Kurdistán
Los yazidíes conmemoran el cuarto aniversario de la matanza de Sinjar

El 3 de agosto de 2014 el Estado Islámico destruyó la ciudad de Sinjar en su intento
exterminar a la minoría yazidí. Más de 300.000 yazidíes fueron obligados a huir.

Los yazidíes conmemoran el cuarto aniversario de la matanza de Sinjar
Yazidíes sostienen una pancarta en el día de la 4º conmemoración de la masacre de Sinja Alba Cambeiro
7 ago 2018 06:00

Son las nueve de la mañana. Apenas se ven las 30.000 personas que habitan el campo de  refugiados de Zakho -Chemishko en kurmanji, dialecto del kurdo-, situado en la ciudad  fronteriza del mismo nombre, en el Kurdistán Iraquí. Apenas se ven. Están conmemorando el motivo por el que están ahí: la masacre de Sinjar.

"Nos fuimos el 3 de agosto de Sinjar. Cruzamos las montañas hacia Rojava y, finalmente,  tras dos meses, acabamos en Zakho" relata Zedan. Los yazidíes constituyen una minoría  de etnia kurda que se identifica en su religión, que mantuvo sus creencias provenientes del zoroastrianismo -antigua religión mesopotámica. Por ello, fueron considerados "adoradores del diablo" por parte de ISIS y otros grupos fundamentalistas.

Cuando el Estado Islámico lanzó su ofensiva en 2014, la ciudad estaba bajo control de los peshmergas del PDK, el partido de Masoud Barzani, presidente de facto del Gobierno Regional del Kurdistán (KRG, en inglés). Los peshmergas huyeron. El Estado Islámico llegó. El KRG pretendió una evacuación mediante helicópteros, pero fueron desbordados.

La población civil corrió hacia las montañas con lo puesto. Aguantaron durante diez días  sin más alimentos que los lanzados desde el aire. El agua se repartía entre los niños en tapones de botella. Dos hijos de Shami -nombre falso- fueron a por más agua para el resto de niños. En el viaje fueron secuestrados. Jamás volvieron. Shami no sabe si siguen vivos.

La población civil corrió hacia las montañas con lo puesto. Aguantaron durante diez días sin más alimentos que los lanzados desde el aire

Solo un corredor creado a través de las montañas por el PKK e YPG -la guerrilla kurda que opera en Turquía, las montañas Qandil y el norte de Siria- permitió la huida y salvación de miles de personas. Ella, Shami, continuó el camino, sin zapatos, junto a sus dos otros hijos. Zedan, un joven yazidí, se lamenta. "Perdí a mi abuela y a dos tías en las montañas".

No es la primera vez que la minoría yazidí sufre un ataque. De hecho, éste recibió el nombre de “fermana 74”. O, lo que es lo mismo, "genocidio 74". Varias familias concuerdan: "Ha sido especialmente duro". Obligados, de las entorno a 500.000 personas que vivían en Sinjar, 300.000 son hoy desplazados o refugiados.

Agitan, levantan las fotos de los fallecidos. Lloran. En un acto previo, realizado dos días antes, varias mujeres se lanzan al suelo y se autogolpean del dolor. 

La vida parada

Las escarpadas montañas tapan el horizonte. El sol nace y se posa tras ellas. Las miles de tiendas, perfectamente alineadas, son el refugio del mayor campamento de yazidíes: entorno al 90% del total de los presentes; el 10% restante son kurdos suníes. Así se formó esta nueva sociedad que dura ya cuatro años, que se suma a los otros 20 campamentos que existen en el norte de Iraq. Muy pocos han conseguido un trabajo. La asignación mensual que reciben es de 20.000 dinares mensuales o, lo que es lo mismo, 15 euros. Zedan es profesor de inglés, pero no recibe dinero a cambio: es voluntario.

Hace un mes, Shami corrió hacia su tienda. Se había incendiado. Veloz, sacó a sus dos hijos de allí. "No hay electricidad, ni tampoco suficiente agua, nada" continúa Zedan. La disponibilidad de electricidad no supera las siete horas al día. Sin embargo, las instalaciones han ido mejorando y Zakho se encuentra en una situación mejor que la mayoría del resto de campamentos. Éste depende del KRG, aunque también recibe fondos de varias ONG y de la ONU. 

La guerra ha dejado importantes secuelas psicológicas entre los supervivientes. El hijo de Shami intentó asesinar a su hermana, en un ataque descontrolado. Piden más asistencia médica, se quejan, no llega. 

La guerra ha dejado importantes secuelas psicológicas entre los supervivientes

"Mi nombre es Saleen Qasim. Mi padre vive en Alemania. Me encantaría volver a reunirme con él". Los pocos desplazados que consiguieron asilo fueron recibidos, mayoritariamente, en Alemania. Saleen, de 24 años, ha perdido la esperanza en su tierra. 

"He dejado de sentir. Tan solo aburrimiento y... siento desaparecer", revela Zedan, por su
parte.

Sinjar, liberada del Estado Islámico (EI), cuenta ahora con una importante presencia de Hashd al Shaabi o Fuerzas de Movilización Popular. Bajo este paraguas se agrupan las milicias chiíes formadas para combatir al EI tras el colapso del ejército regular iraquí. Se añade la falta de recursos para reconstruir sus casas y el temor a las minas antipersona. "Tal vez podamos ir a Sinjar en tres o cuatro años" cree Zedan. A pesar de ello, "no hay otra opción que intentar volver". Los primeros planes de reconstrucción de Sinjar han comenzado bajo el auspicio de la ONU y ONG.

"Me gustaría hacer un llamamiento a la ONU para que reconociera el genocidio yazidí" dicen tanto Saleen como Zedan. Los yazidíes practicantes no tienen templo en Zakho. Tampoco les hace falta. Rezan, tres veces al día, en frente del sol que sale y se pone tras las montañas. Esperando, entre las líneas rectas de las tiendas, volver algún día o dejarlo para siempre.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Crónica
Crónica Locura y papeletas. Berlín, una semana antes de las elecciones federales
Un paseo nocturno por la capital alemana nos permite acercarnos al ambiente que late una semana antes de que la ultraderecha consiga sus mejores resultados desde el hundimiento del nazismo.
Turquía
Derechos humanos Turquía reabre el caso contra Pinar Selek en busca de cadena perpetua
La profesora y socióloga turca Pinar Selek está acusada de terrorismo por investigar comunidades kurdas.
Siria
Kurdistán Entre las bombas turcas y las negociaciones con el Gobierno: Rojava ante la construcción de la nueva Siria
La Administración Autónoma del Norte y Este de Siria presiona al nuevo Gobierno para crear un Estado que respete los derechos de las mujeres, descentralizado, tolerante y multiétnico.
Memoria histórica
Memoria histórica Cultura, exilio e loita das bibliotecarias galegas na Segunda República: a vida de María de los Ángeles Tobío
Durante os primeiros anos trinta, as bibliotecas tornaron en espazos de traballo ideais para un modelo de muller que aspiraba ser independente e que manifestara un claro compromiso político. A Guerra Civil remataría con todas as súas aspiracións.
Xunta de Galicia
Sanidade A Xunta de Feijóo, condenada por negar as visitas a unha muller falecida de cancro por ter covid-19
A xuíza di que a situación requiriu medidas de prevención “flexibilizadoras”. Faleceu a principios de 2022 no Hospital Álvaro Cunqueiro durante os últimos meses de administración do xefe do PP con Julio García Comesaña como conselleiro.
Gobierno de coalición
PSOE-Sumar El Gobierno toma nota de la presión social y cambia su discurso sobre vivienda
En la semana en que los sindicatos anunciaron la histórica manifestación estatal del próximo 5A, la ministra Isabel Rodríguez sube el tono.
Madrid
La burbuja del alquiler Sumar, Podemos y sindicatos de inquilinos presionan para convertir en indefinidos los contratos de alquiler
Sumar lanza una propuesta legislativa para transformar en indefinidos los contratos de alquiler, una de las principales demandas de la manifestación por la vivienda del 5 de abril. Una moción de Podemos, rechazada en el Congreso, pedía lo mismo.
Cine
Kamal Aljafari “Palestina está en la raíz de la situación actual del mundo”
Kamal Aljafari lleva toda su carrera trabajando con materiales de archivo, indagando en las imágenes e interviniendo en ellas para preservar memorias en desaparición y para oponerse al proyecto colonial sionista y su falseamiento del pasado.

Últimas

Historia
Descifrando a historia Así foi a rebelión antifiscal galega de 1790 contra a burocracia española
A monarquía española quixo implantar a Contribución Única, algo que provocou fortes protestas. A máis coñecida foi o motín da Ulloa, chamado así porque se produciu nas zonas desta comarca. Foi a maior revolta antifiscal do Antigo Réxime en Galiza.
Opinión
Derecho a la vivienda Flex Living: el caballo de Troya de la precarización del alquiler
No es una respuesta moderna a las nuevas formas de habitar la ciudad. El ‘flex living’ no es más que la última jugada del sector inmobiliario y los grandes fondos de inversión para maximizar beneficios a costa del derecho a la vivienda.
Opinión
Opinión La unidad del anarcosindicalismo es la acción conjunta
Al hilo de supuestos movimientos desde la CGT hacia la unificación con CNT es necesario diferenciar entre lo que es una relación en clara mejora y lo que sería un proyecto real en marcha.
Galicia
Memoria histórica Cultura, exilio y lucha de las bibliotecarias gallegas durante la Segunda República
Durante los primeros años treinta, las bibliotecas se convirtieron en espacios de trabajo ideales para un modelo de mujer que aspiraba ser independiente y que había manifestado un claro compromiso político. La Guerra acabó con todas sus aspiraciones.
Más noticias
Comunidad de Madrid
Sanidad Pública Sindicatos piden el cese de la dirección del Hospital 12 de Octubre tras las obras de remodelación
Los problemas con las nuevas instalaciones han cristalizado en una unión sindical que ha reclamado formalmente el fin de la cúpula de dirección tras ser “ignorados” de manera “sistemática”.
Madrid
Acusaciones de violencia sexual Monedero, bajo investigación de la Universidad Complutense por la denuncia de acoso sexual de una alumna
La confidencialidad del expediente no permite saber cuándo se presentó la denuncia ante la Unidad de Igualdad o cuánto se demorará la resolución. La Complutense afirma que la Inspección de Servicios está tramitando la acusación.

Recomendadas

Líbano
Ocupación israelí Israel incumple el acuerdo de paz y mantiene tropas en el sur de Líbano para “vigilar” a Hezbollah
El Ejército sostiene la ocupación de cinco colinas a lo largo de la frontera tras evacuar sus soldados de decenas de municipios. Miles de civiles regresan a sus casas para descubrir que lo han perdido todo.
Feminismos
Ana Bueriberi “El activismo tiene que ser colectivo: para contribuir al cambio es imprescindible despersonalizar la causa”
La periodista madrileña Ana Bueriberi reconoce que no sintió la discriminación hasta que llegó a la Universidad. Hoy, desde el proyecto Afrocolectiva reivindica una comunicación antirracista, afrofeminista y panafricanista.
Inteligencia artificial
Militarismo La máquina de los asesinatos en masa: Silicon Valley abraza la guerra
Las fantasías distópicas sobre los futuros usos de las máquinas en la guerra están más extendidas que el relato de lo que ya está pasando en los campos de batalla.