Trabajo sexual
Georgina Orellano: "Las trabajadoras sexuales en Argentina estamos integradas en una central obrera"

Georgina Orellana
Georgina Orellana en Madrid Álvaro Minguito
12 nov 2017 06:19

Puta, sindicalista y feminista. Georgina Orellano es la secretaria general de la Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina (AMMAR), un colectivo reconocido por la Central de Trabajadores de la Argentina que agrupa a más de 6.000 trabajadoras sexuales. Su objetivo: conseguir el reconocimiento institucional de su profesión. Hablamos con Georgina en la sede en Madrid de Hetaira, colectivo en defensa de los derechos de las trabajadoras del sexo. 

Lo primero que me llama la atención es que AMMAR está reconocida como parte del movimiento sindical.
Sí. AMMAR es una organización que ya lleva 22 años y desde sus inicios se integró en la Central de Trabajadores y Trabajadoras de la Argentina, que tiene un nuevo modelo sindical que permite nuclear, no solamente aquellos trabajos que están reconocidos por el Estado, sino también todos los movimientos sociales que luchan precisamente contra la precarización laboral, contra los marcos ilegales, por acceder a derechos laborales. Las trabajadoras sexuales estamos nucleadas en una central obrera y somos parte de la cotidianidad de estar todo el tiempo con otros sindicatos, con otros trabajadores y trabajadoras. Tenemos un camino reconocido en el mundo sindical argentino. Nosotras, más allá de que nuestro país no reconozca nuestro trabajo como un trabajo, ya ganamos mucho espacio cuando la CTA [Central de Trabajadores de la Argentina] nos reconoció como trabajadoras. 

¿El Gobierno argentino os tiene también como un agente interlocutor?
No, nuestra lucha es justamente esa. En Argentina el trabajo sexual no está contemplado como un delito pero en los últimos años se han aprobado muchas normativas, leyes y ordenanzas para combatir la trata de personas que equipararon nuestra actividad con la trata y con las que se han prohibido ciertas modalidades del trabajo sexual. Han prohibido el trabajo sexual en pisos, en whiskerías, en cabaret. Han prohibido también la oferta de trabajo sexual en medios de comunicación. Muchas de nuestras compañeras han tenido que generar otros mecanismos para seguir trabajando, de manera mucho más precaria y mucho más clandestina, porque no pueden publicar sus servicios en los clasificados de los diarios. Su alternativa son los volantes en la vía pública, pero eso también ha generado que una parte del movimiento feminista que considera nuestro trabajo como una actividad que violenta el cuerpo de la mujer haya hecho campaña para estigmatizar esa forma de trabajo. Todas estas ordenanza y leyes que han salido adelante lo han hecho impulsadas por el feminismo abolicionista. Nuestras voces no fueron escuchadas y no fuimos parte de las mesas de discusiones.

Creemos importante que, cuando se despliegan políticas punitivas o políticas públicas sobre un sector, sea ese sector el que tenga que decidir, no que otros hablen por él

Frente al feminismo abolicionista, vosotras también os consideráis feministas y estáis reconocidas por buena parte del movimiento feminista argentino.
Tenemos un reconocimiento a nivel social y dentro del feminismo que hemos logrado a través de los años, cuando comenzamos a incidir, entendiendo que el feminismo también nos pertenece, que también las trabajadoras sexuales somos feministas.  El feminismo históricamente ha excluido a ciertos sectores, no solamente a las compañeras lesbianas, negras, musulmanas o a las compañeras trans, sino que también hay una historia de exclusión dentro de los feminismos hacia las prostitutas. La gran batalla que damos ahí es marcar la agenda, que nuestras voces sean escuchadas, interpelar al feminismo que no nos reconoce como un sujeto de derechos para que se comprenda que, más allá de que cada una pueda tener una posición sobre la prostitución, abolicionista o a favor del reconocimiento de derechos, lo importante es que el sujeto debe decidir por sí mismo. Creemos importante que, cuando se despliegan políticas punitivas o políticas públicas sobre un sector, sea ese sector el que tenga que decidir, no que otros hablen por él. Ese es el feminismo que nosotras defendemos, la principal ética feminista en torno a la autonomía de las mujeres.

Ahora os enfrentáis a la represión que se deriva, desde 2012, de la nueva Ley de Trata, pero vuestra reclama es la regulación de la profesión.
Nosotras lo que comprendemos es que la prostitución sí está regulada por el Estado, pero de una manera punitiva. Nuestra lucha es que se regule desde el derecho laboral.


¿Y hay algún modelo que consideréis más positivo?
Son muy pocos los países que tienen regulado el mercado sexual. Hemos profundizado en cada modelo, hablado con colectivos de trabajadoras sexuales, y con el que más sentimos empatía es con el modelo de Nueva Zelanda, pero también entendemos que cada país tiene su propio contexto socio económico. No es lo mismo Nueva Zelanda que Argentina, aparte de que son países con marcos legislativos y sociedades distintas. En nuestro país hay que seguir dando la batalla cultural más allá de que tengamos leyes de vanguardia, como la del matrimonio igualitario o la de igualdad de género. Hay otras que nos tienen como protagonistas a las mujeres que todavía están pendientes: una es el aborto, otra es el trabajo sexual.

Lo que hicimos fue preguntarnos a nosotras mismas de qué manera queremos que el Estado reconozca nuestros derechos. No hablamos de un modelo reglamentarista, tampoco hablamos de un modelo de regulación. Hablamos de un reconocimiento de derechos. No queremos que el Estado intervenga al 100% en nuestra vida, queremos tener autonomía en el trabajo sexual, pero entendemos que el Estado tiene que estar presente con derechos y garantías, garantizar que tengamos acceso a la obra social, al aporte jubilatorio, a vivienda, a la educación para aquellas compañeras que no han tenido la posibilidad de terminar la Primaria y Secundaria.

También entendemos que las compañeras deben poder trabajar sin ser perseguidas por las fuerzas de seguridad, sin tener que pagar coimas [sobornos] o cánones a la policía para que les dejen trabajar tranquilas, y hablar también de un marco de descriminalización. En Argentina tenemos muchas leyes que criminalizan ciertos espacios: la vía pública, los avisos clasificados, los lugares de alterne, los pisos. Creemos que debe haber una discusión con esas legislaciones y debemos ser nosotras las que estemos sentadas ahí y podamos decidir de qué manera queremos trabajar, respetando que el mercado sexual es muy amplio y hay muchas modalidades, y la ley que queremos llevar adelante tiene que ser inclusiva.

El modelo de Nueva Zelanda incluye políticas públicas para las trabajadoras y el impulso de cooperativas para que las trabajadoras puedan agruparse y trabajar de manera autónoma

¿Puedes contar más sobre el modelo de Nueva Zelanda?
Es un modelo que se considera 'neorregulacionista' y que incluye políticas públicas para las trabajadoras sexuales, el impulso de cooperativas para que las trabajadoras puedan agruparse y trabajar de manera autónoma. También la creación de una mesa de diálogo para tratar mejoras a la ley en la que estén incluidas las trabajadoras sexuales. Es una ley pensada para beneficiar a las trabajadoras sexuales. En otros países, las leyes van más en beneficio de las terceras partes, de los empresarios. En cambio el modelo neorregulacionista de Nueva Zelanda tiene más una perspectiva de derechos laborales para las trabajadoras sexuales.


Entonces no es una ley que beneficia a los prostíbulos.
No. Aparte, crea la posibilidad de que el Estado pueda otorgar créditos para que las trabajadoras sexuales puedan crear una cooperativa.

Georgina Orellana, en la sede de Hetaira, en Madrid. Imagen de Álvaro Minguito.
Es un momento propicio para, desde la resistencia, hacer alianzas con sectores del movimiento feminista, del movimiento sindical, y hacerles comprender que las trabajadoras sexuales somos parte de la sociedad y también abrazamos otras causas que nos interpelan y nos pertenecen

Pero, con Mauricio Macri gobernando Argentina desde 2015, la situación no parece muy propicia para conseguir este reconocimiento. ¿Ha empeorado la situación que vivís desde que comenzó su gobierno?
Desde que está gobernando ha desplegado políticas neoliberales y arrasado con muchas políticas públicas que fueron conquistas por el movimiento de mujeres, por el movimiento feminista y, sobre todo, por la clase trabajadora. La violencia hacia nuestro sector se ha recrudecido. Hay más persecución policial hacia las trabajadoras sexuales. Hay una disputa sobre quien puede hacer uso del espacio público y quien no, donde quedamos fuera las trabajadoras sexuales, las trans, todas aquellas que pertenecemos a los sectores populares, los migrantes. Dieron más capacidades a a las fuerzas de seguridad para que puedan tomar acción contra nosotras, amparados en discursos xenófobos, transfóbicos y putofóbicos. Hay detenciones arbitrarias por no portar DNI, por averiguación de antecedentes a partir de importación de rostros. No es lo mismo ser blanca que ser negra… Todo eso ha vuelto de nuevo, y hay al menos una parte de la sociedad que apoya echar a los migrantes, no quieren a las travestis, no quieren a las putas... quieren un espacio público “limpio”.

Claramente sabemos que este no es un contexto propicio para poder impulsar leyes como las que reivindicamos, cuando la gran mayoría de actividades diarias de la militancia se basan justamente en eso, en defender que nuestras compañeras no se vayan presas, que ninguna compañera trabajadora sexual migrante sea expulsada,en ayudar a que las compañeras puedan hacerse su documentación. Nosotras somos las primeras que intervenimos ante una detención arbitraria en las comisarías y también pedimos colaboración de otros sectores de movimientos sociales para que también puedan visibilizar la problemática.

Ahora se está discutiendo una reforma laboral, pero nosotras estamos en un escalón mucho más abajo: no tenemos reconocido nuestro trabajo, trabajamos en la clandestinidad, perseguidas por la policía, estigmatizadas por una parte de la sociedad, excluidas por una parte del feminismo, y ahora hay una reforma laboral que viene a arrasar con los derechos que la clase trabajadora ya había conquistado, así que no es un momento propicio para pedir cambios de leyes. Pero sí es un momento propicio para, desde la resistencia, hacer alianzas con sectores del movimiento feminista, del movimiento de mujeres, del movimiento sindical, y hacerles comprender que las trabajadoras sexuales somos parte de la sociedad y también abrazamos otras causas que nos interpelan y nos pertenecen.

Las leyes que llevan a cabo los gobiernos de izquierdas no terminan favoreciendo a ciertos sectores si estos no son escuchados

También es buen momento para poner sobre la agenda, sobre todo del kirchnerismo, que estuvo 12 años en el gobierno y desplegó unas leyes prohibicionistas sobre nuestro sector, que hoy han dejado a un gobierno liberal todos esos dispositivos estatales en bandeja y es por eso que ahora se despliega una mayor violencia. Encontrarnos en la calle con los movimientos que apoyan al kirchnerismo hace que ganemos en aliados y se pueda hacer ver que las leyes que llevan a cabo los gobiernos de izquierdas no terminan favoreciendo a ciertos sectores si estos no son escuchados. Respecto a esto sí que hemos logrado que muchas agrupaciones políticas alineadas con el kirchnerismo nos incluyan en su agenda feminista, de género, y vengan a preguntarnos qué es lo que queremos para que mejore nuestra vida.

Cambiando de tema, veo que llevas la palabras 'puta' tatuada en el brazo. Supongo que es para reivindicarla y reapropiárosla.
Nosotras históricamente dentro del movimiento de trabajadoras sexuales en Argentina rechazábamos las palabras puta y prostituta. Nuestra identidad principal siempre fue la de trabajadora sexual, primero porque es propia de nuestro sector, segundo para situarnos como parte de la clase trabajadora. Nos escapábamos de esas muchas otras palabras que siguen usándose como insulto dentro de esta sociedad machista y patriarcal, que durante mucho tiempo nos han herido. Nos ha dado vergüenza cuando se referían así hacia nosotras porque son palabras que cargan con mucho estigma y discriminación. Cargan con la intención de aleccionar a las mujeres que nos salimos de las normas establecidas. No por nada nuestro oficio es utilizado como un insulto, cosa que no pasa con otros oficios. No se dice albañil como insulto, no se dice empleada de casa particular como insulto. Se dice puta porque hay un sector de trabajadoras sexuales que está estigmatizado, que trabaja con una parte del cuerpo que una parte de la sociedad la sigue considerando con una concepción de sacralidad.

Tenemos que dar la batalla, no solamente en las leyes y desde la transformación social, sino también apropiarnos del discurso, apropiándonos del lenguaje 

Luego de participar en un encuentro en 2014 acá en Barcelona con el movimiento de trabajadoras sexuales de Europa, que orgullosamente llevaban remeras [camisetas] en las que ponía “putas feministas” y se reivindicaban así, discutimos en AMMAR y decidimos que sí, que ya demasiado le regalábamos al patriarcado todos los días como para seguir regalándole también parte de nuestra identidad. Que tenemos que dar la batalla no solamente en las leyes y desde la transformación social, sino también apropiándonos del discurso, apropiándonos del lenguaje.

Trabajo sexual
La descriminalización, el modelo de prostitución que piensa en las trabajadoras
En 2003, Nueva Zelanda aprobó la Reforma de la Ley de Prostitución, con la que descriminalizaba el trabajo sexual. Hablamos con Catherine Healy, fundadora de la NZPC.
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Trabajo sexual
Anneke Necro “Es imposible hablar de porno sin analizar cómo hemos llegado hasta aquí en materia de placer”
Hablar de cómo se ha construido el deseo en nuestra cultura occidental es una de las motivaciones que Anneke Necro persigue en su primer texto, ‘Deseo disidente: las políticas del placer’.
València
València ¿Qué ha pasado con las mujeres que ejercían la prostitución en la Pista de Silla?
La entrada sur a la ciudad de València se convirtió el 29 de octubre, la noche de la dana, en la autovía del terror. Médicos del Mundo asegura que no hubo medidas para las mujeres que ejercían la prostitución en esta zona.
#47135
8/2/2020 0:30

Hola

0
0
Eleuteria
13/11/2017 11:16

Para empezar, la entrevista solo usa el punto de vista de esta señora. No han investigado antes para encuadrarla. No escriben bien el nombre de la entrevistada. Para entender el programa de AMMAr y cómo actúan Georgina Orellano y compañía en actos abiertos de debate y cómo tratan a quien no les conviene http://razonyrevolucion.org/que-quiere-ammar-un-esbozo-de-analisis-del-programa-y-la-estrategia-de-la-asociacion-de-mujeres-meretrices-de-la-argentina-rosana-lopez-rodriguez/
Sin otra información, esta entrevista de El Salto queda como publirreportaje. Ni mu de la violencia putera contra las mujeres cis o trans ni de vínculos con los prostituyentes.

3
3
#3002
12/11/2017 17:22

Interesante artículo. Una verdadera mujer empoderada, con conciencia de clase y discurso político, fundamentado, visceral y razonado. Excelente

4
5
Historia
Descifrando a historia Así foi a rebelión antifiscal galega de 1790 contra a burocracia española
A monarquía española quixo implantar a Contribución Única, algo que provocou fortes protestas. A máis coñecida foi o motín da Ulloa, chamado así porque se produciu nas zonas desta comarca. Foi a maior revolta antifiscal do Antigo Réxime en Galiza.
Represión
Represión La vulneración de derechos relacionada con la protesta política crece un 30% en 2024
El informe Diagnóstico del derecho a la protesta cifra en 1.140 los excesos represivos dirigidos contra la disidencia política en el Estado Español.
Inteligencia artificial
Militarismo La máquina de los asesinatos en masa: Silicon Valley abraza la guerra
Las fantasías distópicas sobre los futuros usos de las máquinas en la guerra están más extendidas que el relato de lo que ya está pasando en los campos de batalla.
Airbnb
Pisos turísticos Consumo abre expedientes sancionadores a gestoras de pisos turísticos
El ministerio de Pablo Bustinduy incoa expedientes sancionadores a empresas que administran muchos pisos por prácticas comerciales desleales.

Últimas

Xunta de Galicia
Vivenda O ‘teléfono antiokupas’ da Xunta recibiu só tres chamadas por ocupacións en 2024
O servizo foi renovado este ano cun orzamento de 61.000 euros, coa colaboración do Consello da Avogacía Galega e 135 avogados para atender as consultas. O pasado ano atenderon 109 consultas, a maioría sobre desafiuzamentos.
O Teleclube
O teleclube 'O Teleclube' viaxa á preciosa aldea de 'Vermiglio' a finais da Segunda Guerra Mundial
A película de Maura Delpero, seleccionada para representar a Italia nos Oscar, retrata a vida dunha familia de Vermiglio, unha aldea nevada nos Alpes italianos.
Análisis
Análisis La Unión Europea, desenfocada y en segundo plano
Después de más de dos años de apasionados discursos sobre los valores europeos y de numerosos paquetes de sanciones a Rusia, la Unión Europea veía cómo Washington la dejaba a la puerta de las negociaciones.
Más noticias
Opinión
Opinión Alemania como Israel
Un análisis personal y colectivo sobre las próximas elecciones en Alemania, un país en proceso de militarización de creación del enemigo y en un momento de rearme armamentístico y hundimiento moral.
Ayuntamiento de Madrid
Ayuntamiento de Madrid Vecinos de Barajas exigen a Almeida que actúe contra las inundaciones antes de ampliar El Corte Inglés
La asociación Aeropuerto Participa alega contra la regularización de 11.000 metros cuadrados del centro comercial cuando desde 2012 existen informes para la ampliación del colector de Rejas y el barrio sufre inundaciones periódicamente.
València
València Suspendida “sin explicación jurídica” la primera declaración por desaparición forzosa del franquismo
La abogada del caso remarca que no hay motivo jurídico por el que suspender la declaración que Carolina Martínez iba a realizar sobre la desaparición forzada y asesinato de su abuelo en 1939.

Recomendadas

América Latina
Extrema derecha Los soldados de Donald Trump en América Latina
Mientras algunos presidentes latinoamericanos, con mayor o menor ímpetu, intentan ponerle freno, otros tantos se arrodillan y le rinden pleitesía sin recibir nada a cambio. ¿Quiénes son los súbditos latinoamericanos de Trump?
Crónica
Crónica Locura y papeletas. Berlín, una semana antes de las elecciones federales
Un paseo nocturno por la capital alemana nos permite acercarnos al ambiente que late una semana antes de que la ultraderecha consiga sus mejores resultados desde el hundimiento del nazismo.
Venezuela
Juan Carlos La Rosa Velazco “Nadie se reconoce aún en el hambre venezolana”
Investigador por los derechos territoriales de los pueblos en la cuenca occidental del Lago de Maracaibo, en el norte de Venezuela, este defensor de los derechos de pueblos originarios critica la deriva extractivista del Gobierno de Maduro.