Centros sociales
Edificios tapiados y viviendas de lujo, el destino de los centros sociales desalojados en la última década

Desde que el PP tomó posesión del Ayuntamiento de Madrid, han desalojado ocho centros sociales, la mitad en 2020, a pesar del estado de alarma provocado por el covid-19.
Fotos de Álvaro Minguito / Infografías de Ana Álvarez
14 abr 2021 06:00

Varias decenas de personas siguen concentrándose frente al centro de salud La Alameda, en Atocha, para pasear juntos hasta la calle Gobernador. Allí reclaman que el edificio que fue el centro social la Ingobernable acoja el centro de salud del barrio. Fue la promesa que hizo José Luis Martínez Almeida en la campaña que en 2019 le convirtió en alcalde de Madrid. Una campaña que tuvo como tema central la lucha contra los okupas. Hoy, ese edificio, en el que varias decenas de colectivos organizaron actividades de todo tipo, sigue vacío, aunque no lo estará por mucho tiempo. En contra de lo prometido en campaña, el Ayuntamiento intentó primero ceder el edificio de la calle Gobernador 39 por 50 años a la Fundación Hispanojudía, presidida por el exalcalde Alberto Ruiz-Gallardón. Abortaron misión y, finalmente, acaba de ser cedido, a pesar de las reclamaciones de los vecinos del barrio Las Letras, a la Fundación Sandretto Re Rebaudengo, presidida por la millonaria y coleccionista de arte italiana  Patrizia Sandretto. Al menos tendrá algún uso, aunque no sea el que piden los vecinos. 

El edificio de la calle Gobernador 39 es la primera parada de un recorrido por los centros sociales ocupados que fueron desalojados en la última década. Una suerte de turismo nostálgico, bastante deprimente, para ver edificios que antes tenían vida y que hoy, en su mayoría, se ven tapiados y abandonados, o han sido convertidos en apartamentos de lujo o turísticos.

Desde que el Partido Popular tomó posesión del Ayuntamiento de Madrid, han desalojado ocho centros sociales, la mitad en 2020, a pesar del estado de alarma provocado por el Covid-19. A ellos se suman otros tantos desalojos, la mayoría en la zona centro de la ciudad, y algunos repartidos por barrios como Moncloa, Carabanchel, La Elipa o Vallecas.

Nos dirigimos a nuestro siguiente destino: el edificio que el mismo colectivo de La Ingobernable ocupó el 4 de marzo de 2020 cerca de la iglesia de Los Jerónimos, en la calle Alberto Bosch número 4. El edificio, propiedad del Ministerio de Justicia y que durante algún tiempo había albergado el Archivo General de Protocolos de la Comunidad de Madrid, llevaba entonces cinco años vacío. Su ocupación reunió a un centenar de personas que celebraron que el centro de Madrid volvía a tener espacios para el común. Pero duró muy poco. A pesar de que el estado de alarma decretado a raíz de la pandemia de coronavirus paralizó los procesos administrativos en curso, el desalojo de este edificio se catalogó como prioritario y siguió su curso. El 24 de abril de 2020 fue desalojado por la policía, aunque no había nadie dentro a causa de la pandemia. Casi un año después, el edificio sigue sin uso y varias cámaras vigilan que no vuelva a ser ocupado.

Seguimos nuestro paseo por la zona de Malasaña, en la calle Acuerdo número 8. Allí se levanta una corrala que durante años fue el colegio Luz Casanova y quedó vacía durante ocho años. El edificio había cambiado de manos. De Cáritas pasó a formar parte del patrimonio del constructor Leopoldo Arnaiz, vinculado al PP de Esperanza Aguirre. Llegó 2007 y, en verano, el colectivo del Patio Maravillas abrió las puertas de este edificio y lo convirtió en centro social, hasta que fue desalojado el 5 de enero de 2010. Pocos meses después del desalojo, Arnaiz alquiló el edificio a la Parroquia Santiago el Mayor, que le volvió a dar uso hasta que, en 2018, el edificio fue adquirido, por 2,2 millones de euros financiados con una hipoteca a bajo interés de Bankia, por la socimi Entrecampos, el vehículo de inversión patrimonial de la familia Segura Rodríguez. Su objetivo era transformar el edificio en una residencia de estudiantes, pero, tres años después, la pintura desconchada de sus paredes y su estado de abandono muestran que la única vida que alberga hoy el edificio son algunas ratas.

El mismo 5 de enero en que los activistas del Patio Maravillas fueron expulsados del edificio de la calle Acuerdo, entraron en el de la calle Pez, que entonces era propiedad de la inmobiliaria Procasa, que estaba en concurso de acreedores, y después pasó a formar parte de la cartera de propiedades de la inmobiliaria Nivel 29. Durante cinco años, el centro social fue sede de colectivos como Juventud sin Futuro, Yo Sí Sanidad Universal, Oficina Precaria y tantos otros más. También albergó varias de las reuniones que sirvieron como germen a Ahora Madrid, que ganó el ayuntamiento de la ciudad en las elecciones de 2015. 

Tres días antes de que Manuela Carmena tomara posesión del cargo de alcaldesa madrileña, la Policía Nacional desalojó el Patio Maravillas. Hoy la fachada del edificio de la calle Pez, 21 sigue siendo bonita. Adornada, como buena parte de la calle con figuras, botellas pintadas y otros objetos que le dan color. No ha sido obra de la propietaria del edificio, que lo mantiene vacío y tapiado, sino de iniciativas de arte urbano del vecindario.

A unos minutos de la calle Pez está otro de los edificios ocupados por el colectivo del Patio Maravillas. La de Corredera Baja de San Pablo 20 fue una ocupación que duró poco. Apenas dos meses: de enero a marzo de 2011. El edificio había sido comprado por el Ayuntamiento en 1991 por 11 millones de euros junto con el de calle Barco para vivienda de alquiler social y equipamientos sociales que nunca llegaron. En 2014, tres años después de su desalojo, el Ayuntamiento vendió los dos edificios a una empresa llamada Prime Cities Spain, con sede en Holanda, por 2 millones de euros, cinco veces menos de lo pagado veinte años antes por el Consistorio. Ahora se han convertido en pisos de lujo en alquiler por 2.150 euros o en venta por 1,18 millones de euros. 

El de Divino Pastor, otro de los edificios que fueron brevemente ocupados por el Patio Maravillas —de junio a agosto de 2015, poco más que el tiempo que llevó limpiarlo—, también ha  tenido el mismo destino, pero con el apellido Capriles como propietario. Miguel Ángel Capriles, primo del opositor venezolano Henrique Capriles, le compró el edificio al Ayuntamiento por 1,7 millones de euros. Otra ganga de 853 euros el metro cuadrado frente a los 3.192 que tiene de media la zona. Ahora sus viviendas se alquilan por unos 2.000 euros o por 124 euros por noche como apartamentos turísticos. 

En diciembre de 2020 también fue desalojado el solar Antonio Grilo, durante más de siete años abierto a los vecinos. El Ayuntamiento de Madrid, también propietario de este inmueble, afirma que se convertirá en un centro de salud, pero el proyecto, que se ha repetido durante años, sigue sin presupuesto.

La Morada y Casablanca, dos de los centros sociales que más espacio han dado a los colectivos sociales relacionados con el 15M, también se han convertido en pisos de lujo. La historia de Casablanca, en la calle Santa Isabel números 21 y 23, está ligada a las tramas de corrupción del Partido Popular. Era propiedad del grupo inmobiliario Monteverde SL, especializado en pisos de lujo y gestionado por Carlos Monteverde, uno de los condenados por el caso Malaya. Estuvo ocupado desde abril de 2010 hasta septiembre de 2012, a pesar de que la causa por usurpación contra algunos de los activistas del centro social había sido archivada. El desalojo fue apenas unos días antes del primer Rodea el Congreso y dejó dentro del inmueble, ya tapiado, todo el material que allí guardaban los colectivos que lo usaban además de una biblioteca colaborativa compuesta por más de 10.000 libros procedentes de la acampada que ocupó la plaza del Sol durante los primeros meses del 15M. 

El edificio de Santa Isabel pasó en 2016 a manos de Lone Star, un fondo buitre estadounidense que un año después también hizo negocios en Portugal quedándose con el 75% de Novo Banco, una especie de Sareb a la portuguesa creada para rescatar al Banco Espírito Santo. Actualmente, el palacete está formado por 25 viviendas de lujo cuyo alquiler ronda los 3.000 euros mensuales. 

En el caso de La Morada, que ocupaba el edificio de la calle Casarrubuelos número 5, el destino es similar. Ocupado en septiembre de 2012, el edificio era propiedad de la inmobiliaria Cuatro Almenas, de la familia López Brea, y después del Banco Santander, que en 2015 se lo vendió a otra inmobiliaria, InmoGlaciar —en 2017 comprada por Cerberus, donde trabaja el hijo de José María Aznar y Ana Botella—, estando ya ocupado. El desalojo del inmueble, en abril de 2016, acabó con 32 personas detenidas, de las que cuatro fueron imputadas y cuyas causas fueron archivadas un mes después. Hoy, la planta baja del local se ha convertido en cocheras. Sobre ellas hay diez viviendas de lujo, con piscina incluida, que en 2017 tenían un precio medio de 539.000 euros.

Salimos de la zona centro para visitar el edificio que hasta julio de 2020 alojó el centro social La Yaya. El local, de una planta y rodeado de edificios de varias alturas en la  calle Juan Álvarez Mendizábal número 74, pertenece a la familia de Julio iglesias. En concreto, a la sociedad Iglesias Assembly. S.L., administrada por Jorge Iglesias Domínguez-Macaya, sobrino del cantante Julio Iglesias, que contrató los servicios de Desokupa para intimidar a la decena de jóvenes que habían abierto el espacio al barrio tras más de veinte años abandonado. Los jóvenes le ganaron el pulso a Desokupa, pero en julio de 2020 los jóvenes abandonaron el espacio presionados por el juzgado, según explicaron en su perfil de Twitter. Nueve meses después de su desalojo, el edificio vuelve a estar abandonado y sin uso, y ahora además tapiado.

El edificio que antes era el centro social La Dragona, en avenida de Daroca número 91, a las puertas del cementerio de La Almudena, también sigue sin uso un año y medio de su desalojo. Es propiedad del Ayuntamiento y Martínez Almeida estrenó su alcaldía con su desalojo, cerrando una historia de once años de funcionamiento.

En los barrios del sur de Madrid también se han sufrido dolorosos desalojos, como el de La Gatonera, que ahora ubica su actividad en la calle Antoñita Jiménez número 60. Su primera sede, en calle Amistad, fue desalojada en 2014 tras cinco años y medio de actividad. Este edificio continúa hoy vacío y tapiado. El colectivo de este centro social ocupó un nuevo espacio en 2014, ahora en la calle Valentín Llaguno 32, donde estuvieron otros cinco años y medio. El edificio, sobre el que ahora se extiende una lona en la que aparece como promotora la empresa Bru&Co, se espera que entre en obras en junio de este año para convertirse en viviendas con precios desde los 215.000 hasta los 400.000 euros.

Son muchos más los centros sociales a los que han cerrado las puertas en la última década: La Traba —convertido en viviendas—, el Ateneo Libertario de Vallekas —desalojado en octubre de 2020, hoy vacío y tapiado—, La Salamanquesa —que tras la ocupación ha vuelto a ser un centro formativo tras haber estado años en abandono—.

A ellos se suman los espacios cedidos por el Ayuntamiento de Ahora Madrid que, con la llegada del Partido Popular han vuelto a ser cerrados al público, como el Espacio Vecinal Arganzuela, que supuestamente alojará la base del Samur, o los locales en Tetuán para asociaciones del barrio cuya cesión, por concurso público, Almeida anuló. Menos espacios abiertos a la gente, más puertas y ventanas tapiadas y más pisos de lujo en una ciudad en la que alquilar es ahora un 50% más caro que hace un año.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Palestina
Semana de Lectura por Palestina Literatura palestina toma el Metro de Madrid
Tuneando la campaña “Libros a la calle” activistas distribuyen poesía de autores palestinos en el transporte público madrileño en la semana de lectura por Palestina.
Ocupación israelí
Ocupación israelí Más de 50 ciudades salen a la calle para exigir el fin del genocidio en Palestina
Miles de personas, convocadas por la Red Solidaria Contra la Ocupación de Palestina (Rescop), se han manifestado para pedir un alto el fuego inmediato y el fin del comercio de armas y las relaciones con Israel.
Madrid
Desastres ambientales Una movilización de bomberos en Madrid busca acabar con la descoordinación en los servicios de urgencias
La falta de una ley que regule la coordinación entre los servicios de bomberos y urgencias de diferentes comunidades autónomas lastra la capacidad de respuesta ante desastres ambientales como la riada de València.
#87225
14/4/2021 12:19

Madrid, ciudad para ricachos

3
0
#87229
14/4/2021 12:38

Hay de todo

1
0
Migración
Fronteras El futuro no cuenta con las personas africanas o, ¿por qué migran?
Mientras en Europa se insiste en la narrativa de que vienen demasiadas personas de África, sin proponer más respuesta que la externalización de las fronteras y la criminalización, los factores de expulsión se multiplican en el continente.
Siria
Siria La comunidad siria en Madrid celebra la caída de Al-Asad frente a su embajada
Decenas de personas se han concentrado este domingo frente en el paseo del Prado de la capital, donde se encuentra la Embajada de Siria en Madrid. En menos de 15 días ha caído el régimen Bazaista en Siria y Bashar Al Assad ha huido del país.
Siria
HTS toma Damasco Las fuerzas rebeldes de Siria anuncian la caída de Damasco tras entrar en la capital
La ofensiva ha provocado el colapso del régimen del presidente sirio, Bashar Al Assad. El primer ministro de Siria, Mohamed Ghazi al Jalali, aseguró este domingo que tiende su mano a “todo sirio que se interesa por este país para preservar sus insti
Análisis
Siria El fin del régimen sirio
En menos de quince días ha caído el régimen Bazaista en Siria y Bashar Al Assad ha huido del país, después de 13 años, una victoria relámpago que nadie esperaba. ¿Qué factores locales, regionales e internacionales la han hecho posible?
O Salto medra contigo
Que non che conten películas Subscríbete a O Salto e leva seis meses de Filmin de agasallo
Este Nadal, fai posible que O Salto chegue máis lonxe cos seus contidos críticos e leva de agasallo medio ano de Filmin. E se xa tes Filmin, subscríbete e regala o acceso a esta plataforma a quen queiras.
Palestina
Palestina Los aceituneros palestinos y los árboles milenarios que los arraigan a la tierra
La recolección de aceitunas es el momento más importante para las comunidades rurales palestinas. Pero con los ataques del ejército israelí y de los colonos intensificándose, también se ha tornado el más peligroso.

Últimas

Francia
Cloacas policiales El caso Squarcini: la trama de espionaje que une al Villarejo galo con el hombre más rico de Francia
El Tribunal de París juzga al excomisario Bernard Squarcini por el espionaje al diputado de izquierdas François Ruffin y su revista Fakir, promovido por el gigante del lujo LVMH.
Islas Canarias
Movilizaciones en Canarias Rebelión Científica se manifiesta ante un hotel en Tenerife y avisa con huelgas si no se escuchan sus demandas
Colectivos sociales, sindicatos y científicos crean un frente común para pedir un cambio de modelo tras las movilizaciones históricas en abril y octubre de este año.
Recetas veganas
Recetas veganas Potaje de vigilia y espinacas a la catalana: cómo nutrir los ojos para evitar el deterioro de la mácula
Popeye el Marino puso de moda esta verdura, pero la historia enseña que fue por un error: las espinacas no destacan por su contenido en hierro, sino por el carotenoide zeaxantina de la vitamina A.
La vida y ya
La vida y ya Contra qué enfadarse
Por la ventana que da a la calle entran ruidos. Son ruidos de barrio periférico. Coches. Voces de personas. Algún pájaro si te esfuerzas en escuchar.
Siria
Guerra en Siria La reconfiguración del mapa sirio: ¿está cerca la caída de Asad?
La toma de Alepo, Hama y Daraa por parte de los rebeldes de Hayat Tahrir Al-Sham marcan un punto de inflexión para un conflicto que parecía haber caído en el olvido.
Más noticias
Notas a pie de página
Notas a pie de página La fantasía de las esposas perfectas
Hace mucho tiempo que la figura de la abnegada esposa tiene cuota de pantalla. Una obra literaria de ciencia ficción, escrita en los años 70, ha sido adaptada hasta tres veces al cine, en cada ocasión según la atmósfera de la época.
Que no te lo cuenten
Que No Te Lo Cuenten De agresiones machistas y peticiones de justicia
VV.AA.
Resumimos una semana más la actualidad quincenal de El Salto Radio en formato sonoro. Dale al play y... ¡Que no te lo cuenten!
Laboral
Laboral ¿Están mejorando los salarios de los trabajadores y las trabajadoras?
Es importante saber lo que ha pasado con los salarios reales, los que resultan de descontar el aumento de los precios.
Comunidad de Madrid
Comunidad de Madrid Metro de Madrid circula sin una ley de seguridad ferroviaria
Las normas de circulación de Metro de Madrid están reflejadas en una normativa interna que no es de obligado cumplimiento: ningún organismo supervisa la seguridad en el suburbano, tal y como revela una investigación del sindicato Solidaridad Obrera.

Recomendadas

Literatura
Luis Carlos Barragán “Lo más preciado que tenemos, las memorias que atesoramos, de repente son solo un producto más”
Luis Carlos Barragán desafía las narrativas hegemónicas de género y sexualidad a partir de la construcción de identidades híbridas entre lo humano y no humano que trascienden las limitaciones impuestas por las estructuras normativas de poder.
Valencià
Dana Parque Alcosa tras la dana: tus vecinas llegan a donde no lo hace el Estado
En uno de los municipios más afectados por la dana, las redes comunitarias tejidas durante años en torno a un colectivo del barrio, están dando respuesta a la emergencia.
Racismo
Racismo Dipo Faloyin: “En África no hay solo historias de pobreza y sufrimiento, sino también de éxito”
En su libro ‘África no es un país’, el periodista Dipo Faloyin se interna en distintas realidades, debates y resistencias para dinamitar con un estilo agudo toda visión monolítica del continente.