Las grandes empresas del lobby fósil ganaron en dos años 386.000 millones en beneficios extraordinarios

La guerra en Ucrania o el aumento de tipos de interés ha hecho que los beneficios de las 14 mayores petroleras y las 22 corporaciones financieras más grandes se incrementen un 278%. ActionAir reclama un impuesto a esos beneficios 'caídos del cielo'.
Manifa oil field aramco
Campo petrolífero de Manifa, de Saudi Aramco. Foto: Saudi Aramco
2 feb 2024 13:59

Las 14 principales empresas del planeta dedicadas al negocio de los combustibles fósiles obtuvieron en los dos años que van de junio de 2021 al mismo mes de 2023 un total de 510.000 millones de dólares en beneficios, mientras que las 22 principales corporaciones financieras por valor de mercado con inversiones en la industria fósil obtuvieron unas ganancias netas de 708.000 millones de dólares. En total, entre esas 36 grandes corporaciones, sumaron 1,21 billones de dólares en 24 meses, una cifra que casi llega al PIB anual de un país como España. 

Los datos los ha hecho públicos la ONG Alianza Solidaridad, organización integrada en ActionAid, a través del informe El poder de los beneficios caídos del cielo, un documento que hace hincapié en ese tipo de ingresos extraordinarios y atribuibles normalmente a cambios de contexto externo —precios inflados por circunstancias extraordinarias o aumento de tipos de interés, por ejemplo— que son considerados un superávit por encima de los beneficios regulares y esperados por las empresa.

Del total de beneficios obtenidos por estas 36 empresas entre junio de 2021 y el mismo mes de 2023, 425.000 millones de dólares —390.000 millones de euros— son beneficios extraordinarios o 'caídos del cielo', pues solo en los doce meses anteriores a julio de 2023 las ganancias de estas tres docenas de empresas directamente implicadas en la crisis climática aumentaron un inusual 278% en comparación a la media del periodo comprendido entre agosto de 2017 y enero de 2020.

El informe señala que tanto la industria de lso combustibles fósiles como el sector financiero que la financia han obtenido beneficios extraordinarios estos años “ampliamente atribuidos al impacto de la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia, y a los altos tipos de interés adoptados por muchos países en respuesta a la creciente inflación”.

Cabe señalar que el montante, referido solo a las ganancias “caídas del cielo”, es muy superior a los grandes presupuestos de acción climática. Por ejemplo, es casi veinte veces superior a los 21.000 millones de dólares aportados por los donantes para la adaptación climática en 2021, y es muy superior a los 100.000 millones anuales que los países con mayores recursos se comprometieron a aportar para financiación climática destinada a las naciones de renta media y baja. De hecho, esa cifra sigue sin conseguirse.

Impuesto clave

Desde ActionAid destacan que un impuesto del 90% sobre esos beneficios inesperados y coyunturales por parte de las empresas causantes de la crisis climática podría generar hasta 382.000 millones de dólares en ingresos que podrían derivarse de servicios públicos clave como la educación o a la acción climática para frenar el desastre.

“Lo dijeron incluso en Davos: estamos ante una ‘crisis climática existencial’ que golpea a los más vulnerables. Sin embargo, muchos países no tienen recursos para enfrentarse a las consecuencias  de cambio climático, mientras la magnitud de los beneficios que las empresas de combustibles fósiles y sus financiadores están obteniendo a raíz de las crisis mundiales  es realmente asombrosa”, ha señalado Isabel Iparraguirre, responsable de transición ecológica de Alianza-ActionAid.

El propio secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, ya hizo un llamamiento para gravar esos beneficios extraordinarios y derivarlos al trabajo contra la crisis climática. 

Aunque España sí ha gravado de manera temporal este tipo de beneficios de las empresas del sector energético y de la banca, está sobre la mesa la retirada de ese gravamen y el destino de esos fondos  adicionales. “Pedimos al Gobierno que el impuesto sobre los “beneficios extraordinarios” sea algo permanente y pueda ser destinado a aquellos que más sufren el impacto de la crisis climática y al refuerzode los servicios públicos”, ha señalado al respecto Iparraguirre.

Crisis climática
Las empresas causantes de la crisis climática reciben 20 veces más fondos que la lucha contra ella
La industria de los combustibles fósiles en el Sur global recibió 3,2 billones de dólares entre 2016 y 2022, mientras que la agroindustria de los países en desarrollo obtuvo de la banca 370.000 millones de dólares.
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