Turquía
Derrocar a Erdogan: “Una cuestión de supervivencia” para las feministas turcas

En solo unos días, el destino de Turquía se decidirá en unas elecciones presidenciales cruciales. Tras 20 años en el poder, es posible que el autócrata Recep Tayyip Erdogan tenga que renunciar a la jefatura del Estado. Al menos eso esperan las activistas feministas del país, marcado por dos décadas de represión y retrocesos en materia de derechos.
Elecciones Turquía feminismos - 5
Mujeres kurdas manifestándose en Diyarbakir Laurent Perpigna Iban
11 may 2023 06:00

A unos cientos de metros de los edificios aún en ruinas, en medio de una telaraña de improvisadas tiendas de colores blanquecinos, una pancarta toscamente erigida corta el paisaje. Alrededor del mensaje “Las mujeres organizan la solidaridad”, estampado con símbolos feministas, varias decenas de voluntarias se afanan en intentar llevar ayuda y consuelo a las mujeres cuyas vidas han quedado destrozadas por el doble terremoto del 6 de febrero.

Estamos en un rincón de un enorme campamento improvisado que ha surgido en las afueras de Adiyaman, ciudad enclavada en el corazón de la meseta de Anatolia y una de las más afectadas por el seísmo. Hemine, siria de 28 años, ha encontrado refugio junto a estas mujeres, agrupadas bajo el lema “Solidaridad feminista ante la catástrofe”. “Si no estuvieran allí para cuidarme, estaría en peligro de muerte”, afirma. Tras huir de su país en los primeros días de la guerra, de nuevo tuvo que abandonar su casa, dañada por el terremoto. Y esto mismo se repitió un mes después con su improvisada tienda de campaña, donde había recogido algunas cosas, después de que ésta fuera arrastrada por una inundación. “¿Qué he hecho yo para merecer esto? Y aun así, puede que haya evitado lo peor: ser una mujer soltera y refugiada podría haberme llevado a la tumba”.

Elecciones Turquía feminismos - 3
Ezgi (derecha) con sus compañeras en Adiyaman Laurent Perpigna Iban


“Si no nos ocupamos de las mujeres, ¿quién lo hará en este país?”, reacciona Ezgi, una de las voluntarias. “El Estado ha estado ausente desde el primer día”, continúa Nilgun, de 33 años. “Esto significa que la salud de las mujeres que viven aquí es la menor de las preocupaciones de las autoridades. Las ayudamos materialmente y también psicológicamente. Con nosotras se sienten seguras y libres, no tienen miedo de confiar en nosotras”.

Estamos ante una oleada de solidaridad espontánea y visible, testigo de la espectacular irrupción de los movimientos feministas en Turquía en los últimos años, fenómeno que no ha sido del agrado del Estado: “En lugar de venir a ayudar, la policía se dedicó a controlar a las voluntarias y a confiscar sus mercancías. Incluso el ejército agredió a algunas de nosotras. Al proporcionar protección sanitaria, artículos de primera necesidad, tiendas de campaña, estamos haciendo el trabajo del Estado, y el Estado nos cobra por ello”, afirma Gizem, una mujer de 30 años de Estambul.

“La retirada del convenio de Estambul se produjo en un contexto nacional e internacional particular: Erdogan quería complacer a Europa en el momento de la firma, pero optó por retirarse cuando tuvo que relacionarse con los partidos de extrema derecha”

Ataques a los derechos de las mujeres

Una hostilidad que estas jóvenes conocen bien: activistas, militantes, miembros de organizaciones, todas han tenido que enfrentarse, en un momento u otro, a la hostilidad del gobierno turco. Las dos décadas de gobierno del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) de Recep Tayyip Erdogan han sido, cuando menos, duras para los grupos y organizaciones feministas, así como para las mujeres en general.

Conocemos a Aysen Sahin en Estambul. Activista incansable y escritora, esta mujer de 53 años no tiene pelos en la lengua: “Hace veinte años me manifestaba por mis derechos. Hoy sigo manifestándome, pero para exigir el derecho a no ser asesinada”.

Porque en Turquía, los derechos duramente conquistados por las mujeres a finales del siglo XX se han convertido en los últimos años en el blanco de las franjas más reaccionarias del país integradas en el gobierno turco. Así ocurrió, concretamente a partir de marzo de 2021, cuando Turquía se retiró del tratado para la prevención de la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica, más conocido como Convenio de Estambul, que el país había sido el primero en ratificar en 2011. El momento era bien distinto en aquel entonces: “La retirada del convenio se produjo en un contexto nacional e internacional particular: Erdogan quería complacer a Europa en el momento de la firma, pero optó por retirarse cuando tuvo que relacionarse con los partidos de extrema derecha”, dice Aysen Sahin. Y continúa: “Aunque no se respetaba, aunque luchábamos por su plena aplicación, era como un seguro de vida para las mujeres en Turquía”.

La retirada, decidida unilateralmente por el presidente turco, ha envalentonado a varios grupos antifeministas y ha liberado el discurso misógino. ¿Cuáles son las consecuencias en lo que a la violencia contra las mujeres se refiere? A falta de datos del Estado en la materia, es difícil darse cuenta del impacto de este retroceso, existen sin embargo algunas cifras terribles: según la ONG “Detendremos los feminicidios”, en 2022, 392 mujeres fueron asesinadas por hombres en Turquía, cifra a la que hay que añadir 226 muertes consideradas “sospechosas”, así como los centenares de mujeres heridas, a veces de gravedad, por sus cónyuges. Estas cifras deben correlacionarse con otras igual de aterradoras: según una amplia encuesta de la Universidad Hacettepe, cuatro de cada diez mujeres turcas mayores de 15 años afirman haber sido víctimas de violencia física o sexual, y tres cuartas partes de ellas están divorciadas o separadas.

“Para la mayoría de las mujeres que quieren divorciarse, es 50-50: libertad o muerte”, dice Aysen Sahin. “Cuando una mujer pide el divorcio y su marido es violento, y acude a comisaría, la policía suele pedir a la víctima que dé otra oportunidad al marido. A veces incluso llaman al Ministerio de Asuntos Religiosos, y allí intervienen las mujeres para explicarles cómo deben comportarse con sus maridos para ser felices en sus hogares. Esta es la realidad de las mujeres turcas de hoy”.

“El levantamiento de Gezi fue un momento formativo personal y colectivo para las mujeres turcas. Fue un punto de inflexión en Turquía: antes de Gezi el feminismo se consideraba liberal, eso ayudó a cambiar esa concepción. Hoy es revolucionario”

Nueva ola revolucionaria

Mor Mekan (casa púrpura en turco) está arraigada en Estambul, en el corazón del barrio de Kadikoy. El lugar acoge a mujeres de toda condición, impulsadas por el deseo de organizarse y crear un espacio de lucha. Más que una herramienta, es una necesidad, ya que el país cuenta actualmente con más de 300 organizaciones feministas.

Fulya Dagli, de 29 años, abogada y miembro de la Red de Defensa Feminista, es una figura clave del movimiento. Como muchas de sus compañeras, explica que comenzó su lucha política en organizaciones de izquierda, antes de unirse a movimientos feministas autónomos. “El levantamiento de Gezi fue un momento formativo personal y colectivo para las mujeres turcas. Y fue más allá: se trataba también de luchar contra la homofobia y la transfobia. Fue un punto de inflexión en Turquía: antes de Gezi el feminismo se consideraba liberal, eso ayudó a cambiar esa concepción. Hoy es revolucionario”.

Un cambio que las autoridades turcas perciben claramente como una amenaza: desde hace varios años, todas las manifestaciones de organizaciones feministas —incluso con motivo del Día Internacional de los Derechos de la Mujer— se ven salpicadas por la violencia policial y las detenciones.

Elecciones Turquía feminismos - 1
Fulya (izquierda) y Zahide (derecha) en Mor Mekan, Estambul Laurent Perpigna Iban

Junto a Fulya, Zahide, de 17 años, forma parte de esta nueva generación. Procedente de una familia conservadora, llevó el hiyab, el vestido islámico, durante casi cinco años antes de hacerse queer. “Cuando me sentí mejor con mi identidad, cambié radicalmente. Me encontré dentro de mí misma. Políticamente, abandoné rápidamente las organizaciones de izquierda, porque en Turquía, entre el socialismo y el feminismo hay un muro, el patriarcado. Tuve que cruzarlo.”

Un espacio de lucha que ya le ha supuesto la preocupación de la policía. “El AKP nos ha complicado la vida. En las calles, en nuestras casas... en todas partes. El estado no está ahí para protegernos, sino para atacarnos, eso lo tenemos claro”, truena Fulya Dagli.

“No sólo se juzgan las manifestaciones, los debates o las iniciativas entre mujeres, a veces basta un soplo para desencadenar oleadas de odio, sobre todo en las redes. Es una lucha difícil, contra el capitalismo, contra el patriarcado, pero también contra el sistema conservador, a menudo contra nuestras familias, contra una parte de nosotras mismas”, continúa Zahide.

Elecciones Turquía feminismos - 6
Mujeres kurdas bailando en Diyarbakir Laurent Perpigna Iban

Los kurdos, en vanguardia

Rumbo a Diyarbakir, a 1 500 kilómetros. La capital de los Kurdos de Turquía lleva varias décadas en la vanguardia de la lucha feminista. Una lucha que también se ve reflejada en la política: el Partido Democrático de los Pueblos, HDP, impone una mezcla perfecta en su representación. Así, cada alcalde electo está acompañado por una co-alcaldesa.

Adalet Kaya es la presidenta de la Asociación de Mujeres Rosa, una organización creada en 2018 para defender los derechos de las mujeres kurdas en un contexto extremadamente represivo. “Las mujeres kurdas estamos sometidas a diferentes tipos de violencia y criminalizadas porque tenemos múltiples identidades. El hecho de ser kurdas, de ser mujeres y sobre todo, de liderar una cultura de resistencia en muchas partes del mundo, genera miedo y nos somete a más opresión”, explica.

Y Adalet Kaya sabe de lo que habla: desde 2020, ha sido detenida tres veces —una de ellas durante tres meses— y su casa ha sido registrada dos veces. “Las mujeres de toda Turquía no se están callando durante este periodo fascista y están desarrollando una resistencia colectiva y civil”.

Aysen Sahin explica: “Casi se podría decir que nuestra revolución empezó allí. La mayoría de las mujeres jóvenes trabajan en el sureste del país, donde hace 30 años no había libertad y sí tradiciones abominables. Si tu marido moría, te podían obligar a casarte con su hermano, se intercambiaban chicas en caso de conflictos familiares. Han cambiado las cosas.”

“La opinión de la gente también está cambiando poco a poco: miles de mujeres de organizaciones han ido a las ciudades afectadas por el terremoto. La gente que nos llama brujas o putas nos ha encontrado a su lado, mientras que ni los religiosos ni el estado estaban allí”

Derribar a Erdogan

Así, a pocos días de las elecciones presidenciales, todas parecen compartir un deseo irremediable de invertir el curso de la historia. Recep Tayyip Erdogan, ya debilitado por una grave crisis económica, ha visto tambalearse aún más su autoridad tras el terremoto.

Como consecuencia, amplios sectores de la sociedad turca se movilizan ahora contra él, incluso políticamente, con la unión sin precedentes de seis partidos de la oposición detrás del candidato del partido kemalista CHP, Kemal Kilicdaroglu. Este último, apoyado también por el partido pro-kurdo HDP, no sólo ha prometido apaciguar al país en caso de ser elegido. Además de romper con el régimen presidencial, el candidato se ha comprometido con una serie de cuestiones, entre ellas la reintegración del país en el Convenio de Estambul.

Esto es suficiente para aglutinar a las feministas del país, a pesar del carácter socialdemócrata del partido creado por Ataturk: “El objetivo es que Erdogan se vaya. En ausencia de un gran movimiento socialista, sólo hay dos bandos, el de Erdogan y el otro”, dice Fulya.

Turquía
Elecciones el 14 de mayo La izquierda turca se conjura para echar a Erdogan del poder
Ante el temor de no conseguir representación en el Parlamento, la mayoría de las formaciones de izquierda han decidido pedir el voto para el centro-izquierdista Kemal Kiliçdaroglu, principal rival del actual presidente.

Mismo análisis para Adalet Kaya: “El fin de Erdoğan y de la mentalidad misógina que transmite liberará nuestra identidad, nuestra lengua, nuestros cuerpos, nuestras existencias. En realidad, su caída es una cuestión de supervivencia para las mujeres de este país.”

Todas ellas lo saben: si estos veinte años de AKP les han complicado enormemente la vida, no por ello han dejado de ganar batallas: “En definitiva, la retirada del Convenio de Estambul nos ha permitido movilizar en torno a nosotras a nuevas generaciones que ahora están decididas y que velan por nosotras. De hecho, somos el Convenio de Estambul”.

Fulya concluye: “Creo que ahora estamos en el centro del debate público. Tenemos que reconocer que se escuchan nuestras reivindicaciones, porque aunque luchen contra nosotros, la fuerza de nuestras voces les afecta. La opinión de la gente también está cambiando poco a poco: miles de mujeres de organizaciones han ido a las ciudades afectadas por el terremoto. Hay gente que lucha contra nosotras. La gente que nos llama brujas o putas nos ha encontrado a su lado, mientras que ni los religiosos ni el estado estaban allí”.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Pensamiento
Lola Olufemi “No me atraen las utopías lejanas, estoy más interesada en el ahora”
La escritora e investigadora británica Lola Olufemi trabaja desde la certeza de que el presente no es una jaula, desde la confianza en que viviremos cosas diferentes aunque no se sepa exactamente de qué tipo van a ser.
Oriente Medio
Oriente Medio ‘Aliadas’, un libro para imaginar otra Shatila y recordar Palestina
Hablamos del libro, el deporte, la vida en Shatila y el genocidio en Gaza con la autora, Txell Feixas, junto a Majdi y Razan, padre e hija que protagonizan esta historia de rebeldía y amor por la vida en el campo de personas refugiadas del Líbano.
Economía social y solidaria
Cooperativismo Economías tejidas por mujeres: feminismo y cooperativismo en Madrid, una genealogía por contar
La Economía Social y Solidaria feminista no ofrece fórmulas mágicas, pero sí un horizonte: uno donde lo productivo y lo reproductivo, lo económico y lo afectivo, dejen de estar enfrentados.
Hodei Alcantara
Hodei Alcantara
11/5/2023 7:38

Magnífico artículo! La lucha revolucionaria de las mujeres kurdas y turcas es un ejemplo de resistencia popular, igual que la de los partidos o medios de comunicación de izquierdas. Todos han sufrido bajo la dictadura del sultán Erdogan.
Espero que pierda las elecciones, y se ganen derechos sociales, laborales y civiles perdidos, así como pone fin a la ocupación turca de Siria.

1
0
Investigación
Investigación Varios refuxiados denuncian á ONG Rescate Internacional por explotación laboral e agresión sexual
A Garda Civil investiga o centro de Mondariz-Balneario tras varias denuncias por parte de voluntarios migrantes que aseguran traballar sen contrato a cambio de 50 euros semanais. A ONG xestiona 1.700 prazas do programa estatal de acollida.
Comunidad de Madrid
Luis A. Ruiz Casero “Durante la transición la cárcel de Carabanchel albergó a más presos que en algunos años del franquismo”
De los presos franquistas que construyeron el penal, pasando por los que fueron fusilados, hasta los revolucionarios que pusieron patas arriba el centro penitenciario con iniciativas como la COPEL, Luis A. Ruiz Casero ofrece en 'Carabanchel. La estrella de la muerte del franquismo', un documentado homenaje a las luchas de las personas internas.
Industria armamentística
Genocidio Las relaciones armamentísticas de España e Israel han sido “más lucrativas que nunca” desde octubre de 2023
Un informe del Centre Delàs señala diferencias significativas en las armas que España dice que ha vendido a Israel y las que Israel registra. Las empresas israelíes han firmado 46 contratos con las administraciones por más de mil millones.

Últimas

O Teleclube
O Teleclube 'Os Pecadores' loitan contra montruos reais e mitolóxicos no novo episodio de 'O Teleclube'
O dúo do director Ryan Coogler e o actor Michael B. Jordan estrean unha película sobre a experiencia afroamericana cunha ameaza sobrenatural engadida.
Opinión
Opinión ¡A la mierda Europa!
Hay otra Europa que es víctima de la Europa neoliberal y belicista que apuesta por la industria de las armas a costa de los derechos sociales, es una Europa que se muere de vergüenza cada vez que ve imágenes de Gaza o Cisjordania.
Laboral
Laboral Al borde de la huelga en la educación pública vasca
Los cuatro sindicatos convocantes denuncian que el Departamento de Educación vasco no se han sentado a dialogar hasta este viernes pocos días antes de los paros
Laboral
Laboral Los sindicatos convocan huelga en Mediapro durante las últimas jornadas de la liga de fútbol
El final de la liga de fútbol podría no verse en televisión si la empresa HBS, nueva adjudicataria de la producción de La Liga, no garantiza la subrogación del personal. Los sindicatos han convocado huelga del 13 al 27 de mayo en el grupo Mediapro.
Palestina
Ocupación Isarelí Primera movilización unitaria contra el genocidio en Palestina y por el fin del comercio de armas con Israel
Este sábado 10 de mayo se espera en Madrid una asistencia multitudinaria de personas venidas desde cientos de municipios de todo el Estado español para concentrar la protesta de los ataques indiscriminados del Israel contra la población palestina.
Tribuna
Tribuna Para acabar de una vez con las nucleares: sobre el último intento de prolongar la vida de las centrales
Los voceros de la nuclear han encontrado la oportunidad ideal para difundir sus bulos con el apagón del 28 de abril. Quieren generar polémica para mantener operativa una infraestructura innecesaria, peligrosa y que genera residuos incontrolables.
Análisis
Análisis ¿Existe una identidad europea?
El 9 de mayo se celebra el “día de Europa”, que conmemora la paz y la unidad en el continente y que coincide con la declaración presentada en 1950 por Robert Schuman que sentó las bases de la cooperación europea. Pero, ¿qué es Europa realmente?
Estados Unidos
Libertad de expresión Canadá recomienda al profesorado LGTBQ+ o crítico con Trump no viajar a Estados Unidos
Una circular de la Asociación Canadiense de Profesores Universitarios (CAUT) recomienda “encarecidamente” que el personal académico viaje a los EEUU “solo si es esencial y necesario”.
El Salto Radio
El Salto Radio Malismo
Hacerse el “malote” aporta beneficios: entrevista con Mauro Entrialgo, autor de Malismo, un ensayo sobre los mecanismos de ostentación del mal

Recomendadas

Laboral
Laboral Coidar sen dereitos: a loita das traballadoras nas residencias privadas de Galiza
Sen tempo nin medios para ofrecer uns coidados axeitados, alertan dunha situación insostible nos centros e denuncian a privatización dun servizo a costa do benestar das persoas maiores e dependentes.
Pensamiento
Lola Olufemi “No me atraen las utopías lejanas, estoy más interesada en el ahora”
La escritora e investigadora británica Lola Olufemi trabaja desde la certeza de que el presente no es una jaula, desde la confianza en que viviremos cosas diferentes aunque no se sepa exactamente de qué tipo van a ser.
Catalunya
Acción directa Las Sublevaciones de la Tierra francesas llegan a Catalunya: “Necesitamos una forma nueva de luchar”
Una acampada de tres días y una acción simbólica han sido el pistoletazo de salida de Revoltes de la Terra. La organización ha sido capaz de unir a ecologistas de campo, de ciudad y campesinado en una dinámica de lucha “nueva”.