Málaga
La huelga contra la LUPA y la infrafinanciación paraliza durante cinco días la Universidad de Málaga

El 1 de octubre de 2025 el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía aprobó el proyecto de ley para la Ley Universitaria para Andalucía (LUPA). En respuesta a las carencias de la ley, el Consejo de Estudiantes (CEUMA) con el apoyo del profesorado, centros de investigación como el CSIC, los sindicatos mayoritarios y la plataforma UMA x la Pública han convocado cinco días de huelga. 

En este momento, la LUPA se encuentra en fase de tramitación parlamentaria. El proyecto de ley se trasladará al Parlamento andaluz, donde será sometido a debate para su aprobación, en el primer trimestre de 2026. Jesús Manuel Cervantes, estudiante que pertenece al CEUMA, explica cómo a través del propio Consejo de Estudiantes como desde el Consejo Asesor de Universidades en el que cuentan con representación han presentado enmiendas a esta ley. Sin embargo, la mayor parte se han desestimado. “A la LUPA se enviaron cerca de 80 enmiendas y de esas 80, alrededor de 60 iban por parte de la Universidad de Málaga”, señala Manuel.

Marcos Castro, denuncia que la nueva ley “se está enfocando la educación como un gasto, no como una inversión”.

Marcos Castro, docente e investigador de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Málaga, destaca la importancia de la LUPA porque “debería dar respuesta a los problemas que se arrastran en las universidades andaluzas como la falta de grados en todas las provincias, la precariedad y falta de profesorado, la deficiente calidad de las infraestructuras docentes e investigadoras, los limitados planes propios y la falta de becas y ayudas a la investigación”. Por ello, el Consejo de Estudiantes (CEUMA) convoca a las más de 35.000 alumnas y alumnos a esta huelga los cinco primeros días de diciembre para mostrar su rechazo a la LUPA y denunciar la infrafinanciación de la Universidad. 

No es sólo una reivindicación de la Universidad de Málaga. “La preocupación es en toda Andalucía y afecta a todas nuestras universidades”, explica Manuel. Desde el CEUMA han estado en diálogo con el resto de Consejos de Estudiantes pero no todas las universidades andaluzas tienen regulado en sus estatutos la posibilidad de paro académico por lo que “no tienen mecanismos para convocar de manera oficial y efectiva un paro académico”, señala el profesor. 

¿Qué es la LUPA y por qué las universidades andaluzas están en contra?

La nueva Ley Universitaria para Andalucía sustituirá al marco normativo existente desde 2013. Incluye modificaciones estructurales tanto para el estudiantado como para el profesorado de centros públicos y privados de educación universitaria. Para la estabilización del personal investigador y docente, la LUPA propone un plan orientado a limitar el uso de contratos temporales, acompañada de un paquete de medidas con el objetivo de mejorar las condiciones del personal docente, técnico y administrativo. Respecto al estudiantado, la LUPA regula la posibilidad de suspensión temporal de estudios, la conciliación de la vida académica con otras actividades y habla del derecho a la desconexión digital. Introduce también medidas para facilitar el acceso a la vivienda estudiantil o residencia universitaria. 

Sin embargo, la LUPA no aborda el principal problema de las universidades andaluzas: su (infra)financiación. Francisco Oliva, portavoz de las universidades andaluzas, alerta de la posible inconstitucionalidad de la ley al vulnerar el derecho fundamental a la autonomía universitaria reconocido en la Constitución y desarrollado por la LOSU. El lunes 1 de diciembre, las Universidades Públicas de Andalucía trasladaron su disconformidad con el último borrador de ley a la Comisión de Universidad, Investigación e Innovación del Parlamento Andaluz. En el comunicado oficial, Oliva destaca que “nunca antes la Junta ha intervenido en la configuración interna de nuestras plantillas, porque forma parte del núcleo esencial de la autonomía universitaria”. Desde la plataforma UMA x la Pública, a pesar de no haber sacado todavía su comunicado oficial, cuestionan también la figura del interventor que recoge la LUPA.

La situación de la UMA es especialmente crítica, siendo, junto con Almería y la Universidad Pablo de Olavide, las universidades con menos financiación por estudiante, lejos de la media andaluza de 6.848 euros por estudiante

 “En ningún momento se habla de sostener el crecimiento presupuestario de la inversión en educación e investigación universitaria en Andalucía”, explica Marcos Castro, que denuncia que “se está enfocando la educación como un gasto, no como una inversión”. Desde la convocatoria para la huelga, el Consejo de Estudiantes denuncia que la gestión de la UMA está “forzada por el ahogo presupuestario derivado de las políticas de financiación de la Junta de Andalucía”. Las consecuencias de esta infrafinanciación son el descenso de “la calidad de la docencia, los servicios y la actividad investigadora”, denuncia el estudiantado. En este sentido, Oliva señala que “una ley sin financiación está condenada a convertirse en papel mojado o, peor aún, a poner en riesgo la sostenibilidad del sistema público”.

Este último borrador incorpora cambios que las universidades definen como “sustanciales y no consensuados”. También es una norma que ha dejado fuera propuestas de la comunidad estudiantil como la ponderación del voto estudiantil en las elecciones a rector o el reconocimiento formal de los Consejos de Estudiantes como órganos colegiados de representación, por ello el estudiantado quiere aumentar la presión sobre la Junta de Andalucía. La principal reivindicación del CEUMA es la necesidad de blindar la bonificación del 99% de la matrícula universitaria. “En la nueva ley, al menos en el último borrador, no se blinda”, sino que aparece como posibilidad, denuncia Manuel, que afirma la importancia de esta medida que “hace que el estudiantado de Andalucía pueda acceder a la universidad pública”. Otra de las críticas a la LUPA es la subida de nivel de idiomas que acreditar (de B1 a B2) sin ninguna garantía de ayuda al estudiantado para acceder a cursos de formación.

Huelga en la Universidad de Málaga

La situación de la UMA es especialmente crítica, siendo, junto con Almería y la Universidad Pablo de Olavide, las universidades con menos financiación por estudiante, lejos de la media andaluza de 6.848 euros por estudiante. Para Marcos Castro “ni en la UMA ni en el resto de universidades públicas se solucionará la infrafinanciación salvo reduciendo drásticamente su escala” por lo que define a la LUPA como “un ERE encubierto en las universidades públicas de Andalucía”. Ya a inicios de 2025 la Universidad de Málaga se movilizó frente al plan de ajuste derivado de la deuda de más de 44 millones de euros para la ampliación de la Universidad. 

Ya desde el inicio de curso académico, se hizo más que evidente la falta de recursos económicos en la Universidad de Málaga. La coordinadora UMA x la Pública comenzó septiembre con una concentración exigiendo “una financiación digna y suficiente para la universidad pública”. Se trata de una plataforma que unifica a distintos colectivos de la Universidad de Málaga que se han visto afectados por recortes, incluyendo personas trabajadoras, estudiantes y sindicatos. El Colectivo de Profesorado Ayudante Doctor de la Universidad de Málaga (CPAD), demandó el pasado mes de noviembre la derogación de la Resolución del 11 de abril de 2025 que compromete el derecho a la conciliación. Desde el CPAD denuncian que la Universidad de Málaga “no computa las bajas por maternidad y paternidad como tiempo efectivo de trabajo a efectos de promoción laboral, lo que penaliza directamente el derecho a la conciliación y agrava la desigualdad en la carrera académica”. Estos colectivos han mostrado su apoyo a la huelga y al alumnado. En su comunicado oficial, UMA x la Pública denuncia como la LUPA ha ignorado “las propuestas de las organizaciones de estudiantes de universidades públicas andaluzas” además de “la grave infrafinanciación que sufre la UMA por parte de la Junta de Andalucía y el deterioro de infraestructuras y servicios en los distintos centros universitarios”.

El profesorado ha tenido que acudir a las aulas al tratarse de una huelga estudiantil y se ha encontrado con clases y pasillos vacíos, a excepción de las actividades convocadas por el propio alumnado, como la concentración frente a la sede de la Delegación de la Junta de Andalucía en Málaga el lunes 1 de diciembre o la asamblea estudiantil de este martes 2 de diciembre. “Aunque es verdad que no se ha podido convocar una huelga para el personal, ya sea profesorado o personal de servicio, estamos igualmente agradecidos del apoyo”, afirma Manuel.

La posición del rectorado de Málaga es más ambigua, al ser un órgano institucional al que le afecta directamente el Plan de Ajuste de la Junta de Andalucía. De todas formas, el propio rector de la UMA, Teo López Navarrete, ya alertó al inicio del curso académico del déficit de financiación.  Por otro lado, el secretario general de Universidades de la Junta, Ramón Herrera, niega la infrafinanciación denunciada por la comunidad universitaria malagueña. Para Marcos Castro, esto evidencia cómo la universidad pública es una “estructura reproductiva más que transformadora de la realidad social que vivimos, a pesar de la policrisis que atravesamos”. 

Privatización de las universidades

El proceso de privatización de educación universitaria se remonta a la progresiva implantación de los créditos europeos y la reestructuración de los grados en tres años que abrió la puerta a la obligatoriedad de posgrados. “La Ley facilita los canales y criterios para el asentamiento de las Universidades Privadas en Andalucía, estableciendo los requisitos mínimos”, explica Marcos Castro, que denuncia cómo “la entrada de empresas en la actividad docente e investigadora de la UMA ha sido gradual pero constante, decidiendo desde el perfil de posgrados, las becas, los proyectos de investigación y hasta las temáticas de los cursos de verano”. Marcos Castro cita a Naomi Klein para explicar el desmantelamiento progresivo de la Universidad de Málaga. 

La UMA ha sido la primera universidad en convocar huelga, pero esta reivindicación andaluza continúa su recorrido por el resto de universidades

“La Junta de Andalucía ahora mismo está cerrando el puño a la universidad pública”, denuncia Manuel. Para Manuel, “no es que sean enemigas, pero esa proliferación de universidades privadas nos va a afectar y ya nos está afectando”. El estudiante señala los efectos de la apertura de las universidades privadas: “el profesorado que está aquí en la pública con estas condiciones, con estos sueldos, con este poco material, con esta poca financiación para la investigación, con esta falta de aulas, docentes y con esta gran carga de trabajo que ahora están sufriendo, si le ofrecen una oferta en una universidad privada se va a ir a la privada”.

En un momento donde Andalucía ya se encuentra entre las Comunidades Autónomas con más universidades privadas, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, se ha pronunciado respecto a este asunto durante la inauguración del campus de la Universidad Europea en Málaga. De la Torre insiste en que “cumpliendo los criterios de calidad, pueda haber universidades públicas y privadas conviviendo y colaborando”, tal y como ya defendió en la Alfonso X El Sabio - Mare Nostrum. Ambos centros privados se abrieron este año en la provincia de Málaga.

La UMA ha sido la primera universidad en convocar huelga, pero esta reivindicación andaluza continúa su recorrido por el resto de universidades. La Universidad de Almería tiene previsto convocar un paro académico para denunciar la infrafinanciación ante una ley que “debe respetar la autonomía universitaria y ajustarse al marco estatal”, como afirma Oliva.