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Capitalismo
El saqueo y el pillaje: La respuesta progresista
El concepto casi ultracapitalista radical de la propiedad privada está tan asumido entre los ciudadanos, que cualquier concepción distinta resulta chocante, cuando no ilegal o tremendamente peligrosa.
Desgraciadamente, el concepto casi ultracapitalista radical de la propiedad privada está tan asumido entre los ciudadanos, que cualquier concepción distinta resulta chocante, cuando no ilegal o tremendamente peligrosa.
No obstante, casi todos vosotros habéis cometido “piratería” (definido así por las legislaciones occidentales) cada vez que habéis copiado algún libro, o en un examen o descargado una canción sin pagar y sin el permiso del autor. Los de ideas progresistas decimos que no debe existir algo así como la “propiedad sobre una idea”, porque cuando tenemos una idea en mente, el autor original no puede impedirnos pensar en esa idea. Existe un gran consenso entre los españoles que las leyes sobre “derecho de autor” son injustas o en todo caso ilegítimas.
Si alguna vez has cometido piratería, entonces debes ser coherente y apoyar algo que está estrechamente relacionado: el saqueo/pillaje. Ya, ya sé que no suena “bien” y que seguramente a tu abuelita católica le escandalizará, pero con estas cosas hay que ser valientes y sobre todo, coherentes. Me hace mucha gracia como la gente que no tiene problema alguno con descargar canciones ilegalmente o copiar, diciendo cosas como “bueno es que yo sí apoyo al artista al difundir su música”, entre otras frases, de repente se alarman y te miran con ojos de asombro cuando dices que el pillaje también está relacionado. Trazan fronteras entre el pillaje “bueno” o “neutral” que ellos practican, y el “pillaje malo” de otros, cuando se trata de otros objetos determinados. A mí no me interesa establecer una isla de piratas “buenos” y “malos”. Estoy más bien, como persona preocupada por la igualdad, interesado en ampliar las categorías para que podamos ver la relación estrecha entre lo que hacen muchos de los que hipócritamente condenan otros.
¿Y qué es la piratería? Es la violación premeditada de nuestro sistema actual de derechos sobre la propiedad. Nuestro sistema antidemocrático dicta que las empresas pueden comprar, vender y ser propietarias exclusivas del derecho a copiar música, grabaciones, películas y libros. Cualquier persona ajena a esas empresas es ya un criminal bajo este sistema imperante. A pesar de que casi todos vosotros tenéis métodos o herramientas para copiar y distribuir con facilidad la “propiedad intelectual”, no se permite y te meten en la cárcel si te pillan. ¿Y? La gente lo hace igualmente: descargas ilegalmente con contraseña en foros especiales para tal fin, buscas vídeos en Google y subes a Google con otros usuarios y esto se hace continuadamente, casi a diario. Esto se hace porque actualmente se puede. Es fácil. Porque los españoles saben, al menos los más jóvenes, que las empresas discográficas y editoriales son explotadores y unos egoístas a los que no les interesa nada más que su propio bienestar. Eso y también porque la mayoría no dispone del dinero suficiente como para quemarlo indiscriminadamente comprando libros, vídeos, ir al cine, etc.
En la propia España, el coste de un libro o DVD, o cualquier artículo “cultural” es muchísimo más alto y caro que el sueldo medio, equiparándonos, casi, al llamado Tercer Mundo donde también existe un alto índice de piratería. Algunos decían "patria o muerte", y en este tema toca decir "piratería o nada". O en todo caso y de forma menos ofensiva para los delicados, comparte o muerte.
Bien, vamos avanzando.
¿Y el pillaje, pues? El saqueo o pillaje es el robo masivo de objetos. Los saqueadores violan las leyes sobre la propiedad, pero mucha gente, incluidos muchos de vosotros dirán que eso es “distinto”. Decís algo así: “llevarse unas zapatillas deportivas sin pagar no es lo mismo que descargar un MP3”. Eso parece convencer a muchos, pero el postulado es falso.
Tú no puedes compartir un par de zapatos de la misma manera que un MP3. Unos zapatos solo benefician al portador. A pesar de que los zapatos son un ejemplo de artículo “rival,” en el contexto del mundo actual (del cual debe proceder todo nuestro análisis) sabemos perfectamente que se producen cantidades masivas de zapatos en el planeta. Ningún lector que esté leyendo esto carece de opciones para elegir zapatos en cuanto a que estos no son un bien escaso o difícil de producir. Eso sí, es posible que tú no te puedas permitir comprarte zapatos en algún momento determinado de tu vida. Por eso todo esta sobreproducción de artículos de masa, y la incapacidad de mucha gente para poder pagarlo, descarta el argumento de la rivalidad económica.
Ahora si tú quieres ese zapato gratis, es decir, robarlo, exige cometer un delito bastante diferente a primera vista en comparación con descargar tu MP3. Puedes descargar tu MP3 tomándote un café en el bar, mientras que el saqueo exige cierta violencia o en todo caso otro tipo de actividad física. Eso sin contar el daño a la propiedad: mobiliario roto, cristales reventados, etc. Algunas personas te dirán o pensarán que en esos casos, hay falta de respeto. Vamos, que no es muy educado ir reventando cristales. Tienen cierta obsesión con la propiedad física, pero no tienen problema alguno descargando un MP3. Entre nuestra generación (menores de 40 años) se nota esta actitud entre los colectivos más acomodados o “pijos”. “Madre… qué violentos esos que acaban de reventar el escaparate del Starbucks en Barcelona!” Ellos preferirían que tú y yo anduviéramos por la calle descalzos antes que generar problemas a las empresas multinacionales. De hecho, mientras no haya cristales rotos ni saqueo en tiendas, no les interesa realmente que tengas zapatos o no, o comida, o techo, o sanidad o cualquier cosa que necesite un ser humano para sobrevivir en este mundo. Mirad, desde mi punto de vista, hay que ser un sinvergüenza en el peor de los casos, o simplemente un ignorante, un estúpido, que revela el verdadero carácter de quienes piensan así. Mucho chupar café en tazón del Starbucks y bufanda de moda, mucho preocuparse por los escaparates rotos, pero nada que decir sobre familias rotas, sobre el futuro de los niños en precariedad, y lo que viene, que será peor aún.
El pillaje utiliza el mismo argumento que la piratería: podemos llevárnoslo y, si coordinamos a las masas, así lo haremos. Si fuese posible descargar ropa y comida usando el WIFI del McDonald’s, eso es lo que haríamos, pero hasta entonces, se opta por llevarse todo lo que ya ha sido producido y está dentro de esas tiendas. Y sí, tienes mucha razón estimado cura biempensante: le hacemos daño a esas industrias y eso es algo muy positivo, la verdad. Esas empresas y negocios son terribles, egoístas, industrias inhumanas que explotan a sus propios trabajadores a diario y engañan a los clientes. Pregúntale a Steve Albini o a cualquiera de las mujeres trabajando en un taller clandestino del IBEX 35 y Amancio Ortega.
La ciudad de Londres es famosa en este tema por la cantidad de saqueos anuales que cometen los ciudadanos informados cuando hay una crisis política. En las últimas revueltas, los saqueadores quemaron una fábrica de SONY. Miles de DVDs ardieron y se perdieron. Muchos acomodados dijeron, para hacernos sentir mal “joooeeer eso les hará daño a los artistas independientes”. Pero sinceramente, ¿quién demonios iba a comprar todo eso? De hecho, el fuego les vino bien seguramente, porque entonces ahora podrán cobrar del seguro y recibirán algo de un “stock” de productos que, teniendo una buena conexión de internet son inútiles, no podrán venderse. Solo queda un montón de discos que menos gente quiere, y menos aún poder pagarlo.
Durante la histeria masiva que siguió después del Huracán Katrina en Nueva Orleans (USA), donde nos informaron que solo los negros saquean tiendas, hubo una discusión sobre la ética del pillaje. Se dijo que durante emergencias tan catastróficas, se justificaba el saqueo. Pero ese criterio solo demuestra un rasgo de la clase media acomodada, porque no hace falta tener una emergencia tan letal para que no se cubran las necesidades básicas. Quita la parte de las emergencias y pregunta esto: ¿qué madre no le diera de comer a sus hijos hambrientos simplemente para no robar en una tienda y proteger los intereses del propietario que evade impuestos en paraísos fiscales?
Lo cierto es que muy poca gente se beneficia del ultracapitalismo actual e imperante. Eso sí, durante décadas nos engañamos a nosotros mismos pensando que sí era la solución a los problemas del mundo. A mí no me interesa buscar nuevos modelos de producción para seguir beneficiando el sistema actual. Lo que tenemos que hacer es darnos cuenta de esto: los cambios que queremos en relaciones sociales no podrán darse bajo este sistema y el sistema necesita un cambio radical. Este cambio no vendrá desde el sistema, sino de parte de la ciudadanía activista que ya se ve privada de oportunidades cada vez más. En sus manos está el poder de destruir este sistema y si son saqueadores, también vale.