Energía nuclear
¿Un Mar-a-lago en el cielo?

Artículo publicado originalmente en Beyond Nuclear International.

Recientemente se ha informado sobre las órdenes ejecutivas de la Casa Blanca que destruirían la Comisión de Regulación Nuclear de los Estados Unidos y pondrían fin a cualquier supervisión de seguridad significativa del sector nuclear comercial estadounidense.

No es que hubiera mucho para empezar. Ninguno de nosotros estará de pie fuera de la sede de la agencia en Rockville, Maryland pronto sosteniendo las señales “Salvad la NRC”.

Otrora mencioné que había cinco órdenes que afectaban al sector nuclear. Técnicamente, el quinto -Restoring Gold Standard Science- no mencionaba la energía nuclear, pero su misión general -hacer lo contrario de lo que dice su título- afectará muy probablemente negativamente a la integridad de cualquier evaluación de nuevos diseños de reactores, con el sello de aprobación dado al Departamento de Energía e incluso al Departamento de Defensa, en lugar del NRC.

La orden Gold Standard sirvió para recordarnos la perenne obsesión de Trump con todo lo dorado y dorado, también reflejada, por así decirlo, en su estética barata al estilo burdel que se exhibe en la Torre Trump y Mar-a-Lago.

La orden Gold Standard sirvió para recordarnos la perenne obsesión de Trump con todo lo dorado y dorado, también reflejada, por así decirlo, en su estética barata al estilo burdel que se exhibe en la Torre Trump y Mar-a-Lago.

El aspirante a rey se jactó durante su discurso inaugural del 20 de enero que “la Edad de Oro de América comienza ahora mismo”, y luego nos recordó seis semanas más tarde, durante su Discurso al Congreso el 4 de marzo, que su Edad de Oro realmente estaba llegando. “Prepárense para un futuro increíble”, dijo. “La edad de oro de América acaba de comenzar. Será como nada que se haya visto antes”.

La última parte era cierta.

Mientras tanto, cuando Trump debe desfilar su equipo militar por las calles y cielos de Washington, DC esta semana, a un costo de 45 millones de dólares para los contribuyentes estadounidenses, se nos dice que hay demasiado gasto, así que Medicaid, Medicare y cupones de alimentos deben ser recortados.

Como si todo este despojo de oro de los contribuyentes estadounidenses no fuera suficiente, la siguiente fanfarria, ¡la Cúpula Dorada para América!

“La Cúpula de Oro es un concepto revolucionario para promover los objetivos de paz a través de la fuerza”, afirma su fabricante, Lockheed Martin, nuestra primera pista de que no tienen nada que ver con la paz, ya que Lockheed Martin es un jugador importante en el complejo de armas nucleares estadounidenses.

“La Cúpula de Oro es un concepto revolucionario para promover los objetivos de paz a través de la fuerza”, afirma su fabricante, Lockheed Martin, nuestra primera pista de que no tienen nada que ver con la paz, ya que Lockheed Martin es un jugador importante en el complejo de armas nucleares estadounidenses.

La Cúpula de Oro es efectivamente un reboot de la fatídica Iniciativa de Defensa Estratégica de Ronald Reagan, apodada Star Wars, que se suponía que derribaría los misiles nucleares entrantes. Esa fue solo la última iteración fallida de un concepto de defensa antimisiles estadounidense que ha estado en proceso desde los años 50.

La SDI de Reagan posiblemente nos costó una oportunidad para librar al mundo de las armas nucleares por completo cuando en 1986, él y el entonces primer ministro ruso Mikhail Gorbachev estaban a punto de hacer precisamente eso. Gorbachov quería que Star Wars quedara obsoleto por innecesario. Reagan se negó. La carrera armamentista continuó.

Trump se jacta de que ya ha elegido la arquitectura que le gusta para su Cúpula, lo que te hace preguntarte si piensa que es una especie de palacio flotante, un Mar-a-Lago en el cielo.

Trump se jacta de que ya ha elegido la arquitectura que le gusta para su Cúpula, lo que te hace preguntarte si piensa que es una especie de palacio flotante, un Mar-a-Lago en el cielo.

El precio de la Cúpula de Oro es un enorme 175 mil millones de dólares (¡hay austeridad para ti!) y aparentemente todo estará funcionando antes de que termine el mandato de Trump en enero de 2029 (suponiendo que Trump abandone voluntariamente el cargo y aún tengamos un proceso electoral democrático para entonces).

Ese es un cronograma de largo tiempo experto en seguridad nacional y política nuclear, Joe Cirincione, llamado “loco” en una entrevista con The Bulletin of the Atomic Scientists. “Es probable que ni siquiera se resuelva la arquitectura del sistema al final de su administración”, dijo Cirincione.

Aún más loco es que, lejos de mejorar la seguridad de los EE.UU., la Cúpula es totalmente provocativa y, como ya ha advertido una China nerviosa, solo aumentará los riesgos de militarización del espacio e incluso podría relanzar una carrera armamentista global (posiblemente algo que ya está en marcha).

En cualquier caso, no hay mucho uso en una Cúpula de Oro a menos que sea cien por cien eficaz, lo cual tiene un cien por cien de probabilidad de no serlo. Su predecesor ciertamente no logró serlo y fue lo que Cirincione describió como “la estafa más larga en la historia del Departamento de Defensa”.

En cualquier caso, no hay mucho uso en una Cúpula de Oro a menos que sea cien por cien eficaz, lo cual tiene un cien por cien de probabilidad de no serlo. Su predecesor ciertamente no logró serlo y fue lo que Cirincione describió como “la estafa más larga en la historia del Departamento de Defensa”.

Si solo un misil pasa, el nivel de destrucción sería devastador, y es probable que Estados Unidos tome represalias después de lo cual a saber lo que puede quedar después de la contienda.

Hasta ahora, los intentos estadounidenses de intercepción de misiles antibalísticos (afortunadamente solo pruebas) han tenido una tasa de éxito que oscila entre el 41% y el 88%, dependiendo de si se acepta un análisis independiente, que genera el número más bajo, o los recuentos “oficiales”, que producen el mayor. De cualquier manera, no es 100%.

Toda la triste saga, que comenzó con el despliegue de las primeras iteraciones de la defensa antimisiles estadounidense en 1962, ha costado al menos 531.000 millones de dólares hasta la fecha, según Stephen Schwartz, un analista de datos sobre los costos de las armas nucleares.

En BlueSky, Schwartz llamó al proyecto Cúpula de Oro “delirante e imprudente. No hay manera de diseñar, probar, construir y desplegar un sistema integral para detener confiablemente cualquier misil lanzado desde tierra, mar o espacio, y hacerlo en 'dos años y medio a tres años' por 175 mil millones”.

En BlueSky, Schwartz llamó al proyecto Cúpula de Oro “delirante e imprudente. No hay manera de diseñar, probar, construir y desplegar un sistema integral para detener confiablemente cualquier misil lanzado desde tierra, mar o espacio, y hacerlo en 'dos años y medio a tres años' por 175 mil millones”.

La Casa Blanca responde que nada de esto importa ya que la Cúpula tiene como objetivo disuadir a los agresores. Es el mismo argumento erróneo que dice que gastar miles de millones para tener nuestras propias armas nucleares vale la pena porque entonces nuestros adversarios tampoco usarán las suyas. Esto, por supuesto, expone el ridículo de todo el mito de la disuasión, ya que claramente podríamos lograr el mismo fin si todos abolimos nuestras armas nucleares y ahorramos mucho dinero.

Pero si procedemos sobre la base de la afirmación de la Casa Blanca, entonces significa que estamos a punto de gastar 175 mil millones en algo que los EEUU nunca usarían.

La Cúpula de Oro, resulta que no es un boleto dorado para sobrevivir.

Traducción de Raúl Sánchez Saura.