Opinión
Terror del hipermercado
El poder político extremeño, también en su forma puramente represiva, condena a la miseria a los trabajadores del campo, con la reducción de los precios agrarios (en beneficio de las grandes superficies) y los discursos sobre el sueldo mínimo. Situación de la que sacan tajada los patriotas de pandereta y los señoritos del campo.
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