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Ecologismo
La ola verde como nueva coordenada en el panorama político
Tras el éxito de Más Madrid en las elecciones a la Asamblea de Madrid, la ola verde parece haber llegado a España. Hace dos años esta situación era muy diferente. Mientras que en muchos países europeos ya hubo fuertes resultados de los Verdes en las elecciones europeas de 2019 —sobre todo de Bündnis 90/Die Grünen en Alemania y Europe Ecologie - Les Verts en Francia—, el resultado de las fuerzas verdes en España fue desolador (Equo se quedó sin diputados). Desde entonces, solo dos candidatos de ERC y uno de Catalunya en Comú han pasado a formar parte del grupo de los Verdes Europeos (Greens/EFA).
Sin embargo, el clima social parece estar cambiando a favor de las políticas ecológicas en diversos países cada vez más. Esto se debe probablemente no solo a la fuerte presencia mediática de los movimientos por el clima como Fridays for Future, sino también a fenómenos derivados de la crisis climática creciente en Europa, tales como olas de calor, sequías y daños forestales masivos. En Alemania, el Tribunal Constitucional Federal sentenció recientemente que partes de la ley de protección del clima del Gobierno federal, cuyo objetivo es la neutralidad climática para 2050, no eran compatibles con los derechos fundamentales.
Los jueces citaron como razón la falta de una normativa más clara a partir del año 2031 —la ley solo plantea objetivos concretos de ahorro hasta 2030— para garantizar que la reducción de los gases de efecto invernadero será diseñada de manera tal que la libertades de las actuales generaciones jóvenes, constitucionalmente garantizadas en el futuro, no se vean drásticamente limitadas.
Los partidos verdes en España hasta ahora no han tenido una historia de éxito: pocos miembros, resultados electorales desastrosos y varias escisiones
Desde mediados de mayo, España cuenta también con una Ley de Cambio Climático y Transición Energética que, además de la neutralidad climática para 2050, establece diversas medidas a la producción y consumo de energía. Como respuesta inmediata llegaron críticas de Más País-Equo y muchas otras organizaciones ecologistas, que tacharon la ley de insuficiente. Sobre todo, Verdes Equo, parte de la familia verde europea, es un partido que busca beneficiarse y contribuir al éxito verde.
Para Verdes Equo, el modelo a seguir son los Verdes alemanes y comentan con entusiasmo en sus redes sociales las altas encuestas y el espectáculo mediático que rodea a la primera candidata verde a la cancillería, Annalena Barbock. A modo de ejemplo, el 17 de mayo, la cuenta de Twitter de Verdes Equo sostuvo: “Como en Alemania, Los Verdes son la nueva esperanza política del siglo XXI”.
Pero la situación de los Verdes es más compleja de lo que el actual escenario podría reflejar. Esto aplica tanto para los Verdes en España como en Alemania. Los Verdes siguen buscando una identidad, lo que es evidente tanto en la formulación de su contenido programático como en las preferencias de sus socios de coalición. Los Verdes alemanes, bajo sus líderes Annalena Baerbock y Robert Habeck, se han autoproclamado en los últimos años como un “Partido de Alianza” (Bündnispartei). Esto significa que el partido, de gobernar, lo haría junto con cualquier otro partido que no sea la extrema derecha (AfD), abriéndose a las intersecciones de contenidos programáticos.
La industria y las empresas también están siendo considerados como aliados claves en la transición ecológica, lo que ha sido correspondido por diferentes directivos de empresas. De este modo, los Verdes alemanes están adoptando en cierto modo una interpretación moderna de su lema presente en los años de su fundación: “Ni a la izquierda, ni a la derecha, sino adelante”.
Será interesante ver qué es lo que deciden los votantes que buscan que se impulsen políticas verdes en el futuro
Verdes Equo y Más País parecen aspirar a una orientación similar en España. Los desafíos, sin embargo, son significativos, ya que los partidos verdes en España hasta ahora no han tenido una historia de éxito: pocos miembros, resultados electorales desastrosos y varias escisiones. Esta es probablemente una de las razones por las que Verdes Equo, con motivo de su décimo aniversario a principios de junio, intentaron cerrar filas con las fuerzas ecologistas llamando a una estrecha colaboración con Más País y Compromís.
Sin embargo, solo unos días después, el viejo problema de los Verdes españoles se volvió a confirmar: Juan López de Uralde, excoordinador y fundador de Equo, anunció la creación del nuevo partido Alianza Verde, identificándose como parte de Unidas Podemos. En varias declaraciones Uralde afirmó que el ecologismo siempre había formado parte de Unidas Podemos y que solo podía entenderse como parte de la izquierda. Un mensaje claro a Verdes Equo y Más País de que la izquierda tradicional luchará por llevar la vanguardia en la solución de los retos ecológicos. Será interesante ver qué es lo que deciden los votantes que buscan que se impulsen políticas verdes en el futuro.
Es cierto que, históricamente, las cuestiones ecológicas han estado más presentes en los movimientos de izquierda en España (mucho más que en Alemania). Pero si Verdes Equo y Más País consiguen formar un Partido Verde que ofrezca una narrativa esperanzada de una transformación socialmente justa y ecológicamente sostenible de la sociedad contra la crisis climática, sin caer en los viejos tópicos anticapitalistas, poseen la oportunidad de sacudir el osificado panorama político. Al hacerlo, estarían ocupando una posición completamente nueva en el sistema de coordenadas políticas, no en la izquierda, ni en la derecha, ni en el medio, sino en una nueva dimensión completamente.
Al igual que los partidos verdes de la década de 1980 en muchos lugares fueron un punto de encuentro para diferentes movimientos sociales (incluidos los movimientos antinucleares y medioambientales, la Nueva Izquierda y el movimiento por la paz), los partidos verdes de hoy también podrían ser una fuerza parlamentaria para la sociedad civil progresista en España, compuesta por movimientos por el clima, movimientos feministas y antirracistas, proyectos de agricultura ecológica, los empresarios orientados al bien común y muchos más.
Sin embargo, más allá de esto, será fundamental para los Verdes dejar claro que todos y todas pueden formar parte de este futuro verde esperanzador, lo que luego tienen que sustentar con acciones durante un potencial gobierno verde. Las posibilidades de que esto ocurra se ven prometedoras. Como escribió Ulrich Schulte, jefe de la oficina parlamentaria del diario alemán Taz el año 2019, tras el éxito de los Verdes alemanes en las elecciones europeas, “no son los Verdes los que se mueven hacia el centro, sino que es el centro el que se mueve hacia los Verdes.” En otras palabras, no son los Verdes los que se están convirtiendo en la corriente dominante, sino la corriente dominante la que se está volviendo verde.
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Sí, es interesante cómo nos vamos referenciando a nuevas coordenadas políticas, muy valiosas y progresistas: partidos verdes, partidos feministas, partidos animalistas…
A mí lo que me preocupa y me tiene estupefacto es el abandono de las coordenadas centrales del mapa, la inexistencia de un PARTIDO OBRERO.
El ecologismo político en España siempre ha sido una ideología relativamente minoritaria, y cuyas organizaciones más relevantes no son partidos políticos, véase Ecologistas en Acción o las más mediáticas Fridays for Future o Extinction Rebellion. Esto es relevante para entender el fracaso de todos los partidos verdes en España.
La histórica Confederación de Los Verdes, escuálida y sin relevo generacional, se disolvió en Equo por la táctica de los hechos consumados, en un proceso decidido ya previamente desde arriba. Lo mismo puede decirse de su coalición primero con Podemos y después con Más País. El resultado es que Equo sigue siendo un partido con un respaldo social ínfimo, casi nula militancia, que intenta maximizar una marca que supera en mucho lo que realmente es.
Calificar a Más País de partido verde es de risa. Más Páis, como sublimación de la ideología nacional-popular errejoniana nunca ha tenido el ecologismo político como eje prioritario, solo hay que buscar en los artículos de revistas teóricas de la rama como La trivial para darse cuenta de que la palabra ecologismo no aparece, o las decisiones de su buque nodriza, Más Madrid, por ejemplo, reactivando el mayor pelotazo de la historia de Madrid, la Operación Chamartín. Su alineamiento con Equo y su retorica es visiblemente un intento de ocupar un nuevo nicho atractivo para los medios de comunicación en su búsqueda de Lo Nuevo, lo que pueda confrontar.
Marc lo ha resumido bien. Si Los Verdes alemanes son ejemplo de algo es de ser una gran estafa. Un partido estatutariamente neoliberal que se tapa con una capa verde es el carbonero echando carbón a la maquina de un tren hacia el vacío.
Recuerdo que en los albores de Equo, en pleno 15M, se celebraron unas jornadas con los Verdes alemanes. Estos defendieron que su alianza con Merkel y su política de recortes impuesta en España via 135 era estratégica y no coyuntural. Ni aun sumando con Die Linke (La Izquierda) pensaban abandonar esa línea. Pasados diez años, cabe decir demostraron tener palabra. Y el actual Equo, el de la operación Chamartín, el de los Pactos de la Villa, el que aprueba los presupuestos de Almeida... va por la misma senda.