LGTBIfobia
¿Por qué la masculinidad odia tanto al homosexual? Dos tipos de lgtbifobia y el papel de VOX

La hipótesis es que hay dos tipos de homofobias, identitarias ambas, pero una por supervivencia y otra por privilegio, pero ambas generan un clima perfecto para algunas voluntades políticas.
12 sep 2021 06:58

Vivimos una espiral de odio. En lo que va de año, ya son más de 700 los delitos susceptibles de esta consideración. Y entre ellos, las agresiones homófobas llaman mucho la atención. No sólo por el doloroso caso de Samuel, el joven al que mataron de una paliza por ser homosexual este verano, sino porque, como reconocen en el Observatorio contra la Homofobia, las agresiones están aumentando en agresividad y virulencia…

Los casos han sido varios y muy sonados. Desde parejas que son agredidas en la playa con amenazas como “si movéis las cejas os matamos” hasta directamente la organización de grupos de hombres que quedan para salir a cazar homosexuales. La violencia está creciendo y, como recuerda Iván Gómez en su reciente artículo, el 83% de los delitos de odio son cometidos por hombres. En este artículo intento entender esta escalada, su sentido para la masculinidad y la relación con discursos que buscan sacar rédito político de la frustración como los de VOX.

La violencia en grupo

Ya es tradicional la definición de Elisabeth Badinter de la masculinidad a través de la triple negación (“no ser mujer, no ser niño, no ser homosexual”). Y por ello, entendemos que la masculinidad está íntimamente ligada al rechazo de lo gay. Sin embargo, eso no explica necesariamente la escalada de violencia que está habiendo, ni tampoco uno de los rasgos específicos que más me preocupan de las agresiones lgtbifóbicas: su dimensión grupal.

La violencia en grupos es más común de lo que nos gustaría. Forma parte de esa dimensión simbólica de fraternidad masculina. Evidentemente, las hay de muchos niveles y grados, desde las mofas y los insultos en el vestuario o el instituto hasta las agresiones físicas por la calle. La socialización masculina se construye muchas veces desde la interacción agresiva: tenemos que demostrar que valemos y muchas veces lo hacemos machacando a alguien por debajo.

No hay nada más masculino que ser policía de género y disciplinar tu entorno

Y si a esto sumamos que en la experiencia de los hombres la heterosexualidad es uno de los pilares básicos de afirmación identitaria, podemos entender cómo gran parte de la socialización masculina (sobre todo la juvenil, cuando esa identidad está formándose) pasa por perseguir cualquier comportamiento que parezca desviado de esta norma. Se trata de una hipervigilancia mutua que tiene el efecto, primero, de controlar desviaciones, corregir el fallo como la chocolatina del anuncio. Y segundo, castigando las disidencias (con chistes, apodos o agresiones físicas) se consigue afirmar la validez propia. No hay nada más masculino que ser policía de género y disciplinar tu entorno.

Así, podríamos aventurarnos y entender la violencia lgtbifóbica grupal como una realidad que tiene un factor simbólico importantísimo. Como identificaba Rita Segato después de muchos años de trabajo con hombres agresores, las agresiones grupales tienen un doble mensaje: por un lado se le indica a la víctima su lugar, su crimen (su disidencia). Pero por otro, se comunica a los otros hombres: en la agresión grupal se puede ver a hombres hablando entre ellos mediante una víctima sacrificial. Exhibición de la norma, celebración de la masculinidad, hipervigilancia mutua.

Feminismos
Rita Segato: “La violación es un crimen expresivo”

Rita Laura Segato es una escritora, antropóloga y activista feminista argentina residente en Brasilia, habla sobre feminismos y machismos.

La matriz de identidad

La pregunta, supongo, es por qué es tan importante para estos hombres esta vigilancia de la norma heterosexual. Para ello, habría que reflexionar antes sobre cómo la heterosexualidad no es únicamente una preferencia sexual o expresión del deseo. Verla así es muy simplista.

La heterosexualidad es un mandato social, como bien sabemos desde la tematización feminista de la heternormatividad que subyace al patriarcado (véase la obra de Adrienne Rich o Monique Wittig), es una estructura que ordena la práctica social a varios niveles: la división del trabajo, por poner un ejemplo, se basa en la complementariedad hombre/mujer, trabajo/casa, público/privado. Incluso, la heterosexualidad tiene una dimensión institucional, intervenida estatalmente, regulada legalmente (permisos para reconocer o no una familia según el género de sus integrantes, lazos paternofiliales, matrimonio, etc.). Así que no va tanto de con quién follo o a quién deseo, la norma está construida por y para lo hetero.

La heterosexualidad supone un importante elemento de ordenación social. Y como pasa con todo funcionamiento social, penetra en las cabezas y empapa las identidades

Entonces, la heterosexualidad supone un importante elemento de ordenación social. Y como pasa con todo funcionamiento social, penetra en las cabezas y empapa las identidades. Hay una fuerte ligazón emocional entre la heterosexualidad y la masculinidad. El disciplinamiento de género que se vive desde pequeños impregna la identidad y genera miedo ante el fallo. Como decía Connell en su famoso libro Masculinidades (UNAM, 2007): “El cuerpo masculino tiene que disciplinarse para la heterosexualidad. Y eso incluye no sólo el cuerpo propio, sino el de los demás”. No puedes salir ileso mentalmente cuando vives con la presión constante de que a cada paso en falso te espera un “¿Qué eres, maricón?”.

Michael Kimmel, en su libro Guyland (podemos traducirlo como ‘La tierra de los tíos’) (2008), entrevista a 400 jóvenes de entre 16 a 26 años, para analizar su transición de la juventud a la adultez. Y recoge cómo para estos jóvenes resulta de vital importancia que no se dude de su sexualidad, sobre todo en grupos cerrados o espacios de convivencia (como residencias universitarias, fraternidades, etc.). “Perdería a mis amigos”, “me golpearían”, “me metería en las drogas”, “me suicidaría”, dicen los chavales… La homofobia normalizada, neurótica, no puede dejar pasar ni una. Para algunos, el riesgo de que le consideren homosexual es demasiado.

Crisis, rabia y gasolina

Hasta ahora he intentado explicar lo comunicativo de la violencia y lo identitario de la heterosexualidad. Nada nuevo. Lo arriesgado creo que viene ahora. Una identidad no suele ser tan frágil como para defender con uñas y dientes cada uno de los cuestionamientos. ¿Por qué esa virulencia y agresividad? ¿Hace falta partirle la nariz de un puñetazo a un chaval que dice “guapis todes” porque crees que te ha llamado maricón? ¿Por qué esta escalada de la agresividad?

En 2017, una investigación en la Universidad de Oviedo, buscaba crear una escala de medición sociocultural de la homofobia y revelaba, tras encuestar a 521 personas, que había importantes diferencias, entre otras cosas, por clase social: las personas encuadradas en la clase Baja y en la clase Media-Alta puntuaron más alto que el resto. ¿Cómo leer esto? Mi hipótesis es que hay dos tipos de homofobias, identitarias ambas, pero una por supervivencia y otra por privilegio.

En un contexto de crisis de las clases bajas, la identidad masculina se ve resentida: la vulnerabilidad ligada a la precarización, la falta de perspectivas de futuro y la incapacidad de poder reproducir los roles tradicionales de la masculinidad

En un contexto de crisis de las clases bajas, la identidad masculina se ve resentida: la vulnerabilidad ligada a la precarización cada vez mayor de la vida, la falta de perspectivas de futuro y la incapacidad de poder reproducir los roles tradicionales de la masculinidad (Procrear, Proveer y Proteger) pone en jaque los recursos de identidad de los hombres, teniendo que recurrir a una hipermasculinidad exacerbada como recurso de afirmación individual.

El género se construye en las relaciones y si no se puede afirmar la masculinidad en las relaciones laborales, se intentarán afirmar en las relaciones de poder. Hay bastantes investigaciones que ligan la tensión ocasionada por la pobreza y un medio violento con la hipermasculinidad de protesta (Connell, 1986, por ejemplo). Para muchos hombres, “ser un hombre” es de lo poco que tienen claro. Y de ahí, el rechazo violento de algunos (no todos, por suerte) a lo que cuestiona directamente la norma de género.

¿Qué pasa con las clases Media-Altas? Posiblemente, en el caso español, se trata de una mezcla de resentimiento, conservadurismo y tradicionalismo cultural. Habría que analizarlo más en detalle pero me aventuro: clases acomodadas herederas de una cultura rancia derivada del catolicismo (y en el peor de los casos, del régimen franquista). Hombres enfadados por el reconocimiento social y la visibilización de grupos oprimidos, mientras sienten que para ellos todo va a peor y que su situación no mejora.

Aquí, la violencia es mucho más rabiosa. Jóvenes blancos de extrema derecha, de clases acomodadas, con estudios y ganas de comerse el mundo. Chavales con el ego henchido, acostumbrados a conseguirlo todo, para los que ver a una persona queer o disidencias de género les parece una justificación perfecta para poder sacar la violencia que les gustaría sacar contra migrantes, mujeres, gitanos o personas sin hogar. Una fiebre de clasismo, misoginia y racismo que prende en contextos grupales (la lógica de la hinchada de fútbol) y de fiesta (el alcohol como catalizador)…

Aunque sean dos homofobias muy distintas, ambas generan un caldo de rencor, rabia y frustración que viene perfecto para algunas voluntades políticas

Aunque sean dos homofobias muy distintas, ambas generan un caldo de rencor, rabia y frustración que viene perfecto para algunas voluntades políticas. Aquí aparece VOX, capitalizando por un lado la indignación para su agenda racista, y por otro, alimentando la homofobia y el odio al colectivo con intervenciones como la de Espinosa de los Monteros cuando decía eso de “Hemos pasado de pegar palizas a los homosexuales a que ahora esos colectivos impongan su ley”. Pero en última instancia, VOX sólo está sacando rentabilidad (deleznable) de un malestar que ya existía. VOX no inventa la homofobia porque no está detrás de la frustración masculina. VOX es gasolina para un fuego que ya estaba y que tiene que ver con una crisis social, existencial y política que aún no tiene pintas de acabar.

Vox
Enfadados con todo: Vox y la masculinidad

¿Qué pasa con los hombres para que encuentren en la derecha radical un nicho de confianza? ¿Qué dice o hace la ultraderecha para conectar con un votante masculino?

Sobre o blog
Demoler, verbo transitivo: deshacer, derribar, arruinar... Y eso intentamos: deshacer las viejas masculinidades y poner en duda las nuevas, derribar a los hombres de siempre y arruinar los planes del patriarcado desde la reflexión sobre quiénes somos y cómo renunciamos a nuestros privilegios.
Ver todas as entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Guinea Ecuatorial
Guinea Ecuatorial Las mujeres nunca son menores
Se observa que en Guinea Ecuatorial existe una tendencia preocupante: muchos hombres buscan relaciones con niñas menores de 18 años.
Literatura
Literatura Carmen Clara Balmaseda retrata el “pueblo chico, infierno grande” en una novela negra situada en la posguerra
La investigación de un asesinato ocurrido en los años 70 en Badajoz es la causa que utiliza la escritora Carmen Clara Balmaseda para crear una historia protagonizada por la disciplina militar, la hipocresía y la represión contra la diferencia.
Queer
Masculinidad ¿Qué es un hombre? Yo no
Un boceto de unas cuantas ideas que surgen de la convivencia con la perniciosa experiencia de aspirar a ser un “hombre”.
Sobre o blog
Demoler, verbo transitivo: deshacer, derribar, arruinar... Y eso intentamos: deshacer las viejas masculinidades y poner en duda las nuevas, derribar a los hombres de siempre y arruinar los planes del patriarcado desde la reflexión sobre quiénes somos y cómo renunciamos a nuestros privilegios.
Ver todas as entradas
Derechos reproductivos
Luciana Peker y Cristina Fallarás “El aborto se ha apartado del relato feminista porque genera consenso”
Las periodistas Cristina Fallarás y Luciana Peker forman parte del grupo motor de una campaña europea que quiere blindar el derecho al aborto mediante una iniciativa ciudadana que necesita un millón de firmas para llegar a ser debatida.
Música
Música Aprendiendo filosofía con el punk patatero de La Polla Records
Los cáusticos esputos lanzados por Evaristo en las canciones de La Polla Records contenían materia adecuada para hablar de filosofía política en el instituto. Así lo entiende el profesor Tomás García Azkonobieta, autor de ‘La filosofía es La Polla’.
Gasto militar
Gasto militar El gasto militar mundial batió un nuevo récord en 2023 al aumentar un 6,8%
Crece en todas las regiones y alcanza la cifra de 2,44 billones, según el último informe del Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI).
Melilla
Fronteras Denuncian expulsiones sin respaldo legal en el CETI de Melilla
La organización Solidary Wheels cuestiona las expulsiones recurrentes de solicitantes de asilo del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes en la ciudad autónoma.

Últimas

Investigación
Migracións Mulleres á fronte dende o sur global
Nace unha iniciativa de investigación, intervención e acción participativa na Galiza para potenciar o diálogo e intercambio de saberes entre as voces subalternizadas das mulleres do sur global.
O prelo
O prelo E que facemos con esta dor?
A última novela de Berta Dávila reflexiona sobre os vínculos familiares e os distintos xeitos de afrontar o dó.
Palestina
Palestina La Flotilla de la Libertad se manifiesta en Estambul para acelerar su salida a Gaza
Miles de personas se manifiestan en la capital turca en apoyo al movimiento que quiere trasladar cinco mil toneladas de alimentos a Palestina.
PNV
Apuestas Una alto cargo del Gobierno Vasco acumula 140.000 euros en acciones de la promotora de apuestas Kirolbet
La Inspección General de Justicia de Argentina recabó que la Directora de Euskera en la Consejería de Cultura y Política Lingüística, Estíbaliz Alkorta, tiene participaciones en Tele Apostuak.
Más noticias
Deportes
Deporte Feminismo y escalada: “Estamos aquí y podemos ocupar este espacio, seas como seas”
Cada vez hay más iniciativas que luchan por aumentar la representatividad de las mujeres en el montañismo y el alpinismo. También por generar comunidad y eliminar las violencia machistas tanto en el rocódromo como en la roca.
Sanidad pública
Sanidad a la madrileña Vecinas de Madrid entregan 5.000 reclamaciones a la Consejería de Sanidad
Ya son 9.000 las quejas recogidas en cuatro meses por el estado de la Atención Primaria. Una veintena de centros de salud se encuentran en estado crítico y un millón de madrileños y madrileñas no tienen médico asignado.
El Salto Radio
EL SALTO RADIO La biblioteca, siempre pública
Celebramos el día del libro reivindicando lo público y adentrándonos en el corazón de una biblioteca de barrio en Dos Hermanas.
Ecología
Medio Ambiente Grupos ecologistas se movilizan contra la reapertura de la mina de Aználcollar 26 años después del desastre
Los colectivos ecologistas llaman a la movilización ciudadana 26 años después del desastre de Aznalcóllar ante la próxima reapertura de la mina y la aprobación del vertido de 85.520 millones de litros de agua contaminada al Guadalquivir.

Recomendadas

Feminismos
Sophie Lewis “Abolir la familia no trata de separar a la gente, sino de unirla”
La pensadora Sophie Lewis cuestiona la institución familiar desde un feminismo marxista que apunta a superar el parentesco en la búsqueda de la liberación y el reparto de los cuidados en base a la interdependencia.
América Latina
Neocolonialismo Guatemala y el imperialismo bananero de la United Fruit Company
El monopolio bananero United Fruit Company dominó la economía y la política de varios países centroamericanos.
Catalunya
Antirracismo Las muchas voces de Catalunya: identidades diversas, segregación y más de 300 idiomas
En las últimas décadas la sociedad catalana se ha transformado con la llegada de personas migrantes, que ya suponen un 21% de la población. Aunque la exclusión y el racismo siguen ahí, en el día a día lenguas, experiencias e identidades se mezclan.
Cuba
Proyectos artísticos en la isla El arte y la cultura como válvula de escape para resistir la crisis en Cuba
Entre todos los desafíos que enfrenta Cuba, el arte y la cultura se mantienen como refugios de creatividad y resiliencia.