Alimentación
¿Alimentación vegana para perros y gatos?
Cada vez más personas vegetarianas y veganas, por cuestiones éticas, ambientales o de salud, alimentan a los perros y gatos con los que conviven del mismo modo que lo hacen ellos: sin consumir carne u otros productos de origen animal. ¿Es saludable y/o ético darles una dieta 100% vegetal a animales que en su estado natural no se alimentan así?

A nivel taxonómico, los gatos son carnívoros estrictos, es decir, su fisiología y anatomía se han adaptado a una dieta exclusivamente cárnica. Mientras que los perros, aunque también están clasificados en la misma categoría, desde una perspectiva nutricional se les considera omnívoros.
El orden al que pertenecen ambos animales es el principal argumento en contra de la alimentación vegana para perros y gatos, normalmente clasificada por sus detractores como antinatural, y, por ende, no saludable.
Sin embargo, el doctor Andrew Knight, veterinario especialista en bienestar, derecho y ética animal, y miembro del Royal College of Veterinary Surgeons, afirma que la naturaleza de los animales domésticos no es significativa para justificar lo que comen.
Nutrientes vs ingredientes
“En la naturaleza los gatos se alimentan de pájaros, ratones e insectos, y pasan largos periodos de tiempo sin comer. Mientras que los que cuidamos se alimentan, a diario, de vaca, oveja, cerdo o pescado; animales que jamás podrían cazar y cuya carne, además, viene empaquetada. Asimismo, llevan vacunas, chips y reciben cuidados médicos. ¿Qué tiene todo ello de natural?”, se pregunta Knight.
Para este veterinario, a la hora de valorar la salubridad de una dieta debemos considerar los nutrientes que aporta, y no tanto los ingredientes. “A día de hoy no hay ningún motivo científico que pruebe que no se puede formular una dieta basada en plantas, minerales e ingredientes sintéticos, y que reúna las necesidades palatables (que sea sabrosa) y nutricionales que requiere cada especie”, apunta el veterinario.
“La adaptación de los gatos a una alimentación vegana puede ser muy rápida y positiva o requerir de un proceso de transición muy largo”, apunta María González
Roberto Elices, doctor en veterinaria por la Universidad Complutense de Madrid y autor del libro Atlas de nutrición y alimentación práctica para perros y gatos, opina de forma similar: “En principio cualquier alimento completo y equilibrado es apto para la especie de destino y su estadio fisiológico”. De tal manera que “se podría formular cualquier ración a partir de diferentes materias primas y añadiendo aquellos nutrientes deficitarios”.
Sin embargo, matiza: “Otra cosa es que sea digestible, palatable y la acepte la mascota por sus características organolépticas (sabor, olor, textura…). Antes de emplearla habría que hacer unas pruebas con animales para ver sus efectos adversos durante un periodo mínimo de seis meses”. Y en el caso de la dieta vegana recalca que “si es estrictamente orgánica, ecológica y natural es complicada de elaborar para perros e incompatible con el metabolismo de un gato”.
Especial atención en gatos veganos
Además de los nueve aminoácidos esenciales que requerimos todos los mamíferos, los gatos necesitan consumir taurina, arginina, vitamina A, vitamina B12 y ácido araquidónico, unos nutrientes deficitarios o inexistentes en los alimentos vegetales, pero que se pueden producir de forma sintética e incluir en el alimento de la mascota. Pero esto no garantiza que los animales se acostumbren con facilidad a una dieta 100% vegetal.
“La adaptación de los gatos a una alimentación vegana puede ser muy rápida y positiva o requerir de un proceso de transición muy largo”, apunta María González, veterinaria vegana y fundadora del refugio para animales La Vida de Color Frambuesa. Por ello, subraya que los propietarios deben mantener estrictos controles de salud sobre sus mascotas.
De momento no existen estudios que evidencien claramente la viabilidad de este tipo de alimentación
Además de realizar analíticas y evaluaciones periódicas, González recomienda medir el pH de la orina de gatos, sobre todo durante los primeros meses, ya que se pueden dar casos de alcalinización de la orina, lo que puede provocar obstrucción urinaria. También aconseja ir realizando un tránsito progresivo hacía estas dietas para evitar problemas digestivos.
Más allá de estas pautas de prevención, esta activista asegura que “nunca” ha podido asociar directamente ninguna patología en los animales que cuida y alimenta a partir una dieta vegana. De hecho, afirma que observa “menos enfermedades y problemas de salud que en animales que siguen otro tipo de dietas”.
¿Qué dice la ciencia?
Al margen de las opiniones y experiencias de los expertos, de momento no existen estudios que evidencien claramente la viabilidad de este tipo de alimentación, sino pequeños experimentos y casos concretos (sobre todo en perros), que, en general, muestran datos positivos cuando las dietas están debidamente formuladas y bajo supervisión médica.
Entre estos se encuentra el pienso 100% vegetal Veggieanimals. Un alimento, según se lee en su página web, avalado con dos años de estudios y análisis clínicos previos y científicamente ratificado por un experimentado equipo veterinario. Su fundadora, Sonia España, afirma que ninguna de las mascotas de sus clientes ha presentado problemas de salud; más bien al contrario.
El pienso vegano no es apto para todos los bolsillos: 15 kg de este alimento cuestan, de media, entre 50 euros y 60 euros
“El pienso que producimos al estar libre de las toxinas, sustancias medicinales y las hormonas que lleva consigo la carne, y siendo elaborado con ingredientes de calidad aptos para el consumo humano es altamente saludable”, explica España. Algo que no todos los fabricantes pueden decir.
“La mayoría de piensos convencionales contienen despojos de mataderos y animales que no son aptos para el consumo humano: animales muertos, moribundos, discapacitados o enfermos”, destaca la fundadora de Veggieanimals. “Si los dueños supieran cómo viven los animales en las granjas y cómo mueren en los mataderos, se plantearían la alimentación que ofrecen a perros y gatos”, añade.
El precio se dispara
El pienso vegano no es apto para todos los bolsillos: 15 kg de este alimento cuestan, de media, entre 50 euros y 60 euros, un coste similar al pienso convencional de gama alta. Sonia achaca esta diferencia de precios a la mala calidad de los ingredientes de los piensos más económicos. Aunque confía en que, si aumenta la demanda, los precios puedan reducirse.
Una circunstancia plausible dado el auge del movimiento vegetariano en España. Según el informe The Green Revolution (2016) el 7,8% de la población se declara veggie (0,2% veganos, 1,3% vegetarianos y 6,3% flexitarianos).
Independientemente de ello, los veterinarios reclaman sensatez a los propietarios. González remarca que “el veganismo no es una moda. No se puede dar una dieta vegana a un gato y quedarnos tan tranquilos. Debemos ser responsables y mantener un control muy estricto”.
Por su parte Elices, aunque le parecen “correctas” estas dietas “siempre que cumplan con las necesidades de la mascota”, alerta de los peligros que puede suponer “extrapolar nuestra filosofía de vida sin prestar atención a las recomendaciones profesionales avaladas por la investigación”. Al final lo importante es no olvidarnos de quiénes son los protagonistas.
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