Coronavirus
Diez píldoras para después de la pandemia

Si creemos que después de la pandemia se volverá al supuesto estado del bienestar, en forma de Green New Deal o similares, somos el colmo de la ingenuidad.

31 mar 2020 11:44

Se recomienda no tragarlas todas de golpe. Pueden provocar una reacción excesiva. Écheles un vistazo a todas, pero luego, si le apetece, vaya tomando una cada tres días, dejando que se disuelva lentamente en el aparato de sentir, pensar y decidir. O como mejor le venga, claro.

1. El sistema no ha provocado directamente la pandemia, pero es muy probable que la haya producido indirectamente. Tal vez no ha causado la crisis puntual, la del corona­virus -parece que no les gusta que mezclemos el virus con la corona, pero así son las cosas-, pero sí que ha generado las precondiciones: vuelco climático, reducción de es­pacios naturales, movimientos desmesurados de personas y mercancías (suponiendo que para el capital sean cosas distintas) por la globalización, la deslocalización y el tu­rismo, alimentación basura, contaminación “urbi et orbi”...

2. Lo que sí es seguro es que ha creado las condiciones para la extensión de la pande­mia y el colapso sanitario. La contrarreforma neoliberal se ha cebado en los servicios públicos y sociales (y en las condiciones laborales) para abrir nuevos nichos de lucro con las necesidades básicas. Al tiempo, “su” estado destinó a las empresas centena­res de millones de euros para cubrir sus espaldas. El pueblo paga cada vez más por cada vez menos, los amos pagan cada vez menos por cada vez más.

El sistema no ha provocado la pandemia, pero lo que sí es seguro es que ha creado las condiciones para su extensión y el colapso sanitario. Y que está dispuesto a sacarle el jugo a la pandemia

3. El sistema no ha provocado la pandemia, pero está dispuesto a sacarle el jugo: en lo social, en lo político y en lo económico. El capitalismo no es superinteligente ni omni­potente, pero es sumamente listo para sacar provecho de cualquier circunstancia. Hasta la última gota. Caiga quien caiga. Y más ahora que está senil y desesperado por la imposible recuperación de la perdida lozanía. Es su ocasión para expulsar a más gente del sistema, para más autoritarismo (incluso neofascismo) y para más negocio (o lo que es lo mismo, en las actuales circunstancias, más especulación, es decir, más casino financiero).

4. La pandemia no es la causa (la precondición) de la crisis, sino su precipitante. Esta­mos acostumbrados a analizar las crisis como fases cortas. Esas son las pequeñas. Tal vez nos deberíamos habituar a considerarlas como fases largas. Esas son las pro­fundas. Esta empezó, sin necesidad de fechas precisas, en el último tercio del siglo veinte (o en el último cuarto, qué más da) y puede durar siglos. Para pasar del escla­vismo al capitalismo (su versión mejorada y modernizada) se necesitó toda una Edad Media.

5. ¿Y para qué aprovechan la crisis? Para recuperar, fortalecer e incrementar precisa­mente el sistema que la ha producido y que la ha convertido en caótica. Las grandes empresas por delante de la gente. Muy por delante, suponiendo incluso que la gente del pueblo esté en la fila. Solo hay que saber comparar cifras. Sí, para salir de la crisis (y de la pandemia) pretenden apoyar en primer y casi exclusivo lugar a quienes la han producido y/o expandido, aunque no hayan mostrado el más mínimo signo real de arre­pentimiento. Todo muy razonable y justificado.

6. Pero esta pretendida salida de la crisis no afecta solo a lo económico. Si quieren tener más beneficios y más dinero es para tener más poder. Si quieren tener más poder es para tener más beneficios y más dinero. Como los tiempos que se avecinan van a os­cilar entre lo muy duro y lo terriblemente duro prevén que van a necesitar más Estado. Y más subordinado. Y más subordinante. Así que el autoritarismo, la vigilancia, la mili­tarización, el ultranacionalismo, la xenofobia, el neofascismo (incluso el ecofascismo), la aporofobia (el odio a los pobres), etc., se van a mezclar con nuevos chivos expiato­rios a los que culpar (el sectarismo, por principio, no tiene límites) y el fomento de las “guerras entre los de abajo” -no vayan a señalar a los verdaderos culpables-, ataques a los servidores y no a sus amos, etc.

Como los tiempos que se avecinan van a os­cilar entre lo muy duro y lo terriblemente duro prevén que van a necesitar más Estado. Y más subordinado. Así que el autoritarismo, la vigilancia, la mili­tarización, el ultranacionalismo, etc., se van a mezclar con el fomento de las “guerras entre los de abajo”

7. Esta gran crisis (la importante, la de fondo) puede contener muchas crisis puntuales. Y la siguiente puede ser peor que esta. Y la siguiente… Si creemos que después de la pandemia se volverá al supuesto estado del bienestar, en forma de Green New Deal o similares, somos el colmo de la ingenuidad. Tendrían que verse con el agua al cuello por la resistencia o la movilización popular… o por la imposibilidad de recuperar sus ganancias. Tendríamos que no haber aprendido nada para caer de nuevo en la misma argucia: el capital pacta cuando está débil para poder lanzar la ofensiva cuando recu­pera la fuerza. Elemental.

8. Nunca hemos estado mejor preparados para afrontar una crisis de fondo. El pensa­miento y la ética antagónicos, ecofeministas, solidarios, autogestionarios… ya no son marginales, aunque tal vez sigan siendo minoritarios. Nunca este pensamiento y esta ética han estado mejor y más unitaria y, al mismo tiempo, diversamente expuestos. No digo nombres (muchos femeninos), porque no cabrían.

9. Y no es solo el pensamiento y la ética, sino, lo que es más importante, la multitud de pequeños colectivos movilizados y de pequeñas experiencias refe­renciales de otro modo de con-vivir: comunitarias, agroecológicas, educativas, comuni­cacionales… Gente que ha situado en la práctica una vida digna y feliz al margen de la acumulación de beneficios, del sacrificio del tiempo y de las relaciones humanas insatis­factorias y del consumismo idiota. Al mismo tiempo, nunca nues­tras posibilidades de organización en red han sido tan potentes.

10. Ahora solo queda la última píldora: siempre nos jugamos mucho. En el día a día. Pero hay momentos específicos en la historia -acontecimientos- que van a suponer un cam­bio de sentido. Para peor, para mucho peor, o para mejor, para mucho mejor. Ojalá acumulemos suficiente asco y rabia y la transmutemos en acción resistente y creativa, en apoyo mutuo y dignidad. No sé si seremos capaces pero, en principio, esperanza. Mucha esperanza.

Coronavirus
Piezas para una profecía imposible

Proyectos e ideas hoy marginales o casi marginales pueden pasar a ser hegemónicos, mientras que proyectos e ideas hoy predominantes pueden, contra toda evidencia y todo pronóstico, desaparecer.


Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Análisis
No a la mina de Cañaveral Las Navas, proyecto estratégico minero de la Comisión Europea sin transparencia ni participación pública
La designación del proyecto de mina de litio de Las navas (Cañaveral, Cáceres) como proyecto estratégico europeo está precedida de una larga historia cargada de opacidad administrativa y de múltiples intentos de limitar la participación ciudadana.
Especulación urbanística
Marina de Valdecañas La Junta modificará el Decreto de zonas ZEPA en un intento de legalizar la urbanización de lujo de Valdecañas
Ecologistas en Acción presenta alegaciones contra el Proyecto de Decreto de la Junta de Extremadura para modificar los límites de 11 Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y, así, legalizar la urbanización Marina Isla de Valdecañas.
Memoria histórica
Opinión Rojos apesebrados
El diputado de Vox Álvaro Luis Sánchez-Ocaña Vara insulta a parte de público asistente al debate sobre la nueva Ley de Concordia pactada por Vox y PP en Extremadura, llamándolos “los rojos apesebrados de la tribuna”.
Xunta de Galicia
Política A Xunta recibe ao embaixador de Israel en funcións mentres Gaza agoniza ao bordo da fame
O Goberno de Alfonso Rueda escenifica a súa boa sintonía coa Administración de Benjamín Netanyahu apenas unhas horas despois de que Israel bombardease unha escola que servía de refuxio e ordenase unha evacuación masiva en Gaza.
Palestina
Genocidio La ONG anti-UNRWA lanzada por exespías y marines de EEUU siembra el caos en el reparto de alimentos en Gaza
La Fundación Humanitaria de Gaza (GHF) creada a comienzos de este año y vinculada a agentes del ejército y la inteligencia estadounidense ha sido acusada de desaparecer a una persona y disparar a quienes estaban esperando ayuda.
O Salto medra contigo
Crowdfunding O Salto Galiza abre un crowdfunding para empapelar Altri
Queremos investigar os responsables políticos e empresarias do que podería ser o maior atentado ambiental da historia recente de Galiza.

Últimas

Alemania
Litigio climático Un tribunal alemán abre la puerta a que grandes emisores puedan ser responsabilizados de daños climáticos
El jurado descarta la demanda del agricultor peruano Saúl Luciano Lliuya por entender que el riesgo a su propiedad es demasiado bajo, pero esta misma argumentación podría llevar a condenas en otros casos.
Madrid
Derecho a la vivienda Victoria contra la Sareb: 16 familias consiguen firmar contratos después de años de lucha
Un bloque en lucha de Casarrubuelos (Comunidad de Madrid) consigue formalizar contratos con el banco malo, al que acusan de actuar “como un fondo buitre”. En Catalunya, diez ayuntamientos apoyan los reclamos de 62 hogares en huelga contra La Caixa.

Recomendadas

Culturas
Erika Lust y Sara Torres “El deseo tiene una potencia inagotable para transformar la realidad si lo liberamos de las normas”
Sexo, deseo o ética del placer son algunos de los temas que hilan la escritora Sara Torres y la productora de cine porno Erika Lust en ‘La abundancia del deseo’.