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Arqueología
Excavando Golden City, el primer poblado del Oeste construido en Europa
Cristales y bombillas pintadas de negro, casquetes de carbón y un puñado de ladrillos se identifican con uno de los edificios cercanos a la cantina del lejano Oeste. También objetos de atrezo, un antiguo rollo de película y elementos del decorado demuestran que efectivamente se trata de un lugar de rodaje. Unos materiales asociados al poblado y completamente novedosos en arqueología que además apuntan a la reutilización del espacio.
El mítico escenario por el que pasaron actores como Clint Eastwood permite estos días recuperar la memoria y abrir un espacio “al margen de la arqueología convencional” en dos fases que se completan con una visita guiada. En el segundo periodo, del 10 al 13 de mayo, se espera localizar el suelo que sirvió de casa a “los Rojo” en la película Por un puñado de dólares (1969).
Ubicado a unos dos kilómetros de la entrada al pueblo, el poblado de Golden City se convirtió en el primer decorado estable en Europa, en la época de auge del wéstern. Ahora, sondeos de 20 metros cuadrados sobre el terreno permiten documentar cómo el paso del tiempo y el abandono han borrado casi por completo una parte de la historia.
De terreno público a escenario de rodaje
Se trata del lugar donde se rodó la primera entrega de la trilogía del dólar a cargo del director Sergio Leone (1929-1989). El mismo lugar donde la vida de los hoyenses se transformó ante la llegada de las diferentes producciones cinematográficas durante la España del desarrollismo, en una sociedad todavía estancada por el retroceso que supuso el fin de la democracia. Ahora es un parque protegido, que sigue siendo propiedad municipal.
Sin embargo, el terreno no está considerado yacimiento arqueológico, a pesar del interés que genera a nivel cultural, y especialmente para una parte de la población que creció al compás de la época dorada del cine del Oeste. “Es algo complejo, pero al tratarse de una intervención con metodología arqueológica, lo que se encuentre aquí sí pasaría a formar parte del Patrimonio Histórico”, aclara el arqueólogo que estos días interviene en Golden City, Guillermo Palomero López. Y de la misma forma que en cualquier yacimiento arqueológico, los materiales hallados deberán pasar por el proceso de catalogación, posterior estudio y entrega. En este caso, al museo regional de Madrid, situado en Alcalá de Henares.
Sobre el terreno se habla de un escenario de investigación que abunda en España, y para prueba, las excavaciones en otros lugares protagonistas de este género fílmico, como el cementerio de Sad Hill en Burgos o el desierto de Tabernas en Almería, aunque sin la supervisión de expertos de la cultura material como está siendo el caso de Golden City estos días.
Historia del wéstern europeo
Las televisiones a color todavía formaban parte del imaginario popular cuando el cine wéstern aterrizó en el madrileño municipio de Hoyo, en la década de los 60. Entonces, las películas del Oeste triunfaban como género cinematográfico y el productor Eduardo Manzano Brochero (1919-1987) decidió que esta localidad, al noroeste de la capital, sería el lugar idóneo para formar una cooperativa y explotar la industria.
En 1958 ya se habían construido en Colmenar Viejo los primeros decorados ambientados en el Oeste, aunque temporales, para la película La rubia y el sheriff. Sin embargo, la idea de los diseñadores Jaime Pérez Cubero y José Luis Galicia en 1962 era más ambiciosa. Y con la intención de amortizar el proyecto planearon diseñar el primer poblado estable de Europa. Un total de 15 edificios acompañados por las estructuras de algunas fachadas meramente decorativas.
Este poblado ambientado en el Oeste se mantuvo activo hasta el año 1973 con el rodaje de la última película, Mano Rápida, del director Mario Biachi. En el film se puede observar la “decadencia del poblado” y el “estado en ruinas” de la mayoría de los edificios. O al menos así lo explica el director arqueológico del proyecto, Jesús Martín Alonso (Madrid, 1979), doctorando por la Universidad de Ámsterdam, donde investiga aquel tipo de lugar, material o tiempo que conforma una dimensión simulada. Como es el caso de “Golden City”, porque como él mismo detalla: “la realidad es que este poblado nunca existió”.
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Y aunque Golden City respondió a una realidad ficticia, lo que sucedió de forma paralela al otro lado del poblado formaba parte de la vida de los hoyenses. En el Monte de los Altillos no solo existió el poblado, también se edificaron cabañas, cementerios, fuertes y ranchos, así como la construcción de una calle que simulaba Chicago y donde, en la actualidad, los restos de asfalto sobre el terreno son la única prueba de la existencia de “la ciudad de los vientos” en plena sierra madrileña.
“Intervenir en un set de rodaje abandonado como ‘Golden City’ supone poner a la industria cinematográfica en el foco”, asegura Martín. Un sector “totalmente desconocido” a nivel arqueológico, pero que marcó la vida de las gentes del municipio durante más de una década.
“Para Hoyo de Manzanares fue una época de prosperidad”, comenta Javier Ramos, coautor del libro Cine del Oeste en la Comunidad de Madrid. Los habitantes del municipio ganaban en un día como figurantes lo equivalente a una semana de trabajo. “Unas 125 pesetas”, apunta Julián Iglesias, investigador y miembro fundador de la agrupación cultural Hoyo Cine.
La también fundadora de la agrupación, Marisa Baelo, explica que, en los años de mayor auge, aquel “elemento” aún desconocido dotó al pueblo de poder adquisitivo. Y en especial a las mujeres, quienes encontraron una forma de vida al margen de las labores atribuidas al género femenino de aquella época. Para Baelo, el primer recuerdo se remonta a su infancia, cuando en excursiones a Golden City los edificios constituían un amasijo de madera y escombros. Era a finales de los años 70, y el famoso poblado donde se rodaron cerca de 80 películas no estaba lejos de desaparecer por completo.
Aunque, por suerte, la demolición paulatina en los 70 permitió que las generaciones más jóvenes se relacionaran en el entorno de aquella fantasía hollywoodense con la sierra de Guadarrama de fondo. Como es el caso del miembro fundador de Hoyo Cine, Juanjo Acosta, quien recuerda a los chavales como él construyendo cabañas con los restos de madera y otros materiales abandonados en “los decorados”.
“Hoyo Cine” despegó en 2015 ante el innumerable volumen de información sobre este género cinematográfico y su impacto en Hoyo. Existía el objetivo de poner en valor la población madrileña dentro del “extendido turismo” del western europeo en España. En sus inicios, un sinfín de actividades contribuyeron a mostrar el patrimonio cultural del pueblo a través de entrevistas, exposiciones fotográficas, tertulias, visitas guiadas y proyecciones cinematográficas. Después, con la llegada de la pandemia, el ritmo de las acciones se frenó.
Estos encuentros permitieron localizar a los vecinos del pueblo en las diferentes grabaciones. También conocer historias vinculadas a los rodajes, como situaciones en las que se demandaban colchones para escenas de riesgo y las mujeres se desplazaban con ellos a cuestas desde primera hora de la mañana.
Es evidente que la apuesta de Manzano por la construcción de Golden City repercutió en la industria y en la sociedad, pues aquel poblado estable del Oeste se convirtió en el primero de muchos a lo largo y ancho de la geografía española. Le seguirían el del desierto de Tabernas en Almería, construido en 1965, o el de Daganzo, en Madrid, levantado en 1970.
En un encuentro con El Salto anterior al inicio de la excavación, el director arqueológico fantaseaba con la idea de que este proyecto se convirtiera en un precedente para poner en valor la cultura material del cine del Oeste en España. Por ahora, considera que esta primera intervención arqueológica de un escenario cinematográfico podría despertar la curiosidad de las administraciones.