Elecciones 10N
La hora del pueblo

La batalla está en la calle, en la asfixia al fascismo a través de la movilización, la persecución en los tribunales cada vez que su desprecio a las leyes les juegue una mala pasada, en afear comportamientos de odio en los círculos próximos y en la intervención como sociedad cuando estos comportamientos se den en la vía pública.

Santiago Abascal votación 10N - 7
El líder de Vox tras votar el 10N David F. Sabadell

Con permiso de la escritora y youtuber Lulu sin tilde, que sé que no le gusta nada, voy a empezar con una descripción del clima. Ha amanecido el día plomizo y quieto, como de invierno cobarde. Nos ha costado reconocernos en el espejo después de llevar nuestra libertad a las urnas para que nos corten un poquito las puntas.

El arranque del día ha sido raro, mucho qué pensar, más que sentir y poco tiempo para tomar el café mirando al infinito. Al final hay que ir a trabajar, o ponerse a ello en casa, el mundo no se para por nuestras angustias electorales, cosa del todo injusta, ya que la jornada de reflexión es casi un anacronismo y no la respeta ni la madre que la parió, reinventémosla pasándola al día después, exento de obligaciones y con bula existencial para revolcarse en el silencio, la ira, la ansiedad o las benzodiacepinas.

Muchas de nuestras angustias tienen que ver con la imposibilidad de pararnos a respirar y tomar distancia. El capitalismo nos quiere aceleradas, con la mirada puesta en pasado mañana, en el siguiente evento, la próxima crisis, las indignaciones futuras y la hiperstición apocalíptica constante.

Ya que la jornada de reflexión es casi un anacronismo y no la respeta ni la madre que la parió, reinventémosla pasándola al día después, exento de obligaciones y con bula existencial para revolcarse en el silencio, la ira, o las benzodiacepinas

Los más de cincuenta diputados de VOX en el parlamento son una vergüenza histórica para un país que sigue sin enterrar con propiedad a sus muertos. Es una derrota inapelable escuchar a una panda de vándalos corear el “¡A por ellos!” frente a la sede del partido, siendo ese “ellos” todo el que queda fuera de sus coordenadas vitales, haciendo hincapié en razones de raza, género, sexualidad e ideas políticas. Duele como un latigazo en los pulmones escuchar el “Cara al sol” a última hora de la noche, en voces borrachas que recuerdan a esa foto de Franco y Millán Astray con las bocas abiertas, hermanados en esa violencia desértica de la que tanto presumían, en esa suciedad babosa del militar de campo acostumbrado a cobrarse un botín cuando gana.

Pone en alerta ser consciente de que muchos de tus vecinos, te señalarían llegado el momento de las delaciones o, en el mejor de los casos, quedarían mano sobre mano viéndote desaparecer en un furgón. No es que acabemos de descubrir el odio, algunas lo llevamos marcado en nuestro tejido cicatricial, es el odio el que acaba de ser legitimado por las instituciones y el pueblo para lucir uniforme, airear sus planes y ocupar un espacio público considerable.

Las ambiciones de Pedro Sánchez y su pequeño Bannon, Iván Redondo, han actuado como golpe de sistro definitivo para despertar a los muertos, que estaban al acecho esperando su momento. Que la historia juzgue tal irresponsabilidad y coloque al partido socialista en el sitio de los tibios y los facilitadores, que es donde debe estar.

También suena extraño ese “conformarnos con ministerios de adorno” y “vicepresidencia simbólica” que Pablo Iglesias y Echenique esgrimen como bofetada intolerable ante la cual no se puede seguir conversando. Las negociaciones pasadas huelen a podrido y las explicaciones han sido cortas y raras. Sería de agradecer tomar conciencia de la responsabilidad propia y dar un paso atrás, a un lado o donde sea menester. Pero una repetición calcada de los eventos nos asoma a la pestilente boca del lobo.

De la debacle de Ciudadanos y la peregrinación de su electorado a filas verdes obtenemos una conclusión que ya intuíamos, en España no es posible un liberalismo clásico, Randiano, nos falta tejido protestante, aquí hay que envolverlo en lo nuestro, catolicismo fetichista, ardores militares y nostalgias imperialistas fantasiosas. Está claro que al electorado español Silicon Valley le importa un rábano, el humo que aquí se compra no es ese, es el del incienso.

En España no es posible un liberalismo clásico, nos falta tejido protestante, aquí hay que envolverlo en lo nuestro, catolicismo fetichista, ardores militares y nostalgias imperialistas fantasiosas

A todo esto, el PP solo ha tenido que manejar un perfil bajo, recoger remos y confiar en la inercia para recuperar más de veinte escaños. Nuestra entropía dibuja contornos bipartidistas y si no tocamos demasiado a ese rompiente volvemos una y otra vez.

Las derechas trasvasan votos pero no crecen, parece que el tope de los 10 millones y medio de votantes sigue infranqueable, conviene no dejar tal certeza en manos del destino que luego vienen los lloros, pero de momento, y ya son décadas, es una cifra que no cambia.

La situación institucional que nos queda es preocupante, Vox puede embarrar los debates mucho más, tienen números para recurrir al Constitucional cada ley que consideren contraria a su visión monolítica de la vida —luego el Constitucional la tiene que admitir a trámite, claro, pero el recurso lo pueden presentar— y van a convertir el Parlamento en un gallinero irrespirable y en un mitin constante. Responsabilidad de los demás grupos parlamentarios es no permitírselo. Dicho lo cual, no es un escenario catastrófico —sí el preámbulo de la catástrofe—. Las derechas, a no ser que el PSOE salga por Antequera, no suman y no tienen posibilidad de formar gobierno. Son, de momento, contenibles en ese plano.

El riesgo —y la solución— está en la calle, en ese fascista crecido y respaldado por las instituciones que no va a dudar en invadir espacios, sembrar el miedo y acallar voces por la vía dura. Se les ha legitimado a través del discurso de la libertad de expresión, la tolerancia y el respeto a las ideas. A través de prensa que ya solo es negocio y cuyo papel de poder al margen del poder ya es historia.

Siguiendo el ejemplo griego, la batalla está en la calle, en la asfixia al fascismo a través de la movilización, la persecución en los tribunales cada vez que su desprecio a las leyes les juegue una mala pasada, en afear comportamientos de odio en los círculos próximos y en la intervención como sociedad cuando estos comportamientos se den en la vía pública. El fin de la impunidad, el señalamiento y devolverles la vergüenza son nuestros deberes como sociedad que pretende señalar el camino o superar a las instituciones.

Dejar de hacer esto nos acercará irremediablemente a escenarios que solo hemos visto en blanco y negro pero que sucedieron antes de ayer.

Es la hora de la política, de que la izquierda de este país demuestre que esa superioridad intelectual que maneja cuando quiere justificar su división, es real. Hora de “hacer”, hora de dejarse de minués y entender que por aquí abajo, hay una clase obrera en descomposición por sufrimiento que no merece más castigo.

También es nuestro momento como sociedad. Escondernos detrás de la irresponsabilidad política no va a servir esta vez. Tenemos que marcar límites férreos, establecer cordones sanitarios que aíslen a quienes están por recuperar banderas viejas y usos de paredón, cuidarnos de forma radical, proteger los cuerpos en riesgo, materializar esas redes de apoyo en acciones de amor e incendio. Entender que solo el pueblo salva al pueblo y que nada que no sea tener esto tatuado en el corazón, nos representa.
Podemos con esto, estamos a tiempo, quizá por última vez, pero lo estamos.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Partidos políticos
El evitable ascenso de Vox en 2019

El año ha estado decisivamente marcado por la emergencia del partido de Santiago Abascal. Hasta cinco elecciones han puesto a prueba la crisis de representación que vive España.

Elecciones 10N
Cuando la izquierda gira al centro
Cuando las supuestas (o reales) izquierdas giran al centro pierden la capacidad de mantener vivas las esperanzas y las aspiraciones y deseos de una transformación de la realidad.
#42946
12/11/2019 13:42

Cuando el canal ultraderechista y violento "Fox" fue a Bilbao a verter su odio racista y ultranacionalista español-español, hubo antifas que les tiraron piedras y "feministas" que criticaron esas pedradas como "exceso de testosterona". Queridas compas, ¿como se puede parar al fascismo sin tirar ni una sola piedra? Las varitas mágicas y el ratoncito Pérez no existen. Contra el fascismo acción directa en las calles, como en Grecia. Parlamentos y tribunales son poco fiables en esta tierra Conejera ("españa" puede venir etimológicamente de "tierra de conejos", y los conejos para correr bien, para parar al fascismo mejor osos ).

1
1
#42951
12/11/2019 14:36

Osos sin inteligencia, caen en la trampa.

0
0
#42935
12/11/2019 11:34

Ese pueblo que en 2011 se manifestaba masivamente poco a poco votan a vox, por que sera?

1
2
#42863
11/11/2019 16:38

Los timocratas enseñan su patita

0
3
#42856
11/11/2019 15:24

Y sin embargo, más acá que el "incendio", está mantener la cabeza fría y no dramatizar en exceso.
Unidad y Salud.

2
0
Galicia
Política autonómica Redes clientelares, falta de autogobierno y consensos neoliberales: las claves del Gobierno gallego sin Feijóo
Políticas y analistas desgranan la hoja de ruta de la primera legislatura gallega de la era post-Feijóo: reforzamiento de los hilos de poder locales, falta de vocación autonómica, complejo de inferioridad y una marcada agenda neoliberal.
La vida y ya
La vida y ya Paraguas o chubasquero
En algún momento aprendes que no da igual qué opción tomar. Aprendes que hacer las cosas de una u otra manera tiene repercusiones para otras personas, para el planeta.
Palestina
Palestina Estudiar y formarse mientras sobrevives a un genocidio
La destrucción generalizada de las infraestructuras ha tenido un impacto brutal en el sistema educativo palestino.

Últimas

Tribunal Constitucional
Lei do Litoral O Constitucional avala a lei galega coa que a Xunta fixo súas as competencias na costa
O tribunal rexeitou por unanimidade o recurso do Goberno español contra 69 preceptos do texto, pero anula o que permite que os sistemas de vertedura de augas residuais poidan ocupar o dominio público marítimo-terrestre.
Palestina
Flotilla de la Libertad Los cargos públicos integrantes de la Flotilla a Gaza regresan a España
Mientras la flota que llevará ayuda a Gaza permanece en Estambul por los impedimentos de Israel para que zarpe, las políticas españolas deciden retornar a España, ante el anuncio de Pedro Sánchez.
Más noticias
Análisis
Análisis Racionar el agua, cortar derechos; historias desde Bogotá
Ante la sequía, la alcaldía de la capital colombiana arrancó con una política de racionamiento de agua. La medida ha puesto sobre la mesa las dinámicas estructurales que acompañan a la crisis climática.
Sidecar
Sidecar Prioridades cruciales de la izquierda francesa
La única forma que el partido de Mélenchon prevalezca en esta coyuntura desfavorable y preserve su frágil hegemonía sobre los demás partidos progresistas es ampliar su base electoral de cara a las elecciones presidenciales de 2027.
Sanidad pública
Ribera Salud Hospital del Vinalopó: el último rehén de la privatización del PP valenciano
La vuelta del PP al gobierno valenciano ha supuesto un balón de oxígeno para la principal beneficiaria de la privatización sanitaria, que mantendrá la concesión de Elx-Crevillent a pesar del malestar social.
Galicia
Redes clientelares Todas las veces que la Xunta de Feijóo contrató a sus familiares y a los de otros altos cargos
Mientras Sánchez reflexiona sobre su dimisión tras el ‘lawfare’ contra su mujer, el líder del PP ha prometido que no consentiría a su pareja contratar con un Gobierno del que él formase parte, pero sí lo permitió con su hermana, su prima y su cuñado.

Recomendadas

Derecho a la vivienda
Derecho a la vivienda Vivir y resistir en Andalucía, la comunidad con más desahucios del Estado español
En Andalucía, la comunidad con mayor número de desahucios, se producen 11 al día. En todo el territorio surgen experiencias que luchan por la vivienda digna en un lugar donde tener un techo “se ha vuelto una utopía”.
Cine
Estíbaliz Urresola “El cine no debe quedar impasible ante las atrocidades que suceden”
La directora de ‘20.000 especies de abejas’ sigue recibiendo reconocimientos por su película, pero pide que se transformen en aplicación de mejoras concretas para el colectivo trans.
Política
Lawfare ¿Qué decisiones puede tomar Pedro Sánchez tras amagar con dimitir?
Tras el anuncio del presidente, se abren varias posibilidades que no se resolverán hasta el lunes: ¿Una moción de confianza? ¿La convocatoria de elecciones? ¿Un cambio de marco? ¿Dimitir y dar el salto a la presidencia del Consejo Europeo?