Inside
Captura de pantalla dle videojuego inside

Estamos acostumbrados, en la literatura, cómics, series, películas y cómo no, videojuegos, a una figura del zombi que contiene una fuerte carga simbólica peyorativa. Zombis desagradables, grotescos y aterradores que debemos aniquilar sin ningún reparo.


¿Quienes son los zombis?


En primer lugar, hay un problema de definición. ¿Qué es el zombi? ¿Cuáles son sus contornos? Desde sus orígenes en la tradición haitiana, pasando por el enfoque estadounidense en sus diversas formas y facetas, la figura del zombi es borrosa, difícil de enfocar adecuadamente.


Sin duda, el zombi está directamente conectado con la ansiedad social, los miedos y los temores. De tal manera que se convierte en un monstruo a ritualizar, apropiar, para así desmantelar su fuerza destructiva.


El relato del fenómeno zombi encarna y reproduce el miedo de la sociedad a lo que no puede ser considerado parte de la misma, a transformarnos en víctimas de aquellos a los que no consideramos humanos, menos que humanos, masas irracionales encarnadas en cuerpos cadavéricos exentos de la elegancia de sus compañeros los vampiros, cuerpos famélicos, mutilados, feos, que representan al otro, al alienado, cuya muerte no importa, quien lo único que quiere es comer, aquel al que culpar cuando la sociedad se desmorona: el inmigrante, el obrero, el pobre. No por nada el derrumbe del estado del bienestar va de la mano siempre del apocalipsis zombi.


Como afirma Pablo Chacón “Los zombies representan en abstracto todos los seres que son dejados fuera de la cultura y sobre los que se puede ejercer violencia sin problemas y escrúpulos de conciencia”.


Así:

- Migrantes que atraviesan sin cesar el mediterráneo a quienes negar el rescate supone saltarse seis tratados internacionales (la declaración universal de los derechos humanos, la convención de Ginebra, el derecho marítimo, la carta de derechos fundamentales de la Unión Europea, el convenio sobre búsqueda y rescate marinos y el convenio europeo de derechos humanos).

- Las protestas del movimiento Black Lives Matter que visibilizan la privación sistemática de derechos de ciudadanos y ciudadanas únicamente por su raza.

- Los confinamientos selectivos de los barrios pobres y la represión violenta de sus manifestaciones...


...masas informes descontroladas que dan miedo, porque aunque no tengan poder –caminan lento, no cuentan con más recurso que su propio cuerpo– son muchos y la plaga aterroriza por su capacidad subversivo) el miedo a ser convertido en un zombie más, en que se borren las diferencias (de raza, de clase…).


La “zombificación” del Otro a través de la deshumanización sirve para justificar la violencia estatal y la política punitiva debido a la imagen amenazante del zombi en el imaginario social