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Tras el ataque relámpago que comenzó el 27 de noviembre lanzado por las milicias yihadistas en el noroeste de Siria, en menos de 15 días ha caído el régimen Bazaista en Siria y Bashar Al Assad ha huido del país, después de 13 años.
Este ataque ha tomado por sorpresa no solo al régimen sirio sino también a toda la comunidad internacional. El mundo tenía los ojos puestos en el genocidio palestino y la guerra de masacre en el sur del Líbano. Nadie esperaba que los rebeldes sirios, liderados por Hayat Tahrir al-Sham (HTS), avanzaran tan rápidamente sobre la ciudad de Alepo y se dirigieran hacia el sur, donde conquistando Hama, Homs y finalmente la capital, Damasco. Bashar Al Assad ha huido del país. El primer ministro del régimen llama a la unidad de Siria y ha licenciado al ejército.
Esta victoria relámpago ha sido posible gracias a varios factores locales, regionales e internacionales. La región de Alepo ha ido quedando vaciada de tropas del ejército regular sirio tras varios años de “estabilidad” desde que el régimen recuperara su control en 2016, para emplazar al grueso del empobrecido ejército al sur del país, previendo una posible ofensiva por parte de Israel. Además, Rusia, principal aliado y sostenedor de Bashar Al Assad, tiene la mayoría de sus fuerzas focalizadas en la guerra de Ucrania, por lo que no ha mantenido los antes abundantes recursos sobre el terreno. Así mismo Irán, también aliado del régimen, con un importante despliegue de milicias chiitas en Siria, ha perdido una parte importante de su apoyo con la destrucción de Hezbollah, que ha tenido que movilizar todos sus combatientes de regreso al Líbano, mientras que el resto de milicias proiraníes están enfocando sus esfuerzos en otros lugares más estratégicos del país.
Los avances han sido declarados bajo la bandera de HTS, una facción islamista radical que lleva años combatiendo en Siria, pero estos ataques altamente organizados están siendo apoyados por muchos otros grupos armados
Los avances han sido declarados bajo la bandera de HTS, milicia anteriormente conocida como Jabhat al-Nusra, una facción islamista radical que lleva años combatiendo en Siria, y que es una rama escindida de Al-Qaeda. Pero estos ataques altamente organizados y coordinados están siendo apoyados por muchos otros grupos armados, que tras pasar varios años en la misma región de Idlib, han mejorado su táctica militar sobre el terreno. El ataque ha supuesto una gran victoria no solo por el amplio territorio recuperado, sino también por la adquisición de un importante arsenal del ejército regular sirio, abandonado en su retirada, que incluye armamento tanto ligero como pesado. Algunas fuentes mencionan incluso armamento aéreo y antiaéreo. La toma de Damasco parece haber sido protagonizada por la sala de operaciones conjunta con milicias del sur del país.
Por otro lado, el Ejército Nacional Sirio (SNA, por sus siglas en inglés) aprovechó la coyuntura para atacar Shehba y Tel Rifaat, región al norte de Alepo donde se refugian miles de desplazados internos expulsados de Afrín durante la invasión de Turquía en 2018. El SNA está formado por diferentes facciones islamistas radicales, muchos de sus miembros reconocidos ex-combatientes del ISIS, completamente al servicio de los intereses turcos. Aunque las facciones del HTS también reciben diversos niveles de apoyo turco, el SNA está totalmente subordinado a Turquía. Sus principales esfuerzos militares se dirigen contra el proyecto democrático y multiétnico de la Administración Autónoma Democrática del Norte y Este de Siria (DAANES), siendo un peligro para todas las minorías no árabes sunitas, pero especialmente dañinas para las minorías cristiana y yazidi.
Según la ONU, se estiman entre 200 y 400 mil desplazados desde el pasado 28 de noviembre. Por el momento, solo en la región de Shehba, el Centro de Información de Rojava calcula que 100 mil personas han sido desplazadas de la región, llegando principalmente a las ciudades de Tabqa y Raqqa
Ya se cuentan por decenas de miles los desplazados por este recrudecimiento de la guerra en Siria. Según la ONU, se estiman entre 200 y 400 mil desplazados desde el pasado 28 de noviembre. Por el momento, solo en la región de Shehba, el Centro de Información de Rojava calcula que 100 mil personas han sido desplazadas de la región, llegando principalmente a las ciudades de Tabqa y Raqqa, donde se encuentran en condiciones de extrema necesidad. Nadie podía prever este desplazamiento masivo. Aunque se están construyendo tiendas de campañas improvisadas, miles de personas están viviendo a la intemperie bajo las gélidas condiciones del invierno sirio. Faltan suministros esenciales como alimentos, agua y medicamentos. Esta escasez ha supuesto que varias personas hayan fallecido en los últimos días, entre ellas un bebé de cuatro meses.
Según fuentes de las SDF las milicias de las SNA retuvieron y secuestraron un convoy de 120 coches con desplazados internos que huían de la zona de Shehba. Hasta el momento se desconoce el paradero de estas personas. También informan de la retención y extorsión a otros desplazados que tratan de huir de Tel Rifaat y Shehba hacia otras zonas de la Administración Autónoma, pagando precios desorbitados por combustible en su desesperados intentos por huir a lugares más seguros.
En Alepo, los barrios de Sheikh Maqsoud y Ashrafieh, de mayoría kurda y que han mantenido su propia administración y autodefensa desde 2012, se encuentran rodeados por las milicias de HTS y el SNA. Actualmente cuentan con unos 400 mil habitantes, incluidas decenas de familias árabes desplazadas de las zonas rurales aledañas por la violencia de los enfrentamientos. La situación es de calma tensa y miedo a un ataque. Las SDF mantienen negociaciones con HTS para facilitar la salida de quienes quieran abandonar los barrios. La falta de medicamentos, alimentos y agua está endureciendo las condiciones del asedio. Se ha informado del apresamiento de algunas combatientes de las Unidades de Defensa de las Mujeres (YPJ), que se encontraban al cargo de la defensa de los barrios, por parte de las milicias del SNA.
Siria
Guerra en Siria La reconfiguración del mapa sirio: ¿está cerca la caída de Asad?
Los funcionarios de la DAANES expusieron su temor a una posible invasión del SNA con apoyo aéreo turco sobre la región de Manbij, peligro que ya se ha concretado, si bien de momento las SDF resisten el avance. Manbij es una ciudad multiétnica al oeste del Éufrates donde viven más de 300.000 personas que forman parte integrante de una autoadministración democrática desde su liberación del ISIS en 2016. En los últimos días, la comandancia de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) han informado de repetidos bombardeos de Turquía y del SNA, así como de intentos de infiltración terrestre que han sido repelidos. Salih Muslinm, copresidente del PYD, partido mayoritario en la DAANES, llama al diálogo al HTS y a una mesa de negociaciones para consensuar el futuro de una Siria democrática.
El hecho de que Turquía sea miembro de la OTAN al tiempo que potencia que respalda a las milicias yihadistas impulsoras de la escalada deja pocas dudas de que estas operaciones tienen el visto bueno de EE UU
Estos ataques rompen el Acuerdo de Astana firmado entre Turquía, Irán y Rusia para estabilizar la región. Sin embargo, muchas de las personas que viven en Siria indican que realmente tal acuerdo nunca se cumplió y ya ha quedado en papel mojado.
Queda por ver ahora cómo se posicionan los diferentes actores internacionales en los próximos días. No obstante, el hecho de que Turquía sea miembro de la OTAN al tiempo que potencia que respalda a las milicias yihadistas impulsoras de la escalada, deja pocas dudas de que estas operaciones tienen el visto bueno de EEUU. En caso de que el conflicto se agudice, cabe preguntarse como responderá la Coalición Internacional anti ISIS, de comprometerse las capacidades de las SDF, su principal socio sobre el terreno.
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También, que gran parte de las fuerzas que han tomado Siria, comandadas por el líder de la Al Qaeda de Siria -un musulmán salafista que los medios occidentales presentan como musulmán liberal- fueron entrenadas y equipadas en Ucrania. EEUU, hace unos años, gastó cinco mil millones de dólares en entrenar a estos grupos, apoyados siempre por Israel, que ha conseguido así eliminar a posibles aliados de Irán, y controlar amplias zonas de Oriente Próximo y Medio. ¿Qué será de las sirias y sirios?
Más que sorpresa esta invasión de Siria era uno de los puntos señalados por la Corporación Rand en su informe de 2019. EEUU, los países Otan, Israel, los países del Golfo y algunos más están implicados, directa o indirectamente en lo que está ocurriendo. No hay que olvidar que desde hace una década EEUU controla la parte del territorio sirio donde hay campos de petróleo y de cereales, con compañías norteamericas extrayendo estos recursos. Las cifras de cientos de miles de muertos y cientos de miles de refugiados sirios parece que nunca importan, ni antes, ni ahora.