Laboral
CNT País Valencià denuncia represalias en el SAD tras el despido de la portavoz de las trabajadoras

La empresa SAD La Carrasca, con implantación en València y Alacant, despidió el 16 de diciembre a una empleada seis semanas después de que asumiera la portavocía de la Coordinadora de trabajadoras del SAD País Valencià-CNT.
Amparo Faus Despedida SAD
Entrevista a Amparo Faus de la Coordinadora de Trabajadoras del Servicio de Ayuda a Domicilio en "Currando que es gerundio" programa de El Salto

“Mis compañeros me recordaron la importancia de ser delegada sindical antes de ser portavoz de la Coordinadora de trabajadoras del SAD del País Valencià-CNT”, explica Amparo Faus. Sus compañeros de CNT estaban en lo cierto: seis semanas después de la creación de la Coordinara, Faus recibió un whatsap de su jefe en le comunicaba que estaba despedida. El sindicato reclama la reincorporación inmediata de Faus y anuncia que demandará a la empresa por despido nulo. El artículo 68 del Estatuto de los Trabajadores establece que no se puede despedir a un delegado sindical “con motivo del ejercicio de sus funciones”.

Dos días antes de ser despedida, Faus intervino en un twitch de El Salto explicando “las condiciones precarias de nuestro colectivo como portavoz de la Cordinadora”. Mencionó contratos parciales fraudulentos que no cumplen los horarios determinados en el Estatuto de los Trabajadores, que no les pagan los desplazamientos, que les faltan material de protección. Pero no nombró a ninguna empresa por su nombre. Intervino en nombre de todas las trabajadoras de la Coordinadora, a las que anima a “seguir luchando” y a que “no tengan miedo”. 

“Nadie se ha atrevido a hablar de esto hasta ahora y ahora entiendo porqué”, asegura la trabajadora despedida

“En El Salto explicaba que nadie se ha atrevido a hablar de esto hasta ahora y ahora entiendo porqué. El despido ha sido fulminante. Mis compañeras están aterrorizadas”, añade. Pero hay personas que están de su parte: los usuarios. “Tengo usuarios que han puesto quejas en los Servicios Sociales y en dos ayuntamientos. Después de año y medio cuidándoles, para ellos soy su salvavidas. Trabajar en el SAD no es como vender camisetas a desconocidos, supone ganarse la confianza de una persona con demencia para que se tome las pastillas del día, por ejemplo”, advierte. 

El motivo que ha argumentado su jefe es falta de volumen de trabajo. Faus calcula que en la empresa trabajan alrededor de 250 trabajadoras; la gerencia no le facilitó este dato requerido en sus funciones como delegada sindical.

Una de las primeras labores de la Coordinadora ha sido rebuscar entre los convenios colectivos para averiguar cuál es el suyo. “Estamos haciendo mucho trabajo de despacho, y CNT nos ha tendido la mano”, agrega. Desde la creación de la Coordinadora el pasado 3 de noviembre, Faus realizó cinco peticiones de información o traslado de quejas a la empresa. 

“Ataque directo”

Un vistazo a las huelgas activas en estos momentos en el Estado dan cuenta de que algo pasa en los Servicios de Atención al Domicilio: desde País Vasco a Catalunya, los sindicatos de contrapoder están en pie de guerra. En el País Valencià se están dando los pasos para que las trabajadoras se organicen a través de la Coordinadora. Antonio Ruiz, asesor jurídico de CNT País Valencià, recuerda que este es un colectivo atomizado, además de feminizado. Las trabajadoras se desplazan a los hogares donde atienden a las personas dependientes, por lo que apenas pasan tiempo juntas y solo acuden al centro de trabajo puntualmente. Faus fichaba a través de una app instalada en el móvil. Ruiz destaca que el despido de Faus es “un ataque directo a la organización de las trabajadoras que vulnera la libertad sindical”.

La trabajadora represaliada empezó a trabajar en La Carrasca (Oliva, Alacant) en agosto de 2021, con un contrato por obra y servicio que le fueron ampliando hasta poco antes de su despido, el 16 de diciembre de 2022. En ese momento trabajaba 107 horas mensuales, a 6,8 euros netos la hora (730 euros al mes). La empresa no le abonaba el kilometraje, y tampoco incluía el desplazamiento a las distintas casas como parte de su jornada laboral. Como delegada sindical, Faus requirió a la empresa material para desempeñar sus funciones. Concretamente, guantes. También un listado de las trabajadoras de La Carrasca, que ha conseguido licitaciones en municipios de València y Alacant y calcula que tendrá unas 250 trabajadoras en plantilla.

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