Unión Europea
Europa S.A.: la energía en disputa

Garantizar la seguridad energética y el acceso a materias primas críticas son dos ejes fundamentales en las políticas comerciales de la Unión Europea, que los días 5 y 6 de octubre reúne en Granada a más de 40 jefes de Estado y de gobierno. Frente a ello, la Cumbre Social denuncia que esta maquinaria capitalista aplicada a la energía nos conduce en dirección opuesta a una transición ecosocial.
Anuncio de la Cumbre Social de Granada
Anuncio de la Cumbre Social de Granada.

@tomkucharz

Miembros del Observatorio de Multinacionales en América Latina (OMAL), de Ecologistas en Acción y del Grupo Catalán de Empresas y DDHH, respectivamente
30 sep 2023 06:00

Pese al agravamiento del cambio climático y a la acelerada superación de los límites biofísicos del planeta, la Unión Europea insiste en considerar a la energía como una mercancía privada y no como un derecho colectivo, máxime en el momento actual de ineludible transición ecosocial.

El conjunto de las principales estrategias energéticas aprobadas en los últimos años —Pacto Verde Europeo, “Objetivo 55”, NextGenerationEU, RepowerEU, Estrategia europea para el hidrógeno, Plan de materias primas críticas, Global Gateway— se sostiene sobre un relato de descarbonización, desmaterialización, innovación y bienestar social que, en la práctica, se muestra falso.

La quema de combustibles fósiles y las emisiones contaminantes aumentan: Europa se calienta el doble de rápido que el resto del planeta. El agotamiento de energía y materiales críticos (litio, tierras raras, níquel, cobre, uranio, fosfatos, etc.) se agudiza. La energía nuclear y el gas se asumen paradójicamente como energías limpias, pudiendo así recibir inversión pública preferente. Los combustibles sintéticos parecen tener ahora un horizonte más allá de 2035. La pobreza energética se expande entre los sectores populares. Las lógicas neocoloniales de apropiación de bienes naturales y territorios —fundamentalmente indígenas y campesinos— en los países empobrecidos se refuerzan. Y la creciente disputa geopolítica para garantizar las cadenas de suministro acrecienta un más que peligroso régimen de guerra global.

La UE muestra su verdadera cara: un imaginario irreal que trata de diluir las responsabilidades de empresas transnacionales e instituciones públicas en la grave situación ecológica actual

Este capitalismo verde y digital que abandera la UE muestra, en última instancia, su verdadera cara: un imaginario irreal, sostenido únicamente sobre la fe en las soluciones tecnológicas, que trata de diluir las responsabilidades de empresas transnacionales e instituciones públicas en la grave situación ecológica actual. Y que, además, avanza en el control poblacional y en la potenciación de discriminaciones, a la vez que pretende evitar a toda costa las profundas transformaciones que precisaría el vigente modelo energético para sacarnos de este atolladero.

Un modelo energético basado en la primacía de la obtención de beneficios empresariales como objetivo incuestionable, en el sostenimiento de mercados oligopólicos a escala continental, en el protagonismo de las grandes corporaciones —en la mayoría de ocasiones apuntaladas por unos gobiernos crecientemente endeudados, en pleno desarrollo de las alianzas público-privadas— y en la proliferación de megaproyectos corporativos interconectados.

Los objetivos climáticos y energéticos, de este modo, aparecen como una cuestión casi exclusiva del mercado. El rol principal recae en manos de multinacionales y megafondos de inversión como Blackrock, cuyo único interés es maximizar sus beneficios. Se apuesta así por mercados energéticos controlados por el poder corporativo bajo una lógica marginalista, que asegura grandes ganancias mientras ahoga a la clase trabajadora, a la vez que se insiste en mercadear con las emisiones de carbono.

Bajo estas premisas, se inunda el propio territorio de megaparques fotovoltaicos y eólicos, centrales hidroeléctricas, macrogranjas agroindustriales, iniciativas mineras, fábricas de baterías, hidrogeneras, corredores industriales, autopistas eléctricas, nuevos proyectos de hidrocarburos e infraestructuras de todo tipo como vía de acumulación de capital, no de satisfacción de las necesidades sociales. Se facilita la implantación de esta pléyade de megaproyectos bajo nuevas normativas de excepción que acortan tiempos y requisitos, tal y como expone la directiva continental de energías renovables recién aprobada.

Se incrementan al mismo tiempo los acuerdos con países autoritarios para garantizar suministros, como por ejemplo en lo que respecta al gas qatarí, o los fosfatos y energía renovable expoliado por Marruecos en los territorios ocupados de la RASD. Finalmente, se acrecienta la presión por blindar los intereses corporativos y desarrollar megaproyectos a través de actualizaciones y nuevos tratados de comercio e inversión (México, Chile y Mercosur), así como de memorándums sobre materias primas críticas (Argentina, Ucrania, Chile, Colombia, Kazajistán y Namibia).

El resultado: un modelo al servicio de las empresas transnacionales, un modelo que acelera el cambio climático, el agotamiento de recursos, las desigualdades y la guerra

El resultado: un modelo al servicio de las empresas transnacionales, un desastre para las mayorías populares y para el planeta. Un modelo que acelera el cambio climático, el agotamiento de recursos, las desigualdades y la guerra. Un modelo frente al que se necesita un cambio radical de rumbo, especialmente en lo energético como ámbito estratégico para enfrentar la transición ecosocial.

La ruta hacia otros modelos socioeconómicos con justicia social y ambiental pasa por suprimir la lógica de acumulación de capital de la ecuación energética. Y también, entre otras claves, por desarrollar planificaciones democráticas que establezcan metas y compromisos vinculantes; desmontar los mercados oligopólicos, marginalistas y de emisiones de carbono; desprivatizar el sector y desarrollar alianzas público-comunitarias; impulsar una diversidad de herramientas más allá de los grandes proyectos, que respondan a las metas establecidas y a las necesidades sociales de la ciudadanía; acabar con la normativa de excepción en favor de los megaproyectos; denunciar el conjunto de tratados de comercio e inversión, profundamente corporativos y neocoloniales; crear centros y tribunales europeos para controlar a las empresas transnacionales.

Todo ello siendo conscientes de que la fantasía de un crecimiento económico ilimitado ya es evidente que carece de sentido. El freno al crecimiento económico en los países enriquecidos, incluido el decrecimiento en algunos sectores, es una necesidad reafirmada cada día por la comunidad científica.

La maquinaria capitalista aplicada a la energía nos conduce en dirección opuesta a una transición ecosocial. Mientras se subordinan territorios, bienes, servicios y mano de obra de las regiones periféricas a los criterios de rentabilidad de las transnacionales europeas, se privilegian los objetivos de negocio sobre el cumplimiento de los derechos humanos. En este escenario, la construcción de otro modelo energético basado en la equidad social y la justicia ambiental supone confrontar los discursos y las prácticas de las grandes corporaciones y las élites político-empresariales europeas. Porque la energía es nuestro derecho, no una mercancía.

Sobre o blog
La estrategia de la España-marca para “salir de la crisis” pasa por ampliar el poder y los negocios de “nuestras empresas”. Pero, nos preguntamos en este blog, ¿qué futuro le espera al capitalismo español? ¿Sobre qué pilares se pretende sostener el modelo de crecimiento y acumulación en los años venideros? ¿Podrán las organizaciones políticas y movimientos sociales construir contrapoderes efectivos y propuestas alternativas para confrontar los dictados de la clase político-empresarial que nos gobierna?
Ver todas as entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Opinión
Opinión La coherencia de las políticas de Trump
No se pueden entender los aranceles de Trump sin su lucha por el control de los recursos minerales, sin Groenlandia, Ucrania o la República Democrática de Congo.
Inteligencia artificial
Inteligencia artificial La demanda energética de los centros de datos de IA se cuadruplicará para 2030, según un informe
Un estudio de la Agencia Internacional de la Energía predice que los centros de datos aumentarán la demanda de electricidad en un 20% de aquí a 2030 en el Norte global.
Crisis climática
Inversiones 'marrones' España gastó más de 23.000 millones de dinero público en actividades nocivas para el medio ambiente en 2024
Un estudio analiza el impacto climático de las subvenciones otorgadas por el Gobierno español. Solo el 14% del monto total de las ayudas se destinó a actividades o proyectos que fomentan la transición ecológica.
Sobre o blog
La estrategia de la España-marca para “salir de la crisis” pasa por ampliar el poder y los negocios de “nuestras empresas”. Pero, nos preguntamos en este blog, ¿qué futuro le espera al capitalismo español? ¿Sobre qué pilares se pretende sostener el modelo de crecimiento y acumulación en los años venideros? ¿Podrán las organizaciones políticas y movimientos sociales construir contrapoderes efectivos y propuestas alternativas para confrontar los dictados de la clase político-empresarial que nos gobierna?
Ver todas as entradas
Laboral
Laboral Coidar sen dereitos: a loita das traballadoras nas residencias privadas de Galiza
Sen tempo nin medios para ofrecer uns coidados axeitados, alertan dunha situación insostible nos centros e denuncian a privatización dun servizo a costa do benestar das persoas maiores e dependentes.
Genocidio
Genocidio Activistas crean la embajada de Palestina en Bruselas mientras Israel prosigue con su asedio en Gaza
Mientras los ataques de Israel sobre la Franja de Gaza ya han dejado más de 51.490 muertos, activistas han rociado de sangre un edificio que simula ser la embajada de Palestina, dejando un rastro de pintura roja hasta la embajada del Estado sionista.
Análisis
Análisis La izquierda donde rompe la ola
El crecimiento electoral de un amplio abanico de fuerzas de extrema derecha desde hace unos años complica la consecución de decisiones a nivel de la UE.
Galicia
Galicia Vigo, A Coruña e Ourense mercaron material policial a Israel por medio millón de euros en só catro anos
O alcalde ourensán, Gonzalo P. Jácome, adxudicou un contrato por 70.000 euros días despois do sete de outubro. Abel Caballero asinou outro de máis de 200.000 euros e a alcaldesa da Coruña seguiu a estela cun contrato de 170.000 euros.

Últimas

Medio ambiente
Medio ambiente Máis de 200 colectivos esixen transparencia sobre a mina Doade e piden a intervención do Parlamento Europeo
Organizacións de toda Europa, lideradas por SOS Suído-Seixo, esixen a Bruxelas acceso á documentación sobre a explotación prevista, denunciando opacidade, privilexios empresariais e risco ambiental en zonas protexidas de Galiza.
LGTBIAQ+
Juicio el 9 de mayo Lidia Falcón pide cinco años de cárcel a una mujer trans por un tuit de 2021 que no la menciona
La activista antiderechos Lidia Falcón denunció a Diana Juan Cano en 2021 por un tuit que apenas tuvo repercusión. La acusación pide una pena de cinco años de prisión y 50.000 euros de indemnización.
Ayuntamiento de Madrid
Paros en Madrid Fin de la huelga de basuras en Madrid
La plantilla ha votado a favor de la última propuesta, en un paro que comenzaba el pasado 21 de abril y con el que se demandaba la actualización de un convenio que se ha quedado obsoleto.
Francia
Francia Militantes e intelectuales exigen la absolución de Anasse Kazib, perseguido por su apoyo a Palestina
El Estado francés utiliza el tipo penal de “apología del terrorismo” para perseguir a personalidades y colectivos que han mostrado su apoyo a Palestina y su repulsa al genocidio cometido por Israel.
Más noticias
La vida y ya
La vida y ya Espacios de encuentro
Me contaba que, al final del día, le dolían mucho las manos y que había dejado de escribir. Que ya no llevaba el cuaderno pequeño que tenía para anotar ideas que luego se transformarían en artículos o poemas.
Gobierno de coalición
Gobierno de coalición Sánchez piensa en un paréntesis legislativo para evitar roces con los socios tras una semana explosiva
El choque bronco por el caso de las compras de balas israelíes a cargo de Grande Marlaska puso sobre la mesa como nunca la ruptura de la coalición, aunque nunca fue una opción.
Opinión
Opinión “Tener correa” y la ridiculización del afecto
Existe una presión muy fuerte sobre los propios hombres para que no amen demasiado, no cuiden demasiado. El ideal de “libertad masculina” tradicionalmente se entiende como independencia, desapego, y muchas veces, desinterés.
Que no te lo cuenten
Que No Te Lo Cuenten De armas y crisis climática
VV.AA.
Repasamos la actualidad política internacional y miramos los visibles efectos de la crisis climática en la costa mediterránea
Comunidad de Madrid
LGTBifobia Femen protesta contra las terapias de conversión en un acto de la familia de psiquiatras Rojas Estapé
El movimiento Femen ha querido denunciar públicamente la relación de esta familia con sectores ultraconservadores de la Iglesia y su postura abiertamente contraria a los derechos del colectivo LGTBIQ+

Recomendadas

Senegal
Migraciones El mito de la migración ordenada: la denegación de visados por el Consulado de España en Dakar
Maltrato institucional. Estas dos palabras son las más escuchadas cuando se pregunta a personas descontentas con el Consulado de España en Dakar. Cada vez más personas denuncian denegación de visados que no consideran justificados.
Guinea-Bissau
Internacional Guinea-Bissau arranca una ola de represión tras el sabotaje popular de una mina de arena en un parque natural
Una acción liderada por las mujeres del pueblo de Varela provocó un incendio en la bomba de extracción de la mina de arena pesada. El Gobierno ha llevado a cabo la detención de 16 personas, entre las que se encuentran líderes locales.
Turquía
Pinar Selek “Turquía sigue gobernada en base al miedo”
La profesora y socióloga turca, quien ha sufrido además de cárcel, un acoso judicial por 27 años, habla de la falta de independencia del poder judicial, del adoctrinamiento social y de la formación de la sociedad turca.