Tribuna
Unión Europea: malos tiempos para los derechos humanos

La directiva sobre sostenibilidad de las empresas es el reflejo de una huida hacia delante neoliberal frente a la crisis global, impulsada por los lobbys de las multinacionales que gobiernan la UE.
Rana Plaza
La familia de Rosina Akter, una de las víctimas de Rana Plaza, muestra su retrato. Imagen de Red Pepper
Es activista de Entrepueblos.
30 abr 2024 05:24

A menos de dos meses de unas elecciones al Parlamento europeo, las instituciones comunes nos acaban de dejar otras dos señales preocupantes sobre la deriva de la Unión Europea que podemos esperar en los próximos años.

La primera fue el pasado 24 de abril con la aprobación en el Parlamento europeo, en el tiempo de descuento, de una irreconocible Directiva sobre “debida diligencia en materia de sostenibilidad para las empresas” para el cumplimiento de los derechos humanos y ambientales en sus actividades en el exterior.

Justamente otro 24 de abril, de 2013, se produjo uno de los casos más impactantes, cuando se vino abajo el precario edificio de ocho plantas Rana Plaza en la capital de Bangladesh, con fábricas de ropa que servían a diferentes empresas multinacionales, algunas españolas, provocando la muerte de 1.135 personas y heridas a otras 2.500. Antes y después de este caso la lista, tanto de vulneraciones flagrantes de derechos como de desastres ambientales, es interminable.

Bangladesh
De las cenizas de Rana Plaza a las huelgas salvajes

El Acuerdo de Bangladesh sobre Seguridad ha favorecido las condiciones de salud de las miles de personas que trabajan en el sector textil. Sin embargo, el movimiento obrero de esta potencia exportadora quiere ir más allá en la conquista de sus derechos y ha planteado este año varias huelgas con las que pretenden una equiparación salarial a las condiciones de vida del país.


Por este motivo centenares de organizaciones, comunidades y países afectados del Sur Global, en alianza con organizaciones europeas, llevaban mucho tiempo reclamando a la comunidad internacional llenar el vacío jurídico que permite la impunidad con que se suceden estos casos. El principal referente de este movimiento ha sido la Campaña Global Desmantelar el Poder Corporativo y Poner Fin a la Impunidad.

Con el cepillado final de gobiernos como el de Alemania o Italia, se ha dado luz verde a una Directiva que ha ido perdiendo prácticamente todas sus plumas

Un año después de Rana Plaza, en julio de 2014, el Consejo de DDHH de Naciones Unidas se hacía eco de esta demanda iniciando el proceso para la “Elaboración de un instrumento internacional jurídicamente vinculante sobre corporaciones transnacionales y otros negocios y derechos humanos”. Si diez años después ese proceso sigue enredado en el tortuoso laberinto de la ONU ha sido precisamente por la postura entorpecedora de delegaciones como las de los países miembros de la Unión Europea.

Mientras bloqueaban el proceso de Naciones Unidas, las instituciones europeas decidieron hace dos años tomar la iniciativa con una propia Directiva europea sobre la materia, que obedecía tanto a dar respuesta a la demanda de buena parte de la sociedad civil, como a poner techo estableciendo sus propias reglas frente al proceso de la ONU.

Como era de temer, el texto inicial de la propuesta ya era bastante limitado y no garantizaba el acceso efectivo a la justicia a las comunidades del Sur Global afectadas. Pero, pasado por todos los filtros y con el cepillado final de gobiernos como el de Alemania o Italia para que se pudiera aprobar en esta legislatura, se ha dado luz verde a una Directiva que ha ido perdiendo prácticamente todas sus plumas.

Ya empezó mal enmarcando el debate el término de “debida diligencia” en lugar de los derechos humanos. Este concepto, manejado en la gestión empresarial, ha llevado la discusión al terreno de la autorregulación empresarial, en lugar de a un escrutinio público efectivo. Según el comunicado de la Campaña Global Desmantelar el Poder Corporativo:

“(…) la agenda de la UE pasa por proteger los intereses de las grandes empresas transnacionales europeas y, al mismo tiempo, ofrecer una pseudorregulación sobre los efectos de sus operaciones que carece de efectividad real (…) la directiva deja mucha libertad a las empresas para definir el contenido concreto de estos planes, lo cual va a obstaculizar su eficacia. De la misma manera, las propias compañías (o las auditoras que estas subcontraten) harán, al final, las evaluaciones periódicas de sus planes de acción. De esta manera, la directiva arrastra el paradigma de la autorregulación que ha acaparado la agenda regulatoria sobre el tema de empresas y derechos humanos durante al menos 15 años”.

Pocos días antes de la aprobación de esta Directiva, se produjo un segundo acontecimiento menos conocido, pero muy revelador de la estrategia en que se enmarca. El 18 de abril Político Europe filtraba a la opinión pública un texto mucho más preocupante aún: el borrador del libro informativo de la Dirección General de Asociaciones Internacionales de la UE, en el que se orienta la estrategia Global Gateway (la “ruta de la seda” europea) definiendo las prioridades para la próxima Comisión.

En su página nueve propone acelerar el cambio de paradigma de la cooperación internacional de la Unión Europea, reorientándola explícitamente hacia “los intereses económicos, las inversiones y la competitividad”. Señala que la iniciativa Global Gateway debería apuntar a una “combinación de políticas impulsada más por el interés económico y menos por enfoques de política exterior y de desarrollo más tradicionales y estrechos”, y hace énfasis en la relevancia de asociarse con el sector privado, la banca y las instituciones financieras en estos esfuerzos.

La protección de las inversiones y las empresas europeas en el exterior se sitúan por encima de la protección de los derechos humanos, el medio ambiente y el clima

En su apartado sobre América Latina, por ejemplo, se subraya la relevancia estratégica de la región en cuanto a asegurar el suministro de materias primas para Europa y la importancia crítica de involucrar al sector privado, proponiendo incluso un foro de empresas EU-LAC como primera prioridad dentro del próximo mandato.

La plataforma europea de ONG CONCORD ha calificado el texto como “Una traición a la cooperación internacional”, considerando que “la DG INTPA, encargada de apoyar a sus países socios en su camino hacia el desarrollo sostenible, reducir la pobreza y promover los derechos humanos, ha dado un giro sorprendente hacia la priorización de la competencia y los intereses centrados en la UE, particularmente en la obtención de materias primas críticas”.

A la luz de un diseño estratégico como este, cobra todo su sentido el desplumaje de la Directiva de debida diligencia. Ya sin disimulos, la protección de las inversiones y las empresas europeas en el exterior se sitúan por encima de la protección de los derechos humanos, el medio ambiente y el clima. Una huida hacia delante neoliberal frente a la crisis global, impulsada por los lobbys de las multinacionales que gobiernan la UE.

Conforme se acercan las próximas elecciones europeas, se está construyendo un clima de fatalidad y resignación ante una próxima legislatura con un gran crecimiento de capacidad de influencia por parte de la extrema derecha. Quienes entraron en sociedad por su antieuropeísmo, llaman ahora a las puertas de la Comisión Europea. Pero ¿para qué esperar a junio si ya ahora estamos asistiendo a posicionamientos como los mencionados, o como el Pacto de Inmigración y Asilo, o la posición sobre el conflicto de Palestina?

Es evidente la tendencia a un cierre económico, político y cultural de la Unión Europea, así como al rearme de su papel recolonizador en la esfera internacional. Pero el movimiento por la Justicia Global no debe abandonar por ello ninguna de sus posiciones y reivindicaciones, sino todo lo contrario, por encima de la coyuntura actual, frente a la distopía de lo que Varoufakis denomina “tecnofeudalismo”, el futuro de la humanidad sigue demandando una amplia alianza que impulse políticas solidarias, cooperativas y democráticas, comprometidas en reconocer y hacer frente a los grandes retos sociales y ecológicos que enfrentamos.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Tribuna
Transición Energética La transición energética se juega entre el dividendo y la ganancia
Mientras la transición energética se presenta como urgente, las decisiones clave siguen en manos del capital privado. Este artículo analiza sus límites y defiende la propiedad pública como condición para una transformación real y justa
Tribuna
Tribuna La universidad como espacio público seguro y autónomo
Carta al consejero de Educación de la Comunidad de Madrid, Emilio Viciana y al resto de la sociedad madrileña sobre la criminalización de las protestas que han impedido la celebración de actos de la ultraderecha en la Complutense.
Redes sociales
El asesino de los CEO El fenómeno fan Luigi Mangione, ¿por qué tanta gente apoya a un asesino?
El caso del chico de clase alta que disparó sobre un CEO de una aseguradora médica ha desatado una ola cultural y de apoyo como no se había visto antes.
Derecho a la vivienda
Manifestación estatal Mapa | Más de 40 ciudades se movilizan este 5 de abril por el derecho a la vivienda
Decenas de miles de personas en más de 40 localidades de todo el Estado español saldrán a la calle el próximo 5 de abril para reclamar medidas para hacer frente a la crisis de vivienda.
Militarismo
Alejandro Pozo “El oportunismo de la industria militar española aprovechando lo que pasa en Gaza es grave”
Este investigador sobre paz, conflictos armados, desarme y acción humanitaria denuncia que el rearme ya está teniendo lugar y que el Ejecutivo escamotea información sobre las relaciones comerciales de la industria con Israel.
Israel
Guerra en Gaza Israel ordena evacuar Rafah ante la previsión de un ataque terrestre
En la mañana del 31 de marzo, las fuerzas militares de Israel han ordenado a la población evacuar gran parte de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza.
Francia
Francia Marine Le Pen es condenada por malversación y no podrá concurrir a las elecciones de 2027
Un caso de corrupción con los asistentes del Parlamento europeo golpea a la ultraderecha francesa. Le Pen y su partido, Agrupación Nacional, son condenados por el Tribunal Penal de París.
Precariedad laboral
Precariedad laboral Europa presiona de nuevo a España para que modifique la indemnización por despido improcedente
El Consejo de Europa concluye que el sistema español viola la Carta Social Europea al considerar que la compensación española no repara el daño a los trabajadores ni disuade de hacerlo.

Últimas

Myanmar
Terremoto Myanmar: un país bajo los escombros
Con el cronómetro en contra, los equipos de rescate de Myanmar continúan buscando bajo los escombros a los supervivientes del que ya se considera el peor terremoto sufrido en las últimas siete décadas en el país.
Dependencia
Dependencia Los cuidados necesitarán entre 300.000 y 600.000 trabajadores más en cinco años
Las empleadas de residencias y ayuda a domicilio reclaman mejoras en esas nuevas plazas. “Debemos tener un sistema de cuidados universal y público, debe ser un derecho y no un negocio”, piden desde el sindicato ELA.
Huelga
Huelga Nueva jornada de huelga en Renfe el 1 de abril
Los tres sindicatos que no firmaron el acuerdo recuerdan que hay convocatoria de paro en todo el territorio. Reclaman mejoras en el servicio público.
Análisis
Análisis Inmigración, trenes e ilusiones de soberanía
El mayor beneficiario de la situación política en Catalunya sigue siendo el PSC, que ve cómo la definitiva irrupción demoscópica de Aliança Catalana reduce el campo de los principales partidos del independentismo.
Más noticias
Comunidad de Madrid
Comunidad de Madrid Los trabajadores de Metro celebran el nuevo convenio pese al temor de perder empleos por las automatizaciones
“Es el mejor acuerdo que he visto en 43 años que llevo trabajando aquí”, explica el representante de Solidaridad Obrera en la mesa negociadora, Braulio del Pozo, que destaca que se recupera en parte el poder adquisitivo de la plantilla.
Opinión
Vivienda Abrazar la reacción para salvar la propiedad privada
La rearticulación de las posiciones políticas de las clases propietarias con los discursos de extrema derecha alumbran la hipótesis del rentismo nativista.
Opinión
Opinión Sonará tu nombre cuando nazca el mío
No fue hasta que empecé a habitar mi propio cuerpo que entendí que podía contar mi historia. Una carta de amor travesti en el Día de la Visibilidad Trans.

Recomendadas

Literatura
Silvia Nanclares “Moratalaz nace como barrio franquista, solo que no contaban con la presión vecinal”
Con ‘Nunca voló tan alto tu televisor’ la escritora madrileña regresa a su barrio y examina lo que quedaba debajo de la cáscara de progreso que supuso la construcción del edificio de Torrespaña, aun hoy uno de los más reconocibles de la ciudad.
Galicia
Galicia Bimba y Lola se aleja de las fibras textiles de Altri con la salida del presidente de Greenalia de su consejo
El presidente de Greenalia y antiguo consejero delegado de Inditex, José María Castellano, abandona su puesto en la empresa cerrando una puerta más a la salida de la celulosa supuestamente creada para fibras textiles.
Cómic
Cómic Un gran poder conlleva una gran responsabilidad: ¿los superhéroes de cómic son de derechas o de izquierdas?
¿Encarna Superman a la socialdemocracia liberal, es Batman un militante anarcocapitalista y el Capitán América la bandera del nacionalismo? La respuesta no es tan sencilla si se repasa la historia del género.
Memoria histórica
Manuel Pérez, ‘camarada Arenas’, tras salir de prisión “Cordón trató de escaparse, se cayó y se mató”
El militante histórico del PCE reconstituido y, según la Justicia, líder de los Grapo, mantiene su inocencia en todos los casos que le han llevado a pasar 32 años en prisión.