Caso Factoo: pagar por ser precario

El caso Factoo atrapa a cientos de trabajadores que facturaron a través de esta cooperativa de facturación y a los que la Seguridad Social reclama ahora miles de euros.

A veces es complicado no tener que pagar por trabajar. “Por emitir dos facturas de 900 euros cada una, me piden casi 3.000 euros”, dice alguien que accede a revelar la fórmula del “éxito” pero no su nombre. El secreto está en hacer esos trabajos a través de una cooperativa llamada Factoo, desclasificada como tal por el Ministerio de Empleo el pasado verano tras un informe de la Inspección de Trabajo que la tacha de “empresa instrumental” que “simula relaciones de trabajo”.

Sin embargo, a la espera de que se resuelvan los recursos, Factoo continúa funcionando mientras que a sus socios se les reclaman miles de euros por tener en realidad una actividad de autónomos cuyas cuotas no han pagado.

Los perfiles son variados pero suelen cumplir un patrón: hacen trabajos no del todo constantes y cuyas remuneraciones son en general bajas, por lo que no pueden afrontar las cuotas de la Seguridad Social. Es el caso de Manuel (nombre ficticio): “Me dedico a la producción audiovisual y comencé a hacer trabajos sin remunerar para poder poner algo en el currículum. Entonces poco a poco hubo empresas que vieron lo que hacía y comenzaron a llamarme, pero tenía que emitir factura por cantidades muy pequeñas. Yo quería hacerlo de forma legal y, por cómo se anunciaba, decidí apuntarme a Factoo”.

Ese es otro rasgo común: la mayoría de afectados consultados reconocen que se sintieron atraídos por el mensaje de la cooperativa. “Me saltaban anuncios en Facebook”, comenta Lucía, otra afectada bajo un nombre que no le corresponde. “Ahora puedes facturar sin ser autónomo”, son las palabras mágicas de su publicidad. Hay más: “gestionamos tu facturación y contratación. ¡Sé tu propio jefe!”. Y la panacea: “Puedes facturar sin ser autónomo aunque estés cobrando el paro”.

“La realidad es que estos señores no tenían otra opción si no querían estar en la economía sumergida”, dice Francisco Ferrera, presidente de UATAE, asociación de autónomos que está prestando servicios jurídicos a 240 afectados: “La forma que tiene el Estado de agradecérselo es denunciándoles, pasándoles de cuenta ajena a autónomos y multándoles”.

Otra agrupación de trabajadores autónomos, ATA, cree lo contrario. Para su vicepresidenta ejecutiva, Celia Ferrero, “son falsos asalariados porque no se les daba de alta como autónomos a pesar de tener un trabajo por cuenta propia, sino que les daban de alta como asalariados sólo un día simplemente para que facturasen”.

“Ahora puedes facturar sin ser autónomo”, son las palabras mágicas de su publicidad. Hay más: “gestionamos tu facturación y contratación. ¡Sé tu propio jefe!”

El funcionamiento es sencillo. El socio se busca el trabajo. Después se lo comunica a Factoo y pide que le den de alta como asalariado supuestamente por el tiempo que dura la labor. Pero “el número de días que solicita el socio es normalmente bajo, menos de cinco, ya que es un gasto que corre por su cuenta” a razón de 12,30 euros por día, especifica la Inspección de Trabajo en su resolución.

Entonces Factoo emite la factura a su nombre y cuando la cobra hace el pago al socio, descontando, además de los abonos a la Seguridad Social, un 2% de IRPF, un 1% en concepto de riesgos laborales y un 4% por gastos de gestión.

Factoo se defiende

“La Inspección de Trabajo considera que hay una construcción legal encaminada a eludir el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos [RETA]. Esa es su interpretación. Sin embargo, nadie puede considerar que Factoo haya actuado mal porque su actividad está sustentada en leyes. No se puede hablar de mala fe”, dice el abogado Juan Ignacio Navas, socio-director de Navas&Cusí, despacho que lleva la defensa de la cooperativa.

Navas ha elevado una queja a la Comisión Europea basándose en “casos similares al de Factoo admitidos en Bélgica”. Si prospera conllevaría que la disolución de Factoo “quedase sin efecto”, dice el letrado.

“Podemos confirmar que acabamos de recibir la queja y que la analizaremos en detalle”, afirman a El Salto fuentes de la Dirección General de Empleo, Asuntos Sociales e Inclusión de la Comisión Europea. Sin embargo, no especifican las consecuencias que puede conllevar para España la resolución que se dicte, ni cuándo llegará. “No podemos especular”, contestan.

En un primer momento, Factoo puso a disposición de sus socios una serie de alegaciones con las que recurrir la sanción de la Seguridad Social. “Eran demasiado genéricas”, dice Laura, otra de las afectadas. “Por eso decidí buscarme la defensa por mi cuenta”.

Poco después, la empresa decidió ir “un paso más allá”. Así se desprende de un correo electrónico enviado a socios y al que ha tenido acceso El Salto. “Factoo asumirá todos los costes de las sanciones y las costas del proceso, si finalmente hubiera sanciones por el uso del sistema Factoo, tras agotar la vía judicial”. La compañía pone como condición “seguir todo el procedimiento hasta el final” con ellos.

Pero ninguno de los consultados ha seguido este camino. “No me fío —dice uno de ellos—. Creo que son lo mismo que el Gobierno, así que he decidido ir por mi cuenta”.

El abogado Juan Ignacio Navas no especifica si hay socios que hayan tocado a su puerta. Aunque de su respuesta se entiende que no. “Se les ha ofrecido asesoramiento, pero cada uno es libre”. En todo caso considera que, con la queja a la Unión Europea, “se defiende a todos los afectados por encargo de Factoo, porque esto va encaminado a que se anule toda la actuación de la Inspección de Trabajo”.

De momento, los intereses de la cooperativa y los de sus socios sancionados van por el mismo camino. “Evidentemente, vamos de la mano, pero puede que en algún momento choquemos”, reconocen desde UATAE.

Ese futuro desencuentro puede tener que ver con la petición de devolución de cuotas pagadas por Factoo a la Seguridad Social por las altas puntuales que registró a nombre de sus socios como asalariados. “Reclamaremos esas cuotas, porque se las devolverán a Factoo, habiendo jodido la vida a muchas personas”, dice tajante Francisco Ferrera.

Guerra entre autónomos

El modelo Factoo ha generado controversia entre el propio colectivo de autónomos. Desde ATA creen que quienes se acogen a él practican competencia desleal porque “un autónomo que paga sus cuotas vende sus servicios más caro que un autónomo que no las paga”, dice Celia Ferrero.

La cuestión es si los afectados obedecen a esas lógicas de mercado, si tienen poder para fijar unos precios o les vienen dados. Si simplemente les llegan trabajos de forma muy irregular cuyos ingresos no son constantes y, en la mayoría de ocasiones, bajos o lo que pretenden es eludir el recibo de autónomos para poder ofertarse más barato.

La mayoría de los consultados responden a esto que en cuanto su situación se ha estabilizado se han dado de alta en el régimen de autónomos y han abandonado Factoo. “Desde enero de 2017, cuando vi que mi situación era más estable, me di de alta como autónoma”, argumenta una de las afectadas. En su caso, se acogió a la tarifa plana, que permite durante seis meses pagar 50 euros. Sin embargo, con la sanción de la Inspección de Trabajo, esa bonificación se ha eliminado y ahora debe pagar la cuota completa, actualmente 275,02 euros.

Francisco Ferrera, de UATAE acusa directamente a ATA de destapar la caja de los truenos. “ATA es la correa de transmisión del PP y son ellos los que han puesto la denuncia”. Ferrera lo ve claro: “Alguien del Gobierno quiere ir contra Factoo”. ¿Motivo? “Un ajuste de cuentas con Chema Escrivá, presidente de la cooperativa y antiguo concejal del PP en Valencia”. Sin embargo, “para evitar una respuesta contundente contra el propio Gobierno, lo que hace es utilizar a ATA para que le señale”, sostiene. Tal versión no ha podido ser probada. “Esto es de mi cosecha, según voy viendo”, sostiene el presidente de UATAE. 

Desde ATA lo niegan. “Nosotros no denunciamos”, dice su vicepresidenta. “Lo que hicimos fue advertir al ministerio porque teníamos mucho miedo de las consecuencias que podía tener a futuro”, aclara. En esa misma llamada de atención a Empleo “nos informaron de que ya tenían abierto el expediente, así que ni siquiera actuaron por nuestro aviso”.

¿Cuántos casos? La cifra de afectados no es exacta. Desde UATAE hablan de casi 7.000. Desde Factoo dicen que alcanza al 0,88% de sus asociados

¿De qué tenía miedo ATA? “Teníamos miedo por nuestros propios autónomos que se estaban inscribiendo a este tipo de plataformas”. ¿Una federación de autónomos que, queriendo defender a sus asociados, puede terminar provocando un proceso sancionador de miles de euros que les afecta directamente? “Nos llamaban autónomos que nos preguntaban antes de darse de alta. Es un servicio que damos y es el más habitual”, aclara la número dos de ATA después de la primera respuesta.

“¿Cómo pueden decir que nos estén haciendo un favor?”, sostiene una afectada consultada. “Nos estarían haciendo un favor si obligaran a Factoo a pagar porque a nosotros nadie nos dijo que esto fuese ilegal”.

Tanto a los socios sancionados como a UATAE les resulta extraño que sólo se haya ido a por Factoo. “Creo que hay muchos expedientes abiertos y este tipo de cooperativas va a ir entrando dentro de los planes de Inspección. Habrá juicio y cuando salga la sentencia se verá si la actividad es legal o no”.

Modelo Factoo y alternativas de facturación

Mientras no se solucionen las alegaciones, la queja a la Unión Europea y lo que se derive por la vía judicial, quienes tienen que darse con un canto en los dientes por hacer trabajos cuya remuneración es inestable permanecen en una especie de vacío legal.

La mayoría se acoge a que nunca cobró en cómputo anual más que el salario mínimo interprofesional. Sin embargo, no hay ninguna ley que sostenga esto, sólo jurisprudencia. Además, esa jurisprudencia habla de que no debe haber habitualidad en estos trabajos. “Ellos venden que no llegar a esos ingresos permite no cotizar, pero la habitualidad se mide por más criterios”, dice la vicepresidenta de ATA. 

¿Qué es entonces habitualidad? Aquí está el verdadero quebradero de cabeza. Los afectados intentan eludir este punto porque no siempre pueden demostrar que los trabajos han sido verdaderamente puntuales. Por poco que se cobre hay casos con bastantes facturas seguidas. 

¿Cuántos casos? La cifra de afectados no es exacta. Desde UATAE hablan de casi 7.000. Desde Factoo dicen que alcanza al 0,88% de sus asociados. Estos eran 17.000 en agosto del año pasado, cuando Empleo la desclasificó como Cooperativa. Eso da poco más de 1.900 afectados en total.

Pero eludir el pago a la Seguridad Social tiene otras consecuencias. “No es un impuesto”, advierten en ATA. “El hecho de acumular facturación para darte de alta un día tiene consecuencias terroríficas sobre los autónomos, no sólo porque no generan derecho a prestaciones, sino porque no cotizan lo suficiente para tener pensión”, sostiene la vicepresidenta Ferrero.

El problema es que esa tarifa tiene un suelo y sólo se puede perforar con una bonificación que permite pagar 50 euros que, desde 2018, dura un año. También es posible pagar la parte proporcional por unos días de trabajo desde enero, pero sólo se permiten usar este sistema tres veces al año. Después, se paga el mes completo igualmente.

Sin solución política, queda lo que puede ser un largo proceso judicial. Lo que es evidente es el problema. Sólo hace falta hacer un pequeño ensayo: buscar en Google el término “facturar sin ser autónomo”. Los resultados superan los 2,3 millones. Entre estos hay artículos de portales destinados a autónomos o diarios económicos que aconsejan el uso de este tipo de cooperativas. Sólo algunos advierten que se ha iniciado un proceso contra Factoo que, a su vez, continúa funcionando y captando socios.

afectados por las cooperativas de facturación
Trabajan, en su mayoría, en el sector audiovisual o del arte. Ninguno quiere que se le reconozca. Del total de sancionados, 350 se han agrupado en la Asociación de Afectados por las Cooperativas, que se ha integrado en UATAE.

Caso 1. Emitió dos facturas a través de Factoo por un valor conjunto de algo menos de 2.000 euros. La Seguridad Social le pide casi 3.000 euros por ocho meses de actividad a través de la cooperativa y un 20% de recargo. “Yo no tengo 3.000 euros en el banco ni de coña”.

Caso 2. Realizó trabajos puntuales a través de Factoo por un valor conjunto de 3.000 euros. La Inspección de Trabajo constata ocho meses de actividad y le pide casi 3.000 euros sumando las cuotas y el recargo. “Era totalmente novato. Lo escuché por la radio y, buscando en Internet sobre el tema, te salía esto”.

Caso 3. Facturó unos 5.000 euros en un año. Ahora le piden algo más de 2.000 euros por siete meses de cuotas y el recargo. “Creo que se trata de un tema recaudatorio. No hay pasta para el tema de las jubilaciones y con esto se caza dinero fácil”.

Caso 4. Recuerda la cantidad exacta. “Me reclaman 8.331 euros”, dice. Corresponde a 26 cuotas de autónomos y el correspondiente recargo, siempre del 20%. “No podría afrontar el pago ni de la mitad de esa cantidad. Tengo que recurrir a familiares”.

Sin multa. La Inspección de Trabajo reclama las cuotas no pagadas e impone un recargo del 20%. Pero además tiene la posibilidad de añadir una multa. Este último paso no se ha dado en ninguno de los casos consultados. En UATAE, sin embargo, tienen constancia de uno. La multa fue de 600 euros y la Inspección argumentó dolo. 
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