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Memoria histórica
Ian Gibson reclama a Laura García Lorca la verdad sobre los restos del poeta
Con motivo del itinerario anual recorrido hasta el lugar donde lo mataron, que se lleva a cabo en Granada todos los 19 de agosto (Último paseo), al cumplirse un aniversario más del asesinato del gran poeta y dramaturgo Federico García Lorca por el fascismo, el diario El Independiente de esa ciudad (Alguien tiene que contarlo) publicó la carta que el historiador e hispanista Ian Gibson envió a los convocantes del acto.
Aprovecho la ocasión de esta noticia lorquiana para recomendar el visionado de la edición número 160 de La Clave de TVE, correspondiente al 21 de junio de 1980, en la que su presentador y director José Luis Balbín reunió a varias personas que conocieron al poeta granadino y disfrutaron incluso de su amistad, entre las que se encontraban el poeta Luis Rosales, el pintor José Caballero, el escenógrafo Santiago Ontañón y el gobernador civil de la provincia en aquel tiempo, César Torres Martínez, condenado a treinta años de cárcel por la dictadura franquista. También contó esa edición de La Clave con la presencia del propio Gibson, uno de los primeros investigadores en indagar acerca del asesinato de García Lorca.
Como se comprobará en el vídeo, pocas veces se califica la muerte del autor de “Bodas de sangre” como asesinato, aunque el escritor José Luis Vila-San Juan, presente también en la tertulia, ya había publicado bastantes años atrás un libro titulado: “García Lorca, asesinado. Toda la verdad”. En el film utilizado por La Clave en esa ocasión, un documental sueco porque otros no había en España, también se eliminó el término asesinato por el de muerte: “La muerte de García Lorca”, titular asimismo de esa popular emisión televisiva. El propio y joven Ian Gibson, que por entonces colaboraba en el semanario El Socialista, se muestra muy comedido en sus intervenciones.
En su carta, publicada en El Independiente de Granada el pasado 19 de agosto, el hispanista irlandés reclama a Laura García Lorca “que nos diga de una vez la verdad sobre los restos mortales del poeta, pues lo bulos favorecen a la extrema derecha”. Es de recordar que la sobrina del poeta (Nueva York, 1953) declaró hace unos años que “los restos de Lorca solo atañen a su familia”. El titular pertenece a una larga entrevista publicada en la revista Vanity faire, en la que Laura García Lorca dice literalmente: “Yo creo que lo que se haga con los restos de una persona es una cuestión que atañe a su familia. La figura de Lorca está reconocida en el mundo entero: su persona, su obra, su muerte. Y su asesinato nos hace recordar a todas las otras víctimas a las que no se recuerda. Precisamente el hecho de que sus restos estén mezclados con los de otros hace recordar a todas las víctimas. El fue uno más entre los cientos o miles de asesinados en Granada que están en esa fosa común. Su muerte sucedió de esa manera. Y la memoria histórica es eso. Ahora bien, entendemos comprensible que alguien pueda buscar los restos de sus familiares, creemos que es su legítimo derecho y por eso no hemos querido impedirlo. Pero nosotros no estamos buscándolo. El que Lorca sea tan conocido, que sea un asunto tan mediático, conlleva una falta de respeto y decoro. Imagina lo que supondría un proceso de selección entre restos, en el que se van analizando los huesos de las víctimas de la brutal represión, y se determina: “No, no pertenece al famoso: de nuevo a la fosa” o “Sí, es él, ya lo encontramos”.
Ian Gibson expone lo que sigue en la carta publicada en el citado diario andaluz:
”Queridos amigos, queridas amigas:
Me alegro mucho de que este año se dedique la ruta reivindicativa a Nieves García Catalán, nieta adoptiva del maestro de Pulianas, Dióscoro Galindo González, asesinado aquí en agosto de 1936 al lado de Federico García Lorca y los banderilleros Francisco Galadí Melgar y Joaquín Arcollas Cabezas. Conozco a Nieves y la admiro. Es una mujer formidable, tenaz, valiente y absolutamente leal al juramento, hecho a su padre, de seguir intentando, por todos los medios posibles, recuperar los restos de Galindo González. Enhorabuena por tu lucha, Nieves.
Siento mucho no poder estar con vosotros en persona, y agradezco la invitación de enviaros desde Madrid un mensaje escrito. No hay día en que no piense en aquellos contornos y lo ocurrido allí, y desde luego apoyo con vehemencia la petición de que La Colonia sea declarada, cuanto antes mejor, Lugar de Memoria Histórica de Andalucía.
En cuanto al barranco de Víznar, espero que estén progresando a buen ritmo los trabajos porque es vital que conozcamos la dimensión real de las barbaridades allí perpetradas, así como cuántos datos sea posible recoger acerca de las víctimas. Recuerdo, como si fuera ayer, la descripción que me hizo, en 1966, el masón Antonio Mendoza de la Fuente, preso en La Colonia, de cómo funcionaba aquella máquina de muerte. ¡Qué horror y qué vergüenza!
No nos engañemos. Las derechas españolas de hoy son las de siempre. Dan la impresión de no haber avanzado ni un paso, de no haber aprendido nada. Nunca van a reconocer públicamente la criminalidad del régimen franquista, nunca dejarán de estar hasta las narices, como dijo Pablo Casado, de “la fosa del abuelo”. No olvidemos que Mariano Rajoy se jactaba de no haber gastado ni un euro en Memoria Historica. ¡Qué ruindad! ¡Qué cinismo! ¡Qué desprecio! Es muy grave. Es gravísimo. Con gente así España no va a ser nunca el país civilizado y único que es en potencia. Si gana el PP las próximas elecciones, Dios nos coja confesados.
¿Y nuestro poeta? Laura García de los Ríos, entrevistada, en inglés, en el extraordinario documental de la norteamericana Andrea Weiss, Bones of Contention Los huesos de la discordia (2017, cuyo título español, una cita de Lorca, es Pero que todos sepan que no he muerto ), ha dicho, hablando de los despojos de su tío, que “hopefully they won’t find him”, o sea: “con suerte no lo encontrarán”. Es increíble. Es tremebundo. Estuvieron décadas callando su homosexualidad, y ahora no quieren que sepamos dónde yacen sus restos. ¿Por qué? ¿Existe la posibilidad de que la familia los recuperara, quizás en los años cincuenta, por un acuerdo con el régimen de Franco, y los tenga ocultos en algún sitio? Existe la posibilidad, sí. Se llegó a convencer de ella Emilia Llanos, la amiga y cómplice de Agustín Penón. Yo quiero implorar a Laura García de los Ríos, desde aquí, que nos diga por una vez la verdad. ¿No se da cuenta de que corren mil bulos al respecto -el más reciente de que tengo noticia nos asegura que el poeta está enterrado debajo de la iglesia de Fuente Vaqueros-, y de que ello no solo es nefasto para la imagen de España en el mundo sino que juega a favor de Vox y sus correligionarios, para quienes cuanta más confusión haya en torno al asunto mejor?
Lorca, el poeta y dramaturgo español más traducido y amado de todos los tiempos, representa al conjunto de los desaparecidos republicanos, que suman decenas de miles, tirados como perros en cunetas y fosas comunes alrededor del país. Es el máximo símbolo del aquel holocausto. Queremos saber dónde, exactamente, yacen sus despojos. Nadie entiende por qué no nos ayuda su propia familia.
Entretanto, sigamos, los que no nos rendimos, con nuestra obligación: la de reivindicar, día tras día, mes tras mes, el tiempo que nos quede, el respeto a todas las víctimas de los criminales que, apoyados por Hitler y Mussolini, se sublevaron en 1936 contra la legalidad republicana.
Y, para terminar, otra vez mi enhorabuena a Nieves Galindo Catalán. Espero con toda mi alma que logre recuperar los restos de su abuelo Dióscoro.
Ian Gibson, Madrid 17 de Agosto de 2022".