Filosofía
¿Qué esconde el uso del término “huelga política” por parte del poder?

Los fundamentos del pensamiento liberal establecen una vinculación sociedad/Estado que expulsa de lo político a la sociedad civil reduciéndolo exclusivamente al ámbito de lo institucional y partidista.

huelga feminista 2019 4
La protesta, en Madrid. David F. Sabadell
Profesor de filosofía
31 may 2019 09:00

El término “huelga política” es uno de esos comodines que suelen usar los partidos cuando las calles y organizaciones sindicales dicen basta. La última vez que hemos asistido a su uso —no del término en sí pero sí de la misma idea que subyace al mismo— ha sido durante la huelga del profesorado de Aragón del pasado 23 de mayo. Unas movilizaciones que tenían como objetivo obligar a la administración a sentarse a dialogar tras un año de engaños y manipulaciones por parte del gobierno de Javier Lambán (PSOE) respecto a su compromiso electoral de revertir los recortes en educación realizados por el PP. El hecho de que esta huelga —convocada por CCOO, CGT, y STEA— se produjera tres días antes de las elecciones autonómicas y municipales llevó al ahora Presidente en funciones a declarar con ciertas dosis de inventiva: “Me parece, como mínimo, sorprendente y de dudosa ética sindical que se convoque una huelga, que se haga por los motivos que se convoca y que los convocantes reconozcan abiertamente que lo hacen exclusivamente por (sic) hacer daño político al PSOE dos días antes de las elecciones”.

En otras ocasiones la referencia al término “huelga política” ha sido más explícita, como durante las huelgas generales contra el Gobierno de Rajoy o, incluso, las huelgas feministas. Un término que siempre es usado por partidos políticos, especialmente cuando dichas movilizaciones son interpretadas como peligrosas para mantenerse en el poder o para acceder a él.

La primera obviedad que se les debería recordar a estos “guardianes de la democracia” es que toda huelga es política en tanto que lo que se busca es modificar las relaciones de poder que se dan en la sociedad mediante la exigencia popular de un cambio en las estructuras legislativas —pero también políticas, sociales y económicas— que sustentan tales desigualdades. Sin embargo, el uso del término “huelga política” esconde una idea subyacente: lo político es únicamente aquello que afecta a los partidos y a sus pretensiones de alcanzar el poder. ¿Qué entramado conceptual subyace a esa expulsión de lo popular del ámbito de lo político? ¿A ese reduccionismo de lo político a lo partidista y su relación con el poder?

Una primera consideración al respecto la podemos encontrar en la tradición platónica y en su concepción de la realidad. Un aspecto que ya tratamos en un artículo anterior y que viene a resumirse del siguiente modo: la dependencia del ser y del orden de lo real sensible de una dimensión que lo trasciende (mundo de las ideas) se traduce en política en la necesidad de un aparato estatal que, asimismo, ordene y dote de realidad a lo social. La verdadera política, por tanto, no puede dejarse en manos de la ciudadanía: se trata de una cuestión que atañe a esa entidad que trasciende lo social y que lo gobierna, es decir, el Estado. Nos centraremos, por tanto, en otro aspecto más cercano en el tiempo: la vinculación entre Estado y sociedad propia de la teoría política del “padre” del liberalismo clásico: John Locke (1632-1704).

Sociedad y Estado en John Locke

Al menos en la interpretación ilustrada que se hace del pensamiento de Locke —reproducida en la mayoría de los manuales sobre el tema—, el fundamento antropológico de la teoría política liberal es la concepción de un ser humano cuya naturaleza es de carácter individual. En esa ficción teórica que constituye la concepción del ser humano en estado de naturaleza previo a la formación de la sociedad, los seres humanos viven “libres, iguales e independientes”. Esta naturaleza humana le confiere asimismo unos derechos naturales —entre los que cabe destacar el de la propiedad— cuyo disfrute, sin embargo, no queda asegurado “dado que la mayoría de ellos [los seres humanos] no son estrictos observadores de la equidad y la justicia” (Segundo ensayo sobre el gobierno civil). Una situación que le lleva, voluntariamente, a salir de ese estado de naturaleza a través de un contrato entre individuos: “la única manera por la que uno renuncia a su libertad natural y se sitúa bajo los límites de la sociedad civil es alcanzando un acuerdo con otros hombres para reunirse y vivir en comunidad”. Un pacto en el que “cada hombre [...] consiente reunirse con otros y formar un cuerpo político bajo un gobierno”. Dicho de otra manera, el pacto social supone llegar a “un consenso para formar una comunidad o gobierno” (destacados añadidos).

Para Locke, la constitución de un cuerpo político no se limita solo a la formación de un cuerpo social más allá del aislamiento en el que vive el ser humano en estado de naturaleza, sino que se refiere paralelamente a la creación de un poder (el Estado) que regule esa convivencia.

Lo llamativo de la propuesta de Locke es la vinculación que establece entre sociedad y Estado. El pacto social es, por un lado, el mecanismo que nos saca de la vida como individuos aislados para pasar a formar parte de un cuerpo social. Pero, a un mismo tiempo, ese mismo pacto es el que legitima la existencia de un poder por encima de la ciudadanía sin el cual la convivencia sería imposible. Sociedad y Estado son, por tanto, indisociables: el Estado se convierte en condición necesaria de toda convivencia social, algo tremendamente llamativo en el contexto de una teoría política —la liberal— siempre tan predispuesta a criticar el papel del Estado y de “lo público” en el ordenamiento de lo social, lo político y lo económico.

Insistimos. Para Locke, la constitución de un cuerpo político no se limita solo a la formación de un cuerpo social más allá del aislamiento en el que vive el ser humano en estado de naturaleza, sino que se refiere paralelamente a la creación de un poder (el Estado) que regule esa convivencia. De esta manera, la razón de ser de la sociedad queda supeditada necesariamente a la existencia del Estado. La política, en definitiva, no es posible sin Estado. La ciudadanía, consecuentemente, no es un sujeto político legítimo si actúa en los márgenes del mismo y de sus estructuras, lógicas e intereses.

Estado, progreso y colonización

Esta conexión directa entre sociedad y Estado se convirtió en uno de los pilares de la idea de progreso —elemento fundamental del pensamiento liberal— en su vertiente política. Así, Pierre Clastres criticaba en La sociedad contra el Estado el etnocentrismo propio de la descripción de las “sociedades primitivas” como “sociedades sin Estado” característica de la antropología tradicional: “lo que de hecho se enuncia es que las sociedades primitivas carecen de algo —el Estado— que, sin embargo, les es necesario, como a cualquier otra sociedad, —por ejemplo, la nuestra”. Un etnocentrismo anclado en nuestra creencia —como hemos visto fundamentada en la teoría política liberal— de que “es imposible pensar una sociedad sin Estado”, dado que “cada uno de nosotros lleva efectivamente en sí, interiorizado como la fe del creyente, la certeza de que la sociedad es para el Estado”. De esta manera, “la convicción complementaria de que la historia tiene un sentido único, que toda sociedad está condenada a incorporarse a esa historia y a recorrer las etapas que, desde lo salvaje, conducen a la civilización” implicará necesariamente la asunción de la forma Estado como forma de organización política si se quiere salir del salvajismo y entrar a formar parte de la civilización. Bien sabemos que, incluso en la actualidad, las guerras imperialistas buscan autojustificarse con la excusa de “llevar la democracia” (liberal) a aquellos lugares poco propensos a plegarse a los intereses de las potencias “civilizatorias”.

Hablar de “huelga política” esconde una concepción muy particular de la política: aquella que entiende que el papel de la ciudadanía en una democracia pasa exclusivamente por rendir pleitesía a los espacios institucionales que el poder controla y que, supuestamente, definen un sistema democrático.

Paralelamente, esa misma raíz conceptual permite no solo desterrar al ámbito de lo “subdesarrollado” a aquellas formas de organización política ajenas a la forma Estado propias de otros pueblos, sino también a todas aquellas con esa misma característica que surgen o se muestran reacias a desaparecer en nuestras sociedades. Las desconsideraciones y descalificaciones constantes que se dieron, por ejemplo, hacia la manera de hacer política durante el 15M son un claro ejemplo de ello.

Pero en nuestras sociedades, una vez conquistada la realidad política objetiva, los procesos de colonización basados en la matriz ideológica que estamos tratando de exponer buscan tomar posiciones en nuestras subjetividades dando por sentadas categorizaciones que funcionan a nivel profundo pero que determinan —sin que nos percatemos de ello— nuestra manera de entender la labor política de la ciudadanía. Así, por ejemplo, la vinculación entre sociedad y Estado propia del liberalismo clásico podemos observarla a diario cuando alguien declama con orgullo su desinterés por “la política”, en referencia exclusiva a la labor que realizan “los políticos”. Un desinterés que en sí mismo podría incluso resultar comprensible pero que, sumado a la incapacidad de pensar la labor política al margen del Estado, acaba convirtiendo a buena parte de la ciudadanía en sujetos pasivos del poder (objetos del mismo, en realidad) más que en sujetos políticos activos.

Una manera de entender lo político que, en realidad, forma parte de lo más profundo de la concepción hegemónica de la democracia, tal y como explicaba Noam Chomsky en su ya clásico artículo “El control de los medios de comunicación”. Así, según Lippmann, en toda “democracia que funciona como Dios manda” la población debe estar dividida en dos grupos: una minoría que “asume algún papel activo en cuestiones generales relativas al gobierno y la administración”, y una inmensa mayoría, “el rebaño desconcertado”, cuyo papel “consiste en ser espectadores en vez de miembros participantes” de la vida política.

Adscribir, por tanto, el adjetivo “política” a una huelga cuando esta, según "los políticos", se realiza únicamente para perjudicar sus intereses partidistas esconde, en realidad, una concepción muy particular de la política: aquella que entiende que el papel de la ciudadanía en una democracia pasa exclusivamente por rendir pleitesía a los espacios institucionales que el poder controla y que, supuestamente, definen un sistema democrático. Que una huelga sea calificada de “política” implica, por tanto, la asimilación de que toda convivencia es posible solo bajo los designios del poder institucional que ellos y ellas representan.

En nuestras manos está el salir de la trampa conceptual construida durante siglos por el poder a través de una multitud capaz de pensar más allá de las categorías impuestas por quienes buscan controlar nuestras subjetividades. Porque si, como se suele decir, periodismo es contar aquello que alguien (por ejemplo, el poder) no quiere que se sepa, filosofía es pensar aquello que el poder no quiere que pensemos.

Sobre o blog
La filosofía se sitúa en un contexto en el que el poder ha buscado imponerse incluso en los elementos más básicos de nuestro pensamiento, de nuestras subjetividades, expulsando así de nuestro campo de visión propuestas teóricas y prácticas diversas que no son peores ni menos interesantes sino ajenas o directamente contrarias a los intereses del sistema dominante.

En este blog trataremos de entender los acontecimientos del presente surcando –en ocasiones a contracorriente– la historia de la filosofía, con el objetivo de poner al descubierto los mecanismos que utiliza el poder para evitar cualquier tipo de cambio o de alternativa en la sociedad. Pero también de producir lo que Deleuze llamó líneas de fuga, movimientos concretos tanto del presente como del pasado que, escapando del espacio de influencia del poder, trazan caminos hacia otros mundos posibles.
Ver todas as entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Huelga
Huelga Los sindicatos CGT y SF mantienen los paros en Renfe y Adif
Los convocantes no descartan que haya incidencias en el servicio y recuerda que a los paros convocados están llamados todos los trabajadores del servicio público.
Comunidad de Madrid
Cuidados La huelga de las trabajadoras de la dependencia da frutos: la Comunidad de Madrid permite la subida salarial
Las trabajadoras subcontratadas por la Comunidad de Madrid, un tercio del total de la región, verán mejoradas sus condiciones en el contrato que entrará en vigor en septiembre. “Es el mejor regalo por el 8M”, dicen en CGT.
Huelga
Derechos laborales Los sindicatos en Renfe y Adif llaman a siete días de huelga por “incumplimientos” en el traspaso de Rodalies
Las organizaciones consideran que no se están cumpliendo los acuerdos que previnieron una primera huelga en 2023. El traspaso de competencias es un momento delicado y los sindicatos quieren asegurarse de que la plantilla no sale perdiendo.
Sobre o blog
La filosofía se sitúa en un contexto en el que el poder ha buscado imponerse incluso en los elementos más básicos de nuestro pensamiento, de nuestras subjetividades, expulsando así de nuestro campo de visión propuestas teóricas y prácticas diversas que no son peores ni menos interesantes sino ajenas o directamente contrarias a los intereses del sistema dominante.

En este blog trataremos de entender los acontecimientos del presente surcando –en ocasiones a contracorriente– la historia de la filosofía, con el objetivo de poner al descubierto los mecanismos que utiliza el poder para evitar cualquier tipo de cambio o de alternativa en la sociedad. Pero también de producir lo que Deleuze llamó líneas de fuga, movimientos concretos tanto del presente como del pasado que, escapando del espacio de influencia del poder, trazan caminos hacia otros mundos posibles.
Ver todas as entradas
Salario mínimo
Salario mínimo PSOE y Sumar intentan llegar a un acuerdo para no perjudicar con el IRPF a los trabajadores con el SMI
La ministra de Hacienda ha confirmado que sería “algún tipo de medida que permita compensar a aquellos pocos trabajadores” en la situación de tener que tributar con el salario mínimo.
Residencias de mayores
Residencias Fondos de inversión y residencias: la mano invisible que retuerce los cuidados
Mientras DomusVi, en manos del fondo de inversión ICG, ya es la empresa con más residencias privadas del Estado, residentes, familiares y trabajadoras explican lo que supone que las prácticas especulativas acunen la vejez de las personas.
Opinión
Opinión Bretón no es un monstruo, ni Martín el nuevo Capote
Frente a la libertad sin peros que defienden unos, la responsabilidad de muchos: la de ciudadanos y librerías que se niegan a comprar o vender, respectivamente, el libro que Anagrama ha tenido a bien materializar.
LGTBIfobia
Manifestación Plataforma Trans planta cara a la transfobia con una manifestación contra el odio
La convocatoria el 29 de marzo denuncia un contexto internacional antiderechos. La organización pide a partidos y sindicatos que se sumen a la marcha porque la transfobia es un problema social, y por lo tanto también político, explican.

Últimas

AGANTRO
Agantro Tatuaxe: terapia e tendencia
Da marxinación á moda, o carácter simbólico e ritual da tatuaxe atópase actualmente erosionado polas dinámicas capitalistas.
Música
Música Pervertidos y puritanos, a los pies de Ethel Cain
Proyectos musicales como ‘Perverts’ de Ethel Cain son capaces de imponer silencio en medio de tanto ruido para pensar en un momento en que las redes sociales son herramientas tendenciosas para la difusión de propaganda de ultraderecha.
Gasto militar
Gasto militar “No nos resignamos a la guerra”: 70 organizaciones rechazan la deriva militarista de la UE y el Gobierno
Más de 70 organizaciones y personalidades de la cultura y el activismo firman un manifiesto que rechaza la escalada belicista y el rearme frente a una posible agresión rusa.
Palestina
Cisjordania Hamdan Ballal, codirector de ‘No other land’, agredido por colonos israelíes
Según los testigos que presenciaron el ataque, el cineasta está herido. Poco antes de las 14h el codirector de la cinta ha anunciado que Ballal ha sido puesto en libertad.
Minería
Minería estratégica en Extremadura La Comisión Europea declara “estratégicos” tres proyectos mineros en Extremadura
Las Navas (Cañaveral), Aguablanca (Monesterio) y La Parrilla (Almoharín) obtendrán financiación, verán facilitados sus procesos de tramitación y se beneficiarán de plazos más reducidos. La mina de Valdeflores no es considerada estratégica.
Más noticias
Obituario
Obituario Jesús Santos, el basurero que se ganó el corazón de Alcorcón
Alcorconero de toda la vida, teniente alcalde, activista social y sindicalista, Jesús Santos hizo que aquellos que le acompañaron en su camino se ilusionaran por la política.
Israel
Genocidio Mercadona vende tampones y patatas procedentes de Israel
En 2024 se produjo una reducción de las importaciones de tampones y patatas israelíes. Mercadona es una de las plataformas que trabajan con estos productos.
Madrid
Madrid La Sareb amenaza con el desahucio a dos jóvenes activistas en Carabanchel
Cadete 7, el bloque en lucha del que el ‘banco malo’ prevé desalojarles de forma inminente este jueves 27, fue el primero recuperado por el movimiento de vivienda de Madrid en 2013 tras haber permanecido deshabitado desde 2008.
Palestina
Palestina Egipto abre la puerta a un nuevo alto el fuego en Gaza con el visto bueno de Hamás y EEUU
A cambio de la retirada gradual de la tropas de Israel en la Franja, serían liberados cinco rehenes cada semana. El Gobierno de Netanyahu no se ha pronunciado y siguen los ataques contra población civil.

Recomendadas

Medio ambiente
Medio ambiente Milleiros de persoas enchen A Pobra do Caramiñal para berrar contra a celulosa de Altri e a mina de Touro
Unha grande multitude por terra e centos de embarcacións por mar esíxenlle ao Goberno de Alfonso Rueda que “recúe” ante o potencial desastre ambiental que sobrevoa Galiza.
Guerra en Ucrania
Guerra en Ucrania Colegios underground en Járkov después de tres años de guerra
La ciudad ucraniana construye escuelas subterráneas, preparadas para aguantar ataques balísticos y nucleares.
Feminismos
Irene García Galán “La memoria feminista hay que construirla desde abajo, desde nuestras casas”
‘Hilaria’ (Errata Nature, 2025) es un libro dedicado a la tatarabuela de Irene García Galán, pero también un ensayo político que navega a través de la memoria feminista, el antipunitivismo y el anarquismo.
Argentina
Estela de Carlotto “Faltan todavía muchos nietos por encontrar”
Al cumplirse 49 años del golpe cívico-militar, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo dialogó con El Salto y apuntó contra el Gobierno de Milei y su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que encabeza la represión de la protesta social.