Unidas Podemos
Roberto Uriarte: “Proponemos que no se vuelvan a vender armas a Arabia Saudí”

Roberto Uriarte, profesor Titular de Derecho Constitucional por la Universidad del País Vasco, diputado de Unidas Podemos y portavoz de la Comisión de Defensa se pronuncia sobre la venta de armas a Arabia Saudí, la guerra de Yemen y la necesidad de aumentar la Cooperación Internacional. Lo hace en un momento que no podría ser más oportuno: la situación humanitaria en Yemen es calamitosa y se sigue vendiendo armas a Arabia Saudí. Hablamos también de geopolítica y de lo urgente que es que se destinen fondos inmediatamente a la peor crisis humanitaria del mundo. 

Existe una evidencia abrumadora por parte de las ONG y las organizaciones sociales acerca de las atrocidades que ha cometido Arabia Saudí en Yemen. ¿Cómo explica que cinco años después del inicio de esta Guerra, el Gobierno de España le siga vendiendo armas a Arabia Saudí? ¿Se ha aprendido algo?
Desgraciadamente, el caso de Yemen no es una excepción. La creación de la ONU en 1945 sirvió para evitar una nueva guerra mundial, pero no ha servido para evitar una infinidad de guerras locales, de muchas de las cuales la gente apenas tiene conocimiento, porque los medios masivos apenas informan y, por desgracia, sólo las conocen a fondo las personas más concienciadas por los informes de esas ONG que mencionas. Creo que, en materia de conflictos armados, el ser humano ha aprendido muy poco de la historia. No solo se siguen vendiendo armas a determinados países, sino que, muchas veces, los servicios secretos de países que se consideran democráticos han azuzado estos conflictos para aumentar su influencia geopolítica o tener acceso a recursos. En el caso de Yemen, la responsabilidad quizá sea más por omisión, pero es triste que España no sólo haya vendido armas, sino que incluso conserve unas relaciones privilegiadas con las monarquías absolutas del golfo.  

El País sacó una información asegurando que Rajoy apoyó diplomáticamente la Guerra. De la misma manera, sabemos por el diario Público que Felipe VI prestó apoyo diplomático a la invasión al igual que lo han prestado la mayoría de los países occidentales. Este apoyo ha sido mucho mayor en el caso de Estados Unidos y Reino Unido, que han prestado ayuda logística a los saudíes para que pudieran lanzar sus bombardeos en contra de la población civil. En ese momento era presidente Obama, figura alabada por la opinión pública. ¿No es todo un contrasentido?
Como te decía, no se trata desgraciadamente de una excepción. La historia está llena de este tipo de casos, en que los gobiernos apoyan la intervención en conflictos armados que generan un daño terrible bajo la justificación del supuesto “mal menor”, la idea de que, si los rebeldes tomaran el control del país, la situación sería peor. Pero lo cierto es que la población civil sufre ataques crueles e indiscriminados tanto de las dos facciones yemeníes enfrentadas en la guerra civil, como del ejército saudí. Y lo más grave es el embargo: está comprobado, en la mayoría de los embargos que se han practicado en el ámbito internacional, que no son eficientes para debilitar a los gobiernos o facciones contra quienes supuestamente se dirigen y sin embargo, generan un daño tremendo en la población civil. 

Cómo valoras que, en la última comparecencia de la secretaria de Comercio, Xiana Méndez Bértolo, tanto el PP, como Ciudadanos como Vox, defendieran la venta de armas y que la única oposición la conformara ERC y EH Bildu y más tibiamente, Podemos. ¿No es un mal síntoma de nuestra democracia que, los partidos tradicionales más Ciudadanos, estén de acuerdo con los ultras de Vox?
La intervención más radical en esa comisión, incluso más que la de Vox, fue la del representante de Ciudadanos, con críticas brutales a Unidas Podemos y a los partidos que sostienen al gobierno en el Parlamento, alegando que quienes nos oponemos a la venta de armas a Arabia Saudí lo que buscamos en realidad es debilitar la industria española. Y dando a entender también que cuando se trata de hacer negocios en el extranjero, quienes creemos que no se puede mirar a otro lado en los conflictos con violaciones sistemáticas de derechos humanos, estamos perjudicando los intereses estratégicos y económicos de España.

España debe dejar de vender armas a países implicados en violaciones graves y sistemáticas de derechos humanos

Te parece casualidad que los mismos partidos que apoyan a la monarquía ¿siguen defendiendo la venta de armas a Arabia Saudí?
Bueno, eso sucede en España, pero no es algo que esté necesariamente vinculado. La venta de armas en un negocio internacional gigantesco, en el que están implicados países con todo tipo de formas de gobierno y con gobiernos de ideologías muy diferentes. En el caso de España, podemos decir que es un elemento que facilita aún más las cosas el hecho de que existan unas relaciones privilegiadas entre la familia real española y las monarquías absolutas del golfo. Esto ha facilitado no sólo el negocio de la venta de armas, sino también otro tipo de contratos internacionales, como el del AVE a La Meca. Negocios llenos de opacidad y de comisiones con las que parece que se han enriquecido los miembros de la familia real. 

En su día, Felipe VI y Juan Carlos I, trabajaron codo con codo para conseguir vender las famosas cinco corbetas a Arabia Saudí. ¿Por qué la opinión pública protege a Felipe y es incapaz de criticar que tiene las manos manchadas de sangre?
La opinión pública española no conoce a fondo lo que sucede en conflictos como los de Yemen, Siria, Sudán, etc. Y al margen de los activistas de determinadas ONG, tampoco existe una sensibilidad especialmente importante sobre las relaciones internacionales que mantiene España y el papel que en ellas deberían jugar las exigencias respecto de los derechos humanos. No se trata de una cuestión específica respecto de las violaciones de derechos o de la ayuda al desarrollo; lo mismo sucede en muchos otros ámbitos, como el ambiental, donde no tenemos una conciencia cívica demasiado desarrollada. Hace poco estuve en Turquía, apoyando un acto de la oposición al régimen. Nos reunimos con representantes de Amnistía Internacional. Nos agradecieron enormemente nuestro apoyo. La opinión pública internacional vive tan de espaldas a muchos casos de violaciones generalizadas de derechos humanos que las ONG de estos países casi lo único que nos piden es que no las dejemos solas; que hablemos al mundo de lo que sucede con las derivas autoritarias de gobiernos como el de Turquía.

Como sabes, Arabia Saudí es un reino extremo en muchos sentidos. Tan extremo que no ha dejado de financiar el wahabismo, versión del islam que radicaliza a muchísimos jóvenes y que contribuye a alimentar el yihadismo islámico. ¿Cómo valoras que después de los atentados de Barcelona se haya seguido manteniendo relaciones con un Reino que ha ayudado a que estos crímenes tengan lugar? Felipe VI parece que no tuvo ningún reparo en reunirse meses después con el príncipe saudí MBS después de que muriesen 16 personas en Barcelona para asegurar el contrato de las corbetas.
Creo que los países occidentales han actuado muchas veces en Oriente Medio de forma enormemente irresponsable, a veces, por simple ignorancia del mundo islámico; otras, poniendo intereses económicos cortoplacistas por encima de la paz y de la estabilidad en la región; y en algunos casos, por intereses aún más ilegítimos. En el caso concreto que mencionas, hay que aclarar que la responsabilidad de las decisiones en materia de relaciones internacionales no corresponde al rey, sino al gobierno; y que el rey debe impulsar las relaciones diplomáticas o de otro tipo, al dictado del Ministerio de Asuntos Exteriores. El rey debe limitarse a ser un instrumento de la acción exterior del Estado. Aunque cada día tenemos más indicios de que las relaciones de la familia real española con determinados líderes internacionales no se han estado ajustando a las funciones que tiene constitucionalmente asignadas la Corona y que se movían por intereses mucho más espúreos. 

La situación en Yemen es dramática. Se trata del mayor desastre humanitario del planeta a día de hoy. No lo digo yo, lo dice la propia ONU

Igualmente, parece que la venta de las corbetas al Reino Saudí va a seguir adelante. ¿Cuál es la posición de Podemos en este aspecto? En su momento, los dirigentes de Podemos apostaron porque las corbetas se construyeran pero que se buscara otro comprador y que, en última instancia, las comprara el Estado. Decían, así, resolver el dilema entre empleo y Derechos Humanos.
Creemos que España debe dejar de vender armas a países implicados en violaciones graves y sistemáticas de derechos humanos. Hay muchos ejércitos en el mundo, cuerpos de policía, servicios aduaneros… Creemos que no es imprescindible seguir vendiendo armas a ese puñado de gobiernos que suponen un peligro para su propia población, para sus vecinos, e incluso, en última instancia, para la seguridad de nuestro país. 

Volviendo a Yemen, la situación que enfrenta Yemen es horrorosa. Mark Lowcock, Secretario General Adjunto de Asuntos Humanitarios, habla de ‘la peor crisis humanitaria de la historia reciente de Yemen’ y ya es decir... Mucha gente está muriendo de hambre, actualmente hay 24 millones de personas de un total de 30 que necesitan ayuda humanitaria para sobrevivir, los combates no paran, las enfermedades están proliferando: el cólera, la malaria, el dengue. Y ahora, por si fuera poco, ha llegado el coronavirus donde los estudios más serios hablan de que pueden llegar a morir decenas de miles de niños. ¿Qué sentimiento te produce todo esto?
La historia de los yemeníes, antes y después de su independencia, antes y después de la unificación de Yemen del Norte y Yemen del Sur, y especialmente en estos últimos años, está llena de tragedias, como sucede con otros pueblos de la zona, especialmente con los kurdos. Se trata, además, de un país extremadamente pobre y sometido a todo tipo de calamidades, incluyendo las que acabas de mencionar. Y para colmo de males, está el embargo que padece. La situación es tremenda. Y como sucede siempre en estos casos, la violencia y las calamidades se ceban especialmente con los niños y con las mujeres. La situación es dramática. Se trata del mayor desastre humanitario del planeta a día de hoy. No lo digo yo, lo dice la propia ONU.

Sin embargo, esto no es lo peor. Ante esta crisis colosal, los países occidentales han decidido que no van a destinar fondos para mantener a la gente con vida en Yemen. Básicamente, esto se traduce en que Occidente está dejando desfallecer a un pueblo entero. Las agencias humanitarias han pedido 2.410 millones y los países sólo se han prometido a destinar 1.350. Una cifra prometida y que todavía no ha sido entregada. De hecho, a fecha del 6 de agosto de 2020 se ha destinado el 26% de los fondos requeridos. 
Henry Kissinger fue el hombre fuerte de las relaciones internacionales de distintos gobiernos americanos en la segunda mitad del siglo XX y una de las personas más relevantes en el proceso de conformación de la geopolítica actual. Dicen que su despacho lo presidía un mapamundi del que se había eliminado África. Que solía bromear con que África no existía, no interesaba, no tenía futuro. Tristemente, esa es demasiadas veces la actitud de los líderes occidentales ante los países pobres. Pero incluso cuando la actitud es más solidaria, que no es este caso, no siempre la ayuda humanitaria se gestiona bien y muchas veces resulta contraproducente y no sirve para empoderar a la población objeto de ayuda, sino para debilitar sus escasos recursos y cronificar su dependencia respecto del exterior.

La secretaría de Estado de Comercio considera que se trata de la ejecución de un contrato firmado por el Gobierno anterior y afirma que los actuales protocolos garantizan que no se desvíen armas de procedencia española hacia conflictos como el del Yemen

¿No crees que es una medida criminal no destinar fondos? La ONU ha advertido de que, si esos fondos no se destinan, muchos programas van a colapsar. Programas que atienden a millones de personas...
Planteas que no destinar fondos o destinar pocos fondos es una medida criminal. No sé si esa es la definición más correcta, pero en todo caso, decía Albert Camus que la libertad no consiste en poder elegir cualquier cosa, sino poder elegir actuar siempre a favor de que el mundo sea menos inhumano y absurdo. La revolución francesa se levantó con tres patas: libertad, igualdad y fraternidad. Pero pronto perdió la pata de la fraternidad; y la libertad y la igualdad no son gran cosa si nos olvidamos de que todos los seres humanos somos hermanos. La idea de la Europa-fortaleza, la idea de un bienestar edificado sobre la ceguera y la insolidaridad, los nacionalismos agresivos y movimientos xenófobos que surgen por todo el mundo, no auguran un buen porvenir para los conflictos enquistados, como el que padece Yemen y sí promueven, en cambio, la pervivencia de regímenes propios de la Edad Media, como el de Arabia Saudí, una tiranía cruel que niega los derechos de la mujer y condena con pena de muerte por dilapidación pública cosas como la homosexualidad y el adulterio.

España ha destinado menos de 10 mil euros cuando a la Coalición encabezada por Arabia Saudí se le ha vendido más de 1.200 millones de euros en armas en los últimos años. El contrato de las corbetas es de 1.800 millones y el AVE a la Meca, de otros varios miles de millones de euros. ¿Qué opinión te merece que el Partido Socialista siga defendiendo la venta de armas a la vez que no está dispuesto a destinar fondos a la peor crisis humanitaria del mundo?
El tema de las exportaciones de armas es competencia de la secretaría de Estado de Comercio. Más que la posición oficial del Partido Socialista como tal, la que conozco es la de los responsables de ese ministerio. Consideran que se trata de la ejecución de un contrato firmado por el Gobierno anterior y afirman que los actuales protocolos garantizan que no se desvíen armas de procedencia española hacia conflictos como el del Yemen. Sin embargo, estos días se acaba de hacer público, dentro de un trabajo de investigación promovido por activistas pro derechos humanos, un vídeo que refuerza aún más las fuertes sospechas que ya había de que están siendo utilizados morteros de fabricación española contra los rebeldes hutíes en la frontera yemení. Desde Unidas Podemos vamos a exigir explicaciones en relación a ese vídeo y vamos a seguir trasladando a las comisiones parlamentarias las quejas y las recomendaciones que nos están formulando desde Amnistía Internacional y el resto de ONG implicadas.

De todas formas, la portavoz del PSOE ha dicho también en la comparecencia que, en relación a la Industria de la Defensa, se agradece “la transparencia, los datos y los informes exhaustivos de los que, junto a la regulación legislativa en la que se sustentan las operaciones, nos podemos enorgullecer como país”. ¿No crees que es una declaración exagerada teniendo en cuenta a quién vendemos armas y la falta de transparencia de la que se quejan las ONG tan a menudo? 
Bueno, eso forma parte de la dinámica tradicional de las comisiones parlamentarias y, en general, del parlamentarismo. Los grupos de la oposición tienden a exagerar lo mal que lo hace el ministerio y quienes apoyan al Gobierno tienden a hacer una defensa también exagerada. Creo que la política ganaría mucho si los políticos no sobreactuáramos tanto y si hubiera un poco más de ponderación, de autocontención y de autocrítica. En resumen, creo que es evidente que la transparencia no es precisamente lo que más rodea el mundo de la seguridad y de las relaciones internacionales y más concretamente, el mundo del comercio internacional de armas. Son espacios en los que se suele recurrir de forma exagerada a la “razón de Estado” y al secretismo; y en los que el “deep state” condiciona enormemente las políticas, por encima, incluso, muchas veces, del voluntarismo de los responsables ministeriales. Había una serie británica muy interesante para entender este fenómeno, titulada “Yes, Mister Minister”, donde los altos funcionarios del Estado profundo conspiraban continuamente para neutralizar cualquier intención regeneracionista de los titulares de las carteras ministeriales.

La posición de Podemos es contraria a la venta de armas a países implicados en violaciones sistemáticas de derechos humanos y, por supuesto, a Arabia Saudí

En los últimos días, todos hemos visto lo que ha sucedido con Juan Carlos I. Sin embargo, pocos medios de comunicación (inclusive los independientes) han fallado en relacionar esto con la trágica situación que vive Yemen. ¿Por qué crees que ocurre? Es un problema cultural o es un problema de intereses económicos.
La ciudadanía dispone de bastante información respecto de las vinculaciones de Juan Carlos de Borbón con los regímenes teocráticos del golfo y en concreto, con Arabia Saudí. Y es perfectamente consciente del tipo de régimen que padece este país y de las violaciones sistemáticas de derechos que se dan en él. Por desgracia, es menos conocido el papel que juega Arabia Saudí en Yemen. Pero no me parece un caso excepcional. Existen muchos conflictos armados sobre los que los medios masivos no se hacen apenas eco.

Podrías definir la posición de Podemos en relación a la venta de armas y a la crisis humanitaria de Yemen. ¿Podemos va a proponer algo para ayudar a que Yemen no colapse?
La posición de Podemos es contraria a la venta de armas a países implicados en violaciones sistemáticas de derechos humanos y, por supuesto, a Arabia Saudí. En cuanto a las salidas a la crisis humanitaria de Yemen, pasan, sin duda, por una implicación mucho mayor de la comunidad internacional y de las Naciones Unidas. Y es precisamente eso lo que va a proponer Unidas Podemos en el Parlamento: que no se vuelvan a vender armas a Arabia Saudí. Y también que se controle como es debido el último destino de las armas ya vendidas. Y que la eventual violación de los protocolos de último destino no se quede sin consecuencias para las relaciones bilaterales. También vamos a exigir al Gobierno que presione en serio a Arabia Saudí para que levante un embargo que tiene consecuencias catastróficas, especialmente, para las personas más indefensas. Y con carácter más general, vamos a promover también en la negociación de los próximos presupuestos generales del Estado un incremento importante de las partidas destinadas a cooperación internacional. 

Es una buena noticia, pero también es cierto que los fondos a Yemen no pueden esperar más. Las Naciones Unidas han advertido de que el país enfrenta una tormenta perfecta y que apenas queda tiempo para evitar el colapso. Puede morir muchísima gente de hambre y de enfermedades. ¿No crees que es el momento de actuar y de que el Gobierno reaccione?
Estoy totalmente de acuerdo en que Yemen no puede esperar más y en que es el momento de actuar. Creo que la comunidad internacional y las Naciones Unidas deben afrontar en serio el problema. Y creo que España debería estar en la vanguardia de esa reacción. Además de obedecer a razones humanitarias, esto podría servir, de paso, para contrarrestar un poco el comportamiento nada ejemplar que a veces ha jugado en la región, incluida la implicación directa en la guerra del golfo durante el mandato de Aznar; y para compensar el apoyo sin reservas que se ha venido prestando a las monarquías teocráticas del golfo.