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Camareras de piso
Las kellys de Benidorm exigen un convenio que acabe con la externalización y trabajan en la creación de un sindicato
Las camareras de piso de Benidorm han amanecido en un nuevo Día Internacional del Turismo en el que sus demandas siguen sin cumplirse. También en el que deciden mostrar que continúan del mismo modo, sobre todo teniendo en cuenta que próximamente arrancará la negociación del convenio colectivo de hostelería en la Costa Blanca, que regirá sus derechos laborales los próximos cuatro años. El anterior caducó en 2020, aunque por la pandemia quedó congelado. Sus exigencias se resumen en dos puntos: que cese la externalización y que se cumpla la ley de prevención de riesgos laborales. Es lo que pedirán esta tarde en una nueva concentración contra la sobrecarga de trabajo: “No se puede pretender abanderar o hablar de códigos éticos del turismo sin ponerle freno a la precariedad de miles de sus trabajadoras y trabajadores”, exponen Las Kellys en su comunicado.
El problema es que vienen repitiendo estos puntos, lamentan, desde hace años, mucho antes de la pandemia. Por eso no se muestran optimistas con la negociación del nuevo convenio, en cuya mesa han pedido participar de alguna forma aunque sepan que legalmente no pueden hacerlo: la ley sindical enuncia que solo los representantes de los trabajadores votados legalmente pueden formar parte de esta mesa; en este caso UGT, con un 60%, y CC OO, con un 40%, señala Yolanda García, portavoz de Las Kellys Benidorm-Marina Baixa. “Sabemos que esto es así, pero sí exigíamos que pudiéramos participar de alguna forma en las mesas por el diálogo social sobre el turismo en la Comunitat Valenciana por nuestra labor representativa”, expone.
Camareras de piso
Laboral Las kellys afrontan el verano con la misma sobrecarga de trabajo: “No ha cambiado nada”
Silencio sindical y administrativo
En verano, detalla Yolanda García, la asociación mantuvo una reunión con Elvira Ródenas, directora general de Trabajo, Bienestar y Seguridad Laboral de la Generalitat Valenciana, para explicarle que querían participar en las mesas de diálogo social, conformadas por gobierno autonómico, sindicatos mayoritarios y patronal. “Nos dijo que lo tenía en cuenta aunque remitió a las limitaciones de la ley, y nos pidió que se lo recordáramos en septiembre para ver cómo podríamos participar. Le escribimos el 3 de septiembre pero aún no nos ha contestado, así que lo damos un poco por perdido”.
Quienes sí han respondido finalmente, continúa la portavoz de la asociación, son los sindicatos mayoritarios. “Vamos a poner encima de la mesa que no nos pueden volver a firmar cuatro años más [la duración del convenio] y exigimos dos puntos básicos, dos líneas rojas que tienen que ser sí o sí: ponerle fin a la externalización por convenio y que se cumpla la ley de prevención de riesgos laborales”. Sobre el primer punto, las camareras de piso citan los convenios de Tenerife y de las Islas Baleares como ejemplo, pues prohíben la externalización al especificar que las actividades principales de los hoteles —como es el departamento de pisos— deben estar contratadas directamente por el establecimiento. “Si en estos convenios es posible, ¿por qué nos dicen que aquí no? Hay una forma de poner fin a la externalización y es a través del convenio, pero a ellos empresarialmente les viene bien seguir teniendo esa opción”.
Para la vinculada al cumplimiento de la ley de prevención de riesgos laborales, exigen estudios ergonómicos y psicosociales que aborde la sobrecarga de trabajo. “Hasta ahora, en el convenio pone de una manera muy general que se debe cumplir la legislación, pero lo que nosotras exigimos es que especifique claramente la obligatoriedad de hacer estudios”, matiza García. Vuelve a remitirse al convenio de las islas, donde “pone que a los comités de salud laboral se les debe proporcionar cada tres meses los partes de trabajo de camareras para ver si se ha incrementado número de habitaciones, etcétera; aquí no especifica nada de eso, más que una disposición que invita ‘a negociar con el hotel’ el número de habitaciones”. Quieren, por tanto, un texto “en el que esa ley quede mascada para que nosotras tengamos algo a lo que aferrarnos y para que el empresario sepa lo que implica una ley de prevención de relaciones laborales”.
Como las demandas no son nuevas, no se muestran muy optimistas con respecto a que queden reflejadas en el nuevo convenio. “Ellos han cogido el tema de la pandemia y del cierre de los hoteles para que vaya por delante de todo: que si la falta de empleo, que si el IMSERSO llega o no llega, que si se van a cerrar hoteles... Sabemos que van a usar ese discurso a la hora de las negociaciones, y que, como los sindicatos no hagan mucha presión, va a hacer que la balanza de las negociaciones vaya hacia la patronal”, apunta García.
Sindicato propio
Ante esta situación, la asociación retoma una idea a la que, en realidad, llevan mucho tiempo dándole vueltas: montar su propio sindicato, como ya hicieron antes sus compañeras de Barcelona. “Creemos que es el siguiente paso, porque como asociación tenemos diferentes límites: no podemos ir a hablar a elecciones sindicales dentro de los hoteles, tenemos limitaciones legales para nuestras exigencias...”, explica García, que añade que han hecho llamamientos públicos a abogados laboralistas de la provincia que quieran colaborar con la asociación para que la idea siga adelante, pues “el delegado de salud laboral dentro del hotel es el que, en última instancia, puede hacer cumplir la ley de prevención de riesgos laborales”.
“Nosotras estamos haciendo labor de sindicato sin ser un sindicato, así que, ¿por qué no hacer un sindicato de verdad?”, comenta Yolanda García, portavoz de Las Kellys Benidorm-Marina Baixa
El deseo de las kellys es que el sindicato empiece a rodar el año que viene, y tener así un “arma más” en los ámbitos en los que se pueden exigir cambios, como por ejemplo este tipo de mesas de negociación. “Nosotras podemos hablar con los sindicatos mayoritarios, pero tenemos que confiar en que van a intentar cumplir nuestras demandas, y hace cuatro años ya estuvimos en ese proceso: siempre nos dicen que pueden llegar hasta aquí”, lamenta la portavoz de la asociación de camareras de piso. “Nosotras estamos haciendo labor de sindicato sin ser un sindicato, así que, ¿por qué no hacer un sindicato de verdad?”.
Yolanda García advierte de que en la concentración que se celebrará hoy en Benidorm para exigir un convenio de hostelería justo —que, recuerda, afecta a todos los trabajadores de hostelería, como cocineros, camareros y recepcionistas, con lo que invita a que expongan sus demandas— habrá carteles referidos a la huelga que lleva también tiempo rondando por el colectivo, pero para la que, de nuevo, requieren del apoyo de sindicatos. “Yo sé que si nosotras pudiéramos entrar en los hoteles para explicarnos quizás fuera posible la huelga, pero cuando hemos hablado de huelga con los sindicatos mayoritarios siempre nos han retorcido el morro, tienen miedo a un fracaso”.
“En este tiempo que queda de negociaciones, vamos a ser muy insistentes y vamos a estar donde haga falta con el tema del convenio, porque es lo que nos va a regir cuatro años más”, comenta García sobre la negociación del convenio de hostelería en la Costa Blanca
El problema es que el tiempo pasa “y las cosas siguen igual”. “¿Para qué hemos ido a la mesa por la reconstrucción y a la Generalitat? No es que no haya mejorado nada, es que encima el discurso se ha enfocado en el ‘pobrecitos, la hostelería no encuentra trabajadores’, y por eso somos escépticas con la negociación”. Los vientos, lamenta García, soplan en una dirección, sobre todo en un contexto en el que se cierne la amenaza de la pérdida de empleo. Y si no hay un sindicato en esos espacios que cambie el enfoque del discurso, argumenta la portavoz, no se conseguirá nada. “Por eso nosotras, en este tiempo que queda de negociaciones, vamos a ser muy insistentes y vamos a estar donde haga falta con el tema del convenio, porque es lo que nos va a regir cuatro años más”.