Centros sociales
“El proyecto no somos los que vivimos en los centros sociales, sino la gente que les da vida”

Esta semana, el vecindario de la calle Caixers respira un poco más tranquilo. En pleno centro de la ciudad de València, Ca La Caixeta se llenaba de vítores después de que la lucha vecinal tuviese como resultado la paralización de su desahucio.
Ca caixeta
Inauguración del bajo ocupado Ca la Caixeta, en pleno centro histórico de València El Salto País Valencià
18 nov 2023 06:00

En su batalla contra la gentrificación y la turistificación, el Baix Social Okupat (BSO) Ca la Caixeta se levanta como un espacio comunitario anarquista en El Carmen, en pleno centro de València. El vecindario del barrio, afectado en su mayoría por las olas de desahucio incentivadas por el fondo buitre Good Capital Investment, se reunieron para celebrar el pasado miércoles la resistencia del edificio —amenazado por un inminente desahucio esa mañana— en un contexto de profunda gentrificación.  

El nacimiento de Ca La Caixeta se remonta al 2020, cuando un grupo de residentes decidieron darle vida a un edificio abandonado en el distrito de Ciutat Vella. Desde entonces, el espacio ha evolucionado para convertirse en un punto focal de la comunidad que alberga diversas actividades que van más allá de simplemente proporcionar refugio. “A la vez que damos vida a un hogar luchamos en contra de los procesos de turistificación y gentrificación que expulsan a las personas”, explica una de las integrantes de la asamblea. El fin principal es “poner a las personas en el centro”, tal y como ellas mismas explican. 

Okupación
Ocupación El nuevo centro social Ca La Caixeta comienza sus andaduras en una de las zonas más gentrificadas de València
El bajo social ocupado del edificio de la calle Caixers, que fue liberado hace dos años, ha sido inaugurado hoy en un evento que ha congregado a cerca de un centenar de personas “contra la gentrificiación, la turistificación y los fondos buitres que expulsan a las vecinas”.

La asamblea de gestión se reúne semanalmente para tomar decisiones, cuidar del espacio y avanzar en el proyecto de manera colaborativa. La horizontalidad en la toma de decisiones es un principio clave, buscando garantizar la participación equitativa de todos los integrantes.

Una historia de resistencia

La historia del centro es una narrativa de lucha contra la desposesión y la mercantilización de los espacios urbanos. A través de su autogestión y la resistencia en procesos judiciales, Ca La Caixeta no solo defiende un techo y un modo de vida alternativo, sino que también se erige como un símbolo de solidaridad y resistencia comunitaria en medio de los desafíos contemporáneos que enfrenta la ciudad.

Como respuesta a las amenazas del fondo buitre Good Capital Investment los y las residentes del número 2 de la calle Caixers iniciaron la campaña “Caixers es queda”, respaldada por los movimientos Veïnat en perill d'extinció y Entrebarris. Este esfuerzo conjunto buscaba resistir a la expulsión gradual llevada a cabo por el mencionado fondo buitre, que, mediante “prácticas de mobbing y extorsión”, como ellos mismos aseguran, expulsó progresivamente a los vecinos. A pesar de las dificultades, Teresa, una residente con un contrato de renta antigua que le brindaba protección legal, resistió hasta que lamentablemente falleció recientemente. Otra vecina, Paloma, también desafiando las presiones, se mantuvo en el lugar junto a su hijo hasta que pudo encontrar una alternativa habitacional. 

El proceso judicial ha sido arduo, pero la autogestión y el apoyo comunitario han permitido mantener el espacio

En un contexto donde la gentrificación y la turistificación afectan a las ciudades occidentales, Ca La Caixeta representa la resistencia de “personas normales”, como ellas mismas se califican, que buscan construir sus vidas al margen de un sistema que desde la asamblea entienden que “prioriza la especulación sobre los derechos humanos y la vivienda digna”. 

El proceso judicial ha sido arduo, pero la autogestión y el apoyo comunitario han permitido mantener el espacio. A pesar de los desafíos, Ca La Caixeta persiste en su objetivo de construir una comunidad y gestionar colectivamente el antiguo edificio, resistiendo a la lógica mercantilista y neoliberal que pretende tal y como afirman “convertirlo en centros de ocio para el turismo y el consumo”.

Un tejido urbano gentrificado

El caso de Ca La Caixeta refleja unas tendencias que pueden extrapolarse a un ámbito más global.  Impulsadas por lógicas mercantilistas y neoliberales, la gentrificación y turistificación han dejado una profunda marca en el tejido urbano de grandes ciudades como València. A lo largo de la última década, estas dinámicas se han manifestado de manera creciente y han transformado la fisonomía de la ciudad y la vida de sus residentes. 

En el caso del bajo número 2 de la calle Caixers el objetivo era la conversión del edificio en un macrohotel en busca del cambio de la política habitacional

En el caso del bajo número 2 de la calle Caixers el objetivo era la conversión del edificio en un macrohotel en busca del cambio de la política habitacional, a través de la promoción del coliving, alquileres temporales y pisos turísticos, en detrimento de las comunidades locales.

La huella de la gentrificación se traduce en un aumento significativo de los precios de la vivienda, alejando a las personas que originalmente habían encontrado en estos barrios una vivienda asequible. Este proceso no solo impacta en lo económico, sino que también desencadena una ruptura en el tejido vecinal. Los comercios locales, característicos de la vida de barrio, son reemplazados por establecimientos orientados al consumo turístico, generando una desintegración del entorno comunitario.

Especulación urbanística
Urbanismo Benimaclet: el barrio que lucha por construirse a sí mismo ante la sombra de la especulación
El desalojo de terrenos de Benimaclet (València) por parte de la constructora Metrovacesa no se ha producido, al menos de momento. Colectivos sociales insisten en la necesidad de apostar por un barrio habitable y han trabajado un proyecto para ello.

La resistencia de espacios como Ca La Caixeta se erige como un contrapeso a estas dinámicas. Este centro social ocupado se presenta como un acto de resistencia, llenando de vida y significado un edificio abandonado desde 2019. Más allá de ser simplemente un lugar de refugio, Ca La Caixeta se convierte en un punto de encuentro, cuidado y autogestión, desafiando las fuerzas que impulsan la gentrificación y turistificación en València. La lucha de estos residentes es una afirmación de su derecho a construir la vida que desean, al margen de las fuerzas especulativas que amenazan su hogar y su comunidad.

Su futuro es incierto, pero la determinación y la solidaridad social sostienen este proyecto. La invitación persiste: “Cuidado, amor, autogestión y resistencia”.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Centros sociales
Derecho a la vivienda La Sareb desahucia tres centros sociales del País Valencià en una semana
La Trinxera (València) y Cals Flares(Alcoi) se ven obligados a cerrar sus puertas. Ca La Caixeta (València) consigue frenar el desalojo.
Okupación
Okupación en Cáceres Ordenan precintar el CSOA La Muela de Cáceres
La orden parte del Ayuntamiento, que también ha dado traslado del expediente a la Fiscalía para que considere si se estuviera frente a la comisión de un delito.
Líbano
Líbano Israel convierte el Sur de Líbano en zona militar mientras continúa su política de expulsión de población
El estado sionista presenta como “guerra contra Hezbollah” el ataque contra posiciones de los cascos azules de la FINUL, la destrucción de centros de bomberos y la expulsión de centenares de miles de civiles desvinculados de la milicia libanesa.
Ocupación israelí
Según una Comisión de Investigación de la ONU Israel destruye de manera “deliberada y sistemática” el sistema sanitario de Gaza
Un nuevo informe de la Comisión Internacional Independiente de Investigación de la ONU sobre los Territorios Palestinos Ocupados muestra la destrucción deliberada y sistemática del sistema sanitario de Gaza por parte de Israel.
Congreso de los Diputados
Congreso ¿Por qué España debe computar las condenas de los presos de ETA en Francia?
Por derechos humanos, para evitar que Europa aperciba a España o porque, como reconoce Grande-Marlaska, la transposición de la directiva se realizó de modo “no correcto”. Hay presos que cumplen dos veces castigo por el mismo delito.
Opinión
Opinión Recuperar Samil non era isto
Pouco queda do proxecto orixinal para a recuperación do ecosistema dunar da praia máis grande de Vigo e as actuacións que se están desenvolvendo van na dirección contraria, ignorando os indicadores da emerxencia climática en favor da urbanización.
Culturas
Jumko Ogata “Nuestros activismos también se tienen que nutrir de las propuestas de sanar traumas colectivos”
Jumko Ogata Aguilar traduce uno de los libros más populares de bell hooks como puente entre las formas de organización de las mujeres negras en Estados Unidos y los espacios de mujeres negras y racializadas en el mundo hispanoparlante.

Últimas

Formación El Salto
Formación El Salto Del Magreb al Golfo Pérsico: ¿cómo informar(se) sobre el llamado mundo árabe?
El Salto Formación trae para octubre el primero de sus cursos orientados a la información internacional. Una propuesta en la que revisaremos de forma crítica cómo (nos) informamos sobre los países árabes y otros estados históricamente relacionados.
Austeridad
Reglas fiscales ¿Tenemos un plan para la gente y las futuras generaciones?
VV.AA.
Si el Gobierno aspira a una transición ecológica justa completa, también debe asegurar que el gasto público sea coherente a la hora de garantizar derechos e invertir en bienestar.
Derecho a la vivienda
Derecho a la vivienda Inquilinos para siempre: el 70% de la población que alquila no cree que pueda comprar o heredar una vivienda
La crisis de vivienda se hace crónica: aumenta la brecha de desigualdad entre inquilinos y caseros, que acumulan viviendas, mientras la población inquilina no tiene expectativas de acceder a la propiedad.
Comunidad El Salto
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate ‘El Estado feroz’, el primer libro de Pablo Elorduy
El responsable de Política de El Salto firma este ensayo donde recoge la historia política de las últimas dos décadas y la “restauración del orden tras el estallido de lo inesperado”.
Más noticias
PNV
CACIQUISMO El Ararteko señala irregularidades en procesos de selección que afectan al número 2 del PNV
Una denuncia remitida al Defensor del Pueblo sobre la política de contratación en el ente público foral Gaikuntza, donde trabaja la hermana del número dos del PNV, Joseba Aurrekoetxea, desvela que no se garantizan los principios de publicidad.
Derecho a la vivienda
Derecho a la vivienda ¿Puede el alquiler costarnos la salud?
La autora atestigua desde su centro de trabajo las consecuencias de la crisis habitacional y el impacto que tiene en la salud el vivir en barrios deprimidos y asegura golpea con más fuerza a las familias con rentas más bajas.
Opinión
Opinión Energías renovables sí, pero no así. Entonces, ¿cómo?
VV.AA.
No nos engañemos, para alcanzar un sistema eléctrico peninsular e insular 100% renovable en 2030, y un sistema energético 100% renovable en 2040, necesitamos más plantas eólicas, más fotovoltaicas y más termosolares.
Opinión
Opinión Recuperar Samil no era esto
Poco queda del proyecto original de recuperación de las dunas de la playa más grande de Vigo y las actuaciones que se están desarrollando van en la dirección contraria, ignorando los indicadores de la emergencia climática en favor de la urbanización.

Recomendadas

Laboral
Laboral Las bajas por salud mental de origen profesional se clasifican sistemáticamente como comunes
En 2023, en la Comunidad Autónoma del País Vasco solo constaban 21 bajas por cuadros psicosociales de origen profesional (el 0,01%), informa UGT Euskadi tras pedir el dato a las mutuas.
En el margen
Mayra Ëkatö “En África la comida es unión, es familia, es alegría, es contacto con la Naturaleza, es respeto”
Técnica en farmacia de profesión y originaria de Malabo, esta cocinera explora los distintos sabores en África y los trae a los paladares acompañados de su historia.
Kurdistán
Pueblo kurdo “Las ideas de Abdullah Öcalan y la revolución en Rojava son un faro para la práctica revolucionaria”
En el marco de la campaña “Libertad para Öcalan, una solución política para el Kurdistán”, entre el 1 y el 10 de octubre numerosas acciones a nivel global están exigiendo la liberación del líder kurdo, encarcelado desde 1999.