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Barcelona
Hasta nueve años de cárcel por los cortes de calles en el Consejo de Ministros en Barcelona del 21D
Un vecino de Vilanova i la Geltrú afronta una petición de entre seis y nueve años de privación de libertad por la acción intermitente que quiso dificultar la llegada de las comitivas ministeriales en la Llotja de Mar de Barcelona ante el Consejo de Ministros del 21 de diciembre.
Todavía era de noche cuando dos centenares de manifestantes entraron en la Ronda Litoral de Barcelona con el objetivo de dificultar el trayecto de las comitivas presidenciales que desde el aeropuerto del Prat debían llegar al edificio de la Llotja de Mar para participar en el Consejo de Ministros del 21-D. El presidente Pedro Sánchez y la ministra Meritxell Batet avanzaron su llegada por miedo a quedar atrapados en el bloqueo de carretera y pasaron la noche en el hotel Duquesa de Cardona, en pleno paseo de Colom, ya solo a un minuto a pie del lugar donde se celebraría la cumbre del Ejecutivo. Hasta seis ministros, sin embargo, tenían que llegar forzosamente a través de la Ronda Litoral.
Espadas en alto en la cúpula policial de Cataluña y máxima colaboración entre Mossos, Guardia Civil y Cuerpo Nacional de Policía (CNP). El objetivo era conseguir que el Consejo de Ministros se celebrara con normalidad. En los despachos de Miquel Buch y Brauli Duart estuvieron durante toda la mañana los enviados especiales del ministro Grande-Marlaska, con la amenaza implícita de aplicación de un nuevo 155 acotado el control de la policía autonómica.
Todo esto tuvo una plasmación en las calles. Pasaban pocos minutos de las siete de la mañana cuando Josant bajó a pie hasta la Ronda Litoral —a la altura del Morrot de Montjuïc—, formando parte de un grupo de más de 200 manifestantes. En pocos minutos llegó un numeroso contingente de la Brigada Móvil de los Mossos. Los acompañaba un equipo de mediación de la policía catalana, que pactó con los manifestantes que no intervendrían si el corte de tráfico era intermitente y permitía la circulación de vehículos por uno de los carriles en dirección al centro de la ciudad. “En uno de esos momentos, sin embargo, impidieron que volviéramos a cortar el carril, hubo una carga, me cogieron y me identificaron. Me devolvieron al grupo y yo pensaba que ahí quedaba la cosa. Dos meses después me llega una grave acusación con penas elevadas de prisión”, nos cuenta en Josant V., vecino de Vilanova, que afronta peticiones de entre seis y nueve años de privación de libertad.
En la minuta policial elaborada por la Unidad Central de Información en Orden Público (UCIOP) —creada por Felip Puig poco después de la huelga general del 29 de marzo de 2012— y que es el punto de partida de la investigación del Juzgado de Instrucción 15 de Barcelona, se señala a Josant como presunto autor de tres delitos de atentado contra la autoridad, así como de desórdenes públicos, lesiones y daños. En el informe de atención elaborado por la ambulancia OR24 —incrustada en el operativo policial— se hace constar una contusión en la rodilla de uno de los antidisturbios que intervinieron —con Tarjeta de Identificación Policial (TIP) 12164—, pero el diagnóstico es consecuencia del “dolor” manifestado por el agente y no por la existencia de inflamación, hematoma o impedimento funcional. Los agentes que firman la minuta hacen constar textualmente que son agentes de los “Mozos de Escuadra” y aseguran que el acusado “embistió de forma violenta contra el agente 14239, propinándole dos golpes en el pecho” y “empujó el agente 12164 haciéndolo caer de rodillas sobre el asfalto, ocasionándole lesiones en una de las rodillas”.
“Es curioso que los Mossos no presenten ninguna imagen y digan que no tienen imágenes, cuando todos vemos que siempre llevan una cámara. Ahora, casualmente, no tienen ninguna imagen y presentan informes de lesiones que se hacen por la tarde y no por la mañana, parece claro que hay una intencionalidad detrás”, manifiesta Josant dos meses y medio después de los hechos. Josant ha recibido numerosas muestras de apoyo de entidades de Vilanova, municipio del Garraf donde actualmente reside. “Cuando he hecho un llamamiento para pedir testigos, las personas que estaban allí se han ofrecido para declarar y explicar lo que pasó, ahora podríamos llevar hasta veinte testigos. La solidaridad y el apoyo que estoy recibiendo es muy grande y tengo suerte porque si no es muy difícil de llevar todo esto. Soy padre de una hija de once años y un hijo de quince, les he tenido que explicar la situación, la preocupación mía y de mi compañera es importante”, detalla.
Josant se muestra muy crítico con el gobierno de la Generalitat. “Veo la contradicción de que ahora haya un Gobierno que está sufriendo un montaje político y policial en Madrid, y los compañeros de los que allí son víctimas, aquí me acusan. Muchas veces pedimos la dimisión de Buch, pero es el Gobierno quien tiene la responsabilidad, siempre se les ha pedido que hagan limpieza de los Mossos y no la hacen, parece como que ya les va bien, que puedan hacer estos montajes policiales para controlar la calle y tener el poder a las instituciones y no en la calle”, concluye con cierta indignación.
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