Energía
Hidrógeno: muchas dudas y ninguna certeza

La Unión Europea busca el incremento de potencia instalada para la electrolización del hidrógeno: de los 60 MW actuales pasaría a los 40.000 MW en 2030. La fabricación y almacenamiento del hidrógeno tiene importantes pérdidas que podrían reducir la eficiencia del proceso al 20% en muchas de sus aplicaciones, aunque, a diferencia de los sistemas de baterías, es menos dependientes de procesos mineros y su durabilidad es mucho mayor. Nos encontramos ante una fuente de almacenamiento de energía de difícil categorización. Es necesario descender caso por caso para averiguar su viabilidad económica, energética y ambiental.

Buque “Suiso Frontier” el primer transporte de hidrógeno licuado del mundo
El buque “Suiso Frontier”, el primer transporte de hidrógeno licuado del mundo.

En los últimos días resuena con fuerza el tema del hidrógeno verde, un gas que se obtiene de la separación del agua por la acción de electricidad proveniente de una fuente de energía renovable. Esto se debe, entre otras razones, a la presentación de un proyecto europeo que es un auténtico plan de promoción industrial a gran escala con inversiones multimillonarias para las próximas décadas. Prevé el incremento de los 60 MW de potencia instalada de electrolización del hidrógeno a unos 40.000 MW en 2030, lo que conllevaría un desarrollo adicional de renovables de 80 a 120 GW, con una inversión estimada entre los 320 a 458 billones de euros, de los que parte vendrán del ‘Green Deal’ de la UE. Unos planes que han contado con el impulso publicitario proporcionado por el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico y por la Secretaría de Estado de Energía. En ella se anuncia esta tecnología de almacenamiento energético como una gran panacea, que no solo conseguirá reducir nuestras emisiones sino solucionar enormes problemas estructurales. Afirmaciones que obvian las limitaciones y las necesarias prevenciones ante el desarrollo de la tecnología.

La estrategia del hidrógeno de la UE establece el objetivo de producir 10 millones de toneladas de hidrógeno verde para 2030, lo que representa tan solo un 11% del consumo de hidrógeno total actual. Según la Agencia Internacional de la Energía, la demanda de hidrógeno para diversos usos industriales en 2018 se situó en 73,9 millones de toneladas. Un hidrógeno que, dicho sea de paso, hoy está lejísimos de ser verde a nivel global, representando menos del 0,1%. Estos datos nos muestran el desafío que suponen las expectativas de generación de hidrógeno verde y alerta contra planes sobredimensionados que pueden frustrar la transición energética siguiendo el modelo del crecimiento verde.

La producción del hidrógeno

Las dudas ambientales, sociales y económicas tras este sector son numerosas. Conviene diferenciar con claridad los distintos colores con los que se viene categorizando al hidrógeno. Entre ellos están el hidrógeno gris (marrón o negro), producido a partir de combustibles fósiles, y el hidrógeno azul, proveniente de yacimientos de gas natural, con una habitual aportación de carbón y con captura y almacenamiento de carbono (CAC). Esta CAC es aún, a día de hoy, una quimera tecnológica que no puede contribuir a la descarbonización energética. En la lucha contra el cambio climático las apuestas como el hidrógeno gris y azul, basadas en prolongar la vida de los combustibles fósiles, son completamente descartables, cuestión que la UE no ha abordado con claridad. Sigue sin incluir estas tecnologías en las listas de exclusión de sus planes climáticos.

Los dilemas de la transición ecológica se visibilizan como nunca en el hidrógeno verde, que no es ni de lejos el proceso más eficiente

La producción de hidrógeno por electrólisis del agua es una tecnología que viene estudiándose desde hace más de medio siglo. El elevado coste de la producción de este gas, así como otros problemas técnicos como la necesidad de comprimirlo a altas presiones en alguna de sus aplicaciones, han estado detrás de su falta de desarrollo. Pero hoy, ante la necesaria descarbonización de la economía, resurge esta tecnología, al ser una de las pocas soluciones de almacenamiento energético que podrían ser muy bajas en las emisiones de dióxido de carbono. En concreto, podría dar solución como vector energético, ya que su mayor densidad energética podría llegar a usos como el transporte pesado de larga distancia donde las baterías actuales no llegan. También podría servir como almacenamiento del exceso de energía producido con renovables y, sobre todo, como material para algunas industrias y productos de manufacturación, que requieren el uso de este gas por sus características físicas o químicas.

Los dilemas del hidrógeno

Los dilemas de la transición ecológica se visibilizan como nunca en el hidrógeno verde, que no es ni de lejos el proceso más eficiente. Su fabricación y almacenamiento tiene importantes pérdidas, que podrían reducir la eficiencia del proceso al 20% en muchas de sus aplicaciones. Aunque a diferencia de los sistemas de baterías de respaldo de red actuales, este gas es menos dependiente de procesos mineros y su durabilidad es mucho mayor.

Un papel en la descarbonización que solamente es válido tras lograr una correcta planificación del sector, de forma que se base exclusivamente en aprovechar la energía sobrante de los picos de producción de un adecuado despliegue de energías renovables en base a las necesidades y disponibilidades reales de los recursos. Este diseño de red eléctrica necesita considerar el almacenamiento, pero también establecer una jerarquía de diferentes criterios de gestión, donde la gestión de la demanda o el acoplamiento de los diferentes tipos de energía deberían ser prioritarios. Como el hidrógeno no puede ser almacenado indefinidamente sin grandes pérdidas, parece que, a priori, solo podrá cubrir la variabilidad a corto y medio plazo.

Aunque podría constituir una propuesta para dar una alternativa a los territorios donde se produce el cierre de centrales térmicas y nucleares, ahorrando con ello la construcción de nuevas líneas y subestaciones eléctricas, supone a su vez una amenaza a muchos territorios por la construcción de los miles de kilómetros de hidroductos que las empresas y gobiernos quieren impulsar. Por ello se debe de ir estudiando caso a caso y garantizando, entre otras cuestiones, que exista en la zona capacidad suficiente para un despliegue ordenado de las energías renovables asociadas.

En la lucha contra el cambio climático las apuestas como el hidrógeno gris y azul, basadas en prolongar la vida de los combustibles fósiles, son completamente descartables, cuestión que la UE no ha abordado con claridad

El elevado coste de las inversiones y del producto sigue siendo el gran problema para el sector, razón por la que se intenta incentivar, ya que tras décadas de desarrollo apenas existen aplicaciones realmente viables. De hecho, los proyectos actualmente más relevantes son en su mayor medida proyectos piloto, de investigación o para analizar la potencialidad del mismo. En estos momentos, y al hilo de las promesas anunciadas sobre las bondades del sector, con los consiguientes movimientos especulativos, se hace necesario alertar nuevamente de las querencias de la economía española por las burbujas económicas, las cuales suelen estallarnos en la cara, especialmente a las personas más vulnerables.

El panorama energético español es un gran alumno de estos procesos especulativos. Basta recordar el proceso de burbuja gasista que sufrimos a principios de este siglo, cuando temerariamente los gobiernos provocaron una apuesta de las grandes energéticas por centrales de ciclo combinado de gas y terminales de regasificación siendo las renovables las que a la postre acabaron pagando la fiesta en forma de moratorias y paralización de ayudas.

La urgente necesidad de planificación de la transición energética

En Ecologistas en Acción, de manera insistente, hemos subrayado la necesidad de “planificación, planificación y planificación” en todos las partes del sistema energético, evitando una visión miope que no contemple la constante relación y conexión que existe entre los distintos componentes del sistema y la biosfera. No solo es necesaria una sustitución tecnológica, sino que hay que delimitar con claridad dónde y qué usos son viables en esta transición ecológica en un marco de reducción de los consumos energéticos netos.

Empresas como Enagas o Repsol se están posicionando los primeros de la fila para recibir ingentes millones de euros públicos para mantener sus obsoletos sectores y, de paso, teñirse de verde

Como sucede ahora, la falta de estas definiciones claras provoca que sean los agentes económicos y las grandes empresas energéticas, las que determinen dónde y para qué se instala una u otra energía. Esto es lo que está sucediendo ahora en el hidrógeno, donde empresas como Enagas o Repsol se están posicionando los primeros de la fila para recibir ingentes millones de euros públicos para mantener sus obsoletos sectores y, de paso, teñirse de verde. Sin embargo, nadie ha planteado si sus proyectos son ecológica y económicamente viables, si suponen por ejemplo una competencia con la descarbonización del sector eléctrico o los impactos de la ocupación territorial que están planteando.

Es especialmente relevante reclamar también que no sea nuevamente la ciudadanía la que financie las inversiones del oligopolio energético que lleva años recibiendo beneficios caídos del cielo, así como seguir reclamando la mayor descentralización posible de las nuevas tecnologías renovables y el control ciudadano en la gestión de la energía.

El gran olvido en la transición energética es la necesidad de ordenar los usos y las tecnologías, lo que favorece a un sistema de producción capitalista y depredador que busca en la desregulación maximizar sus beneficios. Esta es una de las cuestiones fundamentales para alcanzar una correcta descarbonización. Deberíamos empezar a aplicar un principio de jerarquía de usos de forma que quede claro hacia dónde dirigir cada uno de estos sectores.
Aunque sean muchas las dudas que persisten, parece que existe cierta certeza de que difícilmente este sector será la solución para la descarbonización de la economía

Un buen ejemplo lo constituye el vehículo privado (el coche), un sector en el que vemos proliferar la aplicación de todas las tecnologías, desde las baterías hasta el hidrógeno, a pesar de que sabemos que sus requerimientos energéticos, en términos netos, son insostenibles. No merece la pena seguir empeñándonos en caminos imposibles, tenemos que hacer los cálculos para ver qué cantidad de energía tenemos disponible y sobre qué tecnologías, adecuando esta cantidad y distribuyéndola desde los usos prioritarios, como por ejemplo la alimentación, la fabricación de determinados bienes, o los debidos esfuerzos en la adaptación al cambio climático, antes de lanzar señales a sectores como el vehículo privado.

Nuevamente nos encontramos ante una fuente de almacenamiento de energía de difícil categorización. Es necesario descender caso por caso para conocer su viabilidad económica, energética y ambiental, valorando no solo las cuestiones más inmediatas sino las interrelaciones que se establecen con otros recursos. Aunque sean muchas las dudas que persisten, parece que existe cierta certeza de que difícilmente este sector será la solución para la descarbonización de la economía. Más bien parece que su papel energético será limitado y muy asociado a usos no electrificables.

Arquivado en: Hidrógeno Energía
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Opinión
Opinión La coherencia de las políticas de Trump
No se pueden entender los aranceles de Trump sin su lucha por el control de los recursos minerales, sin Groenlandia, Ucrania o la República Democrática de Congo.
Inteligencia artificial
Inteligencia artificial La demanda energética de los centros de datos de IA se cuadruplicará para 2030, según un informe
Un estudio de la Agencia Internacional de la Energía predice que los centros de datos aumentarán la demanda de electricidad en un 20% de aquí a 2030 en el Norte global.
Crisis climática
Inversiones 'marrones' España gastó más de 23.000 millones de dinero público en actividades nocivas para el medio ambiente en 2024
Un estudio analiza el impacto climático de las subvenciones otorgadas por el Gobierno español. Solo el 14% del monto total de las ayudas se destinó a actividades o proyectos que fomentan la transición ecológica.
#74270
13/11/2020 23:46

Y Norte Europa utilizara a Espana como lugar para producir hidrogeno? mientras no para de subir la luz y el consumo no para de bajar...

1
0
#74220
13/11/2020 17:04

Podríais citar las fuentes de este artículo, por ejemplo Félix Moreno o Antonio Turiel o el mundillo colapsista del que está sacada toda la información, es de honradez intelectual. Gracias.

4
4
#74350
14/11/2020 13:33

Es el mundillo del que me quede como estoy que vemos prioritario la muy probable migración del campo a la ciudad. Eso no va a ocurrir señores salgan de la ensoñación.

0
0
Laboral
Laboral Coidar sen dereitos: a loita das traballadoras nas residencias privadas de Galiza
Sen tempo nin medios para ofrecer uns coidados axeitados, alertan dunha situación insostible nos centros e denuncian a privatización dun servizo a costa do benestar das persoas maiores e dependentes.
Galicia
Galicia Vigo, A Coruña e Ourense mercaron material policial a Israel por medio millón de euros en só catro anos
O alcalde ourensán, Gonzalo P. Jácome, adxudicou un contrato por 70.000 euros días despois do sete de outubro. Abel Caballero asinou outro de máis de 200.000 euros e a alcaldesa da Coruña seguiu a estela cun contrato de 170.000 euros.
Galicia
Galicia Cuidar sin derechos: la lucha de las trabajadoras en las residencias privadas de Galicia salta a la huelga
Sin tiempo ni medios para ofrecer unos cuidados adecuados, alertan de una situación insostenible en los centros y denuncian la privatización de un servicio a costa del bienestar de las personas mayores y dependientes.
LGTBIAQ+
Juicio el 9 de mayo Lidia Falcón pide cinco años de cárcel a una mujer trans por un tuit de 2021 que no la menciona
La activista antiderechos Lidia Falcón denunció a Diana Juan Cano en 2021 por un tuit que apenas tuvo repercusión. La acusación pide una pena de cinco años de prisión y 50.000 euros de indemnización.
Francia
Francia Militantes e intelectuales exigen la absolución de Anasse Kazib, perseguido por su apoyo a Palestina
El Estado francés utiliza el tipo penal de “apología del terrorismo” para perseguir a personalidades y colectivos que han mostrado su apoyo a Palestina y su repulsa al genocidio cometido por Israel.
Medio ambiente
Medio ambiente Máis de 200 colectivos esixen transparencia sobre a mina Doade e piden a intervención do Parlamento Europeo
Organizacións de toda Europa, lideradas por SOS Suído-Seixo, esixen a Bruxelas acceso á documentación sobre a explotación prevista, denunciando opacidade, privilexios empresariais e risco ambiental en zonas protexidas de Galiza.

Últimas

Gobierno de coalición
Gobierno de coalición Sánchez piensa en un paréntesis legislativo para evitar roces con los socios tras una semana explosiva
El choque bronco por el caso de las compras de balas israelíes a cargo de Grande Marlaska puso sobre la mesa como nunca la ruptura de la coalición, aunque nunca fue una opción.
Opinión
Opinión “Tener correa” y la ridiculización del afecto
Existe una presión muy fuerte sobre los propios hombres para que no amen demasiado, no cuiden demasiado. El ideal de “libertad masculina” tradicionalmente se entiende como independencia, desapego, y muchas veces, desinterés.
Más noticias
Gasto militar
Gasto militar ¿De dónde sacará Sánchez el dinero para financiar el incremento del gasto en defensa?
La promesa de aumentar las partidas presupuestarias militares necesita redirigir 10.471 millones de euros para alcanzar el 2% del PIB. Cumplirlo este año abre a su vez un grave problema para hacerlo en 2026.
Opinión
Opinión Las sáficas también somos trans, deseamos trans y amamos trans
Resulta irónico que a quienes tanto nos han cuestionado la identidad de “mujeres de verdad” en función de nuestra expresión de género o la vida que decidimos emprender no levantemos antorchas al ver el mismo odio operando con estrategias similares.
Opinión
Opinión IA: un proyecto tecnosupremacista
La pregunta que me hice hace algunos años fue: ¿Por qué existe un evidente interés en “crear la cuestión de la IA”, cuando las tecnologías y las lógicas que la componen están ya operativas desde hace años?
Salud
El precio justo La nueva ley del medicamento o estrategias para bajar el precio de los genéricos (que son caros)
En España pagamos de media un 10% más por los medicamentos genéricos que consumimos que en el resto de la UE. Al mismo tiempo, nuestro gasto farmacéutico ha aumentado un 33% en la última década.
Israel
España El Gobierno español vuelve a romper su compromiso de no comprar armas a Israel
El Ejecutivo de Pedro Sánchez adquiere armamento israelí por valor de 6,6 millones de euros a pesar de haberse comprometido a un “embargo total”.

Recomendadas

Guinea-Bissau
Internacional Guinea-Bissau arranca una ola de represión tras el sabotaje popular de una mina de arena en un parque natural
Una acción liderada por las mujeres del pueblo de Varela provocó un incendio en la bomba de extracción de la mina de arena pesada. El Gobierno ha llevado a cabo la detención de 16 personas, entre las que se encuentran líderes locales.
Turquía
Pinar Selek “Turquía sigue gobernada en base al miedo”
La profesora y socióloga turca, quien ha sufrido además de cárcel, un acoso judicial por 27 años, habla de la falta de independencia del poder judicial, del adoctrinamiento social y de la formación de la sociedad turca.
Medio ambiente
Medio ambiente Que papel xoga Abanca no proxecto da celulosa de Altri en Galiza?
A sociedade público-privada Impulsa Galica, que cimentou os primeiros plans da multinacional papeleira e Greenalia está participada fundamentalmente pola Xunta e polo banco que xurdiu da desastrosa fusión das caixas de aforro galegas.