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Actualidad árabe (y más)
Un torturador al frente de la Interpol, un viaje difícil hacia las elecciones en Libia, y una crisis libanesa que no parece tener fin
El nuevo jefe de Interpol, Ahmed Nasser Al Raisi, hasta ahora inspector general del ministerio de Interior de Emiratos Árabes Unidos, arrastra un curriculum sembrado de acusaciones de violaciones de los derechos humanos. También en el ámbito de los derechos humanos la organización de la Copa del Mundo de Fútbol en Qatar sigue generando polémica con la detención de dos periodistas de la televisión pública noruega que documentaban las condiciones laborales de los trabajadores migrantes empleados en la construcción de las instalaciones previstas para el evento.
Por otro lado, la crisis en Líbano arrasa con las condiciones de vida de su población afectando particularmente a la infancia. Mientras, Libia se prepara para sus primeras elecciones tras la independencia de Italia,
Un supuesto torturador, jefe de policía mundial
Ahmed Nasser Al Raisi será presidente de la Interpol durante los próximos cuatro años. El hasta hoy inspector general del ministerio de Interior de los Emiratos Árabes Unidos asume la dirección de la entidad policial mundial, que se encarga de facilitar la cooperación internacional entre agencias policiales.
La designación ha preocupado a entidades defensoras de derechos humanos, así como a miembros del Parlamento Europeo. Lo acusan de ser responsables de múltiples casos de abusos de derechos humanos en el emirato, incluidos torturas, abusos sexuales, detenciones arbitrarias y desapariciones forzadas. La llegada de Raisi a la dirección del organismo confirma la creciente tendencia que lleva a régimenes autoritarios a controlar la Interpol.
En 2019, una veintena de entidades defensoras de los derechos humanos, incluida Human Rights Watch, expresaron temor ante la posibilidad de que Raisi, acusado de tortura, fuera algún día elegido como jefe de la Interpol
La elección de Raisi llega después de que los EAU se hayan convertido en uno de los máximos financiadores de la Interpol, llegando a aportar en 2017 hasta un tercio del presupuesto anual de la entidad, con 56 millones de dolares. Esa operación llevó a muchos a acusar a los EAU de estar comprando influencia. La Fundación de la Interpol para un Mundo más Seguro, una agencia externa que supone otra de las grandes contribuidoras al presupuesto de la Interpol, también depende económicamente de EAU, siendo, según algunas investigaciones, un mecanismo para trasladar capitales desde el gobierno de EAU hacia Interpol. “El proceso de elección de los jefes [de la Interpol] ha sido opaco, impidiendo un escrutinio público”, dice Bruno Min, director de Fair Trials, organización británica que aboga por sistemas judiciales justos. “Así, no hay manera de saber qué esperar de los candidatos en relación a la protección de derechos humanos”, concluye.
Recientemente se han presentado demandas contra Raisi tanto desde Francia como desde Turquía por motivos de tortura. En 2019, una veintena de entidades defensoras de los derechos humanos, incluida Human Rights Watch, expresaron temor ante la posibilidad de que Raisi fuera algún día elegido como jefe de la Interpol. “Raisi es parte de un aparato de seguridad que continua apuntando directamente contra opositores pacíficos”, denunciaban.
Raisi, que hasta hoy se encargaba de supervisar el funcionamiento de las fuerzas de seguridad en los EAU, ha sido señalado este año por el Centro del Golfo para los Derechos Humanos. La entidad le acusa de “actos de inhumanidad y tortura” en relación a Ahmed Mansoor, el opositor emiratí encarcelado desde 2017 en los EAU “en condiciones propias de la Edad Media y constitutivas de actos de tortura”.
¿Generación perdida en Líbano?
Activistas, civiles y periodistas advierten desde hace dos años de la caída hasta hoy interminable de Líbano y los reconocimientos de la catástrofe no se dejan de suceder. UNICEF ha denunciado esta semana que la mayoría de las familias residentes en Líbano tienen al menos un niño o niña perdiéndose comidas debido a la fuerte crisis que atraviesa el país. “La asombrosa magnitud de la crisis debería ser una llamada de atención”, declaró la representante de UNICEF en Líbano, Yukie Mokuo. La creciente pobreza, que ya aplasta el 80% de la población, saca a multitud de niños de los colegios para introducirlos en el mercado laboral. Muchos de ellos pueden ser vistos metidos en los contenedores de las ciudades rebuscando entre la basura o acercándose a zonas de restaurantes para conseguir donativos. Además, se cree que el 30% de los niños del país no están recibiendo atención médica.
En Líbano, mientras el precio del combustible ha subido un 2000% durante los últimos meses, acompañado por un aumento del 280% en comida y en bebidas no alcohólicas durante el mismo período, la moneda local y el valor de los sueldos ha perdido un 93% de su valor desde 2019
Otros datos publicados durante los últimos días, y en parte recogidos por este artículo, advierten que el desempleo alcanza el 40% de la población y que la retirada de subsidios de artículos de primera necesidad encarece el precio de la vida hasta hacerla imposible matemáticamente para la mayoría de la población. Mientras el precio del combustible ha subido un 2000% durante los últimos meses, acompañado por un aumento del 280% en comida y en bebidas no alcohólicas durante el mismo período, la moneda local y el valor de los sueldos ha perdido un 93% de su valor desde 2019.
La caída libre de Líbano no parece estresar a la clase política del país, que tardó más de un año en formar un nuevo gobierno tras la renuncia del anterior ejecutivo, días después de la explosión en el puerto de Beirut. Ello quizá ocurría por la misma conclusión a la que llegó la semana pasada el Relator Especial de la ONU en extrema pobreza y hambre, Olivier de Schutter. Tras invertir dos semanas sobre el terreno estudiando la respuesta gubernamental a las múltiples crisis que azotan el país y reuniendose con las autoridades, de Schutter concluyó que la clase política libanesa vive “en la tierra de la fantasía”. “El abandono de responsabilidad de los líderes políticos es alucinante”, declaró el diplomático durante su último día de visita en Líbano: “estoy en shock tras ver la desconexión entre la clase dirigente y la realidad de aquellos que sufren la pobreza sobre el terreno”.
Precisamente, una imagen que no ha gustado en Líbano es la del primer ministro del país, Nakib Mikati, pasando unos días en un hotel de lujo de Roma mientras en Líbano hay niños y niñas comiendo menos de lo necesario. La disfunción general del estado hace que a lo largo de todo Líbano, incluida en la capital Beirut, se registren cortes de largas horas en el suministro de electricidad y de agua corriente.
Carrera electoral en Libia
Se acercan las elecciones presidenciales de Libia. Serán las primeras que se celebren en el país norteafricano desde que se independizó de Italia, en 1951. La jornada, prevista para el 24 de diciembre, es vista como un evento clave en la estabilización del país después de 10 años de conflicto.
Más de 100 personas se registraron para concurrir a las elecciones como candidatas. Entre ellas hubo una sola mujer, Laila bin Khalida, además del comandante militar Khalifa Haftar, el ex ministro del interior Fathi Bashgha, el líder del parlamento Aguila Saleh y el primer ministro interino, Abdul Hamid Dbeibah. También se inscribió Seif al-Islam, hijo de Muamar el Ghadafi, pero su candidatura ha sido cancelada por las autoridades electorales del país, que señalan las condenas previas del hijo del dictador como motivo para vetarlo. En 2015, un tribunal en Trípoli lo sentenció a muerte por el uso de la violencia contra los manifestantes al que recurrió durante las revueltas que en 2011 apuntaban contra su padre. En el ámbito global, el Tribunal Penal Internacional persigue a al-Islam por crímenes contra la humanidad, también perpetrados durante la primavera árabe. Durante los próximos días, el hijo de Gadafi puede recurrir la decisión a los tribunales. Algunas voces no entienden que se excluya a Gadafi por asuntos relacionados con el incumplimiento de derechos humanos y que no se haga lo mismo con los también controvertidos Haftar y Dbeibah.
Algunas voces no entienden que se excluya a Gadafi por asuntos relacionados con el incumplimiento de derechos humanos y que no se haga lo mismo con los también controvertidos Haftar y Dbeibah.
Mientras tanto, el país y sus costas siguen siendo un pozo para los derechos humanos. Al menos 75 personas murieron la semana pasada al naufragar la embarcación en la que pretendían huir de Libia. Muchos, sin embargo, no llegan al mar: 64 personas han muerto durante las últimas horas mientras cruzaban el norte de África en dirección al Mediterraneo. El otro destino negro que aguarda Libia sigue condenando centenares de vidas. Más de 300 personas fueron interceptadas por los guardacostas libios, siendo devueltos a centros de detención del país norteafricano, donde los derechos humanos más básicos no son respetados.
El enviado especial de la ONU en Libia, el eslovaco Jan Kubis, ha presentado su dimisión. La renuncia, producida un mes antes de las elecciones y solo 10 meses después de que Kubis asumiera el cargo, ha sido aceptada por el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, aunque “con pesares”. No han trascendido los motivos de la dimisión, pero la imagen de la entidad internacional en Libia ha quedado dañada, al ser este un momento clave en la reconstrucción política y social del país.
Periodistas detenidos en Qatar
Dos periodistas de la televisión pública noruega fueron detenidos durante 30 horas en Qatar tras ser arrestados por policías de paisano. Los cuerpos de seguridad eliminaron el contenido que habían registrado en un campamento donde residen trabajadores migrantes.Los periodistas Halvor Ekaland y Lokman Ghorbani se encontraban haciendo reportajes sobre los derechos laborales en Qatar a un año vista de que el país acoja la Copa del Mundo de Futbol de 2022 cuando fueron detenidos
Halvor Ekaland y Lokman Ghorbani se encontraban haciendo reportajes sobre los derechos laborales en Qatar a un año vista de que el país acoja la Copa del Mundo de Futbol de 2022, evento que ha aumentado el escrutinio internacional sobre el país del golfo. Las autoridades del emirato han defendido la detención de los periodistas europeos al acusarlos de “haber traspasado una propiedad privada” y de haber “registrado imágenes sin permiso”. Sin embargo, Ekaland y Ghorbani aseguran que tenían el beneplácito de la Organización de la Copa del Mundo, así como el acuerdo verbal con las personas que aparecían en las imágenes registradas.
“Ellos tenían todos los permisos que se necesitaban para realizar entrevistas”, declaró el jefe de la televisión pública noruega, Thor Gjermund Eriksen, en una conferencia en Oslo. Ambos periodistas tuvieron que abandonar el país con las manos vacías y sin su equipo de trabajo, que fue requisado. Las autoridades qataríes han admitido que los periodistas habían hecho los trámites oficiales para obtener un permiso por escrito, pero que aún no se les había dado respuesta. Defensores de la libertad de prensa alrededor del mundo han mostrado su preocupación ante la posibilidad de que hechos como estos intimiden a los periodistas que visiten Qatar a partir de ahora y durante la realización del torneo deportivo.
Desde que Qatar fue designado anfitrión de la copa mundial, el país ha sido criticado por las duras condiciones a las que los trabajadores migrantes son sometidos, también para construir los ocho estadios faraónicos que rodean Doha. Algunos estudios revelan que más de 6500 trabajadores migrantes han muerto en Qatar desde que el país recibió el encargo de acoger el torneo. Los líderes qataríes ven en la Copa del Mundo una ocasión para darse a conocer alrededor del globo y de impulsar a Qatar en el ámbito diplomático. Muchos han catalogado el vínculo entre la Copa del Mundo y Qatar como una estrategia de “sportwashing”.