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Los sindicatos y el movimiento social paralizan Francia
Más de 300 manifestaciones darán hoy cuerpo a la unidad del movimiento social impulsado por los sindicatos en Francia, en pie contra la reforma de las pensiones propuesta por el gobierno de Emmanuel Macron y Élizabeth Borne. Una larga década de maduración sobre la pluralidad reivindicativa y de las formas de acción en estas movilizaciones da a la base social que impulsa la lucha la capacidad y determinación para obtener la victoria, frente a la debilidad parlamentaria del partido instrumental que sostiene al presidente. “El 7 de marzo, bloqueamos todo!” reza la consigna lanzada para hoy por todos los sindicatos, apuntando también a las perspectivas de continuidad si el gobierno no cede en su objetivo de aumentar la edad de jubilación.
El sindicato Solidaires ha informado de bloqueos que han comenzado a las 5:00 de la mañana en estaciones de servicio de las autopistas y en centros de Amazon. La CGT, por su parte, ha anunciado a primera hora que todos los suministros de carburante para las refinerias han sido bloqueados. Los institutos y centros escolares anuncian que han realizado asambleas a primera hora para votar la continuación de la huelga de hoy a mañana 8 de marzo. Desde la isla de la Reunion se informa de una “operación caracol” mediante la cual vehículos conduciendo a muy baja velocidad bloquean todo el tráfico de la isla. Estas y otros cientos de acciones demuestran que el movimiento social ha logrado su primer objetivo, Francia ha amanecido paralizada.
¿Es el momento de una nueva etapa estratégica para el movimiento sindical francés frente al gobierno liberal? Philippe Martinez, secretario general de la CGT, afirmaba la semana pasada en la radio France Culture que “hacen falta huelgas por todas partes, huelgas reconductibles”, es decir huelgas en las que las asambleas generales votan sobre su continuidad. “Cada cual hace según sus medios” insistía el líder sindical, que expresa con claridad que “la reconducción de las huelgas no se debe limitar a las de 24 horas”. “Hacer dos horas de huelga en una empresa privada, industrial, es una acción muy importante y confío en la imaginación de los asalariados para poder actuar de la forma que quieran, pero todos los días, de forma reconductible”, concluía. En esa misma línea, había declarado ya semanas antes a la cadena de televisión BFM que “la cuestión de la reconducción de las huelgas no la deciden las confederaciones sindicales, sino que se dirime al nivel de las empresas y los servicios”.
En el transporte ferroviario, todas las organizaciones sindicales llaman a reconducir la huelga después del 7 de marzo
Los sectores del gas y de la electricidad han entrado ya en huelga reconductible desde el viernes 3 de marzo mientras que el petrolero la ha comenzado desde el lunes 6. El bloqueo permanente de este sector de la energía fue clave en la amplificación de la lucha en el movimiento contra el alargamiento de la edad de jubilación en 2010. En el transporte ferroviario, todas las organizaciones sindicales llaman a reconducir la huelga después del 7 de marzo. Los camioneros, los trabajadores y trabajadoras de los puertos y los aeropuertos ya han decidido alargar la huelga para al menos los días 7 y 8 de marzo, mientras que en los mataderos dejarán de trabajar toda la semana. ¿Qué pasará en los otros sectores?
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Laboral Francia en vísperas de una nueva huelga contra el retraso de la edad de jubilación
En febrero, los precios de los productos alimentarios se situaron en un aumento anual del 14,5%, siendo aún mayor el incremento de los precios energéticos. Tras una fase de negociación con los productores, las empresas de la gran distribución alimentaria anuncian que esperan nuevos aumentos del 10% a lo largo de la primavera, tal y como afirmaba en la radio France Inter el director general de los supermercados Système U, Dominique Schelcher. Con dificultades en los bolsillos de las familias, como señalaba Philippe Martinez, “en cualquier tiempo pesa hacer una huelga, especialmente en el presupuesto familiar, por lo que la determinación es lo que cuenta”.
Pero también existe la percepción en una parte del cuerpo social de que el Gobierno está decidido a seguir adelante y no abandonará su reforma. “Los franceses deben creer”, decía el secretario general de la CFDT, Laurent Berger, en relación al actual movimiento contra la reforma de las pensiones. Durante una rueda de prensa en la sede de su sindicato en París, interpeló directamente a los asalariados, “tenéis que creer que podemos hacer retroceder al Gobierno sobre esta reforma, por lo que hay que movilizarse masivamente el 7 de marzo, podemos lograr una victoria para nuestra causa”.
Obreros y estudiantes
En este contexto, ¿lograrán los sindicatos preservar la preciosa unidad sindical que se ha forjado este invierno y, al mismo tiempo, encontrar una estrategia para empujar al Gobierno y al presidente Macron a dar un paso atrás? En 1995, hicieron falta tres semanas de bloqueo del país para que el entonces primer ministro Alain Juppé retirase su reforma de la Seguridad Social. En 2006, el Contrato Primer Empleo fue retirado, ya que precarizaba a la juventud permitiendo despedir a los menores de 26 años de un día para otro, sin justificación, durante los dos primeros años de contrato. Quizás sea el único ejemplo de una medida anulada por el presidente de la República después de su aprobación legislativa, con las universidades francesas ocupadas durante dos meses y tres huelgas generales consecutivas en tres semanas.
En 1995, hicieron falta tres semanas de bloqueo del país para que el entonces primer ministro Alain Juppé retirase su reforma de la Seguridad Social
En el movimiento social actual contra la reforma de las pensiones, el estudiantado de secundaria y de la educación superior ha empezado a movilizarse, pero su participación no es aún generalizada. Más allá de la reivindicación principal, los estudiantes en lucha se enfrentan ahora a más trabas que hace 20 años. Para quebrar las huelgas estudiantiles emergentes, algunos presidentes de universidades no dudan en anular la presencialidad de los cursos en favor de las clases por internet, cuando no cierran directamente los campus universitarios. La inmunidad universitaria de la represión policial es cada vez menos respetada e incluso los menores de edad pueden ser víctimas de agresiones policiales y amenazas jurídicas con mucha rapidez, tal y como lo ilustra la represión del bloqueo que cientos de estudiantes de secundaria del instituto Jean Moulin en Béziers (Occitania) realizaron el jueves 9 de febrero, siendo víctimas de gases lacrimógenos, golpes de porras, balas de goma y siete detenciones.
A pesar de todo, algunas universidades se han puesto en lucha, como en Nantes dónde en febrero cientos de estudiantes han participado en los bloqueos. Poco a poco, las asambleas generales estudiantiles se llenan en grandes urbes como Paris, Rennes o Toulouse, pero también en ciudades más pequeñas como Pau, Tour o Besançon. Hay que ver, ahora que se acaban las vacaciones escolares de invierno, en qué medida la juventud se une al movimiento social. Su contribución podría ser decisiva, en un contexto de disminución de los salarios reales que no facilita la proliferación de las jornadas de huelga por parte del mundo del trabajo.
Huelga feminista
En cualquier caso, para lograr la victoria en contra de un Gobierno que se mantiene aún firme en su voluntad, habrá que sostener la movilización en el tiempo y ampliar el repertorio de acciones. Los líderes sindicales nacionales y los militantes locales multiplican los llamamientos a realizar marchas con antorchas, impulsar bloqueos de rotondas, ocupar los peajes de autopistas para hacerlos gratuitos o realizar una o dos horas de huelga diarias, otorgando a la paralización del país una mayor continuidad.
El estudiantado de secundaria y de la educación superior ha empezado a movilizarse, pero su participación no es aún generalizada
En su declaración del miércoles 1 de marzo, el portavoz del Gobierno, Olivier Véran, mezclaba las huelgas y manifestaciones previstas a partir de hoy con los más de 30 días sin lluvia, la campaña de vacuna contra el virus del papiloma y el envejecimiento de la red ferroviaria, anunciando la llegada de las diez plagas de Egipto en el caso de que el llamamiento sindical a parar el país a partir de hoy lograra su objetivo. “Parar Francia es aumentar los riesgos de catástrofe agrícola, sanitaria, véase humana en unos meses… Parar Francia es descuidar la salud de nuestros niños… Parar Francia es perder el tren del futuro”, anticipaba el portavoz gubernamental. Frente a esas declaraciones ridículas y un Gobierno ensimismado en su postura, las ocho confederaciones y uniones de sindicatos hacían alarde una vez más de su unidad en un mitín común el jueves 2 de marzo.
Reunidos en un municipio comunista del área metropolitana de la ciudad obrera de Saint Étienne, los líderes sindicales repetían su consigna de parar Francia el 7 de marzo y Philippe Martinez llamaba expresamente a comerciantes, artesanos y pequeños patrones a unirse a la huelga. El calendario ha brindado además la ocasión de convocar a la población a seguir en huelga el 8 de marzo con una jornada de huelga feminista enfocada sobre la situación de las mujeres en el trabajo y la vejez. Quizás esto permitirá que el 8M de 2023 se produzca en Francia una verdadera huelga feminista masiva, dando así un cambio de escala a este día de lucha por los derechos de las mujeres, tal y como ocurrió en España con las huelgas del 8M de 2018 y 2019.