Cine
Cuando los ecologistas son los malos de la película

El audiovisual comercial mira el ambientalismo con mejores ojos que otras causas, pero aun así se ha recreado en la representación de ecoterroristas más o menos carnavalescos.

23 feb 2020 06:15

Cuando Hollywood ha intentado elevar denuncias ecológicas, a menudo ha reservado el protagonismo a los representantes legales por encima de los activistas. Ha sido el caso del biopic Erin Brokovich, Acción civil o el recientemente estrenado drama judicial Aguas oscuras. Obras como Silkwood, por su parte, otorgaban el protagonismo a las personas directamente afectadas por crímenes ecológicos: en este caso, se trataba de una trabajadora de una central nuclear que denunciaba la exposición a contaminación radioactiva.

El cine comercial también nos ha ofrecido héroes pop de ideario ecologista. Steven Seagal repartió mamporros y tiros en la película de acción En tierra peligrosa o en su falsa secuela En tierra peligrosa 2, donde se enfrentaba a un petrolero malvado y a una empresa que realizaba vertidos ilegales, respectivamente. Si Aguas oscuras muestra la tibieza institucional ante las grandes empresas, Seagal encarnaba una especie de fantasía de revancha popular aceptable por el mainstream, puesto que estaba mediada por un agente de la ley.

En pleno debate popular sobre fenómenos como la lluvia ácida o la conservación de especies en peligro de extinción, el exploitation italiano de los años 80 tuvo sus momentos oportunistamente ambientalistas. En Killer crocodrile se explicaba la historia de un reptil mutado por la influencia de residuos radiactivos y que —irónicamente— diezmaba un grupo antinuclear. Blastfighter supuso una extraña mezcla de thriller de venganza al estilo de La última casa a la izquierda y de enfrentamiento a vida o muerte con cazadores. Incluso Bud Spencer y Terence Hill lucharon contra el tráfico de animales en la comedia Yo estoy con los hipopótamos.

Radical ecologistas Hollywood 3
Los ecologistas no salen bien parados en el filme de zombies de Danny Boyle.

Dramas del activismo violento

Aunque el audiovisual global observa los ideales ecologistas con más amabilidad que los sindicales, los ambientalistas también han sido los malos de la película. El ecologista demente, malvado o catastróficamente irresponsable, ha abundado en las narrativas pop. Menos habitual ha sido hallar ficciones que reflexionen sobre el activismo y el recurso a la violencia. Curiosamente, en 2013 se estrenaron dos filmes que abordaban esta problemática: Night moves y The east. En el primer caso, la prestigiosa Kelly Reichardt (Meek’s cutoff) firmó un antithriller sobre un trío de militantes que hacen estallar una presa. La apuesta estilística por el laconismo expositivo y la contención dramática comprometía la posibilidad de un desarrollo psicológico e incluso ideológico. Más allá de unas frases al principio del filme, no queda claro qué empuja a los protagonistas a recurrir a los explosivos.

El realizador de The east, por su parte, apostó por un thriller de infiltración: una agente de una empresa de seguridad corporativa entra en un grupo ecologista clandestino. El planteamiento de Zal Batmanglij quizá era más vulgar estilísticamente, pero estaba enriquecido por algunas fricciones. Se plantea una contradictoria atracción (de los integrantes de la organización, del dispositivo estético indie-hipster del filme) y rechazo (de la agente) hacia el retorno a la vida rural. De la misma manera que el personaje se introduce en el grupo, el grupo se acaba introduciendo en su mentalidad.

Como la protagonista es el referente ético del espectador común en The east, su cambio de perspectiva abre la puerta a una identificación parcial de la audiencia con ese grupo. La obra seguía así, de una manera moderada, un esquema propagandístico: la conversión de un protagonista. Si el Humphrey Bogart de Casablanca era un desencantado que volvía a implicarse políticamente contra los nazis, la agente interpretada por Brit Marling comienza a asumir una parte de los postulados de la organización que debía desarticular.

El final de la película de Batmanglij tiene pequeños componentes subversivos pero puede resultar excesivamente tranquilizador, marcado por ese individualismo cultural que deposita grandes esperanzas en la toma de consciencia de las personas, una a una. De ello trataba, en forma de drama, Tierra prometida: el personaje interpretado por Matt Damon se trasladaba para convencer a los habitantes de un pueblo para que vendiesen los derechos de perforación de sus tierras a una empresa energética, pero acababa informando a los lugareños de los efectos medioambientales del extractivismo. El dimensionamiento de la acción personal difumina la necesidad de acometer reformas estructurales.

Radical ecologistas Hollywood 2
Fotograma de la película 28 días después en la que un simio propaga la infección que diezma la población.
Radical ecologistas Hollywood 4
Los animalistas liberan a unos animales y se forma la gozadera.

Apocalipsis por buena fe

Excepciones como Night moves o The east al margen, la figura del ‘mal ecologista’ ha tendido al retrato ridiculizador o villanizador en contacto con las narrativas de la acción fantástica o terrorífica. Uno de los ejemplos más curiosos de devastación provocada por militantes lo podemos hallar en 28 días después. El realizador Danny Boyle (Sunshine) contribuyó a la resurrección popular del cine de zombis y plagas al concebir una epidemia aparentemente incontrolable de algo parecido a la rabia. El responsable directo del estallido era un grupo de animalistas que liberaban a primates infectados en un laboratorio.

La película de Boyle era el negativo de las consabidas distopías sobre hecatombes medioambientales. Si en esas ocasiones el mundo se acababa por no haber atendido a las reivindicaciones de las voces ecologistas o antinucleares, en 28 días después la civilización precisamente peligraba por uno de estos grupos. En el fondo, se respetaba la tendencia del cine zombi posterior a la obra de George Romero, que ha tendido a advertir sobre el mal uso de la experimentación científica. La cinta de terror y humor El regreso de los muertos vivientes situaba los orígenes de la resurrección general en una sustancia creada por el ejército, como la deplorable coproducción italoespañola Apocalipsis caníbal o la también italiana pero algo menos desafortunada La invasión de los zombis atómicos, cuyo título evidencia sus connotaciones antinucleares. Incluso una técnica experimental de cultivo agrícola vaciaba los cementerios en la apreciable No profanar el sueño de los muertos.

Radical ecologistas Hollywood
Fotograma de la película 12 Monos protagonizada por Brad Pitt y Bruce Willis.

De ‘mad doctors’ ecologistas

Junto con 28 días después, otra de las ficciones más memorables sobre destrozos voluntarios o involuntarios en nombre del animalismo es Doce monos. Especie de versión de Terminator, con paradojas temporales decoradas mediante la estética grotesca con ecos kafkianos del Terry Gilliam de Brazil, trata de la aniquilación de la humanidad a manos de un virólogo que se alineaba con un ambientalismo antihumano: apostaba por la extinción de la especie humana para preservar el planeta.

El antagonista del filme de Gilliam es otro científico loco del ecologismo en la cultura pop. Estos personajes a veces pueden alinearse con la idea erasmista de que el presunto enajenado diga verdades que otros no pueden pronunciar, pero a menudo la motivación ambientalista parece una razón azarosa con la que vestir planes génericos de destrucción. En el cine de superhéroes, personajes como Hiedra Venenosa han representado el deseo de implantar un Green Deal forzoso y éticamente laxo. En la película de animación Batman y Harley Quinn, se plantea una idea inquietantemente plausible —los humanos solo cambiarán de conducta en caso de que su vida peligre de manera inminente— que toma forma fantasiosa —se les quiere convertir en plantas para que su existencia dependa más directamente del medio—. En el grotesco filme de imagen real Batman y Robin, los planes de Hiedra Venenosa quedan menos claros, a juego con su narrativa confusa.

Radical ecologistas Hollywood 5
El trío de militantes que hace estallar una presa en la película de Kelly Reichardt.

El despotismo cientifista

Un ejemplo curioso de ficción con científicos interesados por el medio ambiente es la parodia estadounidense de James Bond, Flint: agente secreto. En ella, un grupo de doctores son capaces de controlar el clima. El rechazo del héroe interpretado por James Coburn está bastante justificado: los antagonistas han provocado cataclismos para demostrar su poder y han impulsado repetidos intentos de asesinato de su persona.

El intercambio dialéctico final entre los villanos y el héroe se mantiene en el terreno de parodia, pero tiene aspectos sugerentes. A pesar de que el trío defiende que ha recurrido a la violencia como último recurso, y promete un mundo pensado para el hombre común y que otorgue un clima templado a toda la población, Flint rechaza cualquier negociación por su sentido del individualismo. Y un sicario excesivamente entusiasta aborta cualquier posibilidad de pacto o aplicación sensata de la máquina fantástica que ha diseñado el trío de déspotas cientifistas, cuya procedencia —uno es chino, el otro es ruso— acaba de vincularles con ese comunismo siempre amenazante para Hollywood. El villano de la adaptación fílmica de la serie televisiva inglesa Los Vengadores también usaba un dispositivo de control climático, herramienta bastante habitual en la ficción pulp y el cómic de superhéroes.

Sometidas normalmente a las inercias del cine de género y sus héroes protectores de un estado de las cosas, todas estas películas tienden a proyectar un imaginario conservador y tranquilizador: el final feliz es preservar el clima tal y como está. Quizá esto cambie con el actual pico de preocupación sobre el estado actual del medio ambiente y no sobre escenarios hipotéticos, pero sigue predominando la dinámica de incorporar las inquietudes ecologistas de manera algo contraproducente: estos discursos los sostienen malvados genocidas.

La reciente Godzilla: Rey de los monstruos podría considerarse un pequeño hito del ecoterrorismo cinematográfico impulsado por científicos, dada la técnica pintoresca que estos usan para preservar el planeta: provocar una enorme mortandad entre los humanos haciendo que diversos monstruos gigantes se enfrenten entre sí.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

O Teleclube
O Teleclube 'Os Pecadores' loitan contra montruos reais e mitolóxicos no novo episodio de 'O Teleclube'
O dúo do director Ryan Coogler e o actor Michael B. Jordan estrean unha película sobre a experiencia afroamericana cunha ameaza sobrenatural engadida.
Literatura
Ensayo Qué (no) puede un cuerpo
Algunas novedades editoriales y tendencias audiovisuales sugieren retornos de modos de entender lo inhumano que fueron característicos de la neoliberal década de los 80.
Galicia
Investigación Varios refugiados denuncian a la ONG Rescate Internacional por explotación laboral y agresión sexual
La Guardia Civil investiga al centro de Mondariz-Balneario tras varias denuncias por parte de voluntarios migrantes que aseguran trabajar sin contrato a cambio de 50 euros semanales. La ONG gestiona 1.700 plazas del programa estatal de acogida.
Industria armamentística
Genocidio Las relaciones armamentísticas de España e Israel han sido “más lucrativas que nunca” desde octubre de 2023
Un informe del Centre Delàs señala diferencias significativas en las armas que España dice que ha vendido a Israel y las que Israel registra. Las empresas israelíes han firmado 46 contratos con las administraciones por más de mil millones.
Comunidad de Madrid
Luis A. Ruiz Casero “Durante la transición la cárcel de Carabanchel albergó a más presos que en algunos años del franquismo”
De los presos franquistas que construyeron el penal, pasando por los que fueron fusilados, hasta los revolucionarios que pusieron patas arriba el centro penitenciario con iniciativas como la COPEL, Luis A. Ruiz Casero ofrece en 'Carabanchel. La estrella de la muerte del franquismo', un documentado homenaje a las luchas de las personas internas.

Últimas

Tribuna
Tribuna Para acabar de una vez con las nucleares: sobre el último intento de prolongar la vida de las centrales
Los voceros de la nuclear han encontrado la oportunidad ideal para difundir sus bulos con el apagón del 28 de abril. Quieren generar polémica para mantener operativa una infraestructura innecesaria, peligrosa y que genera residuos incontrolables.
Análisis
Análisis ¿Existe una identidad europea?
El 9 de mayo se celebra el “día de Europa”, que conmemora la paz y la unidad en el continente y que coincide con la declaración presentada en 1950 por Robert Schuman que sentó las bases de la cooperación europea. Pero, ¿qué es Europa realmente?
Estados Unidos
Libertad de expresión Canadá recomienda al profesorado LGTBQ+ o crítico con Trump no viajar a Estados Unidos
Una circular de la Asociación Canadiense de Profesores Universitarios (CAUT) recomienda “encarecidamente” que el personal académico viaje a los EEUU “solo si es esencial y necesario”.
Más noticias
El Salto Radio
El Salto Radio Malismo
Hacerse el “malote” aporta beneficios: entrevista con Mauro Entrialgo, autor de Malismo, un ensayo sobre los mecanismos de ostentación del mal
Madrid
Madrid El grito de ‘Altri Non!’ llega al Congreso de los Diputados
La Plataforma Ulloa Viva y organizaciones ecologistas exigen directamente al Gobierno español que rechace subvencionar el proyecto de la macrofábrica de celulosa y que respete la voluntad del pueblo gallego.
Sanidad
GENOCIDIO EN GAZA 200 trabajadoras del Hospital de Cruces piden vetar los fármacos de Teva Pharm
Las profesionales sanitarias registraron el pasado 2 de mayo una petición ante la Dirección de Osakidetza para exigir la retirada inmediata de todos los productos de la farmacéutica israelí.
Libertad de expresión
Libertad de expresión La Justicia da la razón al humorista Héctor de Miguel, Quequé, frente a la denuncia de Abogados Cristianos
La Audiencia Provincial de Madrid estima el recurso de apelación presentado por Héctor de Miguel, imputado por unas declaraciones tras una denuncia de Abogados Cristianos.

Recomendadas

Laboral
Laboral Coidar sen dereitos: a loita das traballadoras nas residencias privadas de Galiza
Sen tempo nin medios para ofrecer uns coidados axeitados, alertan dunha situación insostible nos centros e denuncian a privatización dun servizo a costa do benestar das persoas maiores e dependentes.
Pensamiento
Lola Olufemi “No me atraen las utopías lejanas, estoy más interesada en el ahora”
La escritora e investigadora británica Lola Olufemi trabaja desde la certeza de que el presente no es una jaula, desde la confianza en que viviremos cosas diferentes aunque no se sepa exactamente de qué tipo van a ser.
Catalunya
Acción directa Las Sublevaciones de la Tierra francesas llegan a Catalunya: “Necesitamos una forma nueva de luchar”
Una acampada de tres días y una acción simbólica han sido el pistoletazo de salida de Revoltes de la Terra. La organización ha sido capaz de unir a ecologistas de campo, de ciudad y campesinado en una dinámica de lucha “nueva”.