África
El pueblo sudanés quiere acabar con 30 años de régimen

De las protestas por el precio del pan a la revuelta contra el presidente. Diez días de manifestaciones que podrían cambiar el rumbo de Sudán. 
Manifestación sudán
Las fuerzas de seguridad reprimen con gases lacrimógenos la manifestación del 25 de diciembre en Jartum
28 dic 2018 05:31

Hurriya, hurriya!”, cantan cientos de mujeres sudanesas en una manifestación. Muchas de ellas llevan la bata blanca de las estudiantes.  Hurriya significa libertad en árabe, y la protesta que estas mujeres protagonizan es una más de las muchas que, desde el pasado 19 de diciembre, han tomado las calles en varias ciudades de Sudán. El país africano está siendo testigo de decenas de movilizaciones, un clima de rebelión que podría amenazar la continuidad del régimen.Las primeras manifestaciones fueron espontáneas. Una respuesta desde el hartazgo cuando el pan triplicó su precio. Esta subida supone para muchas familias no poder alimentarse, una situación que viene a culminar una etapa de empobrecimiento marcada por la inflación —el gobierno reconoce un 70% de inflación en el último año, pero otros expertos apuntan a un porcentaje mucho mayor — la escasez de gasolina, que ha obligado durante meses a las personas a dormir en sus coches mientras hacían horas de cola ante los surtidores, y un corralito que ha dejado los bancos desprovistos de dinero, impidiendo que la gente cobrara sus salarios. Toda esta lista de agravios se ha podido escuchar en las manifestaciones, que al final se han traducido en una demanda: “el pueblo quiere acabar con el régimen”.

En julio de 2018, el FMI visitó el país. Dado que Sudán figura todavía en la lista de estados que apoyan el terrorismo no puede recibir préstamos de la institución. Pero sí asesoramiento. La asistencia técnica del fondo se ha traducido en el fin de los subsidios, la incapacidad de la población de cubrir sus necesidades básicas y, como respuesta: la revuelta.

Falta de pan, inflación, fin de los subsidios, corralito. La lista de agravios se ha podido escuchar en las manifestaciones
Omar Al Bashir, que tomó el poder el 30 de junio de 1989 con el apoyo del ejército, se ha convertido en uno de los dictadores más longevos de la región. Al frente del Partido del Congreso Nacional, bajo su gobierno —de corte islamista—, se recrudeció la guerra contra el Sur del país. Dos décadas de conflicto que culminaron con la secesión del Sur tras un referéndum en 2011. Mientras Sudán del Sur vive en situación de guerra civil desde su creación, el Norte, desprovisto de la que se había convertido en su principal fuente de riqueza, el petróleo —el 75% de las reservas pertenecía a la parte meridional del país— se precipitó en una debacle económica.“Hoy, nosotros el pueblo sudanés, hemos cruzado el punto de no retorno en el camino del cambio”, rezaba un comunicado de la coalición de asociaciones profesionales que convocó la marcha del martes 25. “Tomaremos todas las opciones de acciones pacíficas y populares hasta que acabemos con el régimen que sigue derramando sangre. Hoy, más que nunca, tenemos confianza en nuestra capacidad colectiva de conseguirlo”, anunciaban. Según reportaba Amnistía Internacional el mismo martes, las víctimas mortales de la represión ya eran 37.

Tras varios días de manifestaciones espontáneas, protagonizadas en gran medida por estudiantes —el gobierno cerró universidades y escuelas para detener las protestas— la manifestación del pasado 25 en Jartum, en la que se marchó hasta el Palacio Presidencial, fue uno de los primeros actos organizados articulando a sindicatos y partidos en la oposición. Por su parte, el lunes 24 los médicos se declararon en huelga. Ayer 27, los periodistas convocaron también un paro de tres días. 

Por las redes sociales vienen circulando las imágenes de las manifestaciones, también las que prueban la represión del régimen que ha respondido a las protestas con munición real y gases lacrimógenos. Un vídeo muestra una larga hilera de cuatro por cuatro cargados de militares en una de las principales arterias de la capital. Mientras tanto, el gobierno ha limitado internet, censurado las redes sociales y expulsado a varios periodistas de medios árabes. 14 miembros de la oposición han sido detenidos.

Una tradición de protesta que vuelve

Las primeras protestas tuvieron lugar en en la ciudad de Atbara, una población de poco más de 100.000 habitantes en el noroeste del país. Atbara, considerada como capital del ferrocarril durante la época de la colonia, tiene una importante tradición sindical y anticolonial. De allí las protestas se han ido extendiendo a diversas ciudades entre ellas la capital. Ya a finales de 2017 el descontento fruto de la inflación se tradujo en movilizaciones.

En el 2011, con la primavera árabe, empezó un ciclo de protestas en el país que culminaría con las revueltas de otoño de 2013 contra la subida de la gasolina. Aquellas movilizaciones acabaron con más de 200 muertos. Las medidas de austeridad aprobadas por Al Bashir en aquellos dos años, alimentaron intermitentemente movilizaciones. Por otro lado, la Corte Penal Internacional emitió en 2009 y 2010 dos órdenes de arresto contra el presidente sudanés, acusándole de genocidio, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, principalmente por su rol en Darfur. 

“Esta es una segunda ola, más intensa, de lo que pasó en septiembre de 2013. El gobierno consiguió sobrevivir entonces. Pero esta vez, los manifestantes parecen más determinados, y han superado la masacre que sufrieron la última vez”, comentaba el analista sudanés Mohamed Osman a la cadena Al Jazeera el pasado lunes. Unos de los signos más claros de la actual vulnerabilidad del régimen, según este experto, ha consistido en la participación de algunos militares en las manifestaciones.

Hasta ahora, el principal apoyo Al Bashir ha sido el ejército. Su gobierno destina un 75% del presupuesto nacional a defensa. Si el conflicto con el Sur fue la excusa para perpetuar un régimen militar, mientras se contaba con los ingresos del petróleo se pudo crear cierta ficción de prosperidad. De aquellos años de crecimiento poco ha quedado en términos de infraestructuras o industria estatal, el dinero del petróleo vino a enriquecer a las élites políticas. Junto a la denuncia por la situación económica, en la calle se señala la corrupción del sistema.

En 1964 y 1985 movilizaciones civiles como las de estos últimos diez días clausuraron las dictaduras de Abboud y Numeiry
Los manifestantes ven incluso a los partidos históricos de la oposición: la Umma y el Partido Unionista como parte del sistema corrupto que ha llevado a la población a la pobreza. Es a los partidos de izquierda y liberales a quienes apuntan los portavoces del gobierno de estar detrás de las protestas. Los manifestantes apelan a una ruptura y recuerdan que no es la primera vez que la gente, en la calle, impone un giro democrático.

En 1964 un ciclo de protestas acabó con la dictadura de Ibrahim Abboud, quien dio un golpe de estado en 1958, a solo dos años de la independencia. En el 85, el régimen de Yaafar al-Numeiry terminó cuando miles de personas tomaron las calles exigiendo democracia. Ambos hechos históricos emergen en los discursos de los activistas en territorio sudanés pero también en la diáspora. A lo largo de la semana, las concentraciones en solidaridad con las protestas en Sudán se extendieron por varias ciudades de Estados Unidos y Europa. 

EEUU, Yemen y la resaca de otras primaveras

Mientras el 2018 concluye con este panorama de protesta a nivel interno, a nivel internacional Al Bashir se encuentra en un momento de calma. Tras años de castigo económico, Estados Unidos levantó las sanciones al estado africano en octubre de 2017, al entender que el gobierno ha hecho avances contra el terrorismo. Este blanqueamiento coincide con la participación de Sudán en la guerra de Yemen, integrando la alianza con Arabia Saudí, Estados Unidos y los Emiratos Árabes contra los Houthi. Allá donde la superpotencia y los ricas monarquías petroleras ponen el dinero y las armas, Sudán ha puesto tropas. Muchos de los soldados provienen de las milicias janjaweed, famosas por su crueldad en Darfur. Pero esta vez el frente interno podría ser suficiente para desestabilizar al mandatario. Según señalan sus opositores, el hecho de que Al Bashir no estuviera presente en el palacio gubernamental en ocasión de la marcha del pasado martes 25 es un prueba de su debilidad. Un día antes tachaba de “traidores y mercenarios” a quienes estaban detrás de “estos sabotajes” y prometía nuevas reformas económicas. Sus palabras fueron claramente insuficientes para contener las manifestaciones. Ante los precedentes de las primaveras árabes la gente se pregunta qué podría venir después de Al Bashir. De momento, esta incertidumbre no impide que sigan las protestas. Mañana, 29 de diciembre a las 11 de la mañana, la comunidad sudanesa en Madrid ha convocado una concentración frente a la embajada de Sudán para denunciar la violación de los derechos humanos en el país y exigir que se respeten las manifestaciones pacíficas.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

En el margen
Mayra Ëkatö “En África la comida es unión, es familia, es alegría, es contacto con la Naturaleza, es respeto”
Técnica en farmacia de profesión y originaria de Malabo, esta cocinera explora los distintos sabores en África y los trae a los paladares acompañados de su historia.
África
Fotografía Toronto no es una ciudad
Un recóndito club de música abre sus puertas en la frontera etíope somalí
República del Sudán
Personas refugiadas Sudán persigue una paz esquiva entre la hambruna y la violencia continua contra la población
El fallido intento de asesinato del general Abdel Fattah, al frente de las Fuerzas Armadas Sudanesas, agita un país castigado por el hambre, pendiente de un intento más por detener una guerra que amenaza con enquistarse.
Yassin Elamin
28/12/2018 16:04

Felicitaciones por la buena elaboración y la presentación explícita y compacta
VIVA SUDÁN LIBRE E INDEPENDIENTE

6
2
Banco Popular
Gareth Gore “El Opus tiene archivos guardados con información realmente personal sobre personas influyentes”
El periodista británico vino a España a investigar la caída del Banco Popular y se encontró con una historia de ingeniería financiera, poder y auge de una élite de extrema derecha protagonizada por el Opus Dei.
México
México Biopiratería, una amenaza constante a la biodiversidad y los saberes ancestrales en México
El extractivismo de las especies autóctonas y los conocimientos de los pueblos indígenas plantea un desafío para las comunidades, expuestas a tener que defender este patrimonio inmaterial ante los bufetes legales de las multinacionales.
Derecho a la vivienda
Especulación inmobiliaria Qué hay detrás de las movilizaciones por el derecho a la vivienda de este 13-0
La crisis de vivienda vuelve a marcar la agenda política con acusaciones cruzadas entre el Gobierno central, las administraciones autonómicas, los partidos políticos y las organizaciones sociales.
Análisis
Análisis Las fronteras selectivas: discriminación en los movimientos y migraciones globales
Los países poderosos implementan políticas que protegen sus intereses estrechos, seleccionando a los migrantes en función de su capacidad de “adaptarse” a la sociedad receptora o basándose en criterios raciales, culturales y religiosos.
Líbano
Líbano Israel convierte el Sur de Líbano en zona militar mientras continúa su política de expulsión de población
El estado sionista presenta como “guerra contra Hezbollah” el ataque contra posiciones de los cascos azules de la FINUL, la destrucción de centros de bomberos y la expulsión de centenares de miles de civiles desvinculados de la milicia libanesa.

Últimas

Formación El Salto
Formación El Salto Del Magreb al Golfo Pérsico: ¿cómo informar(se) sobre el llamado mundo árabe?
El Salto Formación trae para octubre el primero de sus cursos orientados a la información internacional. Una propuesta en la que revisaremos de forma crítica cómo (nos) informamos sobre los países árabes y otros estados históricamente relacionados.
Ocupación israelí
Según una Comisión de Investigación de la ONU Israel destruye de manera “deliberada y sistemática” el sistema sanitario de Gaza
Un nuevo informe de la Comisión Internacional Independiente de Investigación de la ONU sobre los Territorios Palestinos Ocupados muestra la destrucción deliberada y sistemática del sistema sanitario de Gaza por parte de Israel.
AGANTRO
Agantro O número 262 dunha rúa no Porto
Nunha casa do Porto estudantes de todo o mundo entrelazan culturas e lembranzas, deixando nas súas paredes un rastro de convivencia e cambio continuo.
Comunidad El Salto
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate ‘El Estado feroz’, el primer libro de Pablo Elorduy
El responsable de Política de El Salto firma este ensayo donde recoge la historia política de las últimas dos décadas y la “restauración del orden tras el estallido de lo inesperado”.
Más noticias
Opinión
Opinión Recuperar Samil non era isto
Pouco queda do proxecto orixinal para a recuperación do ecosistema dunar da praia máis grande de Vigo e as actuacións que se están desenvolvendo van na dirección contraria, ignorando os indicadores da emerxencia climática en favor da urbanización.
Energía
OCUPACIÓN ISRAELÍ De Kutxabank a Siemens Gamesa: la complicidad vasca con el greenwashing en el genocidio de Israel
Las relaciones entre la embajada israelí, las administraciones públicas vascas y la filial vasca de Repsol, Petronor, sirven de trampolín para “programas de ayudas, cooperaciones y alianzas".
Opinión
Opinión El principio del fin de Israel
Un año después, las llamas del genocidio aún están encendidas, pero después de décadas de persecución y derramamiento de sangre, podemos estar asistiendo al inicio del fin del proyecto colonial de asentamiento en Palestina.
Xunta de Galicia
Investigación A empresa vinculada ao PP que fixo o informe sobre a AP-9 levou 620.000 euros en contratos a dedo da Xunta
O Goberno de Alfonso Rueda elixiu a Eptisa entre 2018 e 2022 para máis de 96 encargos sen concurso público. Esa consultora traballa para Audasa, concesionaria da autopista do Atlántico, e tivo como alto cargo ao exconselleiro Tomás Pérez Vidal.
Austeridad
Reglas fiscales ¿Tenemos un plan para la gente y las futuras generaciones?
VV.AA.
Si el Gobierno aspira a una transición ecológica justa completa, también debe asegurar que el gasto público sea coherente a la hora de garantizar derechos e invertir en bienestar.

Recomendadas

Congreso de los Diputados
Congreso ¿Por qué España debe computar las condenas de los presos de ETA en Francia?
Por derechos humanos, para evitar que Europa aperciba a España o porque, como reconoce Grande-Marlaska, la transposición de la directiva se realizó de modo “no correcto”. Hay presos que cumplen dos veces castigo por el mismo delito.
Culturas
Jumko Ogata “Nuestros activismos también se tienen que nutrir de las propuestas de sanar traumas colectivos”
Jumko Ogata Aguilar traduce uno de los libros más populares de bell hooks como puente entre las formas de organización de las mujeres negras en Estados Unidos y los espacios de mujeres negras y racializadas en el mundo hispanoparlante.
Laboral
Laboral Las bajas por salud mental de origen profesional se clasifican sistemáticamente como comunes
En 2023, en la Comunidad Autónoma del País Vasco solo constaban 21 bajas por cuadros psicosociales de origen profesional (el 0,01%), informa UGT Euskadi tras pedir el dato a las mutuas.