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Ocupación israelí
Las acciones de los especuladores de la guerra se disparan mientras Israel bombardea Gaza
“La guerra es buena para los negocios”. Eso es lo que dijo un ejecutivo de defensa en una conferencia sobre armas en Londres el mes pasado, y lo que reflejó el mercado de valores el lunes, cuando Israel bloqueó y bombardeó la Franja de Gaza —atacando la principal universidad del territorio palestino ocupado, edificios residenciales, un campo de refugiados y un importante hospital— en respuesta al ataque del fin de semana en el que Hamas mató a cientos de israelíes.
Estados Unidos, que ya otorga a Israel 3.800 millones de dólares anuales en asistencia militar, se está preparando ahora para enviar armamento adicional y otro tipo de apoyo. Mientras tanto, las acciones de las empresas estadounidenses y europeas que ganan dinero con la guerra se dispararon el lunes.
Según The Wall Street Journal, compañías estadounidenses como Lockheed Martin, Northrop Grumman y RTX —anteriormente conocida como Raytheon— se vieron beneficiadas, al igual que las principales empresas británicas, francesas, alemanas e italianas.
Defense stocks jump https://t.co/JSGpPrT5MO pic.twitter.com/5O0NQQrL62
— Jeff Stein (@JStein_WaPo) October 9, 2023
Fox Business informó de que “las acciones de General Dynamics, que fabrica submarinos y vehículos de combate, no aumentaban tanto desde marzo de 2020, cuando ganaron más del 9%”.
“El salto de las acciones de Lockheed Martin el lunes fue el mayor que se vivió en Estados Unidos. El mayor contratista de defensa superó por poco las ganancias que obtuvo inmediatamente después de que Rusia lanzara su invasión a gran escala de Ucrania”, señaló por su parte Forbes. “Las acciones de Northrop Grumman también tuvieron su mejor día desde 2020”. apuntaba Barron's, añadiendo que “por separado, la junta directiva de Lockheed aprobó el viernes la expansión del programa de recompra de acciones de Lockheed en 6.000 millones de dólares, y la compañía aumentó su dividendo trimestral de 3 a 3,15 dólares por acción”.
Al comentar el derramamiento de sangre en Israel y Gaza en los últimos días, Sameer Samana, estratega senior de mercado global del Wells Fargo Investment Institute, dijo a MarketWatch que “claramente es una enorme tragedia humana”. “Parece que estamos entrando en una fase diferente a nivel mundial con respecto a la geopolítica”, añadía, exponiendo que los conflictos parecen más probables hoy en comparación con las últimas décadas. “Como los países necesitan reponer sus armas, creemos que a las empresas de defensa les irá muy bien”, finaizaba.
Apenas dos meses después de la invasión rusa del año pasado, William Hartung, investigador principal del Instituto Quincy para el Arte de Gobernar Responsable, destacaba cómo esos conflictos benefician a la industria armamentística y escribía para TomDispatch que “la guerra en Ucrania será, de hecho, una bonanza para la gente como Raytheon y Lockheed Martin”.
“En primer lugar, estarán los contratos para reabastecer armas como el misil antiaéreo Stinger de Raytheon y el misil antitanque Javelin producido por Raytheon/Lockheed Martin que Washington ya ha proporcionado miles a Ucrania”, explicaba. “Sin embargo, la mayor fuente de ganancias provendrá de los aumentos asegurado gastos en seguridad nacional post-conflicto aquí y en Europa, justificados, al menos en parte, por la invasión rusa y el desastre que siguió”.
El pasado diciembre, Hartung advertía en Forbes contra el uso de la guerra entre Rusia y Ucrania para expandir permanentemente la industria armamentista:
Los planes que se han planteado hasta ahora incluyen la construcción de nuevas fábricas de armas, el aumento drástico de la producción de municiones, armas antitanques y otros sistemas, y facilitar la supervisión de la adquisición de armas. Estos cambios tendrán un costo que, con el tiempo ascender,á a decenas de miles de millones de dólares por encima de los planes de gasto actuales, y posiblemente más, mucho más.
Este impulso para ampliar rápidamente el tamaño y el alcance del complejo militar-industrial es innecesario e imprudente. La prisa por hacerlo y al mismo tiempo reducir las salvaguardias existentes contra el despilfarro y el mal desempeño corre el riesgo de promover el aumento abusivo de precios y una producción deficiente, incluso cuando inmoviliza fondos que podrían usarse de manera más efectiva en otras prioridades urgentes.
Los precios del petróleo también subieron el lunes en respuesta a la violencia en Medio Oriente. Associated Press explicaba que “la zona en conflicto no alberga una producción importante de petróleo, pero los temores de que los combates puedan extenderse a la política en torno al mercado de crudo hicieron subir el barril de petróleo estadounidense un 4,1% a 86,16 dólares. El crudo Brent, el estándar internacional, subió un 3,9% a 87,91 dólares por barril”.