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Contaminación
La Xunta ocultó la información del vertido de microplásticos durante días a instituciones y al sector pesquero
La Xunta de Galicia, gobernada por el Partido Popular, ocultó durante días y en algunos casos durante semanas, toda la información que tenía sobre el vertido de millones de microplásticos frente a la costa portuguesa y su potencial afección al litoral gallego en las Rías Baixas. Ha sido la propia Consellería do Mar quien involuntariamente lo ha reconocido en un escueto comunicado donde reconoce que el Ministerio de Transportes le facilitó la información de que un buque, el Toconao, con bandera de Liberia y proveniente de Algeciras (Cádiz) había perdido parte de su carga frente a la costa de Viana de Castelo, en la costa de Portugal el día 8 de diciembre. Sin embargo, alcaldes y alcaldesas del litoral afectado en las rías de Muros e Noia y Arousa no tuvieron ninguna información oficial al menos hasta el 13 de diciembre. Y eso en el mejor de los casos.
Contaminación
Contaminación El vertido de un barco en el Atlántico inunda una ría gallega con millones de microplásticos
Hay a quién todavía no le ha llegado ni una carta en mas de un mes. Es el caso de la alcaldesa de Muros (A Coruña), María Lago Lestón, uno de los ayuntamientos más afectados, que explica a El Salto que todavía durante la mañana de este viernes no había recibido “ni una comunicación oficial” por parte de ninguna de las administraciones responsables. Tampoco del Ministerio del ramo del Gobierno de España: “Recibimos una llamada estos días desde Costas para decirnos que había constancia de uno de esos sacos de pellets en una de nuestras playas y que nos correspondía proceder a su limpieza. Nada más”, denuncia la alcaldesa del BNG, que critica que la Xunta “dice estar coordinando la situación, pero no han hecho nada en absoluto” que ellos y ellas hayan visto.
Desde la Consellería do Mar, dirigida por Alfonso Villares, dicen estar trabajando en la detección y seguimiento de la aparición de estos materiales “para su posterior retirada o limpieza por parte de las administraciones competentes”. En esa línea, Guardacostas de Galicia también dice mantener la vigilancia en el litoral para detectar la llegada de estos materiales. Sin embargo, reconocen que hasta el momento “no fueron notificados avistamientos de estos materiales en el mar puesto que, por sus características no se encuentran en la superficie por lo que no es posible su retirada por medios marítimos teniendo que realizarse una vez que estos plásticos llegan a la costa”.
“Que está coordinando la limpieza es simplemente una mentira”, denuncia Luis Pérez Barral, alcalde de Ribeira, en cuyo término municipal se encuentra el Parque Natural de Corrubedo, una de las joyas ecosistémicas de las costas gallegas, zona afectada sobremanera por el hundimiento del Prestige y en cuyos arenales ya se han reportado la presencia de estos microplásticos de no más de cinco milímetros de diámetro utilizados en procesos industriales para la fabricación de todo tipo de útiles de usos profesionales y cotidianos. “Nosotros sí recibimos una carta, escueta, el día 13 avisándonos de que había habido esa pérdida de carga, pero nada más. Ni del potencial daño medioambiental que acarreaba ni nada. Simplemente que nos correspondía a nosotros limpiarlo y que pasásemos la factura para imputársela al seguro de la naviera responsable”, lamenta. “Ni una reunión entre los alcaldes de la comarca siquiera”, añade.
Salvando las distancias, no solo el daño medioambiental recuerda a la catástrofe del Prestige de hace ahora 21 años, lo que más se parece, explica el propio Barral es la voluntad de “ocultación” por parte de la Administración que hoy dirige Alfonso Rueda, presidente no electo que Alberto Núñez Feijóo colocó a dedo tras su marcha a la política estatal. De hecho, explica el alcalde de Ribeira, tienen la sensación “de que estaban esperando a ver qué era lo que pasaba y cómo de grave podría ser el tema”. De hecho, en las escasas comunicaciones que ha emitido la Xunta —tras dos días de mails y llamadas no han respondido ni una sola de las preguntas de esta redacción— se centran en señalar las responsabilidades a la hora de la limpieza: “Se ha trasladado ya a los municipios de las zonas afectadas la máxima colaboración, facilitando el protocolo con el que actuar y recoger toda la información de los trabajos y costes asumidos por estas administraciones para que posteriormente sean trasladados a la empresa”, algo que los alcaldes consultados por El Salto niegan rotundamente.
Y hay más barridas hacia fuera y la intención de no dañar la reputación de la naviera, presuntamente Maersk, ni de la empresa Bedeko Europe, fabricante de esos pellets: “En ese sentido conviene señalar que Ley de Responsabilidad Ambiental señala el deber del responsable de un vertido de hacerse cargo de las medidas de prevención, evitación y reparación. Desde la empresa ya ha sido trasladada su voluntad de colaborar con las administraciones con medios técnicos y económicos para atajar la situación”.
Pescadores y mariscadoras tampoco han recibido comunicación alguna
El impacto en la vida marina y en los ecosistemas del litoral ha hecho saltar las alarmas no solo en los colectivos ecologistas gallegos, sino en todas las cofradías de pesca que faenan en las rías afectadas, ya que estos diminutos fragmentos son fácilmente confundidos por la fauna marina con alimentos, lo que puede resultar en daños internos y la acumulación de toxinas en sus sistemas. Además, la contaminación de la cadena alimentaria surge como una consecuencia directa de la ingestión de estos microplásticos por parte de la vida marina. Este fenómeno plantea un riesgo potencial para la salud humana, especialmente cuando los productos marinos contaminados son consumidos, especialmente en zonas marisqueras como la ría de Muros e Noia. “Y al final nos los acabaremos comiendo nosotros si no hacen nada”, denuncia Santiago Cruz, patrón mayor de la Cofradía de Pescadores San Bartolomé de Noia.
“Tenemos los vertidos de la mina de San Finx, los vaciados de los embalses del Tambre y ahora esto. Si la Xunta no toma cartas en el asunto, nos van a dejar sin futuro“, denuncia el patrón mayor de Noia, máximo representante de pescadores y mariscadoras de la zona más afectada. A las preguntas de El Salto, Cruz reconoce que, tras un mes desde el conocimiento por parte del Estado español y la Xunta de Galicia del vertido y sus potenciales afecciones al litoral gallega, a día de hoy no han recibido ”ni una carta ni una llamada ni nada“ por parte de las Administraciones. Es, de hecho, la tónica general. Han sido las vecinas y los vecinos los que, desde un primer momento, han estado trabajando para limpiar las playas e incluso hacer un mapeo de las principales apariciones, canalizadas estos días a través de la plataforma Noia Limpa.
La Asociación para a Defensa Ecolóxica de Galiza (Adega), una de las principales organizaciones ambientalistas del país, ha instado este mismo jueves a la Xunta y a la demarcación de Costas de Galicia a activar urgentemente el Plan de Contingencia por contaminación marina accidental por la aparición de millones de estos microplásticos. A pesar de que la primera alerta pública sobre la aparición de estos residuos en el litoral gallego se produjo el pasado 13 de diciembre, ”hasta el momento ni la Xunta ni Costas están haciendo nada para controlar el impacto de este vertido, detectar los puntos de contaminación o proceder a la eliminación de microplásticos", denuncian. “Estos residuos, de no ser retirados de las playas, podrían acabar pasando a formar parte de nuestra cadena trófica o alimentaria, ingeridos por la fauna marina, además de suponer un nuevo ataque contaminante a nuestro litoral y a toda la biodiversidad costera. Lejos de solucionar el problema, con cada marea, siguen llegando más microplásticos a nuestras costas y ya hay avisos de su llegada a playas de Lugo e incluso de Asturias y Cantabria”, denuncian desde Adega.
Contaminación
A Xunta ocultou a información da vertedura de microplásticos durante días a institucións e o sector pesqueiro
A Xunta de Galiza, gobernada polo Partido Popular, ocultou durante días e nalgúns casos durante semanas, toda a información que tiña sobre a vertedura de millóns de microplásticos fronte á costa portuguesa e a súa potencial afección ao litoral galego nas Rías Baixas. Foi a propia Consellería do Mar quen involuntariamente recoñeceu todo nun conciso comunicado onde recoñece que o Ministerio de Transportes facilitoulle a información de que un buque, o Toconao, con bandeira de Liberia e proveniente de Alxeciras (Cádiz) perdera parte da súa carga fronte á costa de Viana de Castelo, na costa de Portugal o día 8 de decembro. Con todo, alcaldes e alcaldesas do litoral afectado nas rías de Muros e Noia e Arousa non tiveron ningunha información oficial polo menos até o 13 de decembro. E iso no mellor dos casos.
Contaminación
Contaminación A vertedura dun barco no Atlántico enche a ría de Muros e Noia con millóns de microplásticos
Hai a quen aínda non lle chegou nin unha carta en máis dun mes. É o caso da alcaldesa de Muros (A Coruña), María Lago Lestón, un dos concellos máis afectados, que explica ao Salto que aínda durante a mañá deste venres non recibira “nin unha comunicación oficial” por parte de ningunha das administracións responsables. Tampouco do Ministerio do ramo do Goberno de España: “Recibimos unha chamada estes días desde Costas para dicirnos que había constancia dun deses sacos de pellets e unha das nosas praias e que nos correspondía proceder á súa limpeza. Nada máis”, denuncia a alcaldesa do BNG, que critica que a Xunta “di estar a coordinar a situación, pero non fixeron nada en absoluto” que eles e elas visen.
Desde a Consellería do Mar, dirixida por Alfonso Villares, din estar a traballar na detección e seguimento da aparición destes materiais “para a súa posterior retirada ou limpeza por parte das administracións competentes”. Nesa liña, Gardacostas de Galiza tamén di manter a vixilancia no litoral para detectar a chegada destes materiais. Con todo, recoñecen que até o momento “non foron notificados avistamentos destes materiais no mar posto que, polas súas características non se atopan na superficie polo que non é posible a súa retirada por medios marítimos tendo que realizarse unha vez que estes plásticos chegan á costa”.
📺El vertido de un barco en el Atlántico inunda una ría gallega con millones de microplásticos
— El Salto (@ElSaltoDiario) January 4, 2024
Por @javierhrguez para @OSaltogz
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“Que está a coordinar a limpeza é simplemente unha mentira”, denuncia Luís Pérez Barral, alcalde de Ribeira, en cuxo termo municipal se atopa o Parque Natural de Corrubedo, unha das xoias ecosistémicas das costas galegas, zona afectada excesivamente polo afundimento do Prestige e en cuxos areais xa se reportaron a presenza destes microplásticos de non máis de cinco milímetros de diámetro utilizados en procesos industriais para a fabricación de todo tipo de útiles de usos profesionais e cotiáns. “Nós si recibimos unha carta, concisa, o día 13 avisándonos de que houbera esa perda de carga, pero nada máis. Nin do potencial dano ambiental que carrexaba nin nada. Simplemente que nos correspondía a nós limpalo e que pasásemos a factura para imputarlla ao seguro da naviera responsable”, lamenta. “Nin unha reunión entre os alcaldes da comarca sequera”, engade.
Salvando as distancias, non só o dano ambiental lembra á catástrofe do Prestige de hai agora 21 anos, o que máis se parece, explica o propio Barral é a vontade de “ocultación” por parte da Administración que hoxe dirixe Alfonso Rueda, presidente non electo que Alberto Núñez Feijóo colocou a dedo tras a súa marcha á política estatal. De feito, explica o alcalde de Ribeira, teñen a sensación “de que estaban esperan a ver que era o que pasaba e como de grave podería ser o tema”. De feito, nas escasas comunicacións que emitiu a Xunta -tras dous días de mails e chamadas non responderon nin unha soa das preguntas desta redacción- céntranse en sinalar as responsabilidades á hora da limpeza: “Trasladouse xa aos municipios das zonas afectadas a máxima colaboración, facilitando o protocolo co que actuar e recoller toda a información dos traballos e custos asumidos por estas administracións para que posteriormente sexan trasladados á empresa”, algo que os alcaldes consultados polo Salto negan rotundamente.
E hai máis varridas cara fóra e a intención de non danar a reputación da naviera, presuntamente Maersk, nin da empresa Bedeko Europe, fabricante deses pellets: “Nese sentido convén sinalar que Lei de Responsabilidade Ambiental sinala o deber do responsable dunha vertedura de facerse cargo das medidas de prevención, evitación e reparación. Desde a empresa xa foi trasladada a súa vontade de colaborar coas administracións con medios técnicos e económicos para atallar a situación”.
Pescadores e mariscadoras tampouco recibiron comunicación algunha
O impacto na vida mariña e nos ecosistemas do litoral fixo saltar as alarmas non só nos colectivos ecoloxistas galegos, senón en todas as confrarías de pesca que faenan nas rías afectadas, xa que estes diminutos fragmentos son facilmente confundidos pola fauna mariña con alimentos, o que pode resultar en danos internos e a acumulación de toxinas nos seus sistemas. Ademais, a contaminación da cadea alimentaria xorde como unha consecuencia directa da inxestión destes microplásticos por parte da vida mariña. Este fenómeno expón un risco potencial para a saúde humana, especialmente cando os produtos mariños contaminados son consumidos, especialmente en zonas marisqueiras como a ría de Muros e Noia. “E ao final acabarémonolos comendo nós se non fan nada”, denuncia Santiago Cruz, patrón maior da Confraría de Pescadores San Bartolomé de Noia.
“Temos as verteduras da mina de San Finx, os baleirados dos encoros do Tambre e agora isto. Se a Xunta non toma cartas no asunto, vannos a deixar sen futuro”, denuncia o patrón maior de Noia, máximo representante de pescadores e mariscadoras da zona máis afectada. Ás preguntas do Salto, Cruz recoñece que, tras un mes desde o coñecemento por parte do Estado español e a Xunta de Galiza da vertedura e as súas potenciais afeccións ao litoral galega, a día de hoxe non recibiron “nin unha carta nin unha chamada nin nada” por parte das Administracións. É, de feito, a tónica xeral. Foron as veciñas e os veciños os que, desde un primeiro momento, estiveron traballando para limpar as praias e mesmo facer un mapeo das principais aparicións, canalizadas estes días a través da plataforma Noia Limpa.
A Asociación para a Defensa Ecolóxica de Galiza (Adega), unha das principais organizacións ambientalistas do país, instou este mesmo xoves á Xunta e á demarcación de Costas de Galiza a activar urxentemente o Plan de Continxencia por contaminación mariña accidental pola aparición de millóns destes microplásticos. A pesar de que a primeira alerta pública sobre a aparición destes residuos no litoral galego produciuse o pasado 13 de decembro, “até o momento nin a Xunta nin Costas están a facer nada para controlar o impacto desta vertedura, detectar os puntos de contaminación ou proceder á eliminación de microplásticos”, denuncian. “Estes residuos, de non ser retirados das praias, poderían acabar pasando a formar parte da nosa cadea trófica ou alimentaria, inxeridos pola fauna mariña, ademais de supor un novo ataque contaminante ao noso litoral e a toda a biodiversidade costeira. Lonxe de solucionar o problema, con cada marea, seguen chegando máis microplásticos ás nosas costas e xa hai avisos da súa chegada a praias de Lugo e mesmo de Asturias e Cantabria”, denuncian desde Adega.