Memoria histórica
Franco sale del Valle: primer paso para el desmontaje del mayor mausoleo fascista del mundo
El cadáver del dictador Francisco Franco es trasladado al cementerio municipal de El Pardo tras 16 meses de conflicto judicial y administrativo entre el Gobierno, la familia y el prior de la abadía benedictina que continuará en el Valle. El siguiente paso: ver cómo resignificar la mayor fosa común de España.
Coordinador de Clima y Medio Ambiente en El Salto. @pablorcebo.bsky.social, pablo.rivas@elsaltodiario.com
La espera ha sido larga pero finalmente ha sucedido. El cadáver del dictador Francisco Franco ha salido del Valle de los Caídos para ser trasladado en helicóptero Super Puma del Ejército, y en medio de un fuerte dispositivo de seguridad, del mausoleo del dictador fascista creado por él mismo al cementerio de Mingorrubio, en El Pardo (Madrid), donde se encuentra el panteón de los Franco y está enterrada la que fue su esposa, Carmen Polo.
El traslado pone punto y seguido, que no final, al conflicto, pues tras la salida de Franco queda pendiente qué hacer con un espacio inmenso, el conjunto monumental del Valle de los Caídos, aún hoy lleno de simbología franquista y con los restos de entre 33.000 y 50.000 combatientes de la Guerra Civil, cadáveres pertenecientes en su inmensa mayoría al bando republicano que fueron trasladados allí sin el consentimiento de sus familias y cuyos huesos hoy se encuentran mezclados en los maltrechos columbarios de las ocho criptas que tiene el conjunto. Es la mayor fosa común de España.

Desde las organizaciones dedicadas a la memoria histórica hay unanimidad: no basta con sacar a Franco. Ya en época de Zapatero, el informe del comité de expertos que el expresidente socialista encargó ponía énfasis en que la resignificación del Valle debía acometerse mediante la creación de un centro de interpretación que acabase con las connotaciones franquistas a las que está ligado hoy el conjunto monumental. Por supuesto, entrar en las criptas para restaurar la memoria de las decenas de miles de cadáveres allí entremezclados es un punto clave del proceso, aún por definir.
El operativo, que según el Ejecutivo tiene un coste máximo de 63.000 euros, se ha llevado con un estricto control, sin que se permita grabar dentro del recinto, y ni los medios de comunicación —hay 500 acreditados de todo el mundo— han podido acceder a la basílica. Solo 22 familiares del dictador, entre nietos y bisnietos, junto a un forense, los operarios encargados de los trabajos y la ministra de Justicia, en calidad de notaria mayor del Reino, han podido acceder al templo.
Programa cerrado
A las 10.30 horas comenzaba el proceso de exhumación con la retirada de la losa de 1.500 kilos que cubría el féretro. Una vez extraída, el prior del Valle, Santiago Cantera —quien ha protagonizado numerosos titulares durante el último año al ser uno de los principales escollos para que Franco saliese del Valle— ha bendecido el féretro y ha dado un responso. A continuación, cuatro miembros de la familia han llevado el ataúd hasta un coche fúnebre, que a su vez lo ha trasladado al helicóptero que ha llevado el cadáver hasta el cementerio de Mingorrubio.

Allí el proceso de inhumación ha contado con un oficio religioso privado coordinado por el prior del Valle y el sacerdote Ramón Tejero, hijo del ex guardia civil Antonio Tejero, que protagonizó el golpe de Estado del 23F.
Nostalgia y surrealismo
El proceso no ha contado con altercados de importancia en las primeras horas de la mañana. Tan solo unas decenas de nostálgicos fascistas se congregaban en la puerta de entrada al valle de Cuelgamuros, donde una pancarta en la que se podía leer “Estado dictatorial” ponía la nota más surrealista.
Francis Franco, nieto del dictador, ha protagonizado otra escena al entrar en el complejo con una bandera franquista en la mano, símbolo que la familia no tiene permitido colocar sobre el féretro.

A Mingorrubio también se han desplazado nostálgicos franquistas, y en los alrededores del cementerio se han podido ver banderas preconstitucionales y pancartas con alabanzas al dictador. La llegada del golpista Antonio Tejero al camposanto público también ha sido jalonada y aplaudida por los asistentes.
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El futuro del Valle de los Caídos sin Franco
Casi nadie pone en duda que el cadáver de dictador saldrá del conjunto monumental en breve. La pregunta es, ¿y después qué?
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