Como en el mundo no hay nada
de más o de menos o siquiera
superfluo
acá van estos alegres besos
volando a encontrarse con otros
para girar en un torbellino de plumas
o de polen o si sucede una colisión
les veremos caer entreverados
con las alas dulcemente pegajosas
que adheridas a la razón ascenderán
a poblar las alturas que abandonamos.
Como en este mundo no sobra nada
cómo y por qué enviar los otros al otro
si tampoco falta nada de lo creado
por casualidad o por quien sea
que todo haya hecho sobre esta Tierra
y el Cielo
lugares donde terminaron cuarentenas
y cuaresmas que no dejaron treguas
sino cabalgaduras montadas por locos
cegados por el juego del trono y el oro
impíos olvidados de la misericordia.
Como en el mundo no faltan hierbas
ni flores ni libros ni aves ni canciones
ni sobra nada ello o de escenarios
pinturas o danzas tiernas o tristes
mostremos las manos vacías al mandamás
cantemos tu oda y la mía sobre la barricada
de todo lo bueno libemos mi vino tu vodka
aquella miel y llamemos a Jesús Pérez
a sus padres María y Pepe para reírnos
de Pilatos y sus jefes junto a Barrabás
la rosa y la ortiga con gaitas y tambores.
Ramón Haniotis
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