Tratado de la Carta de la Energía
Del TTIP al TCE: otra victoria ecologista que nos afecta más de lo que parece

Que España salga del Tratado de la Carta de la Energía nos traerá, sin duda alguna, más capacidad y flexibilidad legisladora en un momento extremadamente crítico. Recordemos que estamos en la década decisiva en la que nos lo jugamos todo.
Ecologistas Toxic Tour - 8
El "Toxic Tour" contra el TCE, organizado por la Campaña No a los tratados de comecio e inversión, ante la sede de la Comisión Europea en Madrid el pasado marzo. David F. Sabadell

integrantes de Ecologistas en Acción y la campaña No a los Tratados de Comercio e Inversión
19 oct 2022 06:02

Los movimientos sociales no luchan en vano y hoy lo podemos demostrar. Después de muchos años de movilizaciones, investigación y trabajo de campaña, por fin el Gobierno español ha anunciado —el pasado miércoles 12 de octubre— que abandonará el Tratado de la Carta de la Energía (TCE). Y solo seis días más tarde, Países Bajos —la cuna que vió nacer este tratado— ha declarado que seguirá la misma senda hacia la salida.

El camino no ha sido fácil, pero finalmente lo hemos conseguido. Hoy, los movimientos sociales, las organizaciones ambientales y la campaña estatal No a los Tratados de Comercio e Inversión (No a los TCI), que han perseverado durante años en la lucha por otro tipo de relaciones comerciales donde los derechos de las personas y el planeta estén por encima de los intereses de las empresas transnacionales, estamos de celebración. Hemos logrado una victoria: para el clima, el medio ambiente y el bienestar social.

Y tenemos que empezar diciendo que esta batalla ha sido fruto de las semillas sembradas en 2015, cuando miles de personas salimos a las calles en toda Europa y conseguimos impedir que el Tratado Transatlántico entre la Unión Europea y Estados Unidos (conocido como TTIP, por sus siglas en inglés) viera la luz. Esta fue una victoria conjunta de organizaciones y colectivos de toda Europa, en la que la campaña No a los TCI jugó un papel fundamental a nivel estatal y marcó un momento histórico para la lucha contra la globalización neoliberal. 

Sin embargo, la lucha contra el TCE ha tenido un carácter distinto: en este caso no se trataba de parar la firma de un nuevo acuerdo, si no la retirada de uno viejo. Algo que hasta la fecha no ha ocurrido en el Estado español.

El anuncio de Teresa Ribera es el principio del fin de un tratado que nunca debió existir

Este tratado se firmó en los años 90, en el contexto de posguerra tras la caída del Telón de Acero, con el objetivo de proteger las inversiones en el sector energético. Con 53 países signatarios —desde Europa a Asia central, y la propia Unión Europea en su conjunto—, el TCE constituye un seguro a todo riesgo para los inversores extranjeros. El mecanismo ISDS que contiene el Tratado permite a las empresas demandar a los países cuando consideran que sus beneficios existentes y futuros han sido afectados negativamente por las nuevas medidas gubernamentales. Y para colmo, estas demandas se resuelven ante un sistema paralelo de justicia en el que no hay jueces. En pocas palabras, el TCE protege los intereses del capital por encima de las necesidades de la población y la urgencia de actuar ante el cambio climático.

Las críticas a semejante acuerdo y el intento de la Comisión Europea por modernizarlo no han dejado de crecer en los últimos años. Más de un millón de personas en toda Europa y más de 400 organizaciones en todo el mundo han pedido la salida del Tratado. Se han publicado tribunas de representantes políticos nacionales y del Parlamento Europeo de colores variopintos. Incluso la comunidad científica se ha pronunciado en distintas ocasiones: más de 500 personas académicas alertaron sobre los peligros que conlleva seguir protegiendo las inversiones en combustibles fósiles para el aumento de la temperatura global, y el mismo IPCC lo describió, el pasado mes de abril, en su Sexto informe como “un grave obstáculo para la mitigación del cambio climático”.

De hecho, cuando a finales de 2020 Laurence Tubiana —una de las arquitectas del Acuerdo de París— comenzó a alzar la voz en redes sociales para visibilizar que el TCE bloquea la acción climática, la propia Teresa Ribera ya dejó entrever un paso indispensable que tendría lugar dos años después, en un tuit que rezaba: “That´s it. Either we ensure it is compatible to the Paris Agreement or we need to withdraw from theTreaty”. No es para menos, la gracia del tratado ya le ha costado a España más de 1.200 millones de euros de dinero público en indemnizaciones por los casos que ha perdido. Ni más ni menos que una cantidad equivalente a siete veces lo que se destinó para el bono social térmico en 2022.

Salirnos del TCE no se traduce automáticamente a una transición energética justa, pero es sin duda un paso necesario para poder desengancharnos del yugo fósil y para impulsar legislaciones profundas y estructurales en el sector energético

Sin duda, la pandemia supuso un parón a estas reivindicaciones y golpeó la capacidad movilizadora del movimiento, pero no nos silenció. El activismo en redes siguió, y tan pronto como fue posible, volvimos a las calles para denunciar este terrible tratado. Prueba de ello es el tour del TCE-Rex la pasada primavera. Un dinosaurio hinchable gigante visitó varias capitales europeas para denunciar el gran elefante en la habitación en lo que al poder fósil se refiere: la protección de los combustibles fósiles que ofrece el TCE.

En el Estado español, activistas de Ecologistas en Acción, Amigos de la Tierra, Attac, Fridays for Future, Entrepueblos, Enginyeria Sense Fronteres, la Xarxa por la Justicia Climática y otros colectivos, recibimos al dinosaurio ante el Congreso de los Diputados en Madrid, y ante la Delegación de la Comisión Europea en Barcelona —pues ambos lugares representan el poder político desde el que se deberían decidir el rumbo de políticas climáticas y energéticas acertadas— para exigir la salida del Tratado.

Esta victoria es de los movimientos sociales. Pero es para todas

Ahora el anuncio de Teresa Ribera es el principio del fin de un tratado que nunca debió existir. Que España se salga nos traerá, sin duda alguna, más capacidad y flexibilidad legisladora en un momento extremadamente crítico. Porque recordemos que estamos en la década decisiva en la que nos lo jugamos todo. Y cuando decimos todo, es literal: todo. Un planeta habitable o un planeta en llamas.

Salirnos del TCE no se traduce automáticamente a una transición energética justa, pero es sin duda un paso necesario para poder desengancharnos del yugo fósil y para impulsar legislaciones profundas y estructurales en el sector energético, que no vengan de la mano de tener que pagar indemnizaciones multimillonarias a empresas que viven de generar más y más emisiones.

Y salirnos también significa el desencadenamiento de un efecto dominó en toda Europa. Países Bajos ha sido el siguiente país en atreverse a replicar los pasos de España. Ahora tal vez Francia, Alemania o Bélgica, entre otros, dejen las medias tintas y también den un paso al frente hacia la salida del TCE. Y si esto ocurre —como parece que va a ocurrir—, entonces la Comisión Europea se vería en serios problemas a la hora de seguir con sus intentos de sacar a flote este tratado. Por eso, toca seguir peleando.

Esta victoria es de los movimientos sociales. Pero es para todas. Porque romper con el dogma de los tratados de comercio e inversión, ese telón de fondo que parece invisible pero determina el transcurso de las cosas más mundanas de la vida —como el precio de la factura de la luz o la procedencia de nuestros alimentos—, es indispensable para el bienestar de todas las personas.

Seguimos.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Acaido
22/10/2022 14:51

La responsabilidad del que habla la OMC no implica compromiso alguno.

0
0
Acaido
22/10/2022 13:53

Las grandes corporaciones, multinacionales y empresas siempre se han opuesto con éxito a cualquier regulación democrática de sus tropelías apelando a su "indiscutible" sentido de la responsabilidad enmarcado y defendido por la OMC, pero todos sabemos que dicha responsabilidad se queda en agua de borrajas ante la libre competencia y que está siempre se decanta a favor del más fuerte, de forma que deja a las democracias y a los mas vulnerables indefensos. OMC = O.M. de Cuatreros.

0
0
Vigo
Sanidade Unha multitudinaria manifestación enche Vigo contra a privatización sanitaria orquestrada desde a Xunta
Ducias de miles de persoas e os partidos da oposición acoden ao chamado de SOS Sanidade Pública para reclamar “a reconstrución da área sanitaria de Vigo”, empobrecida pola privatización de servizos e os sobrecustos do Álvaro Cunqueiro.
Vigo
Política A exdirectora financeira de Povisa perfílase como a nova líder do PP de Vigo
Luisa Sánchez Méndez foi entre 1999 e 2023 alto cargo do Hospital Povisa desde onde Alfonso Rueda deulle o pulo á sanidade pública, dirixindo os Recursos Humanos da Consellería de Sanidade na área sanitaria de Pontevedra e O Salnés.
Medio ambiente
Minaría A Xunta xestiona a reactivación de 51 minas en Galiza coa licenza caducada
O goberno de Alfonso Rueda publicou medio centenar de concursos de dereitos mineiros con permisos caducados que abrirán as explotacións unha vez conclúa unha fase de análise e investigación do solo.
Rap
Poetas Puestos “Tanto los medios como la política quieren que seas un tonto feliz”
Charly Efe y Teko, acompañados de una banda, publican el disco ‘Tontos felices’ donde mezlcan su carrera en el rap con ritmos rock para crear lo que han bautizado como rap‘n’roll.
Ocupación israelí
Ocupación israelí Israel firma el acuerdo con Hamás, pero todavía tiene que votarlo el Gobierno
Los representantes israelíes en Doha validan el pacto para un cese temporal de las hostilidades y un intercambio de prisioneros. Este viernes se vota en el Gobierno israelí, donde dos partidos ultras se oponen.

Últimas

Groenlandia
Análisis Por qué Groenlandia es clave en la carrera por las materias primas
El anuncio de Trump parece salido de una precuela de la película 'Don’t Look Up', en la que los intereses geopolíticos y económicos no nos dejan ver el colapso inminente.
Historia
Descifrando a historia As cortes de Melide, así foi como o medo da nobreza galega tratou de frear novas revoltas como a Irmandiña
No ano 1520 en Castela, estala a Guerra das Comunidades. Esta revolta vai ter un carácter antiseñorial e tamén en contra o novo rei, Carlos I. En Galiza, tamén tivo o seu eco.
Gobierno de coalición
Gobierno de coalición El CIS vuelve a situar la vivienda como el principal problema de la población
Uno de cada dos votantes de las izquierdas sitúan la vivienda entre los tres grandes problemas que afronta el país. La encuesta del CIS muestra a los partidos de la izquierda en la misma situación de desinfle que el mes pasado.
Más noticias
Análisis
Análisis El PSOE intenta pescar en el río revuelto de la izquierda para acercarse al PP
Entre los votantes del PP sólo hay dos cosas que produzcan ilusión: el rechazo a Sánchez y su Gobierno e Isabel Díaz Ayuso. Feijóo, que no es una de ellas.
Galicia
Literatura Daniel Salgado reformula las claves de la poesía política en la contemporaneidad en 'Poemas realistas'
El discurso de este poemario convoca las dos ideas-fundamento que vertebran la poética de Salgado: la constatación de la ruina y la perseverancia en la posibilidad de un horizonte no clausurado.
Galicia
Galicia La exdirectora financiera del mayor hospital privado de Galicia se perfila como la nueva líder del PP de Vigo
Luisa Sánchez Méndez fue entre 1999 y 2023 alto cargo del Hospital Povisa desde donde Alfonso Rueda le dio el empujón a la sanidad pública, dirigiendo los Recursos Humanos de la Consellería de Sanidade en el área sanitaria de Pontevedra y O Salnés.

Recomendadas

Literatura
Letras Galegas Da Sección Feminina do franquismo ao Cancioneiro Popular Galego: o pobo é quen canta e baila
As cantareiras protagonizarán o Día das Letras Galegas de 2025. Beatriz Busto e Richi Casás fálannos delas, de Dorothé Schubarth, do Cancioneiro Popular Galego e da dificultade de acceder aos arquivos sonoros que conservan as súas voces.
Historia
Historia La segunda vida de Joaquín Maurín
Alberto Sabio reconstruye en “Excomunistas” la vida y el pensamiento del fundador del POUM: desde su politización en el republicanismo hasta su giro socialdemócrata y anticomunista durante la Guerra Fría.
Ocupación israelí
Expansionismo israelí El Golán sirio, radiografía de una joya natural diezmada por la ocupación israelí
Las actividades extractivistas del Estado israelí sobre los recursos hídricos o proyecto de parque eólico en las tierras colonizadas amenaza el sustento diario de las comunidades locales.
Represión
Represión Cómo descubrir a un infiltrado, el manual
Un grupo de afectadas por el espionaje policial publica un texto colectivo como herramienta y reflexión sobre este fenómeno.