Coronavirus
Ciudades vacías, Bilbao e Iruñea
De las calles no llega el barullo, que asoma desde los balcones a las 20h, mientras una larga cola en el autobús de las donaciones de sangre indica que esta es una situación excepcional y grave.
Las calles de las ciudades llevan días casi vacías, sobre todo en festivos y fines de semana. Desde el confinamiento de nuestras casas no podemos verlas, pero estas imágenes de los fotógrafos Christian García y Mikel Urabaien nos acercan a ellas. Las fotografías nos muestran un paisaje urbano desconocido en ciudades como Bilbao e Iruñea, acostumbradas al gentío, al barullo de sus vecinas y al trasiego de las turistas.
Solo en la noche, a las 20h, en todo el Estado, la ciudad recupera el ruido que se asoma desde los balcones de las viviendas, aplausos que agradecen el trabajo del personal sanitario o caceroladas que recuerdan que hay gobernantes que no han sido elegidos democráticamente.
Mientras, en algunos comercios de productos de primera necesidad se aprecia que la vida sigue, aunque sea en la intimidad del hogar, y se siguen vendiendo y comprando pan, frutas, verduras. Es el autobús que recoge las donaciones de sangre, que tiene más cola que la panadería, el que alerta de que esta situación es excepcional y grave.
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