Tanta vacuna distancia y mascarilla para qué
para que sirvan al imperio en alguna trinchera
frente otros sobrevivientes a la peste que sirven
a otra bandera o jefe
es lo que dicen los titulares que cuentan
heroicidades y miserias según el cristal
con que se mira.
Llega sonriente la Parca al ser otra vez invitada
a un nuevo banquete que no por anunciado
hace menos cruel este crimen siempre fratricida
en su orgía de hartazgo
por algo que no dicen los titulares pero cuenta
y es el gas que abriga a Europa calentando
la Tierra toda.
Da risa sarcástica y triste ver a los tiranos
lanzar amenazas mientras los pobres hombres
se matan por un “colchón de seguridad”
– ¡Te cierro las cuentas!
– ¡Mira que respondo con fuerza inaudita!
– ¿¡Me amenazas con La Bomba, cabrón!?
– Ya la usaron antes.
Justo en Carnaval cuando las malas cepas
estaban en franca retirada y se oía el alegre
Xi Xi Xi de los platillos de la murga se oye el
Pin Pin Pin
de los tiros de matanza y en Pekín cerraba
la entrega de medallas la razón pide que
¡Siga el doping olímpico!
A dónde hemos llegado desde aquellos ‘80
cuando dijimos NO e igualmente entramos
en nombre de la paz a la Alianza insaciable
como la Huesuda
con sus fábricas de fusiles balas y misiles
que multiplican rublos dólares yenes y euros
procreando miseria.
Ramón Haniotis
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