otros casos.
Madrid
Derecho a la vivienda Victoria contra la Sareb: 16 familias consiguen firmar contratos después de años de lucha
Un bloque en lucha de Casarrubuelos (Comunidad de Madrid) consigue formalizar contratos con el banco malo, al que acusan de actuar “como un fondo buitre”. En Catalunya, diez ayuntamientos apoyan los reclamos de 62 hogares en huelga contra La Caixa.

Últimas

Universidad
Genocidio Las universidades españolas han firmado 44 proyectos con Israel desde septiembre de 2024
Los acuerdos dentro del programa Horizon Europe se han sucedido a pesar de las declaraciones de decenas de universidades de suspensión de relaciones con Israel.

Recomendadas

Culturas
Erika Lust y Sara Torres “El deseo tiene una potencia inagotable para transformar la realidad si lo liberamos de las normas”
Sexo, deseo o ética del placer son algunos de los temas que hilan la escritora Sara Torres y la productora de cine porno Erika Lust en ‘La abundancia del deseo’.