¿Ley de Concordia para dejar enterradas como perros a las víctimas del franquismo?

Pablo Casado anuncia en Ávila la posibilidad de elaborar una "Ley de Concordia" para enfrentarse a la "sectaria" Ley de Memoria Histórica

Pablo Casado ante las murallas de Ávila
Pablo Casado saluda ante las murallas de Ávila.

www.diariodelaire.com

3 sep 2018 11:20

Está casi por asegurar que la Memoria Histórica va a ser motivo de refriega entre el vigente Gobierno de Pedro Sánchez y el Partido Popular, a la vista de la soflama lanzada ayer ante las murallas medievales de la ciudad de Ávila por Pablo Casado, sumamente afectado por el decreto-ley que permitirá por fin -posiblemente antes del cuadragésimo aniversario de la Constitución en vigor- la exhumación de los restos del dictador del Valle de los Caídos.

Tanto le duele a don Pablo y a muchos de los suyos que Francisco Franco se quede sin su mausoleo en esa obra faraónica construida por destacamentos penales de presos republicanos, que ha propuesto una "Ley de Concordia" para enfrentarse a la aprobada bajo la gobernación de Zapatero en 2007, a la que acusa de sectaria.

Esa "Ley de Concordia" pretenderá sin duda - a juzgar por la opinión que al respecto tiene don Pablo y buena parte de su partido- que miles de ciudadanos asesinados por el franquismo permanezcan enterrados como alimañas en fosas y cunetas, así como que miles de sentencias injustas dictadas por los tribunales represores que condenaron a muerte y a prisión a tantísimos ciudadanos inocentes y defensores de la segunda República, no sean anuladas.

Eso es lo que entiende por concordia el tal Casado y muchos de los suyos, sumamente contritos porque los restos del máximo responsable de todo esa historia contra la vida y la libertad de un país sean desalojados del lugar en que han permanecido más de cuarenta años para vergüenza del vigente régimen. Conviene recordar los dos primeros artículos de la Ley de Memoria Histórica, por saber en qué punto le parecen sectarios a don Pablo, a la espera de saber los que los sutituirían en esa su cínica y desfachatada Ley de Concordia:

1. La presente Ley tiene por objeto reconocer y ampliar derechos a favor de quienes padecieron persecución o violencia, por razones políticas, ideológicas, o de creencia religiosa, durante la Guerra Civil y la Dictadura, promover su reparación moral y la recuperación de su memoria personal y familiar, y adoptar medidas complementarias destinadas a suprimir elementos de división entre los ciudadanos, todo ello con el fin de fomentar la cohesión y solidaridad entre las diversas generaciones de españoles en torno a los principios, valores y libertades constitucionales.

2. Mediante la presente Ley, como política pública, se pretende el fomento de los valores y principios democráticos, facilitando el conocimiento de los hechos y circunstancias acaecidos durante la Guerra civil y la Dictadura, y asegurando la preservación de los documentos relacionados con ese período histórico y depositados en archivos públicos.

Si antes, en el transcurso de nada menos que cuarenta años, se hubiera hecho justicia y reparación de la memoria de las víctimas republicanos enterrados en fosas y cunetas, anulado los juicios del franquismo y exhumado los restos del dictador de su mausoleo, quizá ahora la concordia que Casado reclama fuera más ostensible en la sociedad española, sin necesidad de más ley que la de convivir posiblemente en una democracia mucho más consistente y con más porvenir que la actual.

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