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Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN)
El ‘fuego’ contra el zapatismo: la opción por la paz y democracia de las comunidades (1995-2014)
Si el año 1994 había cerrado con la declaración de los Municipios Autónomos por parte de los zapatistas y la crisis producida por los errores económicos de Ernesto Zedillo, 1995 abre con la traición del presidente de México a los zapatistas, en un intento desesperado por detener a sus “cabecillas”, que aunque fracasa, abre la puerta a un escenario de militarización y paramilitarización en la zona. Le sigue la esperanza, también fallida, de conseguir la paz por medio de los diálogos, y luego, los primeros Encuentros Intercontinentales, la pérdida de la presidencia de la nación por parte del PRI, una nueva traición a los zapatistas por parte de todos los partidos políticos con presencia en el Congreso, la profundización de su autonomía y la novedosa propuesta de “La Otra”.
Ernesto Zedillo, que aún antes de asumir la presidencia el 1 de diciembre de 1994, había comenzado un diálogo epistolar con los zapatistas, afirmó que el conflicto en Chiapas representaba una amenaza constante a la tranquilidad pública, a la paz y a la justicia, en un acto el día 5 de febrero de 1995 en Querétaro, aunque dijo seguir abierto al diálogo. Cuatro días después, lanza al ejército sobre la zona zapatista intentando detener a sus dirigentes. No lo consigue, pero sí son detenidas varias personas en diversos puntos del país. El ejército federal ocupa muchas comunidades que se ven forzadas a huir a la montaña, donde algunas permanecieron durante varios meses, hasta que la sociedad civil instala los primeros Campamentos Civiles por la Paz, que permiten dar seguridad a las comunidades y sus habitantes pueden volver a sus casas. La comunidad de Guadalupe Tepeyac no pudo regresar hasta el año 2002. A este ataque se le conoció como la traición de febrero.
La presión de la sociedad civil nacional e internacional obligó al Gobierno a volver al diálogo y se acordó la celebración de varias mesas de diálogo, de las cuales solo se celebran dos, la de Derechos y Cultura Indígena (octubre 1995-febrero 1996), que termina con los Acuerdos de San Andrés, y la de Democracia y Justicia (marzo-julio 1996), que termina sin acuerdo
Si bien el Ejército Federal no consigue sus objetivos de detener a los dirigentes zapatistas, sí logra posicionarse y establecer bases militares en su territorio. Además, con el beneplácito del presidente, intensifica la aplicación del “Plan Chiapas 94” que consistía, fundamentalmente, en la creación y consolidación de grupos paramilitares que actuaran en una guerra irregular de baja intensidad en contra de los zapatistas. Mientras, la presión de la sociedad civil nacional e internacional obligó al Gobierno a volver al diálogo y se acordó la celebración de varias mesas de diálogo, de las cuales solo se celebran dos, la de Derechos y Cultura Indígena (octubre 1995-febrero 1996), que termina con los Acuerdos de San Andrés, y la de Democracia y Justicia (marzo-julio 1996), que termina sin acuerdo. Las dos mesas tuvieron un formato en el que participaron asesores e invitados de todo el país, tanto por parte del Gobierno como por parte de los zapatistas, la CONAI, como mediación y la Comisión de Concordia y Pacificación (COCOPA), formada por legisladores de todos los partidos, como instancia de coadyuvancia. Además, en el mes de agosto de 1995 se realiza la Consulta Ciudadana Nacional e Internacional por la Paz y la Democracia cuyo objetivo era contribuir al establecimiento de la paz con dignidad y justicia a través de la distensión y el diálogo, además de dar a conocer al EZLN el sentir de la sociedad, en el país y en el mundo, en torno a los temas fundamentales de su lucha.
Los Acuerdos de San Andrés se firman el 16 de febrero de 1996 y en ellos, el Gobierno se compromete a respetar la cultura indígena, la preservación de sus recursos naturales, una mayor participación de los pueblos en la toma de decisiones y reconoce el derecho de estos a la autonomía. A finales de año, la Comisión de Concordia y Pacificación redacta un proyecto de Ley para reformar la Constitución dando cumplimiento a los Acuerdos; siendo un acuerdo de mínimos, el EZLN los acepta, pero el Gobierno no y el proyecto quedó guardado, más bien ignorado, por el Gobierno en los siguientes años.
A finales de julio y primeros de agosto de 1996 se celebra el I Encuentro Intercontinental por la Humanidad y contra el Neoliberalismo, en zona zapatista. A él acuden más de 5.000 personas de los cinco continentes que se dividen en cinco mesas, cada una de ellas en una zona zapatista, siendo la inauguración en Oventik (Altos de Chiapas) y la clausura en La Realidad (Selva Lacandona). Previo a este encuentro hubo un Encuentro Continental Americano y otro Europeo que se celebró en Berlín. Un año después, en 1997, se celebró el II Encuentro Intercontinental por la Humanidad y contra el Neoliberalismo en el Estado Español. El objetivo de ambos encuentros era levantar la “internacional de la esperanza” frente a la “internacional del terror que representa el neoliberalismo” y construir una nueva cultura política que revolucionara la relación entre quienes ejercen el Poder y quienes lo padecen; fue el primer paso de lo que, años después, se llamó, el Movimiento Antiglobalización.
Ante la imposibilidad de llegar a acuerdos en la mesa de Democracia y Justicia y la falta de interés del ejecutivo para cumplir con los Acuerdos de San Andrés, el EZLN decidió suspender su participación en los diálogos hasta que se cumplieran cinco condiciones: liberación de todos los presuntos zapatistas presos y de las bases de apoyo detenidas en la zona norte, una comisión gubernamental con capacidad de decisión política y que respetara a la delegación zapatista, la instalación de la Comisión de Seguimiento y Verificación de los Acuerdos ya firmados, propuestas serias y concretas por parte del gobierno sobre el tema de Democracia y Justicia y el fin del clima de persecución militar y policiaca contra las comunidades indígenas de Chiapas.
Como paso previo a la firma de los Acuerdos de San Andrés, los pueblos indios de México presentes en el diálogo habían realizado un Foro Indígena en enero que tuvo su continuación en Julio y que culminanó con la creación del Congreso Nacional Indígena, presidido por la Comandanta Ramona, primer integrante del EZLN en viajar fuera de Chiapas, el 12 de octubre de 1996.
Cuando llega el año 1997, la actividad de los grupos paramilitares había tomado ya proporciones alarmantes, ocasionando miles de desplazados en la zona zapatista
Cuando llega el año 1997, la actividad de los grupos paramilitares había tomado ya proporciones alarmantes, ocasionando miles de desplazados en la zona zapatista. Estos grupos, armados, instruidos y financiados por el ejército federal, estaban compuestos por indígenas de la zona, lo que llevó a que el gobierno minimizara públicamente su importancia, diciendo que eran “problemas intracomunitarios”, excusa que se sigue utilizando hoy en día. El punto más alto de sus actuaciones se dio el 22 de diciembre de 1997, cuando se produce la matanza de Acteal, Chenalhó, dónde fueron asesinadas 45 personas de la organización “Las Abejas”; entre los asesinados, había niños y mujeres embarazadas.
Durante todo 1998 no solo los paramilitares siguieron actuando impunemente, sino que el Gobierno lanzó una ofensiva contra los Municipios Autónomos que llevó a muchos zapatistas a las cárceles de Chiapas. Tan solo unos meses después de Acteal, en la madrugada del 10 de junio de 1998 cientos de soldados y policías, con helicópteros y vehículos artillados, cayeron sobre cuatro comunidades del municipio de El Bosque, nombrado por los zapatistas como San Juan de la Libertad. El saldo del ataque fue de 8 civiles y un policía muertos, 53 detenidos, dos de ellos menores de edad, además de varios robos con violencia y actos de tortura.
En 1999, el EZLN promueve la Consulta por el Reconocimiento de los Derechos de los Pueblos Indios y por el fin de la Guerra de Exterminio como parte de una iniciativa de paz, a nivel nacional e internacional. Y como parte de esa iniciativa “5.000 delegados bases de apoyo del EZLN (2.500 hombres y 2.500 mujeres) saldrán de las montañas del sureste mexicano y visitarán los rincones más apartados del territorio nacional”. Se crearon brigadas de promoción y difusión de la Consulta, que se celebró el 21 de marzo y en ella participaron 2.800.000 personas de todo México y 48.000 mexicanos residentes en el extranjero.
En el año 2000, por primera vez en setenta años, el PRI pierde las elecciones y es elegido presidente el candidato del Partido de Acción Nacional (PAN), Vicente Fox, quien envía a la Cámara de Diputados la ley elaborada por la COCOPA para dar cumplimiento a los Acuerdos de San Andrés. Con el fin de apoyar dicha ley, una delegación de 23 comandantes y comandantas y un subcomandante, salieron de Chiapas el 24 de febrero de 2001 y llegaron a la Ciudad de México el 11 de marzo, después de recorrer 13 estados de la república. Fue “La Marcha del Color de la Tierra”.
El 28 de marzo de 2001, desde la tribuna del Congreso de la Unión, la Comandanta Esther dio el discurso central: “No está en esta tribuna el jefe militar de un ejército rebelde. Está quien representa a la parte civil del EZLN, la dirección política y organizativa de un movimiento legítimo, honesto y consecuente”
Hubo muchas reticencias por parte de diputados y senadores a que los zapatistas, acompañados por miembros del CNI, hablaran en el Congreso, aunque finalmente llegaron al acuerdo de que lo hicieran ante la Comisión de Asuntos Indígenas, ampliada. Ahí, el 28 de marzo de 2001, desde la tribuna del Congreso de la Unión, la Comandanta Esther dio el discurso central: “No está en esta tribuna el jefe militar de un ejército rebelde. Está quien representa a la parte civil del EZLN, la dirección política y organizativa de un movimiento legítimo, honesto y consecuente, y, además, legal por gracia de la Ley para el Diálogo, la Conciliación y la Paz Digna en Chiapas”.
Pero finalmente, los partidos hicieron numerosos cambios y aprobaron una ley que no respetaba los Acuerdos de San Andrés, traicionando así su palabra. A partir de ese momento, los zapatistas rompieron todo contacto con los partidos políticos e iniciaron un largo periodo de silencio en el que se dedicaron a trabajar en la consolidación de su propia autonomía y sus Municipios Autónomos, llevando a la práctica los Acuerdos de San Andrés, al tiempo que comenzaron un periodo de reflexión sobre ellos mismos que les llevó a profundizan en su discurso anticapitalista y plantear una nueva relación con la “sociedad civil”.
El 9 de agosto de 2003, realizan una reorganización de su autonomía y crean las Juntas de Buen Gobierno y los Caracoles, que empiezan a trabajar en sus respectivas zonas: Roberto Barrios, al norte, Morelia, La Garrucha y La Realidad, en la selva y Oventik en los Altos.
En junio de 2005, los zapatistas dan a conocer la Sexta Declaración de la Selva Lacandona en la que hacen públicas sus reflexiones sobre lo que son, cómo ven al mundo y a México, lo que quieren hacer y cómo lo quieren hacer: escuchar y hablar con la gente sencilla y humilde y con los pueblos indios y hacer un acuerdo para reconstruir otra forma de hacer política y sacar adelante las demandas del pueblo mexicano.
Para conseguirlo, el 1 de enero de 2006 se inicia “La Otra Campaña”, en la que, primero el Subcomandante Marcos como Delegado Zero y luego una delegación de Comandantes y Comandantas, recorrió el país durante los años 2006 y 2007. Pero antes, a primeros de mayo, la gira se ve interrumpida por los sucesos de Atenco, donde policías y fuerzas de seguridad del Estado atacaron a la población, de tal forma que la gira no se reanuda hasta octubre; dos meses después de Atenco, se celebraron elecciones presidenciales con dos candidatos, Felipe Calderón por el Partido de Acción Nacional (PAN) y Andrés Manuel López Obrador por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), en coalición con otros dos partidos. Con innumerables denuncias de irregularidades en los comicios y la sospecha de fraude, se dio como vencedor a Calderón con una diferencia de tan solo el 0.56% de votos.
A finales de año, se celebra en territorio zapatista el I Encuentro de los Pueblos Zapatistas con los Pueblos del Mundo, en el que éstos explican cómo está funcionando su autonomía. Este encuentro tuvo su continuación con un Segundo Encuentro, realizado en julio de 2007, el I Encuentro de los Pueblos Indígenas de América, realizado en Vicam, Sonora, territorio yaqui en octubre, y el Encuentro de las Mujeres Zapatistas con los Pueblos del Mundo, que se lleva a cabo en los últimos días de diciembre.
El año 2008 inicia con una fuerte ofensiva de diferentes organizaciones de Chiapas, muy cercanas a los gobiernos, tanto estatal como federal, que pretenden apropiarse de tierras recuperadas por los zapatistas, antiguas fincas propiedad de terratenientes, para incluirlas en los programas gubernamentales de certificación de tierras, ponerlas a su nombre, y así, poder venderlas al mejor postor. Esto lleva a la movilización de la sociedad nacional e internacional, que organiza una Caravana en agosto de ese año, y visita varios lugares de la zona zapatista. A finales de ese año se celebra el Primer Festival de la Digna Rabia, primero en la Ciudad de México, y luego en San Cristóbal de las Casas.
En los siguientes años, se intensifica el contacto del EZLN con la sociedad civil, a través de múltiples encuentros, seminarios y semilleros: el Encuentro “Mamá Corral”, la Cátedra “Tata Juan Chávez Alonso”, I Festival Mundial de las Resistencias y las Rebeldías contra el Capitalismo, el seminario El Pensamiento Crítico frente a la Hidra Capitalista, los CompArte y los ConCiencias por la Humanidad, el Seminario Muros y Grietas, los Encuentros de Mujeres que Luchan, el Conversatorio Prohibido Pensar, el Festival de cine «Puy ta Cuxlejaltic» y las tres vueltas de la Escuelita Zapatista. Además, el 21 de diciembre de 2012, con Enrique Peña Nieto ya en el poder, los zapatistas marchan, en silencio, por las calles de varias ciudades de Chiapas, en la manifestación pacífica más numerosa que han realizado hasta el momento.
En la década del 2010 vuelven los ataques directos letales contra las comunidades Zapatistas. El 1 de mayo de 2014, integrantes de la Central Independiente de Obreros y Campesinos Histórica (CIOAC-H), también pertenecientes al Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y Partido Acción Nacional (PAN), asesinaron a José Luis Solís López, “Galeano”, base de apoyo del EZLN y maestro en la Escuelita zapatista, que recibió varios disparos, uno de ellos en el pecho y fue rematado con un tiro de gracia. También destruyeron la escuela y la clínica zapatistas, que se volvieron a reconstruir meses después. A pesar de esto, las comunidades siguieron por el sendero de la paz y el fortalecimiento de su autonomía.
A veinte años del inicio de la guerra contra el olvido, los y las zapatistas, siguen organizados, siguen trabajando, profundizando en su autonomía, mejorando su vida diaria y encontrándose y compartiendo experiencias con otros pueblos indios, a través del Congreso Nacional Indígena, y con la sociedad civil nacional e internacional, a través de Encuentros y Comparticiones. Los siguientes años, traerán más propuestas, más encuentros, y alguna que otra sorpresa.