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Actualidad árabe (y más)
Los nuevos refugiados y a los que ya nadie escucha; desde Sudán hasta Siria y Palestina
La avaricia de dos dirigentes militares que se disputan el poder en Sudán sume el país en el terror. Los enfrentamientos armados en plena capital dejan centenares de personas muertas y organizaciones humanitarias se declaran incapaces de calcular cuántas decenas de miles de personas han abandonado el país en busca de seguridad. La inestabilidad sudanesa entra en una nueva fase como también lo hace la siria: las autoridades libanesas han deportado esta semana docenas de sirios y grupos como Amnistía Internacional denuncian la ilegalidad y la irresponsabilidad de este movimiento.
En el territorio de la Palestina histórica, miles de israelíes celebran el 75 aniversario desde la creación del estado judío mientras el pueblo palestino conmemora el violento proceso de expulsión que precedió el nacimiento de Israel. En Iraq, en el veinte aniversario desde la ocupación internacional liderada por los Estados Unidos no se detiene la aparición de nuevos testimonios del horror.
La violencia engulle Sudán, de donde huyen “decenas de miles” de personas
Guerra y crisis humanitaria en Sudan. Los enfrentamientos entre las fuerzas armadas y las milicias paramilitares del país, cuyos líderes se disputan el poder en el estado, han causado al menos 400 víctimas mortales, y la Organización Mundial de la Salud prevé que la cifra no deje de crecer. El motivo: la ausencia de servicios básicos y la circulación de enfermedades en medio del caos y de la violencia.
“Además de las muertes causadas por el conflicto de forma directa, la OMS prevé muchas más muertes debido a la ausencia de electricidad y a la falta de acceso a alimentación y a agua potable”, declaró el miércoles el jefe de la organización, Tedros Adhanmos Ghebreyesus. Según el diplomático, “la disrupción de servicios básicos” también contribuirá al crecimiento de las cifras, puesto que solo el 16% de las clínicas están operativas en la capital del país.
“Además de las muertes causadas por el conflicto de forma directa, la OMS prevé en Sudán muchas más muertes debido a la ausencia de electricidad y a la falta de acceso a alimentación y a agua potable”
La violencia engulle Sudán ante la determinación de Abdelfattah al Burhan y Mohamed Hamdan Dagalo en erigirse como líderes sudaneses. El primero, al-Burhan, es el líder del ejército y jefe del Consejo Soberano de la Transición, lo que le convierte en el actual líder de facto del país. Por su parte, Dagalo es el segundo hombre más fuerte del Consejo y es además el líder de las Fuerzas de Apoyo Rápido, un poderoso grupo paramilitar ahora levantado contra las órdenes del ejército.
Ambos dirigentes militares habían unido fuerzas en octubre de 2021 para perpetrar un golpe de estado que hiciera descarrilar la transición hacia la democracia. Tras las revueltas de 2019 y la caída del dictador Omar el Bashir, se había formado un gobierno bicéfalo, con una vertiente ciudadana y otra militar, que debía pilotar el país hasta el poder civil. Ahora, ambas facciones militares se disputan el poder.
El volumen de población desplazada es tan grande que a las organizaciones humanitarias les cuesta incluso echar cálculos. “Decenas de miles están llegando a la República Centroafricana, al Chad, a Egipto, a Etiopía o a Sudán del Sur”, declaró Joyce Msuya, miembro de la secretaría general de asuntos humanitarios de la ONU. La insuficiencia a la hora de responder a la crisis humanitaria también se hace presente en el interior del país. Mohammed Mahdi, del Comité de Rescate Internacional, advirtió de la escasez de recursos en campos de refugiados como el de Tuanydbah, en el sur del Sudán, donde 3.000 desplazados sudaneses se han unido a 28.000 refugiados etíopes que ya se encontraban en el lugar.
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Líbano deporta docenas de refugiados sirios
Amnistía Internacional y otros grupos defensores de los derechos humanos están denunciando las deportaciones forzosas que el gobierno libanés ha perpetrado durante los últimos días contra docenas de refugiados sirios, algo que atenta contra la legislación internacional. “Las autoridades libanesas deben frenar las deportaciones de refugiados hacia Siria de forma inmediata”, dijo la entidad internacional en un comunicado el pasado lunes.
Las fuerzas de seguridad libanesas habían practicado redadas contra edificios habitados por sirios en múltiples partes del país. Amnistía advierte que el retorno de estas personas a Siria es peligroso. “Existen temores de que estos individuos sufran tortura o persecución a manos de las autoridades sirias una vez estén de regreso en el país”, añade el grupo en el comunicado. Las sospechas, por desgracia, se confirmaron horas después. “Al menos una de las personas deportadas por Líbano ha sido detenida por las autoridades sirias”, dijo a través de su cuenta en las redes sociales Aya Majzoub, investigadora de Amnistía en Líbano: “Mohammad explicó a Amnistía que las autoridades sirias se llevaron a su hermano a una ubicación no revelada”. Según el hermano del hombre desaparecido, los uniformados se dirigieron a su mujer y a su hijo, que habían sido deportados desde Líbano junto a él, y les advirtieron: “ya podéis olvidaros de él”.
Amnistía Internacional y otros grupos defensores de los derechos humanos están denunciando las deportaciones forzosas que el gobierno libanés ha perpetrado durante los últimos días contra docenas de refugiados sirios
“Es extremadamente alarmante ver cómo el ejército decide el destino de los refugiados sin siquiera respetar los procesos pertinentes”, denuncia Majzoub en la publicación de Amnistía: “ningún refugiado debería ser devuelto al lugar donde su vida está en riesgo”, añade. Este hecho se enmarca dentro de un proceso global en el que muchos países, como Líbano y Dinamarca, hacen suyo el falso relato de Siria como país seguro con tal de sentirse legitimados para expulsar a refugiados sirios. Este es un proceso vinculado a la reintegración diplomática del régimen sirio, que ve como los gobiernos de la región retoman relaciones con Damasco.
Además de la existencia de conversaciones entre el clan de los al-Asad y Turquía para aclarar el futuro del bastión rebelde del noroeste de Siria, países como los Emiratos Árabes Unidos, Omán o Bahrain han reabierto sus embajadas en la capital siria durante los últimos años. Ahora, además, China da un nuevo empujón a esta tendencia. La mediación de Pekín, que parece ocupar el vacío dejado en Oriente Medio por los Estados Unidos, logró el reciente acuerdo entre Arabia Saudí e Irán, que anunciaron la reapertura de sendas embajadas.
El acercamiento entre ambas potencias, que acumulaban siete años de ruptura diplomática y que mantienen décadas de rivalidad política, ya tiene consecuencias en los campos de batalla en los que Riad y Teherán se disputan la influencia en la región. Lo hace en Yemen, donde Teherán apoya a los hutíes en su guerra contra una coalición patrocinada por los saudíes. Y lo hace en Siria, donde la familia de los Saúd, que había apoyado a los rebeldes que luchaban contra al-Asad, ha anunciado la reapertura de su embajada en Damasco tras haberla cerrado en 2012. La visita que el ministro saudí de Asuntos Exteriores, el príncipe Faisal bin Farhan Al Saud, hizo a Bashar al-Asad en Damasco la semana pasada pareció sellar un cambio de etapa que muchos países acogedores de refugiados querrán aprovechar para expulsarlos camino de Siria.
Palestina conmemora los 75 años desde la Nakba, la Gran Catástrofe
Decenas de miles de israelíes partidarios del ejecutivo de extrema derecha que gobierna en Israel salieron ayer a las calles para mostrar su apoyo a la controvertida medida estrella de los actuales dirigentes del país. El gobierno capitaneado por Benyamin Netanyahu pretende recortar los poderes del sistema judicial, algo que no ha dejado de polarizar la sociedad israelí durante la semana en el que su estado judío cumple el 75 aniversario desde su creación.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, se apuntó al patriotismo israelí con unas declaraciones que obvian el apartheid practicado sobre el terreno: “hace 75 años, un sueño se convirtió en realidad”, dijo la presidenta: “tras la mayor tragedia en la historia de la humanidad, el pueblo judío pudo crear un hogar en la tierra prometida, resultando en una vibrante democracia en el corazón de Oriente Medio”. Las palabras sobre lo que ocurrió en 1948, cuando se forjó el nacimiento del estado de Israel, contrastan según el relato de quien eche la memoria para atrás. El “sueño” y la “vibrante democracia” que von der Leyen celebra no tiene nada que ver con las conmemoraciones del pueblo palestino, que estos días recuerdan con pesar el violento proceso de expulsión al que las milicias sionistas sometieron la Palestina histórica y centenares de miles de sus residentes.
Miles de palestinos han participado estos días de las llamadas Marchas por el Retorno, en las que regresan a los territorios donde se encontraban antiguos municipios palestinos, ahora convertidos en ciudades israelíes o en asentamientos ilegales
Miles de palestinos han participado estos días de las llamadas Marchas por el Retorno, en las que regresan a los territorios donde se encontraban antiguos municipios palestinos, ahora convertidos en ciudades israelíes o en asentamientos ilegales. “Hoy conmemoramos el 75 aniversario desde la Nakba, que son 75 años de desposesión, de expulsión y de negación del derecho al retorno para los palestinos”, decía Edo Konrad, periodista de un medio de comunicación llamado +972 Magazine donde publican autores palestinos e israelíes. “Lo hacemos en Lajún, un pueblo en el norte de Palestina que sufrió la limpieza étnica por parte de la milicia Haganá en mayo de 1948”. “Hoy”, añadía Konrad, “sobre el territorio donde descansaba Lajún se encuentra el kibutz Megiddo”.
Nuevos testimonios del horror 20 años después de la ocupación de Iraq
Hace semanas que se cumplieron los 20 años desde el inicio de la ocupación liderada por los Estados Unidos contra Iraq, pero continúan apareciendo testimonios del horror sufrido en carne iraquí. Talib al-Majli, ciudadano del país árabe de 57 años, relató recientemente a la radio estadounidense NPR las torturas a las que le sometieron dos décadas atrás “pero que recuerda como si fueran ayer”.“Hasta el día de hoy, todavía me siento humillado por lo que se hizo contra mi”, declara avergonzado. Al-Majli fue uno de los muchos desafortunados que fueron detenidos y encerrados en la temida cárcel de Abu Gharib, un agujero para los derechos humanos. “El tiempo que pasé en Abu Gharib terminó con mi vida; ahora soy sólo media persona”.
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Las fuertes secuelas físicas y psicológicas que quedaron imprimidas en este iraquí para el resto de su vida le hicieron incapaz de formar parte del mercado laboral. Su mujer, asegura al-Majli, lo dejó, llevándose las dos hijas que compartían. Sus hijos sufrieron bullying en la escuela por la condición en la que se encontraba su padre, llevándolos a dejar los estudios. Hoy, residen junto con su padre en un apartamento de dos habitaciones, con el baño en el exterior, en un barrio pobre de Bagdad.
Las autoridades estadounidenses que detuvieron a al-Majli nunca presentaron cargos contra él, pero lo mantuvieron en la cárcel durante 16 meses. Su caso no fue una excepción, como reconocerían más tarde los EEUU. Funcionarios de los servicios de inteligencia de la Casa Blanca admitieron en declaraciones a una investigación del Comité Internacional de la Cruz Roja que miles de iraquíes fueron detenidos por error durante la ocupación de Iraq.
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