Camboya: memoria del exterminio

El 17 de abril de 1975, la guerrilla de los jemeres rojos liderada por Pol Pot tomó las calles de Phnom Penh, la capital de Camboya.

22 sep 2018 07:22

El 17 de abril de 1975, la guerrilla de los jemeres rojos liderada por Pol Pot tomó las calles de Phnom Penh, la capital de Camboya. Solo tres horas después, ordenaban a todos sus habitantes partir hacia el campo y abandonar todas sus pertenencias, separando a familias que, en muchos casos, no volvieron a verse.

Pretendían destruir la civilización urbana y crear un nuevo sistema agrario basado en el “viejo pueblo”, como ellos denominaban a sus seguidores, de inspiración comunista maoista. Para ello había que eliminar todo tipo de injerencia occidental, abolir la propiedad privada y perseguir cualquier indicio de cultura no aceptado. Muchas personas fueron perseguidas y asesinadas simplemente por usar gafas, ya que eran prueba de lectura.

Durante los cerca de cuatro años que duró su régimen de terror, se estima que fueron asesinadas en torno a dos millones de personas, una cuarta parte de la población total del país. En 1978, Vietnam liberó el país y se encontró con las pruebas del horror.

Estas fotografías pertenecen a uno de los centros de tortura secretos de los jemeres en la ciudad de Phnom Penh, la escuela S-21, convertida en los años 80 en centro de memoria, y a los llamados “killing fields” a las afueras de la ciudad, campos de exterminio donde reposan en fosas comunes miles de desaparecidos.

En el centro de memoria uno de los supervivientes, sentado en el soportal de uno de los edificios del complejo, vende un libro en el que relata sus experiencias y explica a los visitantes cómo fue su cautiverio. Trata así de hacer perdurar la memoria de lo que allí ocurrió y que los visitantes extranjeros lo conozcan de primera mano. La entrada al centro para los camboyanos es gratuita.

Hoy en día estos crímenes se recuerdan en todas las escuelas del país y cada fosa común que es encontrada es declarada monumento nacional. El Estado camboyano trata así de que nadie olvide el horror y de que los supervivientes puedan rehacer sus vidas.

Camboya -memoria histórica
Phnom Penh (Camboya) Álvaro Minguito

Phnom Penh
En los campos de la muerte de Phnom Penh hay una estupa budista con los restos de miles de asesinados en el campo. Aquí se encontraron los cuerpos de 9.000 víctimas, la mayoría de las cuales había pasado por el centro de detención S-21.

 

Tuol Svay Prey -Camboya
Centro de tortura de Tuol Svay Prey, en Camboya. Álvaro Minguito

centro de tortura
Cuando los presos llegaban a la escuela Tuol Svay Prey, recibían una lata vacía de munición y una botella de plástico para sus necesidades como todo equipamiento para su estancia. Si algo se vertía al suelo tenían que limpiarlo con la lengua. Las celdas se construyeron dividiendo las antiguas aulas del colegio con muros de ladrillo.

 

Museo de la memoria -Camboya
Museo de la memoria, Camboya. Álvaro Minguito

museo
En el S-21, ahora museo para la memoria, están expuestas las fotos de miles de personas que pasaron por sus celdas y fueron torturadas. Algunos visitantes han podido identificar así a sus desaparecidos.

 

Torturas.
Phnom Penh (Camboya) Álvaro Minguito

torturas
Las torturas duraban días y se desarrollaban en habitaciones como esta, antiguas aulas, con el preso atado a la cama con grilletes. Cuando el Ejército vietnamita entró en la ciudad y liberó la prisión, se encontró con los últimos torturados atados a las camas. Solo encontraron 12 prisioneros con vida.

 

Choeung Ek. Camboya
Choeung Ek (Camboya). Álvaro Minguito

fosas
Restos de ropa de los desaparecidos, asesinados y enterrados en las fosas comunes de los campos de la muerte de Choeung Ek. Con las lluvias y el desplazamiento de tierra afloran a la superficie huesos, ropa y otros objetos que los visitantes depositan en árboles como este para su posterior clasificación.

 

Phnom Penh (Camboya). Dos
Phnom Penh (Camboya). Álvaro Minguito

muerte
El retrato de una mujer con su bebé preside una de las habitaciones. Al llegar, y tras ser medidos y fotografiados, los prisioneros eran desnudados y encadenados. Las torturas siempre se saldaban con una confesión, fuera cierta o no. Una de las máximas de los jemeres era que es preferible la muerte de un inocente a la salvación de un culpable.

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Phnom Penh (Camboya) Álvaro Minguito

genocidio
Entrada al Museo del Genocidio de Camboya, en la ciudad de Phnom Penh. Durante el regimen de los jemeres rojos esta antigua escuela se reconvirtió en centro de interrogación, tortura y ejecución, bajo el mando de Kaing Guek Eav (Duch), para eliminar personas consideradas enemigas de la llamada Kampuchea Democrática.

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Phnom Penh (Camboya) Álvaro Minguito

secreto
El interior del museo se compone varios edificios. Fueron adaptados para retener a los prisioneros, se cerraron con alambre de espino sus balcones y las ventanas se cubrieron con barras de hierro. Las antiguas aulas fueron subdivididas en pequeñas celdas de ladrillo y los pisos superiores se usaron para reclusión colectiva. A pesar de estar en la ciudad, su uso fue siempre máximo secreto para la población.

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Phnom Penh (Camboya). Álvaro Minguito

campo de exterminio
El campo de exterminio de Choeung Ek fue uno de los principales lugares donde iban a parar las víctimas de los Jemeres Rojos tras su paso por el centro de torturas Tuol Sleng. Eran llevados al lugar para ser ejecutados durante la noche mientras por los altavoces del campo sonaban marchas militares que trataban de amortiguar los gritos de los asesinados.

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