Israel
El boicot a Israel y el ejemplo del movimiento contra el apartheid en Sudáfrica

Las campañas de boicot contra el apartheid en Sudáfrica fueron simbólicas cuando no contaron con apoyo suficiente y determinantes cuando se vieron respaldadas con acciones contundentes por parte de los principales Estados.

Desde que el pasado octubre el gobierno presidido por Benjamin Netanyahu inició el bombardeo sobre la Franja de Gaza, han sido numerosas las llamadas a aplicar sanciones económicas sobre Israel para frenar el genocidio que está perpetrando sobre la población palestina. A medida que se ha ido haciendo evidente la falta de respuestas contundentes por parte de la comunidad internacional, han ido aumentando las voces que reclaman algún tipo de medida de presión, bien sea en forma de sanciones económicas, de boicot a las empresas colaboradoras o de la expulsión de sus representantes en los principales eventos internacionales.

Por el momento, la presión de la sociedad civil no ha obtenido demasiado éxito. No se han aplicado sanciones económicas e Israel tomará parte en los principales eventos internacionales, incluyendo Eurovisión o los Juegos Olímpicos. Curiosamente, el mismo país que denunció a Israel ante la Corte Internacional de Justicia, Sudáfrica, fue, en su día, el centro de la campaña internacional de boicot que más ejemplos deja para defender a la población palestina. Se trata del movimiento que se inició contra el sistema racista del apartheid en Sudáfrica y que, después de muchos años, contribuyó a la caída del mismo.

Una lucha larga y costosa

Aunque la segregación racial venía siendo una práctica habitual en Sudáfrica desde tiempo atrás, el sistema del apartheid se puso en marcha tras el triunfo electoral del Partido Nacional en las elecciones del 26 de mayo de 1948, doce días después de la creación del Estado de Israel. En los años posteriores, el nuevo gobierno sudafricano fue aprobando una serie de leyes que daban cuerpo legal a un sistema basado en la discriminación racial.

En Europa, la respuesta oficial se pareció a la que se está teniendo hoy ante la invasión de Gaza por parte de Israel, con gestos más diplomáticos que efectivos

Aquel proceso coincidió en el tiempo con el crecimiento de los movimientos independentistas y el sentimiento panafricanista, por lo que el apartheid fue rechazado por cada una de las nuevas naciones del continente. En Europa, por el contrario, la respuesta oficial se pareció a la que se está teniendo hoy ante la invasión de Gaza por parte de Israel, con gestos más diplomáticos que efectivos. No fue hasta 1960, cuando una manifestación en Sharpeville fue respondida con extrema violencia por parte de la policía y terminó con 69 fallecidos, que los gobiernos europeos tomaron una postura más decidida frente al apartheid.

Antes de eso, sudafricanos exiliados en Londres habían creado el Movimiento Anti-Apartheid (AAM en sus siglas inglesas). Empezaron sus actividades con un boicot a la fruta y el tabaco de origen sudafricano, así como una campaña contra las empresas británicas que apoyaban al gobierno racista. En 1960 reunieron a 8.000 personas en una manifestación apoyada por los partidos laborista y liberal del Reino Unido.

En 1965, el primer ministro laborista, Harold Wilson, dejó clara su postura al declarar que “las sanciones comerciales dañarían a quienes más nos importan: los africanos y sudafricanos blancos que tienen que mantener cierto nivel de decencia allí”

La presión del AAM sería crucial para que, en 1961, Sudáfrica fuera expulsada de la Commonwealth. Un año más tarde, las discusiones en Naciones Unidas evidenciaron la falta de interés por el problema sudafricano. Se creó el Comité Especial Contra al Apartheid, que aprobó una petición dirigida a todos los países para iniciar un boicot comercial, además de un embargo de armas. Naciones Unidas aprobó también la Declaración sobre la eliminación de todas las formas de discriminación racial, que se reforzaría en 1965 al elevarla a Convención Internacional. Se debatió también la posibilidad de aprobar sanciones económicas a Sudáfrica, pero la medida fue rechazada por los principales países occidentales. En ese momento, Sudáfrica era el tercer mayor exportador en el Reino Unido y este era, a su vez, el mayor inversor en el país africano. El primer ministro laborista, Harold Wilson, dejó clara su postura al declarar que “las sanciones comerciales dañarían a quienes más nos importan: los africanos y sudafricanos blancos que tienen que mantener cierto nivel de decencia allí”. Durante su gobierno, siguió la recomendación de la ONU y aprobó el embargo armamentístico a Sudáfrica, aunque, igual que ocurre actualmente con las sanciones a Israel, se supo que había seguido vendiendo repuestos militares al gobierno del apartheid.

La causa sudafricana vivió un repunte a mediados de 1964, cuando en Pretoria se llevó a cabo el conocido como Proceso de Rivonia, en el que diez miembros del Congreso Nacional Africano (CNA), entre los que estaba Nelson Mandela, fueron condenados a muerte. En ese momento, las protestas internacionales fueron determinantes para que la pena fuera rebajada a cadena perpetua. Como respuesta, 48 dramaturgos británicos y estadounidenses, incluyendo a Samuel Beckett o Graham Greene, firmaron una declaración por la que prohibían que sus obras fueran representadas ante un público segregado. El sindicato de actores británico publicó una declaración por la que se negaban a actuar frente a un público segregado. También Marlon Brando pidió a los productores de sus películas que estas no fueran proyectadas en salas de cine exclusivas para público blanco.

En 1964, el Comité Olímpico Internacional (COI) rechazó la invitación de Sudáfrica a los Juegos de Tokyo. Posteriormente, la presión diplomática sudafricana y el apoyo del presidente del COI, Avery Brundage, permitieron que el país fuera readmitido para los Juegos de 1968 en México. Aquella decisión provocó una gran división dentro del COI y puso en riesgo la participación de los países africanos y los de órbita soviética, lo que hubiera supuesto el mayor boicot olímpico de la historia. Finalmente, Brundage dio su brazo a torcer, Sudáfrica no fue invitada a México y sería expulsada definitivamente del COI en 1970.

La crisis económica agrava la represión

Todas estas medidas convirtieron a Sudáfrica en un socio incómodo, pero apenas tuvieron impacto sobre su economía. El AAM centró sus esfuerzos en la campaña de presión sobre las empresas británicas con actividad en Sudáfrica, teniendo al Barclays como foco de las protestas. En el plano deportivo, una vez lograda la expulsión del COI, la presión del AAM viró hacia los deportes más populares entre los blancos sudafricanos: el rugby y el cricket.

En 1970 se organizaron protestas en cada uno de los 23 encuentros de la gira de los Springboks (la selección sudafricana de rugby) por el Reino Unido y se logró que la selección de cricket cancelara su gira del año siguiente. En 1976 se inició una campaña contra Nueva Zelanda después de que recibieran a los Springboks en su país. Apoyados en la Carta Olímpica, que impide la discriminación de los deportistas, reclamaban la expulsión de Nueva Zelanda de los Juegos Olímpicos por colaborar con Sudáfrica. Ante la negativa del COI, numerosos países africanos y algún asiático llevaron a cabo un boicot a los Juegos de Montreal.

En 1973, una huelga en la ciudad portuaria sudafricana de Durban paralizó la actividad, con 30.000 trabajadores secundando el paro, y evidenció la vulnerabilidad del régimen

Mientras tanto, en Sudáfrica seguía creciendo la oposición al apartheid. En 1973, una huelga en la ciudad portuaria de Durban paralizó la actividad, con 30.000 trabajadores secundando el paro, y evidenció la vulnerabilidad del régimen. Para entonces se había frenado el crecimiento económico en el país y la crisis se recrudeció con la subida de precios del petroleo y la salida de Estados Unidos del patrón oro. La pobreza crecía en Sudáfrica y el gobierno respondió a las protestas con un aumento de la represión.

En 1976, una manifestación en Soweto fue respondida por la policía con una inusitada violencia, provocando una masacre que dejó cientos de muertos. Un año más tarde, el activista Steve Biko fue asesinado por la policía en la prisión de Pretoria. Ambos acontecimientos volvieron a generar una reacción internacional. Naciones Unidas impuso un embargo de armas sobre Sudáfrica, que se mantendría vigente hasta el final del apartheid, aunque fue burlado por gobiernos como el de Margaret Thatcher.

El boicot deportivo también se agudizó. La Commonwealth firmó el Acuerdo de Gleneagles, por el que los países miembros recomendaban no tener contacto deportivo con equipos o deportistas sudafricanos. En 1980, Naciones Unidas pondría en marcha el Registro de Contactos Deportivos con Sudáfrica, que reforzó el boicot. Al año siguiente, la gira de los Springboks por Nueva Zelanda se convirtió en un completo caos cuando las protestas contra al apartheid obligaron a suspender algún encuentro, ante el enfado de numerosos aficionados al rugby y la reacción de la policía.

El lento final

Para el inicio de la década de los 80, el gobierno del apartheid hacía aguas y su aislamiento internacional era creciente. En 1980, Zimbabue lograba su independencia y dejaba atrás el gobierno de la mayoría blanca, limitando los apoyos internacionales de Sudáfrica. Las campañas del AAM pasaron de ser pequeñas medidas de presión a convertirse en movimientos masivos a nivel internacional. En 1980 iniciaron la campaña por la liberación de Nelson Mandela, que se extendió con la publicación de la canción de The Specials “Free Nelson Mandela” y alcanzó su cenit en 1988 con un concierto en Wembley por la liberación del activista negro y un discurso de Desmond Tutu en Hyde Park ante 250.000 personas. En 1985, la ONU aprobó la Convención Internacional contra el apartheid en los deportes, que aislaba a nivel deportivo al país.

Buena parte de los países productores de petróleo aprobó en Naciones Unidas el embargo a Sudáfrica. El país africano proporcionaba oro, carbón y otros minerales fundamentales a las potencias mundiales, pero no contaba con petróleo y aunque empresas como Shell pudieron sortear el embargo, el apoyo de los países árabes, la Unión Soviética o Venezuela a la medida de Naciones Unidas contribuyó a agravar la crisis económica del país.

Antes de aquello, Sudáfrica había aprobado una reforma del sistema político, que pretendía mostrar una apertura, sin que implicara ningún cambio sustancial en el apartheid. Mientras tanto, la población sudafricana ponía en marcha el boicot al consumo en comercios blancos, que demostró la capacidad de resistencia pacífica de la ciudadanía y evidenció la pérdida de control del gobierno sobre el país.

En 1985 la Comunidad Económica Europea y la Commonwealth aprobaban sanciones económicas a Sudáfrica y un año más tarde, era Estados Unidos quien aprobaba la Ley Integral Anti-Apartheid. Presionado por la situación económica del país, el gobierno sudafricano declaró una moratoria en el pago de la deuda externa. Grandes empresas internacionales que durante años habían hecho oídos sordos a las protestas, como Barclays, At&t, IBM, Ford, GM o Cola-Cola, abandonaban Sudáfrica.

En 1989, con algunos líderes políticos blancos uniéndose a las protestas y aislado a nivel internacional, el presidente P.W. Botha renunció. Su sustituto, Frederik De Klerk, inició los pasos hacia una transición. En 1990 se produjo la liberación de Nelson Mandela y cuatro años más tarde, una vez abolido el apartheid, se convirtió en el primer presidente de la nueva Sudáfrica.

Así fue como sobrevivió y finalmente cayó un sistema que contaba con el rechazo de toda la comunidad internacional, pero que pudo mantenerse durante varias décadas. Las campañas de boicot fueron simbólicas cuando no contaron con apoyo suficiente y determinantes cuando se vieron respaldadas con acciones contundentes por parte de los principales Estados, en una situación que se asemeja a la que vive actualmente Israel y que, por el momento, no le impide seguir con el genocidio sobre la población palestina.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Palestina
Palestina Sobre Ghassan Kanafani, los fedayines y los torturados en Gaza
El pasado 13 de julio se cumplían 52 años del asesinato de Ghassan Kanafani. Su memoria y enseñanzas siguen vivas.
Sidecar
Sidecar El mismo filo de la navaja: Starmer contra la izquierda
Desde el principio de su liderazgo, Starmer y su equipo decidieron confundir el apoyo acrítico a Israel con una postura ecuánime contra el antisemitismo para poder utilizar esta confusión como un arma con la que matar a la izquierda.
Ocupación israelí
Ocupación israelí Israel reduce en un 94% el suministro de agua de Gaza y aplica un “castigo colectivo” de sed y enfermedades
El Gobierno de Netanyahu utiliza el agua como “arma de guerra”, según un informe de Oxfam Intermón, agravando una crisis humanitaria que afecta a más de dos millones de personas.
Hodei Alcantara
Hodei Alcantara
20/3/2024 17:24

El boicot popular sobre el régimen del apartheid demostró la solidaridad internacional de los pueblos y demostró la estrecha colaboración entre el apartheid y las corporaciones capitalistas.
Eso sí, no se puede negar el peso que tuvieron los soldados internacionalistas cubanos y las guerrilleras del MPLA y de Namibia en la derrota del apartheid.

0
0
Política
Xosé Manuel Beiras “A esquerda estatal á esquerda do PSOE leva ano e medio dando un recital de apoio ao PP”
O histórico líder nacionalista analiza devagar os erros das coalicións coa esquerda federal e acredita en que o futuro da transformación social está fóra das institucións.
Migración
Migracións Burocracia para os 'refuxiados de segunda': sete rapaces malianos ante o bloqueo do Estado ao pedir asilo
Presos da guerra, chegan a un novo territorio en procura de mellores oportunidades, pero son presos de temporalidades e trámites administrativos, minguando o seu estado anímico e deixándolles estancados nun limbo temporal que os anula como cidadáns.
Ocupación israelí
Ocupación israelí El Gobierno español permite el tránsito hacia Israel de combustible para aviones de guerra
El movimiento de solidaridad con Palestina acusa al Gobierno español permitir la escala del buque ‘Overseas Santorini’ en Algeciras, prevista para el 30 de julio, con un cargamento de combustible militar con destino a Israel.
Baleares
Baleares Formentera, el paraíso que fue
La más pequeña de las Balears se enfrenta, con una fuerte división interna, a la crisis de la vivienda generada por el turismo.
Juegos olímpicos
Juegos Olímpicos París 2024, del brillo olímpico al reverso de los focos
Comienzan unos Juegos Olímpicos marcados por el fuerte enfoque securitario y la expulsión de miles de personas sin hogar de la ciudad.
O Salto medra contigo
O Salto medra contigo Eles por diñeiro, nós por un futuro mellor: subscríbete ao Salto
Sempre que unha multinacional ou un goberno intentaron cometer un atentado medioambiental no noso territorio estivemos alí para contalo. Puidemos facelo porque a nós sostennos a nosa comunidade, pero queremos chegar máis lonxe e por iso precisámoste.
Bolivia
América Latina Bolivia: la guerra fratricida que está autodestruyendo el proceso de cambio
La transformación de Bolivia iniciada en 2006 con la llegada de Evo Morales al poder se encuentra en uno de sus peores momentos por las luchas entre este histórico líder y el actual presidente y exaliado Luis Arce.

Últimas

Caso Carioca
Caso Carioca O caso Carioca a través dunha migrante explotada sexualmente: indemnización mínima e complot policial
O garda civil Armando aliábase con proxenetas e abusaba sexualmente de mulleres prostituídas facendo uso da súa capacidade para regularizar a súa situación.
Palestina
Genocidio España tratará a 15 niños y niñas palestinas mientras quedan 10.000 pacientes que necesitan evacuación
El director general de la OMS agradece el gesto mientras pide evacuaciones médicas ampliadas, ya que solo 5.000 palestinos y palestinas han sido trasladados desde que comenzara la ofensiva israelí el pasado 7 de octubre.
Ocupación israelí
Ocupación israelí Israel declara “terrorista” a la UNRWA y le prohíbe operar en el país
Días después de que Reino Unido reinicie el financiamiento de la agencia de refugiados de la ONU, el Parlamento israelí aprueba tres leyes que prohíben la actividad de esta organización y criminaliza a sus 30.000 trabajadores.
Personas sin hogar
Personas sin hogar Granada sobrepasa los 40 grados sin Centro de Día para las personas sin hogar
La plataforma ‘La calle mata’ exige al Ayuntamiento de Granada y a la Iglesia un Centro de día y comedores para atender durante el verano a las personas sin hogar
Sanidad pública
Sanidad a la madrileña Más de 1.500 kilómetros en bici para reclamar un centro de salud digno
Tras más de 140 manifestaciones, 3.000 reclamaciones entregadas y recurrentes encierros durante cuatro años de lucha, vecinos y vecinas de Abrantes (Madrid) acudirán a la ONU para reclamar su acceso a la sanidad.
Más noticias
Ocupación israelí
Ocupación israelí Palestina y el derecho a la resistencia: tácticas de la resistencia armada palestina
Los ataques del 7 de octubre supusieron un punto de inflexión en el retorno del debate sobre la lucha armada en Palestina, una vía no cerrada de resistencia frente a la ocupación israelí que tiene más de medio siglo de historia.
Violencia machista
Comunidad de Madrid Denuncian “castigos” a las trabajadoras de un centro de atención a víctimas de violencia machista de Madrid
El comité de empresa del centro Ayaan Hirsi Ali, dependiente de la Comunidad de Madrid, vincula la no renovación del contrato de una educadora social con el cambio de empresa licitadora y sus nuevas condiciones laborales.
Venezuela
Elecciones presidenciales Venezuela hacia el 28J: unas elecciones en las que por primera vez en una década cualquier cosa puede pasar
La oposición de derechas concurre sin exclusiones, vetos ni llamadas a la abstención con un candidato de consenso, Edmundo González, que podría arrebatar el poder a Nicolás Maduro.
Trabajo sexual
Ordenanza municipal La Coordinadora Feminista de Cádiz califica de punitivista la ordenanza contra la prostitución de Jerez
La Coordinadora que aglutina a colectivos feministas de toda la provincia denuncia que las medidas que anuncian la erradicación de la prostitución solo aumentan la precariedad y los riesgos.
Turismo
Turistificación La Malvarrosa: de barrio obrero a paraíso turístico
El barrio que toma su nombre de la playa urbana de València vive un proceso de turistificación acelerado mientras el tejido vecinal continúa su lucha para conseguir equipamientos básicos.

Recomendadas

Galicia
Xosé Manuel Beiras “La izquierda estatal a la izquierda del PSOE lleva año y medio dando un recital de apoyo al PP”
El histórico líder nacionalista analiza con calma los errores de las coaliciones con la izquierda federal y confía en que el futuro de la transformación social está fuera de las instituciones.
Arte político
Soledad Urzúa “Utilizar un desecho agrícola para crear obras de arte permite transmitir un mensaje de amor”
Llega a Madrid “Metáfora Vegetal”, una exposición de la artista chilena Soledad Urzúa. Sus obras, creadas armónicamente con colores de óleo y materiales desechados como hojas de maíz, despiertan los sentidos.
El Salto n.75
Revista 75 Activismo feminista contra la gordofobia y la deshumanización
El número de verano de nuestra revista trimestral llega cargado de un poder femenino que intersecciona desde muchos ángulos y que esperemos se reproduzca en vuestras manos.
Ocupación israelí
Ocupación israelí El teatro de la libertad de Yenín: resistencia a través del arte
Una iniciativa de teatro social en medio de la ocupación y las incursiones armadas israelíes en Cisjordania.