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Comunicación
¿Hay vida más allá de X? Hablemos del Fediverso: las redes sociales libres

En el actual contexto de polarización, desinformación y desapego de la juventud hacia la política, nos preguntamos si el Fediverso convertirse en un espacio atractivo y alternativo de encuentro y comunicación que supere la toxicidad de X y Elon Musk e incluso de Zukerberg y Meta. No parece que haga falta fundamentar los motivos de esta necesidad a tenor de las noticias y movimientos entorno a estas redes sociales en los últimos meses y que, como también venimos viendo, están provocando la fuga de estas redes en un proceso no sólo dé indole estatal sino mundial.
Con este telón de fondo, el pasado 5 de febrero, el Teatro del Barrio en Madrid acogió el evento 'Hablemos del Fediverso: las redes sociales libres', organizado por el periódico cooperativo La Marea. Este encuentro buscaba abrir un espacio de diálogo horizontal para conocer más sobre el Fediverso, explorar su pertinencia frente a las redes sociales comerciales y reflexionar sobre la potencia de lo distribuido en el ecosistema digital.
Producto del interés que despiertan estas y otras cuestiones, hubo una amplia y variada asistencia de participantes; desde personas con servidores propios hasta periodistas que dudaban en abandonar Twitter por su valor como herramienta de información y contacto. También participaron personas sin redes sociales, interesadas en entender mejor el Fediverso y valorar si podría ser un espacio donde integrarse.
Hablemos del Fediverso: las redes sociales libres
En esta diatriba y fuga hay muchas cuestiones y miedos que nos vienen atravesando desde hace tiempo, presentes en colectivos y organizaciones sociales, en espacios más micro a nivel personal, y que también tuvieron eco en este encuentro. ¿Cuál es el coste de abandonar Twitter? ¿Es posible encontrar un nuevo espacio digital donde “esté todo el mundo”, como ocurría con Twitter? O más bien, ¿esa sensación de comunidad global era una percepción creada por quienes participaban activamente en la plataforma?
En este contexto, Bluesky, ha sido la alternativa para mucha gente, pero no se puede decir que esta red forme parte del Fediverso. Así se apunta en 'vamonos juntas': Bluesky es una plataforma social desarrollada por una empresa de Silicon Valley que funciona gracias a capital de riesgo proveniente de inversores en criptomonedas y big tech. Su propósito declarado es desarrollar un sistema para redes sociales federadas, pero, a día de hoy, tal y como lo tienen diseñado, es una red centralizada. […] Mantienen el control de todo el sistema y no sabemos qué harán en el futuro para que sea lucrativo.
En los espacios más concienciados, la alternativa que se viene apuntando es Mastodon.¿Será pues Mastodon una herramienta efectiva para la difusión de actividades organizativas y activistas?
Para responder a esta pregunta hay argumentos en ambos lados. Mastodon exige mayor esfuerzo en la construcción de comunidades y en la interacción digital. La descentralización plantea desafíos de accesibilidad y conocimiento técnico, pero a la vez permite una mayor autonomía sobre los contenidos y las interacciones.
Y dentro de estos desafíos está, por ejemplo, la cuestión de saber a qué instancia (servidor) unirse. Existen servidores/instancias que agrupan intereses, y como se mencionó en el encuentro sería idóneo por ejemplo crear una para todos los periódicos independientes como La Marea.
Llegadas a este punto, hay que planterarse tambien la pregunta sobre el papel de las administraciones públicas para, entre otras, liderar la implantación de esas instancias. ¿Deberían las administraciones tomar partido de algún modo y apoyar redes ciudadanas y descentralizadas? ¿Deberíamos empezar a demandarlo? Así se ha hecho en la consulta pública sobre Derechos DIgitales integrada en el Plan de Derechos Culturales, la iniciativa con la que el Ministerio de Cultura concreta su compromiso con el acceso universal y equitativo a la cultura.
La campaña 'Vámonos juntas'
Con todas estas dudas, se vislumbra un horizonte en común: La campaña Vámonos juntas, una iniciativa que nace de la preocupación por la concentración de poder en las grandes tecnológicas y la necesidad de recuperar espacios digitales basados en principios de colaboración y alejados de los algoritmos maliciosos.
La propuesta de 'Vámonos juntas' no solo busca ofrecer información para quienes quieran iniciarse en el Mastodon, la red más conocida del Fediverso, sino que también promueve eventos y encuentros para iniciarse. Una iniciativa son las 'fedifiestas', encuentros para enseñar cómo unirse y participar. La web de 'vamonos juntas' ofrece una guía para los primeros pasos en Mastodon y consejos para elegir una instancia acorde a los intereses de cada persona.
El mensaje central de la campaña es claro: el Fediverso no solo representa un refugio frente a las redes comerciales, sino también una oportunidad para repensar nuestra relación con las plataformas digitales y construir espacios donde la comunidad y el bienestar digital sean prioritarios.
En este sentido, el Fediverso se presenta como una alternativa para quienes buscan un entorno digital más calmado, libre de algoritmos invasivos y publicidad. No se trata de una migración obligatoria, sino de una posibilidad para quienes prefieren un “café tranquilo” en lugar de un espacio ruidoso y saturado.
Estos espacios federados más libres no están exentos de perfiles tóxicos y servidores de extrema derecha (de los que se pueden obviar sus publicaciones si así se considera), pero son un buen punto de partida para reflexionar sobre el futuro de las redes sociales y el impacto de nuestras elecciones digitales. Y es que, aunque la transición a espacios descentralizados puede requerir más esfuerzo inicial, ofrece ventajas en términos de control, seguridad y calidad de la interacción.
Así que, con todas las dudas, la buena noticia es que existen alternativas, con comunidades comprometidas en generar una internet más humana y colaborativa. Mastodon y el Fediverso se perfilan como herramientas en esta transición, ofreciendo una red más resiliente y adaptada a las necesidades de comunidades diversas.
Como mencionaron en el evento: en Mastodon hay menos dopamina, y más tranquilidad y seguridad para el entorno digital que merecemos. ¿Nos vamos juntas y seguimos debatiendo y construyendo?