Crisis climática
El momento de devolver la deuda ecológica

El concepto de Coste Social del Carbono (SCC) evalúa los costes sociales y económicos de emitir una tonelada más de CO2 en la atmósfera. Durante décadas este elemento ha podido ser obviado porque la desestabilización climática aún no era suficientemente evidente. Hoy es ineludible.

San Francisco llamas
Foto: Kathy Drasky
28 sep 2020 06:00

Wall Street es una manera de organizar la naturaleza

Jason W. Moore

En 1896 el físico y químico sueco Svante Arrhenius publicó un importante artículo científico en el que alertaba de la correlación entre el aumento del CO2 atmosférico y el aumento de la temperatura en el planeta. Arrhenius se refería especialmente a la actividad de los volcanes y en aquel entonces nadie pensó que las fábricas de Manchester, de las cuales Alexis de Tocqueville dijo que eran “sucias cañerías de las que fluía oro puro”, podían estar generando el mismo efecto.

Sin embargo, mientras Arrhenius escribía, la industria, máquinas y medios de transporte que funcionaban con combustibles fósiles como el carbón ya empezaban a llenar poco a poco la atmósfera terrestre, si bien sus consecuencias aún tardarían décadas en hacerse evidentes. Durante siglos la civilización fundada sobre los combustibles fósiles ha estado vaciando carbono de la tierra y bombeando carbono a la atmósfera, llenándola poco a poco. En pocos años estamos quemando los fósiles que se habían formado los últimos 440 millones de años. El capitalismo es una fuerza geológica, es por ello que algunos están empezando a hablar de la era de capitalceno.

Hace años las predicciones sobre el entonces llamado cambio climático señalaban fechas lejanas. “Yo ya no viviré para verlo” decían muchos. Pero en junio de 2019 una imagen sacudió al mundo: la de un trineo en Groenlandia surfeando un lago de agua

Recuerdo que hace años las predicciones sobre el entonces llamado cambio climático señalaban fechas lejanas: 2050, 2100. “Yo ya no viviré para verlo” decían muchos. Pero de repente, en junio de 2019 una imagen sacudió al mundo, seguro que la recordáis: la imagen de un trineo en Groenlandia surfeando un lago de agua. Hasta entonces las evidencias de la crisis climática se habían hecho poco visibles, pero en 2019 vimos cómo el suelo sobre el que se sostiene la sociedad capitalista se fundía bajo nuestros pies. El futuro está aquí, llamando a la puerta: ha llegado el momento de empezar a pagar la deuda ecológica.

El concepto de Coste Social del Carbono (SCC) evalúa los costes sociales y económicos de emitir una tonelada más de CO2 en la atmósfera. Durante décadas este elemento ha podido ser obviado porque la desestabilización climática aún no era suficientemente evidente. Hoy es ineludible. La lógica del crecimiento del propio capitalismo choca aquí consigo misma: la inversión de hoy es la crisis de mañana, el empleo depredador de recursos hoy es una apuesta segura del desempleo de mañana. Cada tonelada de CO2 emitida por un metabolismo insostenible generará mañana precariedad, desempleo, inundaciones, incendios de sexta generación y eventos climáticos extremos, pérdidas millonarias, destrucción de infraestructuras y de activos financieros, carestía de recursos básicos, plagas y pandemias. El crecimiento de hoy es en definitiva la crisis de mañana. Por primera vez en la historia vivimos insertados en la inmediatez.

El capitalismo siempre ha delegado al futuro los costes ecológicos de su propia lógica de acumulación. Hoy los costes son ya más que evidentes, es por ello que el capital busca posponer el pago de esta deuda pero este caso, como ha agotado el factor tiempo porque se ha vuelto inmediato, busca posponerlo en el espacio. La nueva carrera espacial no es más que una forma de refinanciación de esta deuda que ya se está empezando a pagar. Algunas de las personas más ricas del planeta, como Jeff Bezos o Elon Musk, están empeñadas en esta empresa. Si bien es cierto que mientras señalan el cielo construyen paraísos en la Tierra, mansiones bunkerizadas en sitios como Nueva Zelanda, donde resguardarse de los resultados de sus propias acciones. Tan convencidos de su particular utopía no deben de estar.

El decrecimiento será sí o sí. Pero será caótico, injusto y violento, como estamos empezando a experimentar con esta pandemia o las catástrofes climáticas en California, el Ártico, la Amazonia, India o Sudán. O será ordenado, justo y democrático

Se ha criticado mucho el decrecimiento, en parte porque se ha interpretado como una simple rebaja del PIB. El decrecimiento es la reducción del flujo global de energía y de recursos y es un horizonte ineludible, no solo como opción política sino como realidad material, entrópica, del capitalismo. El decrecimiento será sí o sí. Pero será caótico, injusto y violento, como estamos empezando a experimentar con esta pandemia o las catástrofes climáticas en California, el Ártico, la Amazonia, India o Sudán. O será ordenado, justo y democrático.

Hoy el mundo vuelve a dirimirse entre el fascismo y la revolución o, como decía el viejo adagio, entre la barbarie y el socialismo. Un socialismo renovado, ni desarrollista, ni autoritario, ni antropocéntrico, que no gire alrededor del trabajo asalariado, que compagine la socialización de la propiedad y la riqueza con formas de vida más frugales y sostenibles, centradas en los cuidados, que garantice los derechos fundamentales y la participación política a nivel planetario. Un socialismo que, como dice Reichmann, solo puede llegar en bicicleta.

Alexis de Tocqueville dijo que “estamos durmiendo sobre un volcán” para aludir a las tumultuosas fuerzas revolucionarias de 1848 que según él podrían minar el orden liberal. Hoy el volcán que está socavando todo orden, incluido el liberal, es el volcán de Arrhenius, una máquina de escupir sangre, lodo y CO2 y que está desestabilizando el clima hasta el borde de la sexta extinción masiva. Para calmar este volcán puede que se requiera, una vez más, de una revolución.

Crisis climática
La movilización por el clima vuelve este 25S marcada por el parón de la pandemia

Una veintena de ciudades del Estado español se moviliza este viernes con motivo del Día Global de Acción por el Clima con la vista puesta en el próximo Consejo Europeo y el posible incremento de la ambición climática de la UE. 

Sobre o blog
El blog de luchas sociales a lo largo del planeta, conflictos internacionales y propuestas desde abajo para cambiar el mundo. El Salto no comparte necesariamente las opiniones volcadas en este espacio.
Ver todas as entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Dana
dana La Albufera de València y la dana, crónica de un desastre anunciado
El gran lago de València, que nunca ha dejado de estar en emergencia, se enfrenta al reto de sobrevivir al desastre ambiental derivado de la barrancada.
Málaga
Crisis Climática El río Genal en Málaga, a punto de secarse según el proyecto DRyVER
Investigadores e investigadoras de la Universidad de Barcelona, el Instituto de Hidráulica Ambiental de Cantabria y la Universidad de Leeds han publicado una investigación en la que expone que el río Genal se seca a causa de la crisis climática.
Crisis climática
Crisis climática El Constitucional admite a trámite la demanda que reactiva el Juicio por el Clima
El Tribunal acepta el recurso de Ecologistas en Acción, Greenpeace, Oxfam Intermón, Fridays For Future y la Coordinadora de Organizaciones para el Desarrollo por el que se demanda al Estado español por inacción climática.
#70976
29/9/2020 11:35

Articulazo. La revolución requiere sacrificio solidario, por eso puede prender en aquellos lugares donde se mantiene un espíritu colectivo, como el Kurdistan o Chiapas. También requiere tener poco que perder (1789) o bien tener una base material estable (1968. Y requiere percibir un beneficio potencial mayor que el riesgo que se asume. Tal vez si la degradación es muy rápida nos permita vivenciar, en nuestras interfaz biológicamente cortoplacista, que no tenemos nada que perder excepto el final de las condiciones que permiten una vida digna, cuando no la vida a secas, y entonces si

2
0
Sobre o blog
El blog de luchas sociales a lo largo del planeta, conflictos internacionales y propuestas desde abajo para cambiar el mundo. El Salto no comparte necesariamente las opiniones volcadas en este espacio.
Ver todas as entradas
Personas refugiadas
Personas refugiadas Fútbol en Lesbos, o de cómo hacer equipo en el exilio
Vienen de Afganistán, Yemen, Sierra Leona o Haití, están temporalmente en el Centro de Acceso Controlado Cerrado de Mavrovouni, donde se les vigila todo el tiempo. El campo de fútbol donde entrenan juntos se convierte en una especie de refugio.
Contigo empezó todo
Contigo empezó todo Los obreros sevillanos que lograron trabajar seis horas al día
Poco antes del golpe militar de 1936, el Sindicato Único de la Construcción de Sevilla consiguió un acuerdo histórico con la patronal.
Fútbol
Fútbol y política Rafael Louzán, un presidente condenado para el fútbol español que no pone fin a los escándalos
La elección de Rafael Louzán como nuevo presidente de la Real Federación Española de Fútbol depende de un recurso que resolverá el Tribunal Supremo en febrero.
Galicia
Galicia Nota de rectificación da CRTVG sobre a adxudicación dun plan de publicidade
En cumprimento da lei Orgánica 2/1984, de 26 de marzo, reguladora do dereito de rectificación, publicamos esta nota enviada pola CRTVG á redacción de O Salto.

Últimas

Dana
dana La Albufera de València y la dana, crónica de un desastre anunciado
El gran lago de València, que nunca ha dejado de estar en emergencia, se enfrenta al reto de sobrevivir al desastre ambiental derivado de la barrancada.
Reducción de jornada
Derechos laborales Trabajo y sindicatos firman la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas en 2025
El Ministerio de Trabajo firma este viernes el acuerdo para reducir las horas de trabajo a 37 y media el próximo año; CC OO no descarta defender la literalidad del texto a pie de calle si los partidos tratan de modificarlo
Movilidad
Acuerdos El Gobierno prorroga seis meses los descuentos al transporte público tras un acuerdo con Podemos
Las ayudas se extenderán medio año más “en las mismas condiciones en las que se encuentran en este momento”; la decisión del Gobierno llega tras un acuerdo entre el PSOE y Podemos que, a cambio, apoyó al partido socialista en el Congreso
Más noticias
Francia
Caso Pelicot Declarados culpables todos los acusados del caso Pelicot y pena máxima para el exmarido
47 de los 51 acusados lo son por violación y el resto por tentativa de violación o agresión sexual. Dominique Pelicot ha sido condenado a 20 años, la pena máxima, y para el resto la horquilla va desde los tres a los 15 años
Precariedad laboral
Derechos laborales La indemnización de 33 días por despido improcedente no se podrá incrementar en los juzgados
El caso de una trabajadora que recibió una indemnización “claramente insignificante” ha llegado al Alto Tribunal, que considera que el resarcimiento económico de la legislación actual “es adecuado” y no contraviene normativas internacionales
Madrid
Enfoques Viaje por la Calle 30, los 32 kilómetros de la carretera más transitada en España
Del ajetreo constante y diario, de la individualidad, la diversidad, la desigualdad y la segregación nos habla bien la circunvalación de la ciudad de Madrid, un eje circular que engloba todas esas miradas.

Recomendadas

Análisis
Análisis Turismo de genocidio: La industria turística israelí y la normalización de la violencia en Palestina
El caso de Palestina ofrece un ejemplo único y urgente de las formas en que el turismo puede emplearse como herramienta para normalizar las realidades de la ocupación y la violencia.
Francia
Caso Pelicot Pelicot y la vergüenza que cambia de bando: cronología de un caso que ha sacudido a Francia y al mundo
Este jueves se lee la sentencia del caso de agresiones sexuales continuadas durante diez años a Gisèle Pelicot por parte de su entonces marido, que la drogaba y grababa las violaciones.
México
Energías fósiles Salir del petróleo: el camino incierto de México hacia un nuevo modelo energético
Quien llegó a ser el quinto productor de petróleo a nivel mundial, enfrenta ahora el reto de abandonar su dependencia fósil sin una hoja de ruta clara hacia la transición energética.
Medio ambiente
Medio ambiente Quen lidera o negocio do eucalipto en Galiza ao que Altri quere sumarse?
O estourido social que produciu o intento da multinacional Altri e a Xunta de instalar unha nova celulosa en Galiza abre a necesidade de pór o foco no sector forestal, onde se atopan algunhas das maiores fortunas do Estado.