Coronavirus
¿En el mismo barco?

La austeridad ha sido la doctrina económica elegida por las autoridades europeas como vía de salida de la crisis económica de la eurozona, pero también es la causa. Si la austeridad vuelve a ser la respuesta tal vez sea la última bala de la UE antes de estallar definitivamente por los aires.

Banco Central Europeo sede
Sede del Banco Central Europeo en Franckfurt. Foto: Jurjen van Enter
6 abr 2020 06:29

Estamos viviendo el que probablemente sea el momento más decisivo de la historia de la Unión Europea. Con una nueva crisis económica a las puertas es hora de preguntarse cuáles son los problemas que tiene la UE a la hora de afrontarla y cómo la integración ha sido un callejón sin salida para los países del sur.

Las crisis más severas suelen coincidir con grandes cambios ideológicos a través de los cuales desaparecen incertidumbres pasadas y viejas líneas rojas y tabúes, pero lo que podemos extraer de la posición de Holanda y de otros países del norte de Europa acerca de cómo actuar en los próximos es que la actual Unión Económica y Monetaria (UEM) no funciona, al menos no para todos.

Desde que se estableció el euro como moneda común hasta que se inició la crisis global de 2008, la eurozona tenía una posición cercana al equilibrio o con superávit y, por lo tanto, sólo estaba expuesta indirectamente a problemas derivados de los desequilibrios mundiales. Sin embargo, una de las dificultades que tuvo que afrontar durante la primera década de la moneda única fue el desequilibrio interno causado por los nuevos miembros, especialmente estados post-soviéticos, que pasaban a formar parte del club europeo y, también, del mercado y moneda comunes.

Coronavirus
Holanda y la historia interminable de deuda, austeridad y crisis

Holanda y Austria exigen que se endurezcan las condiciones a España e Italia para recibir un préstamo para luchar contra el covid19, pero el dinero no es suyo

Los fallos de la Unión Monetaria y Económica se han hecho patentes desde la Gran Recesión y ahora, con la crisis del COVID-19, estamos empezando a verlos nuevamente. Durante los últimos años la Unión Monetaria ha sido cuestionada por diferentes razones y lo mismo ha ocurrido con el proyecto del euro. El proceso, que comenzó con el Tratado de Maastricht en 1992, tuvo tres fases que finalmente terminaron con las reformas de introducción del euro como moneda común en enero de 1999.

¿Cuáles son las características de la UEM? Son fundamentalmente cinco: coordinación de la política económica entre los Estados miembros; coordinación de las políticas fiscales, especialmente la limitación de la deuda y el déficit públicos; una política monetaria dirigida por el Banco Central Europeo (BCE); normas y supervisión de las instituciones financieras de la zona del euro; la moneda única y la zona del euro.

De esta forma, predomina en la UE la cultura de la estabilidad fiscal y de los precios como forma de equilibrar la economía. Uno de los elementos clave de la Unión Monetaria es el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC), bajo el cual los países miembros deben mantener un déficit presupuestario inferior al 3% del PIB con un presupuesto en equilibrio o con un pequeño superávit a lo largo del ciclo, y con una deuda pública inferior al 60% del PIB.

La austeridad ha sido la política económica llevada a cabo por los policymakers de la UE, pero, ¿era la única alternativa? ¿Por qué se decidió resolver la crisis de la eurozona de esta manera? Parece evidente que la respuesta a la crisis del euro se basó en gran medida en postulados socio-económicos que crearon el problema inicial. Esta falsa salida fue impulsada por economistas, think tanks y diferentes actores políticos y financieros, muchos de ellos alemanes, que ya habían influenciado previamente los procesos institucionales de Maastricht durante la década de 1990. Sabemos de sobra las nefastas consecuencias que la austeridad ha tenido en nuestras sociedades, sabemos que esa no fue una salida para la mayoría de la ciudadanía sino para un sector muy pequeño, los verdaderos ganadores: el sector financiero y las grandes empresas.

La austeridad ha sido la política económica llevada a cabo por los policymakers de la UE, pero, ¿era la única alternativa? ¿Por qué se decidió resolver la crisis de la eurozona de esta manera?

La unión monetaria genera un conjunto de problemas para los diversos estados miembros derivados de la disparidad existente entre sí. Algunos teóricos como Wolfgang Streeck denominan Euroland a la estructura monetaria causante de los desequilibrios tanto redistributivos como regulatorios que emergen en los países de la zona euro.

Bajo la estructura de la Unión Monetaria se puede ver de forma muy clara una división entre dos zonas geográficas de la UE: centro y norte de Europa y la periferia mediterránea. Esta brecha se ha agudizado en los últimos diez años como resultado de la implementación de medidas de austeridad en el sur de Europa, que ha tenido como consecuencia conflictos y divisiones dentro de los estados miembros. Esta situación de desequilibrio y desigualdad en donde el norte se caracteriza por la estabilidad y sur por la dependencia de ayudas es un relato creado para mantener la estructura actual.

Uno de los elementos que caracteriza a la UEM es que elimina de la ecuación la posibilidad de devaluar la moneda por lo que perjudica en ese sentido a países con economías “menos competitivas”. Así, solo existen dos métodos para atajar problemas como el desempleo o la disminución de los ingresos. Por un lado, está la posibilidad de bajar el coste y por otro la de aumentar el valor de sus productos. Supone una devaluación interna en vez de una externa. En una zona tan heterogénea económicamente los problemas que surgen de esta convergencia son dos: el conflicto redistributivo y el regulatorio.

Las diferencias entre estados miembros requieren de una respuesta política que no pase por debilitar o desestabilizar la economía de los países más débiles y es por ello por lo que precisamente la eliminación de la posibilidad de devaluación debe compensarse con pagos en forma de ayuda regional y estructural a los estados participantes menos competitivos. Esta dicotomía centro y periferia en la UE presenta una serie de complicaciones que nacen de un intercambio: el apoyo financiero concedido por el primero al segundo y el control político concedido a cambio por el segundo al primero.

Esto se debe a que el apoyo financiero no se dará de forma incondicional, ni siquiera si se comunica a la opinión pública como una expresión de “solidaridad europea”, porque la realidad es que la UEM es profundamente anti-europea en la medida en que no garantiza la cooperación real entre estados ni la defensa de los derechos sociales.

A día de hoy no existe un proyecto político que acompañe a la UEM sino una especialización productiva a lo largo de la Unión Europea a través de la cuál a unos países les sale sistemáticamente a pagar y a otros, año tras año, a deber. Como afirma la economista Lídia Brun, “los desequilibrios son cosa de dos: sin déficits periféricos, no hay superávits en el centro económico”.

A día de hoy no existe un proyecto político que acompañe a la UEM sino una especialización productiva a lo largo de la UE a través de la cuál a unos países les sale sistemáticamente a pagar y a otros, año tras año, a deber

De esta forma, y en base a la dicotomía centro y periferia anteriormente mencionada, en vez de corregir las fallas y errores institucionales en el diseño del euro y construir las uniones fiscales, financieras y políticas necesarias para salir de la crisis de 2008 a través de la cooperación solidaria entre estados, la amplia mayoría de líderes políticos aceptaron una narrativa de santos y pecadores en donde se señala a los países del sur (PIIGS) como estados derrochadores y ahogados en corrupción en oposición a la buena gestión y eficiencia del norte.

Lo que vemos es una suerte de supremacismo cultural por el cual unos países gozan de ventajas económicas por haber cumplido, según su criterio, mientras que otros deben ser controlados para evitar el gasto excesivo al que están acostumbrados. Este relato, hegemónico en el centro y norte de Europa, parte de un análisis erróneo que se acerca más a una profecía autocumplida que a una realidad que es completamente diferente.

La semana pasada Tax Justice, una red de investigadores y activistas preocupados por los efectos de la evasión de impuestos y los paraísos fiscales, publicó un estudio que revelaba el coste para el conjunto de la UE por la pérdida de ingresos como consecuencia de la evasión fiscal: “por cada dólar que recauda Holanda de beneficios evadidos por empresas americanas, el resto de países europeos deja de recaudar cuatro. Cada año las pérdidas de recaudación que genera el paraíso fiscal holandés en la UE son unos 10 mil millones de dólares”.

En otros países como Alemania la situación de privilegio no es muy diferente ya que ahora mismo impone medidas neokeynesianas, pero impide que se haga a nivel europeo. ¿Realmente estamos todos en el mismo barco? Se argumenta que la situación de países como España se debe a su alto nivel de deuda. En España la deuda pública aumentó un 60% del PIB el rescate bancario, el estallido de la burbuja inmobiliaria, la socialización de pérdidas y, por supuesto, la austeridad. Ese es el argumento que emplean algunos países para sostener el relato de la irresponsabilidad de España o Italia. Lo que no se menciona es que ese nivel de deuda viene determinado por una serie de medidas, entre ellas la austeridad, que han contribuido a incrementar el problema más que a proponer una salida al mismo. Así, la situación es un constante quiero y no puedo porque, como afirma el economista Juan Torres: “hay dos formas de hacer esclavo a un ser humano. Una es la de tomarlo en propiedad y la otra consiste en anular su capacidad para tomar decisiones libres sobre su vida, sobre su presente y su futuro. Esto segundo es lo que consigue la deuda”.

La estructura de la UEM también ha generado deficiencias democráticas en Europa desde hace décadas. La capacidad regulatoria de los poderes públicos estatales fue entregada a un poder de carácter tecnocrático no sometido a procesos políticos como la rendición de cuentas o la transparencia. La ausencia de mecanismos de control de estos poderes supranacionales refuerza la sensación que tienen los ciudadanos de que la democracia no es una prioridad.

La estructura de la UEM también ha generado deficiencias democráticas en Europa desde hace décadas. La capacidad regulatoria de los poderes públicos estatales fue entregada a un poder de carácter tecnocrático

Así, como ciudadanos tenemos derechos, pero el poder ya no reside en nuestro voto, la UE representa lo que algunos teóricos como el politólogo de la Universidad de Harvard Yascha Mounk denominan liberalismo ademocrático, es decir, derechos sin democracia. Para muchos la trayectoria del proceso de integración europeo es un ejemplo de cómo la economía ha absorbido a la democracia.

Un ejemplo de cómo se ha priorizado la unión monetaria y en general el aspecto económico sobre la democracia es el euro como moneda común. Durante la crisis de la eurozona las autoridades europeas salvaron el euro a costa de erosionar la democracia, lo que tuvo graves consecuencias sociales.

Si los países del norte al ser mayores en número y con más peso económico, principalmente Alemania, cumplen el rol de ejercer el control político y fiscal, entonces los países del sur se encuentran en desventaja y sus democracias se ven limitadas. Es necesario, por ello, establecer un equilibrio en el que no haya ganadores ni perdedores y donde predomine la cooperación real, porque se nos dice que vivimos en una unión de estados mediada por acuerdos, no por imposiciones.

Coronavirus
Aplicaron austericidio, mata el coronavirus

En el nombre del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, hoy suspendido, se han aplicado recetas de austeridad en toda Europa que han debilitado nuestro sistema económico y sanitario.

Parece, entonces, que poner fin a la austeridad y establecer una redistribución justa podrían ser uno de los caminos a explorar para resolver la crisis del covid-19 que se avecina en los próximos meses. Menciona Adam Tooze, historiador de la Universidad de Columbia, que “la maldición europea —demasiado tarde, demasiado poco— sigue en pie”. Es el momento de repartir ganancias, de que países como Holanda, Alemania o Finlandia asuman que tendrán que llevar a cabo una transferencia permanente a países del sur como Italia o España. Si nuestras economías están debilitadas es porque somos el barco hundido que permite que otros se mantengan a flote. No puede declararse europeísta alguien que defienda la situación actual.

Con el debate sobre los eurobonos, y tras el primer pulso de la semana pasada, han quedado establecidos los bloques: quiénes apuestan por una integración en la que ningún estado se quede atrás y quiénes abogan por mantener el sistema intacto para seguir culpando a otros de los problemas que ellos mismos generan. La pugna está entre una salida neoliberal o una de carácter neo-keynesiano.

El primer caso lo conocemos de sobra, pero el segundo deja claras dudas ante la ausencia de un proyecto real compartido por todo el bloque. Pero esta vez está en disputa, no estamos en 2010, ya que no es sur contra norte, algunas piezas se han movido. A Italia, España, Grecia y Portugal se les han unido Francia, Irlanda, Bélgica, Luxemburgo y Eslovenia. Ahora mismo existe una mayoría contra el bloque de la ortodoxia fiscal representado por Holanda, Alemania, Finlandia y Austria.

Si bien es cierto que ningún bloque es monolítico, lo que caracteriza al sur y a sus aliados es el carácter progresista de sus gobiernos, concretamente España, Italia y Portugal. Sin embargo, otros estados como Francia o Irlanda han optado por una mirada más social influenciados por su propio contexto nacional: las masivas huelgas y manifestaciones de los chalecos amarillos y de pensionistas y el auge del Sinn Fein respectivamente.

Ahora mismo existe una mayoría contra el bloque de la ortodoxia fiscal representado por Holanda, Alemania, Finlandia y Austria

La pregunta entonces es, ¿quiénes no encajan? ¿Los que llevan años cumpliendo a rajatabla las directrices de Berlín o los países con privilegios fiscales? Desde luego los que juegan con reglas diferentes del resto. En las próximas semanas y meses nos jugamos mucho, el futuro de nuestras sociedades, y desde luego partimos con mucho en contra.

Los límites del sur y sus aliados son fundamentalmente, además de su dependencia y menor fuerza económica, los votos de bloqueo de Alemania y Holanda en el Consejo de Europa y en el Eurogrupo, ambos organismos regidos por la regla de unanimidad de voto a la hora de aprobar medidas. Esta regla es un escudo para frenar cualquier decisión que afecte al sistema por lo que el margen de maniobra es menor. Existen otras vías como la mutualización de deuda solo en los países del sur que deberían considerarse en caso de mantenerse el bloqueo.

No es cuánta integración debe producirse sino cómo debería ser esa integración. La integración es un medio para la cooperación solidaria entre estados, para preservar los lazos entre ciudadanos europeos y sus respectivas instituciones políticas, para garantizar la paz y la estabilidad del continente y de sus democracias. En ningún caso debe entenderse el proyecto de integración como un fin en sí mismo.

Una mayor integración sería deseable y beneficiosa si se diesen una serie de factores que en la actual estructura de la UEM no podemos encontrar. La austeridad ha sido la doctrina económica elegida por las autoridades europeas como vía de salida de la crisis económica de la eurozona, pero también es la causa. Si la austeridad vuelve a ser la respuesta tal vez sea la última bala de la UE antes de estallar definitivamente por los aires.

El ministro de Asuntos Exteriores alemán, en un inesperado acto de sentido común, declaró recientemente que “en esta crisis necesitamos ayuda rápida sin herramientas de tortura como una troika o medidas estrictas de austeridad’, lo que parecer indicar que hay una ventana de oportunidad que no podemos desaprovechar.

Coronavirus
Domar al BCE y a los mercados para ganar al coronavirus

Es el momento de domar a los mercados, poner al Banco Central Europeo a disposición de la gente y que este financie la lucha contra el Covid19.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Banco Popular
Gareth Gore “El Opus tiene archivos guardados con información realmente personal sobre personas influyentes”
El periodista británico vino a España a investigar la caída del Banco Popular y se encontró con una historia de ingeniería financiera, poder y auge de una élite de extrema derecha protagonizada por el Opus Dei.
El Salto Twitch
El Salto TV Escrivá y el Banco de España, ¿para qué sirven los bancos centrales?
En este nuevo programa de Economía Cabreada hablamos sobre la supuesta independencia de los bancos centrales y del nombramiento de Escrivá para el Banco de España con Carlos Sánchez Mato y el periodista Dani Yebra.
Investigación
Investigación Varios refuxiados denuncian á ONG Rescate Internacional por explotación laboral e agresión sexual
A Garda Civil investiga o centro de Mondariz-Balneario tras varias denuncias por parte de voluntarios migrantes que aseguran traballar sen contrato a cambio de 50 euros semanais. A ONG xestiona 1.700 prazas do programa estatal de acollida.
Comunidad de Madrid
Luis A. Ruiz Casero “Durante la transición la cárcel de Carabanchel albergó a más presos que en algunos años del franquismo”
De los presos franquistas que construyeron el penal, pasando por los que fueron fusilados, hasta los revolucionarios que pusieron patas arriba el centro penitenciario con iniciativas como la COPEL, Luis A. Ruiz Casero ofrece en 'Carabanchel. La estrella de la muerte del franquismo', un documentado homenaje a las luchas de las personas internas.
Industria armamentística
Genocidio Las relaciones armamentísticas de España e Israel han sido “más lucrativas que nunca” desde octubre de 2023
Un informe del Centre Delàs señala diferencias significativas en las armas que España dice que ha vendido a Israel y las que Israel registra. Las empresas israelíes han firmado 46 contratos con las administraciones por más de mil millones.

Últimas

O Teleclube
O Teleclube 'Os Pecadores' loitan contra montruos reais e mitolóxicos no novo episodio de 'O Teleclube'
O dúo do director Ryan Coogler e o actor Michael B. Jordan estrean unha película sobre a experiencia afroamericana cunha ameaza sobrenatural engadida.
Opinión
Opinión ¡A la mierda Europa!
Hay otra Europa que es víctima de la Europa neoliberal y belicista que apuesta por la industria de las armas a costa de los derechos sociales, es una Europa que se muere de vergüenza cada vez que ve imágenes de Gaza o Cisjordania.
Laboral
Laboral Al borde de la huelga en la educación pública vasca
Los cuatro sindicatos convocantes denuncian que el Departamento de Educación vasco no se han sentado a dialogar hasta este viernes pocos días antes de los paros
Laboral
Laboral Los sindicatos convocan huelga en Mediapro durante las últimas jornadas de la liga de fútbol
El final de la liga de fútbol podría no verse en televisión si la empresa HBS, nueva adjudicataria de la producción de La Liga, no garantiza la subrogación del personal. Los sindicatos han convocado huelga del 13 al 27 de mayo en el grupo Mediapro.
Palestina
Ocupación Isarelí Primera movilización unitaria contra el genocidio en Palestina y por el fin del comercio de armas con Israel
Este sábado 10 de mayo se espera en Madrid una asistencia multitudinaria de personas venidas desde cientos de municipios de todo el Estado español para concentrar la protesta de los ataques indiscriminados del Israel contra la población palestina.
Tribuna
Tribuna Para acabar de una vez con las nucleares: sobre el último intento de prolongar la vida de las centrales
Los voceros de la nuclear han encontrado la oportunidad ideal para difundir sus bulos con el apagón del 28 de abril. Quieren generar polémica para mantener operativa una infraestructura innecesaria, peligrosa y que genera residuos incontrolables.
Análisis
Análisis ¿Existe una identidad europea?
El 9 de mayo se celebra el “día de Europa”, que conmemora la paz y la unidad en el continente y que coincide con la declaración presentada en 1950 por Robert Schuman que sentó las bases de la cooperación europea. Pero, ¿qué es Europa realmente?
Estados Unidos
Libertad de expresión Canadá recomienda al profesorado LGTBQ+ o crítico con Trump no viajar a Estados Unidos
Una circular de la Asociación Canadiense de Profesores Universitarios (CAUT) recomienda “encarecidamente” que el personal académico viaje a los EEUU “solo si es esencial y necesario”.
El Salto Radio
El Salto Radio Malismo
Hacerse el “malote” aporta beneficios: entrevista con Mauro Entrialgo, autor de Malismo, un ensayo sobre los mecanismos de ostentación del mal

Recomendadas

Laboral
Laboral Coidar sen dereitos: a loita das traballadoras nas residencias privadas de Galiza
Sen tempo nin medios para ofrecer uns coidados axeitados, alertan dunha situación insostible nos centros e denuncian a privatización dun servizo a costa do benestar das persoas maiores e dependentes.
Pensamiento
Lola Olufemi “No me atraen las utopías lejanas, estoy más interesada en el ahora”
La escritora e investigadora británica Lola Olufemi trabaja desde la certeza de que el presente no es una jaula, desde la confianza en que viviremos cosas diferentes aunque no se sepa exactamente de qué tipo van a ser.
Catalunya
Acción directa Las Sublevaciones de la Tierra francesas llegan a Catalunya: “Necesitamos una forma nueva de luchar”
Una acampada de tres días y una acción simbólica han sido el pistoletazo de salida de Revoltes de la Terra. La organización ha sido capaz de unir a ecologistas de campo, de ciudad y campesinado en una dinámica de lucha “nueva”.